Al ver a Roy tan duro, me dieron ganas de abalanzarme contra él para morder cada parte de su cuerpo, sin embargo el que llevaba mejor ese juego sexual era Al, con esa hechizante mirada en la cual ambos nos perdíamos
-ven tío Roy, yo se que tu también quieres un poco de esto- Alphonse se colocó nuevamente en el suelo con el trasero al aire, dejando ver su entrada húmeda por la primera vez que estuve ahí, el otro, como yo en un principio obedecía sin reproche, que era lo que Al tenía para ponernos de esa forma?
Roy se acercó y tomó las caderas de mi pequeño hermano, en ese momento no sabía ni lo que yo hacía, sin pensarlo dos veces me fui sobre ellos alejándolos de ese íntimo contacto que apenas daba comienzo
-Al es mío- dije fuerte y claramente, Roy se sorprendió y Al se sonrojó, yo también me sonrojé al máximo
-entonces no te importa que sea yo quien te haga mío?- dijo desabrochándose el pantalón mientras que Al me besaba en el cuello casi con una frecuencia que poco a poco daba un pequeño dolor satisfactorio- lo siento Al , pero yo solo quiero a Ed en este momento- Roy miró al pequeño que se molestó un poco por sus palabras y tomó sus pantalones por que estaba dispuesto a salirse
-pero que tal si ahora yo los veo?- Al prefirió sentarse en una de las sillas de la enorme habitación en la que nos encontrábamos
-has lo que quieras, pero créeme que después tú serás quien quiera un poco de lo que le haré a tu hermano-
-oye no metas a Al en esto!- gruñí para ser callado por un beso muy profundo
-tu también mueve la lengua, no solo la dejes ahí quieta, así fácilmente podría morderla- se detuvo para decirme
-que extraño, cuando nos besamos el lo hizo exquisitamente..- insinuó Al de donde estaba, provocando un enfado en Roy que se mostraba cada vez mas en sus ojos negros; intensificó mas ese beso que me quitaba cada vez el aliento
-voltéate- me ordenó con un tono molesto y agitado, le obedecí, me estaba cansando de ser yo el que obedeciera a los demás, pero tengo que admitir que nunca había hecho algo como eso. Cuando me giré completamente, Roy abrió mis piernas dejando mi entrada completamente expuesta- tengo que prepararte para esto- cuando escuché esas palabras recordé la erótica posición de Al en nuestro primer encuentro, pero esa imagen se borró en el preciso momento en que sentí como algo me llenó de un placer, subiendo completamente la temperatura de mi cuerpo e incrementando mi respiración la máximo y eso era la lengua de ese bastardo dentro de mí, moviéndola como si saboreara un dulce , dejando su saliva- tan pronto y ya estas muy caliente? Mira, también te has puesto duro- pasó su mano entre mis piernas hasta alcanzar mi miembro
-ahh..- gemí por la sorpresa y el placer
-mmm…- sonrió el otro con picardía- veo que te gusta, me pregunto cuanto aguantaras con esto?- siguió cada vez mas y mas, sus movimientos en mi entrada me extasiaban, casi perdía la cordura y yo rogaba ahora que lo hiciera mas rápido, no me di cuenta de cuando comencé a estimularme, pero él me detuvo antes de que pudiera terminar, tal parece que sabía lo que sucedería- espera, quiero ver como te lo haces a ti mismo- me sentó recargado a una pared, donde ambos, Al y Roy me veían perfectamente- hazlo- me volvió a ordenar, con mi mano nuevamente tomé mi miembro masajeándolo suavemente, jugueteando un poco con él, de una manera tan placentera, Al que estaba en la silla comenzaba a mover sus piernas desesperado, desde donde estaba pude ver como también estaba excitado, como se levantaba su miembro nuevamente, completamente erecto, con ganas de comérmelo, y mas cerca de mi estaba Roy mirándome con una sonrisa, me daba vergüenza estar haciendo “eso” delante de él, pero al mismo tiempo el comenzaba a acariciar su sexo con delicadeza comenzado a cerrar sus ojos y dejarse llevar
-Ed, metete un dedo- dijo Al mientras comenzaba a masajear su miembro, esa petición hizo que nuestro acompañante abriera los ojos clavándolos en mi cuerpo desnudo; abriendo mis piernas me dejé completamente expuesto, mis dedos estaba húmedos ya por mi propia estimulación, así que no fue problema meter un solo dedo
-ahh..- gemí, esa sensación, o dios como sube mi temperatura!! “Mas hondo, tengo que llegar mas hondo”, era en lo único que podía pensar, hice unos pequeños círculos dentro de mí y Roy disfrutaba con verme, abrí aun mas mi piernas metiendo y sacando ese pequeño dedo con frenesí, deseaba mas placer así que sin darme cuenta había tomado algo y lo comencé a introducir en mi recto, al parecer era un pequeño marcador que dejamos tirado después de hacer la tarea, quien diría que esa cosa provocaría que me viniera?-Ahh…- no lo saqué, lo dejé ahí dentro, poniéndole presión para que no saliera
-mas profundo- con un dedo Roy lo empujó quedando casi completamente dentro
-ahh!!- me deslicé hasta quedar en el suelo, pude ver como Al estaba debajo de las piernas de Roy devorando su miembro ayudándose con una mano ya que su sexo era un poco mas grande que los nuestros, sometido ahí abajo, comiéndoselo, lamiéndolo como si se tratara de algo sagrado, lo gozaba
-Al… ven aquí- dije señalando un lugar a lado mío- el me obedeció, oh!! Se veía tan sumiso- híncate ahora- le ordené y el sonrojado lo hizo, abriendo sus piernas como un perro para dar entrada libre a mi hinchado sexo que no tardó en estar ahí dentro nuevamente
-y la diversión es solo para ustedes?- Roy se puso encima de mí y…- Ahh!!!- gemí tan fuerte cuando me sentí penetrado, era un dolor mas grande que el pequeño marcador que aun seguía dentro mío
-es.. pera, saca el marcador…- cuando por fin estaba fuera de mí dejó que esa cosilla se deslizara hasta salir, cayendo en el suelo haciendo un pequeño ruido, Roy volvió a montarme y a penetrarme con fuerza
-ahh!!- se sentía deliciosamente placentero para que fuera mi primera vez- ah!!- al mismo tiempo metía uno de sus dedos en mi cavidad que apenas podía con lo que ya me había introducido
-te gusta?- preguntó cerca de mi oído
-Ed… muévete- me rogó mi hermanito, Roy mordisqueaba mi espalda y acariciaba con sus manos mis pezones comenzando después a pellizcarlos –que te muevas, por que quiero sentirte mas dentro- Al levantaba su pelvis un poco del suelo par ayudarme, el dolor de la otra penetración me recorría la espalda, embestía a Al e inmediatamente Roy me lo hacía a mí, estaba mas concentrado en llevarme al éxtasis que en disfrutarlo el mismo, pero por que?-ED!!- gritó mi hermano cuando se vino y quedó inconsciente, yo aun no terminaba
-que lastima, ahora eres todo mío- dijo Roy burlón y sin sacarlo me giró llevándose una de mis piernas a su hombro
-Ahh..- me mordisqueó el cuello con mas fuerza que la de Al-ah! Me duele!- me quejé, se detuvo por un momento, después reinició sus estocadas con mas calma y suavidad, no me di cuenta de que mis brazos rodeaban su cuello- ahh…- ahora los gemidos eran suaves al salir de mi boca, ya no estaban mezclados con el dolor ni la excitación máxima que anteriormente experimenté, sino que era diferente
-así esta bien?- volvió a preguntarme
-s...si- contenté apenado, buscó mis labios y plantó un beso tan húmedo pero lleno de ternura y delicadeza que me dejé llevar- auuu..- me punzaba el trasero pero el goce era mayor, cuando me di cuenta nuestras respiraciones estaban acompasadas, el me estimulaba y yo trataba de que llegara mas profundo y que lo disfrutara-Roy… puedes moverte… un poco mas?- supliqué, me miró y a aumentó la velocidad, nuestros cuerpos estaban tan pegados que mi cabeza podía recargarse en su hombro, mas que un acto sexual, parecía como si solo estuviéramos abrazos, meciéndonos un poco, su miembro ya no entraba ni salía de mi interior, solo se mantenía dentro haciendo presión y mi sexo chocaba con su vientre, haciendo presión también, no sabía cuanto tiempo había pasado, pero aun nosotros estábamos disfrutando de ese extraño ritual, calmado y obteniendo al mismo tiempo placer. Seguíamos abrazados, ahora lo rodeaba con mis piernas, sin despegarnos comencé a moverme en círculos rozándome contra su piel
-ahh.. ay…- ambos nos escuchábamos- creo que me voy a, tu sabes..- dije avergonzado
-solo hazlo, que yo también lo haré- me estrechó con mas fuerza
-ahh…- ese gemido fue suave, solo audible para nosotros dos, mientras tanto sentía como el me llenaba por dentro y ahogaba un gemido, se veía encantador, lo besé, me di cuenta demasiado tarde de mi acto, por que lo había hecho? Sentí como si algo atravesara mi corazón, un dolor inexplicable que era curado por otro beso de ese pelinegro.