La forma de hablar del niño, la hice acorde a la forma de hablar de mi primito XD Otro día más, despertando por el molesto pitido del despertador.
Volteó y sonrió al ver tu foto en el pequeño buro, ahí sonreías como un niño pequeño a punto de hacer una travesura y vaya que lo hiciste, ese día me robaste el primer beso.
Ese día me sacaste de mi tristeza, de el dolor de mi madre recién perdida, pero... me salvaste del abismo para meterme en otro más profundo, el pozo sin fondo de tu amor, este amor prohibido.
Llegaste a mi vida y me fijé en ti de inmediato, me atrajo tu voz, tu risa, tu mirada, tu olor tan varonil, todo; Cuando estoy contigo, solo existimos tu y yo, ni mi padre alcohólico ni tu esposa e hijo interfieren.
Pareciera que me tienes embrujado, y así es, de alguna extraña manera, estoy condenado por tu hechizó, aquel que me liberó de la soledad, pero también el que me esta destruyendo poco a poco.
................................................................................................................................................ Eme aquí de nuevo gimiendo contra el escritorio de tu oficina, aferrándome fuertemente a tu ancha espalda, presa del placer que domina mis sentidos.
Una envestida más, llegando a el punto que me hace ver estrellas.
-Ah... To.. ay... m... ah... Tom!!... sigue... ahh... dale ahí... dale... ahhh- Con certeza, vuelves a tocar ese punto, haciendo que yo contraiga mis músculos alrededor de tu miembro.
-Bill... Bill... Oh, Bill!!... eres tan... ahh... tan estrecho... mmm... tan perfecto- Tomas mis labios con posesión desmedida y yo respondo el beso con la misma fogosidad, nuestros movimientos aumentan de ritmo, logrando separar nuestros labios por los jadeos y gemidos que quieren escapar.
-Tom... ya... ahhh... ya no aguanto... agh... mmm
-Yo... ah... tampoco...- Con una última, fuerte y placentera embestida, llega el tan anhelado orgasmo, de mis labios hinchados salé un gran y prolongado gemido, mientras tú gritas mi nombre.
Nos quedamos quietos por un momento, yo sentado en el escritorio, únicamente con la camisa puesta y está misma desabrochada, dejando mi pecho blanquecino llenó de mordidas a la vista, y tu parado con el pantalón y el boxer a medio poner, liberando tu miembro ahora flácido que es lo único que necesitaste esta vez.
Sales delicadamente de mi, provocando que de mi garganta escape un pequeño jadeo, siento escurrir tu esencia por mis muslos y con mirada pícara, uso uno de mis dedos para recoger el líquido blanquecino y dirigirlo a mi boca, enrollando el dedo con mi lengua probando tu sabor combinado con el sudor de mi piel, todo bajó tu atenta observación.
-Eres muy travieso Bill, luego te quejas de no poder caminar correctamente, eres un niño malo- Me dijo Tom mientras me daba una suave nalgada.
-Pero no veo que a ti te moleste o si?- Pregunté, mientras envolvía mis brazos en su cuello y hacía que su pene rozará momentáneamente mi trasero.
-No, en realidad, no me molesta en lo absoluto-Contestó mientras con sus dos manos daba un fuerte apretón a mis pompas, pude sentir como su virilidad despertaba de nuevo.
-Bueno, ambos tenemos cosas que hacer, así que mejor nos va...- Me bajé del escritorio y lo pase de largo, sabía que me detendría, no le gustaba quedarse insatisfecho.
-Oh, no Bill, no puedes dejarme así- Me reclamó acorralándome contra la pared y restregando su erección contra mi vientre. Aguanté el gemido que quiso salir de mis labios.
-Tom, Tom,Tomy... créeme que si puedo, pero... me pones tan caliente, que no quiero alejarme ni un segundo de ti- Le aclaré mientras mordía lentamente su oreja y con mis manos dirigía las suyas a mi trasero.
No necesitó de más, una maravillosa sesión de sexo le siguió a eso.
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Al terminar estábamos en el suelo, jadeantes de nuevo, yo sobre ti, jugando con tus trenzas y tu dibujando líneas en mi espalda.
-Te amo Bill- Ante estas dos pequeñas pero enormes palabras, abrí los ojos sorprendido, nunca me lo habías dicho, te miré y tenías una sonrisa en los labios que pronto me contagiaste.
-Yo también Tom.- Te dije mientras te daba un suave beso en los labios, lamentablemente no pude ver la mirada burlona que tenías, si la hubiera visto, no hubiera sufrido tanto.
Nunca creí que me mintieras tan cruelmente, a pesar de que sabía que tenías una esposa y un hijo, realmente pensé que me amabas.
................................................................................................................................................ Desperté y me extrañe al no tenerte a mi lado, tu saco negro cubría mi desnudez. Me paré con una leve molestia en mi espalda baja y me sonrojé al recordar tus palabras, sonreí como un total bobo, vi en tu escritorio una pequeña nota.
Caroline me llamó.
Era todo lo que decía, no había otra explicación, no había una despedida, nada, como siempre.
Sentí mis ojos humedecerse al saber que lo que hiciste conmigo en esta habitación lo harás con ella, en tu casa, con tu pequeño hijo en la escuela.
La primera lagrima sale, al saberme una porquería, estoy destruyendo tu familia, tu esposa te es infiel, lo sé bien, no siento remordimiento por ella, pero... el niño, el pequeño Eduardo, Edu para los amigos.
Suelto otra lagrima, el pequeñito me quería, me consideraba su mejor amigo y yo... acostándome con su padre, pero... es que lo amo tanto, tanto que duele, tanto que me vuelvo egoísta, pero también es tu culpa Tom, ¿Cuantas veces no he intentado alejarnos?, pero tu me haces olvidar la idea a través de besos y caricias traicioneras.
Al fin y al cabo, soy solo tu amante, pero yo se que me amas, ¿verdad Tom?, ¿Verdad que solo estas con ella por tu hijo?, ¡¿Verdad?!.
Suelto un llanto desgarrador al saber que solo me estoy engañando a mi mismo. Pero... pero, tantos peros, que solo intentan justificarme, que solo intentan engañarme.
Tom, dime por favor, alguien, dígame que hago!!! por favor, no aguanto esto!... por favor...
................................................................................................................................................ Tus labios toman los míos, pausadamente, con ternura y tal vez, amor.
Tus manos recorren mi cuerpo sin parar, yo enredo mis manos en tu espalda, acariciándola con amor infinito...
-Bill, Bill, ¡¡Bill!!- Una pequeña manita, jalaba la mía con insistencia.
-¿Que?, ¿Que pasa?- Pregunté al verme sacado de mis pensamientos por los pequeños gritos de Edu.
-No me achias cacho- Contestó el pequeño con la voz propia de un infante de 4 años, pequeñas lagrimas salían de sus ojitos cafés, tan parecidos a los de su padre.
-Oh, lo siento Edu, ¿me perdonas?- Susurré con dulzura mientras me agachaba a su altura y acariciaba sus cabellos castaños, heredados de su madre... la esposa de Tom.
-Si, pero, ¿Porque estas tiste?- Su pregunta inocente me sorprendió, bien decían que los niños saben más de lo que deben.
-No estoy triste, solo estoy pensando en alguien que quiero mucho.- Le contesté sin decirle por completo la verdad.
-Pero yo no me pongo achi cundo penso en mi papi, yo me pongo mucho feliz!!!- Reflexionó el pequeño, terminando la oración con una gran sonrisa, esto me hizo sentir mas culpable y estuve a punto de derrumbarme en llanto frente a el, pero como pude me aguanté.
-Es solo que por algunas razones no puedo estar con esa persona y si lo hago, daño a muchas gente inocente- Traté de que mi voz no se quebrara, pero mis ojos no estaban cooperando, ya los sentía húmedos.
-Que mal!!, chi me juera lejos de mi papi o de mi mami, me pondría muy triste- Sus ojitos al igual que los míos se humedecieron solo que el con la idea de perder a sus padres, un fuerte dolor acudió a mi pecho y no pude aguantar mas el llanto, abrace al niño con fuerza, sollozando fuertemente, sintiendo como Edu lloraba conmigo.
-Lo siento, lo siento tanto, por favor perdóname, perdóname- Rogaba con desesperación, apretando su pequeño cuerpecito entre mis brazos. Me apartó de el y me miró a los ojos con suavidad y cariño.
-Yo te quelo mucho, mucho, y siempre te voy a quelel, pase lo que pase, va?- Sus palabras no hicieron mas que desgarrarme el corazón, estaba dañando a una personita tan especial, todavía llorando asentí, le limpie las lagrimitas y luego el limpio las mías, le sonreí cálidamente y lo abrace, decidiendo que debía acabar con esto de una vez.
Pero... que hacer con mis labios, cuando arden por tener los tuyos sobre de ellos?, que hacer con mis manos, que me piden desesperadas que recorras con las tuyas mi cuerpo, que hacer con las noches en vela, anhelando tus caricias, que hacer con mis días, que duelen al verte siempre con ella, que hacer con tu olor que se impregna en mi almohada. ¿Que hacer?
................................................................................................................................................ Marcó tu número otra vez, y como las otras, solo el buzón me contesta. Resignado te dejo un mensaje, que se tal vez no revisarás, pero la desesperación es mucha.
-"Tom, necesitó hablar contigo, llámame por favor, es importante, Bill"
Seguí con el trabajo que me había llevado a casa, si esto le gustaba a mi jefe directo, podría tener un acenso o lo que planeó, un cambio a otra sucursal, quiero estar lejos de Tom, solo así podre dejar de hacer daño, aunque eso sea lo que me dañe a mi.
Un par de horas después, sonó el teléfono, mire el aparato casi con temor y con la mano temblando descolgué.
-Bueno?- Mi voz tembló un poco, así que carraspee.
-Bill?, ¿De qué querías hablar?- Traté de armarme de valor, esto era lo correcto.
-Sobre nosotros Tom...
-Sabes que no me gusta que me hables para esas cosas- Me interrumpió fríamente- Caroline y yo estamos jugando con el niño, ahora no tengo tiempo, nos vemos después.
-Pero Tom, te...- Se oyó el sonido que indicaba que la comunicación se había cortado, traté de no llorar, intentó inútil, como siempre.
Otra de las razones por las que debía alejarme de Tom, me hace daño y lo sabe, yo sé que lo sabe.
Cerré mis ojos con frustración, tengo que terminar con esto, tengo que hacerlo, por mi, por Tom, por todos.
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Al día siguiente llegué puntual como siempre, tal como lo esperaba tu secretaria me dijo que tu me esperabas en su despecho, me miraba con envidia; sospechaba y era ovio que lo hiciera, las visitas casi diarias a la oficina de Tom no eran normales y mucho menos porque el era el dueño de la empresa y yo... un simple novato.
Entre sin hacerle caso a su mirada, si supiera por lo que estoy pasando, mas bien me miraría con lastima.
Entré y me extrañe al ver la oficina vacía, cerré la puerta tras de mi.
Tom me sorprendió empujándome contra esta, iniciando un beso fogoso, que hace unos días hubiera respondido con la misma pasión, pero tengo claro a lo que vengo esta vez, como pude lo separé de mi, jadeante, pues me había robado el aliento su cercanía, el me miro con el ceño fruncido ante mi rechazo.
-¿Qué te pasa?, Tu fuiste el que me llamaste, no?- Preguntó irónico sin apartarse de mi ni un centímetro.
-Si, pero no para esto, yo en serio quiero hablar, no tener sexo.- Le contesté con rudeza, buscando escaparme de su acorralamiento.
-Bueno y de que quieres hablar?- Se apartó dejándome libre de la prisión que hacían sus brazos y yo por lo bajó suspire aliviado, si estaba cerca de mi no podría decirle lo que le tengo que decir.
-Yo... quiero... quiero dejarlo Tom, ya no puedo seguir con esto- Dije por fin desviando la mirada, sintiendo como un gran peso se me iba del cuerpo.
-No estas hablando en serio, o si??, No puedes dejarme, a mi nadie me deja!- Casi gritó esto último, sus ojos destellaron por un momento furiosos.
-Pues yo lo haré Tom, y no puedes hacer nada.- Le aclaré enojado, no podía creerse tan importante en mi vida, a pesar de que en realidad si lo era...
-Pero, ¿Porque?, ¿No ves que te amo?- Me abrazó y estuve a punto de caer, pero no puedo, no debo caer.
-Tu bien sabes porque Tom, y también sabes que no me amas, nunca lo hiciste y nunca lo harás.- Eso pareció enojarlo, pues me soltó rápidamente y se dio la vuelta, vi como apretaba los puños, tal vez tratando de controlar su ira.
-Esta bien, entonces vete, pero ten por seguro que no vuelves a trabajar en ninguna de mis sucursales.- Esto me sorprendió, no pensé que podría llegar a ser tan cruel, dejarme sin trabajo porque no quiero seguir siendo su amanta!! Aguanté las lagrimas de decepción y rabia.
-De acuerdo, adiós para siempre Tom, se acabó.
Salí y fui a mi coche, arranque de inmediato, ya mañana me encargaría de ir por mis cosas, ahora solo puedo pensar en el dolor, solo en eso.
................................................................................................................................................ Llevó dos semanas con mi nuevo empleo, a mi antiguo jefe , le gustó mucho el último trabajo que hice y me entregó un curriculum excelente, no me costó mucho encontrar trabajo, después de todo salir de una empresa tan importante como "The Universum", con una perfecta carta de recomendación, no era por nada.
Estaba un poco desmejorado, tenía ojeras gracias a las noches en vela, a pesar de todo no te he podido olvidar Tom, sigues en mis sueños, pero cuando pienso que ahora Edu es feliz no puedo hacer más que sonreír, ese pequeñín se merece todo mi sacrificio.
Mi vecino Gustav, se sabe nuestra historia de pies a cabeza, es mi mejor amigo, me ha dicho que me olvide de ti, ya no se cuantas veces.
Que antes de que te conociera yo sonreía siempre y tenía un brillo especial, brillo que aun no perdía pero que estaba opaco.
Quiero mucho a Gustav, pero no puede comprender que antes de ti Tom, me había sumido en la tristeza, la vida ya no tenía luz, ya no tenía sentido, fuiste mi primer amor, un triste primer amor, pero ¿Sabes?, siempre te recordaré con cariño, después de todo, gracias a ti, conocí las maravillas del cariño y de la pasión.
Siempre te recordaré, a pesar de lo que pasamos, siempre lo haré...
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Ahora un año después, soy más feliz de lo que pude pensar jamás. Ahora se que hacer.
Tengo una mini-empresa que está creciendo rápidamente, conocí a Andreas, es un hombre maravilloso!.
Apenas lo estamos intentando, pero siento que seré muy feliz con el, no me tiene secretos ni soy un secreto para los demás.
Justó hoy cumplimos dos meses de pareja, no podría estar mejor.
-Bill, amor, ya es hora- Me dijo dulcemente al oído, mientras me abrazaba por atrás.
-Ya voy Andy- Me voltee y le di un pequeño beso. Nos sonreímos y me perdí unos segundos en su mirada, me dio otro beso, esta vez más largo.
-Apúrate, te espero afuera.- Me soltó y me desordenó el cabello, provocando que en mis labios se formará un puchero, no me gustaba que me desordenara el cabello!!. El se fue corriendo. Solté una pequeña risa, si, definitivamente no podría estar mejor.
-Soy feliz sin ti Tom, te pude decir adiós, la vida me dijo que hacer sin ti: olvidar y darme otra oportunidad...
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