- Bueno, estuvo, hoy es el gran dia.
Sasuke se apretó su bandana, tratando de lucir lo mejor posible para el gran día: Finalmente le diría las cosas claras y directas a Naruto y le haría saber el secreto que había guardado desde hace ya una eternidad...
Las cosas no estaban muy fáciles, pues siempre había existido una gran frialdad entre ambos; no se saludaban, no se hablaban, como si uno no existiera para el otro, pero ¿Que se le podía hacer? Así lo había querido el destino y termino amando a alguien que siempre le había sido indiferente; los motivos de su gran silencio estaba de mas.
Tomo un tanto apresurado un sorbo de leche, engulló unas galletas y salió a la academia de la aldea. No queria que Itachi despertara y lo aburriera con alguno de sus inutiles discursos de cuidarse, portarse bien y respetar a sus compañeros, ademas de siepre estar insinuandole que "sabia lo suyo con Sakura".
Le era trastornado pensar siquiera en la idea de un noviazgo con esa alocada y atolondrada muchacha, ciempre pendiente de lo que hacia, de lo que decia y hasta a veces de lo que comia. Era solo una psicapata desquiciada q ue necesitaba tratamiento y nadie se dignaba a decirle las cosas en la cara; pidio a los cielos que no se le ocurriera hacer nada estupido que le estropeara el momento de la verdad...
Nada podía salir mal ese día, así que se propuso aceptar la respuesta de Naruto fuese la que fuese...
- Claro que no estaría mal que...
¡NO!
Si en serio lo amaba, respetaría su decisión a toda costa, sin importar cual fuera. Sacudió la cabeza para tratar de disipar esos pensamientos y continúo su camino, pensando en las palabras exactas que debería decir y prepararse para cualquiera que fuese la reacción de Naruto...
Finalmente llego a la academia. Tomo aire y entro al salón de siempre. Si bien todos lo conocían como un chico frio y reservado, era porque quería parecer lo menos distraído posible por estar pensando en Naruto; tal vez hubiese sido eso lo que lo distancio tanto de la persona que le gustaba, pero ya estaba hecho, solo quedaba ver que pasaba.
Como de costumbre comprobó discretamente el salón en busca de los cabellos del rubio, pero increíblemente estaba ausente. Eso era algo muy raro de Naruto, pues casi nunca faltaba a clases por esa obsesión de ser Hokage, pero se consoló a si mismo pensando en que Naruto no podía desaparecer así no mas, y menos ese día.
Se sentó en su puesto de costumbre y aguanto las miradas insinuadas de todas las babosas de la clase. Si no quería parecer tan antipático tenia que al menos aguantar en silencio a esas idiotas.
Luego de unos minutos que le parecieron eternos, escucho pasos apresurados viniendo por el corredor. Sonrió para si al haber acertado. Claro, Naruto no podía ausentarse así no más. Se dispuso a levantarse cuando escucho los pasos muy cercanos; la puerta se abrió y Sasuke ya estaba levantado…
- Naruto - Comenzó -,…
Pero al verlo, supo que algo no andaba bien…
No estaba solo…
Y lo que era mucho peor, estaba sonriente, con una gran expresión de ilucion y alegría plasmada en el rostro que tanto adoraba, y tomado de la mano con...
Ese (...) de Neji Hyuga