Eres mio por Chisueo

"Eres mío"

SephirothxZack

Mi vida era bastante aburrida hasta que trajeron, lo que se podría decir, un lindo cachorro algo distraído, de cabello negro y bastante apetitoso. El solo verlo me daban ganas de hacer muchas cosas no muy acordes con la moral, sin contar de que Angeal prácticamente me hacia burla por el hecho de que el era su maestro. Maldita suerte la mía, Zack seria mío si o si, sino me dejaría de llamar Sephiroth. Aunque tenia variadas oportunidades no podía hacerle caer fácilmente, pero con la ayuda de Génesis le atraparía.

—Amigo mío..., cuan despiadado es el destino— y empieza con su poema diario Génesis— No quedan sueños ni honor

— ¡Que va!...Honor le sobra a Angeal—le digo con burla— en especial en tu dormitorio

—Gracias Sephiroth...—me mira Angeal con cara de pocos amigos— pero yo estoy con Génesis porque mi habitación la están remodelando

—A otro perro con ese hueso, ustedes dos tienen algo— digo mientras me cruzo de brazos— y yo he escuchado ruidos raros en la habitación de Génesis y no son precisamente muy buenos para la salud mental de quien pase por ahí

Génesis solo se esconde detrás de su libro sin decir ni una sola palabra, sabía perfectamente que aquello había dejado a ambos mudos. Angeal y el llevaban una relación muy cercana, y por cercana no me refiero a amistad. Pero eso no tiene nada que ver conmigo, ese día invite a Génesis a tomar unas copas junto a Angeal para que supieran de lo que estaba pasando en mi cabeza prácticamente.

Angeal casi se cae del asiento cuando le digo que siento algo por Zack, bueno mas que sentir algo, quiero sacar algo de el. Mi cuerpo simplemente reacciona de una forma muy distinta, nunca me había pasado y eso que he tenido experiencias tanto con mujeres como con hombres. Si, soy un hombre con gustos bastantes extravagantes por decirlo así, pero Zack me vuelve simplemente loco.

Su personalidad atrevida e inocente, a pesar de que tiene 17 años ni siquiera piensa como alguien de su edad, todavía tiene mentalidad de un niño de 12 o 14 años. Su aroma me enloquece, me encantaría tenerlo debajo de mi gimiendo, diciendo mi nombre, implorando por mas, estremeciéndose al contacto de mi piel con la suya simplemente me hacia perder la cabeza.

Angeal no me quería ayudar, pero Génesis lo convenció por mí quizás quien sabe con que, pero finalmente accedió. El plan simplemente consistía en llevarlo de una manera u otra a mi habitación, después de eso tendría que ganar algo de tiempo ya que Zack obviamente me admiraba y eso me daba puntos a favor, pero igualmente tenia que hacer que se relajara, después de todo eso ya lo tendría debajo de mi haciéndole todo lo que yo desee sin que nadie me lo impidiera.

Cerca de dos días después de que planeáramos todo, el plan se puso en marcha. Angeal le dijo a Zack que lo acompañara a una parte y sin dudar ni un segundo fue, llegaron finalmente a mi habitación y Zack estaba bastante eufórico a decir verdad.

— ¡Que bien! ya conozco al gran héroe de SOLDADO— prácticamente me iba a dejar sordo con sus gritos de euforia, pero valdría la pena

—Si, si...Ahora tranquilízate un poco Zack— le ordena Angeal, al parecer el era el único que podía con la hiperactiva personalidad de Zack

—Si, señor— contesta con una sonrisa mientras hace un ademán con la mano.

—Bueno, hoy tengo una misión con Génesis— dice Angeal con cierta mirada de perversión que no fue vista por Zack— así que hoy te entrenara Sephiroth

-¡¿Sephiroth?!...¡Como te quiero Angeal!- grita el cachorro mientras abraza a Angeal

—Esta bien... ¡Quítate!—lo lanza a un lado Angeal

Pensar que en un momento me abrazara a mi, gemirá mi nombre una y otra vez y podré tenerlo entre mis brazos para hacerle cosas que solo pensé en mis sueños. Angeal finalmente se separo de el y Zack quedo con cara de cachorro feliz al enterarse de que yo personalmente lo "entrenaría" y vaya que lo entrenaría bien.

—Bueno...Sephiroth, Zack...Me retiro—se da media vuelta Angeal y se va.

—Entremos un momento en mi dormitorio...Zack— le digo tranquilamente al ver que este no se movía de su lugar

— ¡S-si!—asiente obedientemente, se notaba que aun era un novato.

Le sorprendió mi dormitorio, ya que en comparación con el tenia un dormitorio que era el doble de grande que el de el y era solo mío, con bastantes comodidades y una cama lo suficientemente grande para dos personas. Mientras que el de el era bastante pequeño y lo compartía con otro cadete mas.

Le dije que se sentara en mi cama y le serví un poco de vino para que se relajara un poco. De un principio no quería beber pero yo le insistí un poco. Finalmente acabamos de beber, o mejor dicho, termino bebiéndose la botella de vino. Termino ebrio y demasiado fácil de someter, lo cual aproveche para estirarlo en la cama y comenzarlo a besar.

Su aroma invadía mi nariz y me embriagaba en su olor, su cuerpo se estremecía a cada roce con mi piel. Se notaba la poca experiencia que tenía en cosas como esta, no se movía ni nada solo se dejaba llevar por mí. Le empecé a morder el cuello lo cual le saco un sonoro gemido, un dulce sonido para mis oídos. Al parecer el cachorro disfrutaba todo esto

— ¿Te gusta Zack?— le pregunto al oído a la vez que le muerdo el lóbulo de este

—Ah...s-si...—dice entre gemidos, al parecer estaba bastante excitado

Lentamente le desabroche el cinturón de su ropa, hasta que finalmente se lo saque haciendo que me fuera mucho más fácil quitarle la polera. Le despoje de la parte de arriba de la ropa dejando al descubierto un cuerpo bastante deseable y apetitoso, su piel bronceada y unos pocos bíceps poco marcados debido al ejercicio me hacían solo desearlo mas.

Le empecé a morder un pezón y a pellizcar el otro, aquello le sacaba gemidos bastante altos lo cual nos podía meter en problemas, así que para hacerlo callar le puse una mano en la boca y listo. Sus mejillas estaban muy sonrojadas y su mirada era demasiado sexy, aquello hacia que cada vez quisiera que su cuerpo sea mío y solo mío. Sin perder tiempo le desabroche el pantalón y lo baje un poco solo para poder apreciar su endurecido miembro por debajo de la ropa interior.

Lo toque por encima de la tela lo cual hizo que se estremeciera de pies a cabeza. Seguí entreteniéndome mordiendo sus pezones y acariciando por encima su miembro, todos sus gemidos eran callados por mi mano que le puse en la boca. Finalmente no pudo más y se corrió, su ropa interior se mancho de su semilla y su mirada era de lujuria.

—Ah...ah...—solo pequeños gemidos salían de su boca.

—Eres un mal aprendiz Zack...—le digo mientras le bajo su ropa interior— mira cuanto te corriste

Bajo hasta su entrepierna y empiezo a masturbarlo lentamente, sin aviso alguno empecé a lamer su erecto pene arrancándole un gemido. Nuevamente se vuelve a excitar y entrecierra sus ojos para ver como lo masturbaba y lamia su excitado miembro.

—Y-yo...ah...si...sigues—me decía entre gemidos mientras trataba de callarlos con una de sus manos—me voy...a correr ¡Ah!...

Finalmente se corrió dentro de mi boca, gustosamente bebí aquel líquido viscoso y con un sabor algo acido. Zack se quedo boca arriba respirando agitadamente mientras me veía como lamia el resto de semen que me había quedado en mi mano.

—Eres...simplemente delicioso, Zack—le digo mientras me saco mi chaqueta dejando ver mis pectorales.

—Ah...ah...—no decía nada, pero su cara simplemente me excitaba

Me bajo un poco el pantalón, lo suficiente para dejar al descubierto mi miembro. Le levanto ambas piernas y posiciono mi pene en su pequeña entrada, no me importaba si le dolía, simplemente quería estar dentro de el.

Empiezo a empujar lentamente mientras veo como le salen unas lagrimas de sus ojos azules por aquello. Obviamente seria doloroso sin la preparación previa, pero aquel momento no era para ser delicados. Seguí empujando hasta que la mitad de mi miembro estaba adentro.

—D-detente... ¡Ah!...d-duele...—me decía Zack mientras me veía con ojos suplicantes.

Obviamente no me detendría hasta por lo menos estar por completo dentro de el, a pesar de que Zack tuviera 17 años no pararía simplemente, estaba haciéndolo mío. Finalmente entre dentro de el, empecé a embestirlo lentamente para que se acostumbrara al ritmo y no le doliera mas.

—Ah...Ah...d-duele...—me decía entrecortado mientras agarraba las sabanas

Seguían cayendo pequeñas lágrimas de sus ojos, pero no me detendría, eso ya debería saberlo. Simplemente seguí embistiéndolo cada vez más rápido y fuerte, llegue a un punto muy sensible que hizo que Zack gimiera lo más alto que pudo. Un pequeño hilillo de saliva escurría por su boca y sus manos se aferraban a las sabanas, me salí de dentro de el un momento e hice que se diera vuelta y se pusiera en cuatro en la cama dejando a la vista su entrada.

Volví a penetrarlo y esta vez me fue mucho más fácil, empecé un vaivén frenético. Finalmente me corrí dentro de el, haciendo que se corriera por tercera vez.

—Te has corrido varias veces Zack—le digo mientras le tomo la barbilla- pero yo solo una vez...espero que me lo recompenses

Lo hago que se pare y se arrodille a los pies de la cama, me gane frente de el con mi miembro y se lo metí en la boca. Aquello se sentía bien, era caliente y mojado.

—Vamos...solo has lo que te hice yo, cachorro—le ordeno

Empezó a lamer lentamente mientras trataba de sostenerse, su mirada estaba algo ida pero seguía siendo demasiado sexy. Dejo de lamer para empezar a succionar mi erecto pene, aquello me estaba haciendo llegar al límite. Lo estaba haciendo bien, demasiado bien, saque mi pene de su boca apunto de venirme y finalmente toda mi semilla termino en parte de su cara y su pecho.

Esa imagen era demasiado erótica, Zack sentado en el suelo con su cara manchada de semen con unas pocas gotas en su pecho. Finalmente termino de caer desmayado de sueño en el suelo, lo levante y lo deje acostado en mi cama, le limpie la cara y su abdomen para ponerle la polera y dejarlo dormir un rato.

Verlo dormir tan placidamente me hizo querer abrazarlo y volver hacerlo mío, pero caí en la cuenta de que yo igual estaba algo agotado. Me recosté en la cama junto a Zack y finalmente me quede dormido.

Yo desperté unas pocas horas después y sentí tocar la puerta de mi dormitorio. Eran Angeal y Génesis los cuales venia bastante alegres.

—Mi amigo, el amor al parecer te ha correspondido— inventa un verso Génesis- Tu amor es correspondido, sobre ti recae el amor la Diosa.

—Ya cállate Génesis...—me fijo en sus ropas— Esto...Génesis ¿Que haces con la ropa de Angeal?

— ¿Eh?...— alcanza a decir Angeal antes de darse cuenta de que el vestía la ropa de Génesis.

—OK...yo no quiero saber como te convenció...Angeal

— ¡Cállate!—grita Génesis antes de largarse hacia su dormitorio que quedaba a pasos del mío.

Ese día seria inolvidable, además de que Zack seguramente al día siguiente tuvo una gran resaca junto a un incomodo dolor en la retaguardia. Pero seguramente recordaría que yo fui el que lo hice mío por primera vez y eso seria la marca que lo haría recordar de que si o si era mío.

Fin~~