No dejaré que nadie más esté contigo a parte de mí.
Casualmente el departamento de los Dong Bang Shin Ki, se encontraba sumamente tranquilo. Era raro que fuera así, siendo ese día un: sábado.
Kim JaeJoong había salido temprano, a eso de las diez de la mañana, dejando preparado el desayuno para los demás. Minutos más tarde, un Kim JunSu salió apresurado a su encuentro con Lee HyukJae; EunHyuk de Super Junior, que lo esperaba desde hace unos minutos en el parque.
Mientras que el maknae, Shim ChangMin; después de desayunar y comer la porción olvidaba de JunSu, se había encerrado en su habitación a leer un libro cualquiera.
Jung YunHo estaba en su habitación frente a su portátil. Checando varias páginas, raro en él; pero después de llegar de hacer su ejercicio matutino y haber tomado una ducha, creyó lo mejor para hacer, aunque sea por unos minutos, minutos que fácilmente se convirtieron en tres horas.
Sus ojos iban de aquí-allá leyendo ávidamente lo que ponían las fans. Riendo por algunos de los comentarios y poniéndose serio por otros. Hasta que uno llamó su atención...
Y ajeno a… todo; Park YooChun dormía en su habitación como un angelito.
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La puerta color caoba se abrió suavemente, y una alta figura entró cual ladrón, cerrando con delicadeza después.
Con paso sigiloso se acercó a la cama, donde un bello durmiente descansaba.
Dejó que sus ojos lo mirarán por eternos segundos:
Era tan lindo.
Sonrió encantado y se acercó hasta él.
Con cuidado se sitúo a un lado de aquel grácil cuerpo, acostándose a su lado y quedando mirando su bonito rostro de cerca.
Tan bello.
Sonrió enternecido por los graciosos gestos que hacia inconscientemente y los balbuceos que emitía. Con cuidado apartó algunos mechones oscuros que caían sobre su frente.
Entonces se movió. Dejando a su vista aquel fino y terso cuello, que llamaba tanto la atención.
Estaba perfectamente delineado, delgado y largo. Su garganta y aquella manzanita de Adán que atraía a cualquiera, tan insinuante.
Realmente era un cuello hermoso, sexy; como había leído en aquellos comentarios.
Tan pulcro, tan seductor, cualquier mirada podía posarse sobre ese perfecto cuello y desear mancharlo...
¡Marcarlo!
El cuello se estiró un poco más.
Demasiado llamativo.
Relamió sus labios y con una sonrisa ladina, se acercó al seductor cuello.
Posó sus labios suavemente sobre aquel cuello, casi por la garganta. Y con cuidado lamió la zona.
Beso dulcemente y después, simplemente clavó sus dientes.
El cuerpo bajo suyo gimió de dolor, pero no sé despertó ni movió; succionó con fuerza hasta dejar una marca roja, que más adelante se pondría de un morado exquisito; pensó.
Agradecía que el cuerpo bajo suyo tuviera un sueño pesado.
Y antes de separarse, lamió la zona lastimada, y deteniendo su mirada en los carnosos labios, los beso gustosamente para después salir de aquella habitación y regresar a la suya.
Se colocó frente a su portátil de nuevo y tecleo unas palabras.
'Sin duda es un cuello hermoso; pero solamente Jung YunHo tiene el derecho y poder, de marcarlo.'
Y dando un gustoso enter; apagó la laptop y salió a la cocina.
Porqué rara vez Jung YunHo se conectaba al internet, y cuando lo hacía, era solamente para reclamar lo que le pertenecía.
...