Parte 1
Ellos crecieron juntos desde el inicio. Durante toda su vida estuvieron convencidos de que el vínculo que los unía era la sangre.
Hermanos que compartían una madre, un padre y la misma herencia.
Pero fue el día en el que ambos cumplían 15 años que todo salió a la luz.
El secreto de sus padres, las mentiras, el sencillo hecho de que ellos no eran hermanos.
Y que a partir de ese día no compartían absolutamente nada. Ni la sangre, ni el origen.
Drake miro a sus padres con rabia contenida, y luego a su hermano cuya expresión de estupefacción solo era opacada por las lágrimas que le corrían por las mejillas.
Cada recuerdo se paseaba dolorosamente por su mente.
Él jugando con su hermano mellizo, el tenis de mesa, las travesuras, los intentos de derrotar a su pequeña y tramposa hermana Megan. Compartir el dormitorio, la música de Drake en la guitarra. –Esta te la dedico a ti hermano-decía el cuando le cantaba la mas bella de sus canciones.
Ir al colegio, escaparse a fiestas, ser cómplices.
Subió al dormitorio que les pertenecía y empezó a recoger sus cosas, sin ánimos, tal vez solo por inercia.
-Drake-dijo con voz temblorosa su hermano que acababa de entrar en la estancia.
-Josh –dijo él a su vez y corrió a sus brazos.
-Abrázame hermano susurró al borde de las lágrimas.
Se abrazaron con fuerza, por largo rato, con la tristeza de que aquella seria la ultima vez.
En el vestíbulo le esperaban a Drake dos completos desconocidos que decían ser sus padres. El famoso escritor William Rosell y una actriz de telenovelas Freya Gunter.
Junto a ellos y con el semblante destrozado yacían los padres biológicos de Josh que habían criado a Drake como hijo suyo.
-¿Por qué lo permiten? – susurro Drake en el oído de Josh sin soltar el abrazo. -¿Por qué permiten que me lleven? ¿Porque no se resisten? ¿Es porque no llevo su sangre?
-Drake, respira, no se porque papá y mamá dejan que esto suceda, pero te prometo una cosa, siempre seré tu hermano, y pase lo que pase nos volveremos a ver. Voy a intentar convencer a nuestros padres para que te traigan de vuelta. Además aun nos queda el colegio.
-Si es verdad. Pero en este momento siento que los odio. Los odio porque me dejan ir tan fácil. Porque me mintieron toda mi vida. Porque ya no siento que tenga algún padre o madre. Porque me están separando de ti.
Ambos bajaron al vestíbulo Drake tenia ya sus maletas hechas eran tres grandes. Josh le ayudaba a traerlas. Megan lloraba abrazada a su madre y el rostro de esta también estaba inundado de lágrimas. Walter la abrazaba.
-vamos hijo, –dijo Freya.
-No soy tu hijo -dijo Drake- y solo voy a ir porque ustedes… - a lo que decía esto clavó su mirada en Walter y en su madre. –que me criaron acaban de despreciarme. Solo voy Porque ¡ya no tengo familia!
La mujer se soltó a llorar y la madre de Josh puso su rostro en el pecho de su marido.
-perdónanos Drake, algún día lo entenderás.
-¡nunca los perdonare! ¡Como pueden abandonarme!
Ninguno de los cuatro padres presentes comprendió bien a quien se refería Drake.
-¡Mentirosos! ¡Todos son unos mentirosos!
Y así fue como esa noche Drake partió para siempre de la casa que antes llamo hogar. Y dejo atrás para siempre a esa familia que creyó que era la verdadera.
Y eso no fue lo peor, se fue lleno de resentimiento de ira y de confusión.
Porque sus padres no intentaron, hacer que se quede. Eso lo interpretaba con el obvio hecho de que ellos conocían desde el principio aquel origen.
Y los odiaba por esas mentiras por ese ultraje. Negarle el derecho de la verdad.
Drake ya no creía en nada. Y solo guardaba la esperanza de que al lunes siguiente volvería a ver a Josh en el colegio.
Con ese pensamiento logró conciliar el sueño en la cama de aquella inmensa alcoba que le habían dado.
Josh miro la cama vacía de Drake, ya no estaba su guitarra, ni en el closet su ropa.
Tomo una manta y se acostó en la cama vacía de su hermano, se hizo un ovillo y lloró hasta que las lagrimas tibias se iban secando en sus mejillas.
Los siguientes dos días que faltaban para el lunes fueron muy difíciles para Josh intento hacer que sus padres le expliquen la verdad, trato de que trajeran a Drake a casa de nuevo. Trato de saber algo.
Pero ellos lo evadían, no le dijeron nada, no explicaciones, ni palabras de aliento.
Acabo enojándose con ellos gritándoles furioso. Luego ya no les hablaba, ni comía con ellos en la mesa. Su madre estaba destrozada.
-Algún día lo entenderás le dijo su padre el lunes en la mañana.
Josh no respondió. Simplemente él nunca lo iba a entender.
Salió corriendo al colegio porque ya llevaba unos minutos de retraso y porque no podía esperar a ver el rostro de su hermano de nuevo.
Entró al salón y el maestro cerró la puerta detrás de él. –llegas tarde Josh-dijo el licenciado en historia y antropología.
-lo siento maestro-dijo él a modo de disculpa.
Entonces miró al salón y volvió a mirar una y otra vez los rostros de sus compañeros.- ¿y Drake?
continuara...