Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Impulsos que comienzan todo por Akiyama

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es largo, lo se, pero me esmerén mucho en este fanfic que es el primero que publico y el primeron que escribo con temática yaoi. Soy una loca fan de Soul eater ( y de Death the kid, cof cof xD) y no se me hizo dificil crear una historia yaoi (si, adivinen en que pienso cuando me aburro xD). Espero les guste y comenten. Perdonen la ortografía y algunos errores gramaticales, y soy nueva por aqui así que si inflijo alguna norma, diganme porfavor. Nunca he sido buena en el lemon, pero intentaré. La historia tarda mucho en llegar al primer beso de los protagonistask, pero les pido la lean completa xD. Gracias y disfrutenlaa

Notas del capitulo:

n.n

Ella apartó el rostro escondiendo sus ojos verdes de la penetrante mirada del chico. Soul la observaba, no sabía bien que hacer, ¿Cómo debería reaccionar?. El se sorprendió a si mismo bajando la vista y sintió como sus mejillas se ruborizaban. El la quería, con ella había compartido momentos que quedarían en su mente  grabados con  fuego, ella había sido su apoyo, la mano que lo levantaba y la voz que lo sabía guiar. Su técnica, amiga, su confidente. Siempre la había querido, y quizás, ese sentimiento de cariño fraternal podía ser aún más profundo, podía ser, que el sintiera por ella algo mucho mayor a la amistad. Días antes se lo había planteado, dándole vueltas a su mente y la conclusión siempre era cambiante. Se tranquilizaba a el mismo pensando que nunca debería aclarar su mente ya que estaba seguro de que nada podía pasar entre ellos. Estaba consiente del afecto que Maka le guardaba, pero jamás creyó que fuera algo más que eso, afecto.

-          ¿Y ahora que piensas hacer?- preguntó ella aún con la cabeza gacha.

La lluvia caía sobre ambos y los mojaba sin que ellos apenas se percataran. La luna sonriente brillaba encima de ellos y parecía burlarse del chico mientras que las nubes escondían los edificios de la ciudad y amenazaban con una tormenta aún más fuerte. No había un alma en la calle, solamente ellos dos.

-          Yo… no entiendo, ¿ A qué t-te refieres..?- El arma lo dijo más que nada por dar una respuesta, por ganar tiempo, por hablar, pero pareció que la rubia ceniza no lo tomó muy bien.

-          ¿Cómo que no entiendes..?- El tono de la chica era bajo, un susurro ahogado por el lamento de la lluvia- T-tu… S-Soul – La rubia comenzó a levantar lentamente el rostro para dejar ver unos grandes ojos  zafiro que se hallaban al borde del llanto y de improvisto su voz se torno en un grito desesperado- ¿¡A qué te refieres con eso!?, ¡¡¡¡¡¡IDIOTÁÁÁÁÁ!!!!!!!!!!, ¡¡¡eres un idiota Soul!!!, ¡¿ Cómo que no entiendes?!, ¡Yo te quiero Soul, te quiero!.

La chica estalló en llanto y calló de rodillas sobre el asfalto escondiendo su rostro entre las manos.

-          Soul, te quiero… - Susurró nuevamente calmada.- Y-Yo…- Pareció que diría algo más pero las lágrimas ahogaron su voz.

-          M-Maka… - El albino seguía sin saber como reaccionar y miraba a su compañera en el suelo, sin poder salir de su trance.

Ella se puso finalmente en pié y escondiendo sus ojos con el cabello empapado que le caía por la frente se decidió a hablar.

-          Piénsalo Soul, por favor.

Y con estas palabras se dio la vuelta y se marchó con un gesto que no admitía réplica y aunque su arma hizo ademán de seguirla se arrepintió y se quedo allí, parado, viendo como su técnica se perdía entre la lluvia.

No supo cuanto tiempo estuvo allí, segundos, minutos, horas. El tiempo parecía no existir. Solo se quedo parado, dejando que la lluvia lo empapara y perdiéndose en el negro de su mente que trataba de asimilarlo todo y intentaba sin éxito pensar un respuesta para Maka, pero siempre volvía al punto de partida que solo eran sentimientos y pensamientos mezclados entre sí. Entonces una voz, una voz lo sacó de la negrura de su cabeza y lo obligó a volver a la realidad donde su cuerpo se estremecía por la lluvia y su estómago se quejaba de hambre.

-          Soul ¿Eres tú?... ¿Dios mío qué haces aquí parado en media tormenta?

La voz pertenecía a un muchacho delgado un tanto bajito, vestía un traje negro y su cabello perfectamente peinado mostraba 3 líneas blancas que adornaban la mitad de su pelo.

-          Kid-kun – dijo el arma al reconocer al shinigami

El dueño del pelo a rayas paseó sus ojos amarillos por el empapado cuerpo de Soul mientras que con un ademán lo invitaba a cubrirse junto a él bajo el paraguas que sostenía sobre su cabeza. Soul se miró a sí mismo y se percató de que su estado era sencillamente lamentable.

Juntos ambos chicos recorrieron las calles vacías de la ciudad, Kid no preguntó nada a Soul y este se lo agradeció de corazón pensando que cualquiera lo habría interrogado al encontrarlo solo e inmóvil bajo la lluvia, pero no, Kid no, el era un chico reservado que no se metía con los sentimientos de los demás y sabía, más que nada escuchar, escuchar para luego dar respuestas cortas pero acertadas. No, aquel shinigami no era entrometido, y sabía comprender a la gente que no quería escuchar, si no ser escuchado.

La fina niebla que se había levantado por las calles de la ciudad impedía ver bien hacia donde se dirigían, y aunque ambos al principio lo negaron se dieron cuenta de que estaban perdidos. La lluvia cada vez caía con más fuerza como flechas divinas que buscaban objetivos entre los inocentes mortales. Kid y Soul corrieron buscando algún refugio de la tormenta. A esas alturas el estrecho paraguas ya había sido completamente inútil. Al correr los charcos empapaban los pantalones de los muchachos y sus cuerpos que se salían con frecuencia del refugio que ofrecía el paraguas  estaban empapados. El chico de ojos amarillos  finalmente divisó una casa hacía tiempo abandonada, pero, la fachada de la entrada aún mantenía su techo estable y libre de humedad. Los dos se resguardaron bajo aquella casa y viendo como delante de ellos caía la lluvia no pudieron evitar sentirse encerrados, a través de aquellas gotas caídas del cielo era imposible ver algo que estuviera a más de 5 metros de distancia. Pero, Soul mantenía su vista fija en aquellos muros de agua dejando vagar su mente por caminos desconocidos. El joven shinigami sacudió su paraguas y lo dejó en una esquina secando mientras comenzaba a buscar algo entre sus bolsillos. Soul salió de su trance y volteó a verlo interrogante. El técnico le tendió finalmente un bulto blanco al arma quien tomó aquello de las manos de su compañero. Era un pañuelo de tela con un diseño a cuadros sencillo y aunque estaba húmedo aún servía. En un acto de incertidumbre y con una pequeña corazonada el albinos e llevó una de sus manos al rostro, y comprobó que su mejilla estaba empapada. Llevado por un impulso lamió uno de sus dedos y comprobó que aquel agua en sus mejillas estaba salada, había estado todo aquel tiempo llorando.  Un poco avergonzado se enjugó las lágrimas con el pañuelo bajo la mirada atenta del shinigami.

-          Gracias- Le tendió de vuelta el pañuelo a kid quien lo tomó para luego guardárselo en la chaqueta.

Aun seguía sin preguntarle nada a Soul, y quizás fue por eso, o por los sentimientos encerrados que clamaban libertad que decidió que aquel chico de las 3 rayas en el pelo era la persona más indicada a quien le podía contar lo sucedido.

Sobrevino un pesado silencio donde ninguno de los dos sabía bien que decir o como empezar a hacerlo.  Fue Kid quien rompió aquel incomodo momento cuando comenzó a quitarse silenciosamente la chaqueta. Soul sabía que al shinigami le incomodaba demasiado el mojarse y que el simple hecho de tener los pantalones humedos era una situación estresante para el. Soul sonrió mientras recordaba los ataques de aquel chico años atrás. En ese entonces nada podía salirse de su lugar, todo debía ser perfecto. A sus 17 años Kid ya sabía controlarse bastante bien en muchos aspectos y aquellos ataques cada vez disminuían más aunque seguía siendo un amante de la simetría como perfección absoluta que regía su vida.  Soul rió para si pensando que si esta situación se hubiera presentado años antes Kid se hubiera subido a sus hombros evitando así los charcos. Es verdad, Kid era un obsesivo y podía llegar a hartar, pero en el fondo la guadaña no quería que aquel chico perdiera totalmente su obsesión por la perfección, porque era así como todo el mundo aprendió a quererle y era de esa forma que sus ataque le sacaban risas a sus amigos más serios, era el Kid amante de la simetría del que se hizo amigo y era así como estaba bien.  Lo observó mientras el chico de ojos amarillos se sacaba los zapatos y el comenzó a hacer lo mismo quitándose su chaqueta. El agua provocaba que la camisa de cuello de Kid se le pegara al cuerpo y se transparentase en ciertas zonas, pero aunque eso pudo incomodar un poco al albino no llegó a ponerlo realmente nervioso.

-          Y… ¿Qué hacías tu en la lluvia a estas horas?- Preguntó la guadaña tratando de desaparecer el silencio.

-          Fui a una tienda que está un poco lejos y me entretuve un poco hasta que la tormenta se soltó totalmente. – Respondió este sin alzar la vista.

-          ¿Y qué compraste?- La curiosidad digna de un niño sonó en la voz de Soul mientras buscaba con la mirada alguna bolsa que el shinigami pudiera haber traido con el y que se le hubiera pasado de largo.

El chico con cabello negro buscó en los bolsillos interiores de su chaqueta que se secaba en un tubo que sobresalía de la pared. Extrajo un paquetito envuelto en una bolsa de plástico lo que lo había protegido del agua y se lo tendió a Soul quien lo tomó curioso y lo abrió cuidadosamente. Dentro de la cajita había un hermoso collar en forma de corazón, el rosa de los diamantes que lo adornaban era sencillamente cegador.

-          Es, es muy hermoso…- El albino miraba aquella joya sin encontrar ningún desperfecto en ella, claro, como se debería esperar de Kid.

-          Es para Liz, lo mandé a hacer hace una semana y debía recogerlo hoy.

Esa respuesta era la que Soul se temía, pero ahora que era el quien la pronunciaba se antojaba más fría que en la mente del chico.

-          Kid… tu… ¿tú sientes algo hacia Liz no?- ¿Por qué el preguntaba eso?

-          Claro, es una de mis armas lo que la pone en un importante lugar para conservar mi simetría.

-          No, mira yo me refería a sentir algo, especial…- ¿Qué hacía el hablando de eso con Kid?

-          A, ya sé para donde va el asunto…- Kid lo volteó a ver con esos enormes ojos dorados mientras que una gota de agua proveniente de su empapado cabello le escurría por la frente trazando un camino tembloroso para finalmente caer por su barbilla. – Mira, nunca me ha gustado Liz, ni Patty, de hecho no me ha gustado nadie, creo que es mucho problema eso de querer a alguien.

-          P-pero ese collar…

-          ¿Qué?

-          Si no te gustara no re regalarías… ya sabes… algo de ese estilo

-          ¿Y cómo no le voy a regalar nada si mañana es su cumpleaños?

Entonces Soul calló en la cuenta de que todo eso no tenía el menor sentimiento escondido dentro. Era el cumpleaños de la chica y por eso su técnico le regalaba algo de su agrado y que pegaba con la personalidad de ella, nada más.

-          Aaaah, es verdad…- La guadaña se llevó un brazo atrás de la nuca mientras sonreía tratando de esconder el sonrojo que le provocaba aquel asunto un tanto embarazoso. 

-          Y tu, ¿Qué hacías a estas horas allí mojándote de lo más a gusto?

El albino sabía que el joven shinigami lo preguntaba por hacer conversación, solo por hablar pero el chico de cabellos blancos decidió que debía contarle.

-          M-Maka…

-          ¿Se pelearon los dos de nuevo?- Preguntó el técnico

-          No, no… - Se apresuró a corregirle- Es que… pues…verás…

-          Si te incomoda puedes no contarme – Aclaró el chico de negro al notar que su amigo comenzaba a ponerse nervioso.

-          No… mira lo que pasa es que…- decidido bajo la cabeza y empezó a hablar en susurros.- Ella… me dijo lo que sentía por mí, me dijo que me quería, y yo, sinceramente no sé qué hacer. – Su tono subió poco a poco mientras que su cabeza hacía lo mismo.- Es que es complicado ¿sábes?, no sé si yo siento lo mismo por ella o si mi cariño no va más allá de la amistad, y además… ¡¿Qué tal si me equiboco!?...

-          ¿S-si te equivocas….?

-          ¡Eso mismo!, ¿qué tal que tomo la decisión incorrecta?- El chico cada vez más nervioso comenzaba a gesticular con las manos que empezaron a sudar.- Digo, ¿Y si realmente la quiero pero decido rechazarla? , ¿¡ Y si no la amo pero empiezo una relación con ella que luego debo de romper al ver la verdad!?, ¡De ambas maneras le rompo el corazón!, y eso va más allá de una estúpida sincronización de almas, ¡mucho más allá!, ¡se pone en juego hasta el lazo que nos une, puede dejar de hablarme!.

Como último ademán Soul cerró el puño frente de sí para luego bajarlo y adoptar su postura inicial con la mirada baja y el cuerpo encorvado.

-          ¿ Y sí cuando vas a decirle a Maka caes en otra dimensión y así nunca se entera de lo que sientes?, ¿Y sí le dices que no quieres nada con ella y entonces se vuelve un kishing? – El shinigami se había puesto serio y hablaba con sarcasmo.

-          Kid, no es en ese plan en el que…

-          ¡Claro que es ese plan en el que te pones!- Kid tomó de los hombros a su compañero sin dejarlo terminar siquiera.- ¡Soul estás viendo todo lo malo!, ¡Maka va a aceptar de buena gana lo que decidas y estoy seguro de que nada cambiará entre ustedes!.

-          P-pero- El albino trataba de objetar algo pero se dio cuenta de que era verdad, se dio cuenta de que Kid llevaba razón, el mismo había exagerado todo y se había puesto en los peores escenarios.

-          ¡No Soul!, Maka ya es una chica madura que puede afrontar algo como esto, sea lo que sea lo que decidas ¡ella puede olvidarlo!

-          Puede salir lastimada...

-          ¡Claro que puede salir lastimada!, ¡pero de eso se trata el correr riesgos y con eso se aprende a levantarte cuando te caes!. – Sin soltar a Soul de los hombros Kid lo miró fijamente con esos hermosos ojos amarillos. – Cuando uno se declara, sabe que no siempre será correspondido, y si quieres a alguien, aunque duela, debes respetar su decisión y aprender a vivir con ella.

-          Para ser alguien que no se ha enamorado nunca… pareces saber bastante- Soul estaba nervioso ya que se daba cuenta de que todo lo que Kid decía era verdad.

-          Es un tema de… sentido común- Ahora fue a Kid a quien le tocó apartar la mirada avergonzado.

El chico guadaña sonrió para sí; Ese shinigami era misterioso y sabio a su propia manera, y cayó en cuenta, de que jamás llegaron a conocerse verdaderamente, y, sintió deseos de saber más sobre aquel chico tan singular.

-          Gracias

El albino le tendió la mano a su compañero en forma de agradecimiento y el chico de cabello negro, con una sonrisa, estrechó la mano de la guadaña. Y así se quedaron los dos, juntos, hablando de todo y de nada, esperando que la lluvia parara y la luna dejara de reír.

Soul esperaba a la entrada del shibusen, todo callado, solo los soplos de aire rompían el silencio mientras que la temperatura disminuía por minutos. Era invierno y en todo aquel mes no había parado de llover. A veces las calles eran cubiertas por mantos blancos pero otras veces, las tormentas no permitían a nadie salir de casa y la gente de la ciudad se estaba acostumbrando a cargar un paraguas fuera a donde fuera.  El chico guadaña golpeaba el suelo con su zapato sintiendo como su cuerpo se enfriaba poco a poco.  Unos pasos sonaron a su espalda y el chico de cabello tan blanco como la misma nieve se volteó para encontrarse frente a frente con unos ojos verdes.  Maka retrocedió un poco sin dejar de mirar a Soul, y así se quedo por un buen rato, observando a su arma mientras que la nubecita que era su aliento se vaporaba en el aire. Finalmente la rubia cenizo se convenció a hablar.

-          Hace mucho frío aquí fuera, es mejor que entres.

-          Espero a alguien- objeto el muchacho

La mirada de Maka era interrogante pero no formuló ninguna pregunta y se dio simplemente la vuelta para marcharse hacia el interior de la escuela. Ella ya sabía de sobra que con Soul no servía insistir.  Hacía ya un mes de aquella noche donde la técnica de guadaña le reveló a su arma sus sentimientos, hacía ya un mes que Soul mantuvo una conversación con Kid en una casa abandonada a mitad de la lluvia. El shinigami llevaba la razón. Soul se había decidido a contarle a Maka la verdad, le contó que estaba confundido, que no sabía si la quería y que no se arriesgaría a perder su amistad, y tal como su amigo de pelo negro le dijo, Maka afrontó la decisión de su compañero y la respetó. Pasaron días y el dolor se le veía pintado en los ojos a la chica de cabello rubio oscuro, y Soul se comenzó a preguntar si había tomado la decisión correcta. Pero todo pasa y poco a poco la muchacha logró superarlo, y aunque Soul y ella ya no podían hablar de temas íntimos sin sentirse visiblemente incómodos, el chico sabía que era una etapa y ambos la podrían superar. Es verdad, se había alzado una barrera entre ambos, pero aquella pared no era indestructible. Metido en sus pensamientos el joven de ojos rojos siguió esperando por un largo rato más. La campana del shibusen sonó con aquel timbre tan peculiar anunciando la tercera hora, pero aun así, Soul no se movió, hasta que divisó, subiendo por las escaleras una cabellera negra adornada por una mitad con tres elegantes rayas negras. Kid acababa de llegar, como era propio de el, con 3 horas de retardo. A sus espaldas las gemelas discutían sobre temas cotidianos mientras que Patty, con su característico comportamiento propio de una traviesa niña de 6 años  comenzaba a enojar a su hermana. Las dos chicas no habían cambiado mucho, Patty era un poco más alta y su cabello había oscurecido un poco pero además de eso no había gran diferencia. Su hermana Liz había decidido llevar el cabello recogido con cola de caballo y había comenzado a maquillarse más.

-          Te llevo esperando aquí por horas

El joven shinigami alzó la vista sorprendido de ver a Soul.

-          No tenías que esperarme – Le hizo notar el

Era verdad, la guadaña no tenía ninguna razón para esperar a Kid tanto tiempo.

-          D-De todas formas es que hoy no tenía ganas de ir a clases…- se excusó el albino mientras trataba de esconder un sonrojo

Tras de Kid Patty reía  viendo la cara de confusión que esbozaba su técnico. Pero el shinigami cambió rápidamente de expresión esta vez luciendo una media sonrisa.

-          Pues si no quieres ir a clase, vamos, te acompaño a donde sea. Liz, Patty, adelántense.

Las armas del chico con ojos dorados lo miraban sin terminar de entender, pero finalmente se decidieron por entrar al shibusen y dejar que su técnico se saltara clases con el chico de cabello blanco. Soul también había quedado desconcertado y aun sin entender bien siguió a Kid quien comenzaba a bajar las escaleras.

-          ¿Pero a dónde vas Kid?- Le dijo cuando lo alcanzó

-          Tú has dicho que no tenías ganas de asistir a clase y como a mí tampoco me apetece mucho… ya ves, así que tu eliges a dónde vamos. – Explicó el shinigami mientras miraba al chico de reojo aún con aquella media sonrisa.

-          Pues… la verdad es que no se me ocurre  ningún sitio.- La oferta finalmente terminó de convencer a Soul ya que, realmente, no se le antojaba mucho asistir a la escuela.

-          Pues entonces vamos por un café, con este frío seguro que sienta de maravilla.

-          ¡¡¡¡Pero  habéis olvidado algo!!!! – Resonó una voz a sus espaldas – ¡Nadie va a ninguna parte sin este dios!

Ambos voltearon para ver como un chico bajaba corriendo a una velocidad increíble la escalera y era seguido por una chica que le pedía a gritos que se detuviera.

-          Como era de esperarse…- Resopló Kid para sí mismo

Cuando aquel muchacho los alcanzó se detuvo riendo histéricamente, segundos después llego la chica quien no pudo decir nada ya que no le quedaba aliento. El joven era alto y fornido, una camiseta sin mangas (lo que se veía muy raro con aquel frío) resaltaba aun más sus musculosos brazos y su cabello, con una curiosa forma, era tan azul como lo era el cielo. La chica que le seguía tenía un largo y liso cabello negro que llevaba suelto, lo que permitía que cascadas de pelo le cayeran por los hombros. Vestía un escotado traje y se cubría con una chaqueta color azul. La chica también llevaba una larga falda abierta por un lado dejando al descubierto una pierna blanca y  torneada. Tsubaki nada más recuperó el aliento comenzó a reprender a su técnico sin que este le prestara la más mínima atención y se mantuviera riendo con la cabeza apuntando al cielo.  

-          ¡¿A dónde pensaban ir sin el grandioso Black Star?!- Cuestionó el chico de cabellos azules mientras se señalaba a sí mismo en un acto que no pretendía esconder su ego.

-          Nosotros… queríamos ir s tomar algo – Le respondió el chico guadaña sin muchas ganas

-          ¡Pues a este dios le hace falta refrescar su divina garganta!- Exclamó el chico de cabello azul mientras se decidía a seguir a sus amigos.

-          P-pero Black Star- Se apresuró a objetar la chica con pelo negro- Ya vamos tarde y no nos podemos saltar clase

-          ¡Ve tu si quieres Tsubaki!- gritó el joven a su arma mientras le echaba los brazos encima a Kid y Soul por el cuello y abrazándolos asfixiantemente mientras reía- ¡Esta puede ser una reunión solo de hombres!

-          P-pero Black Star, Shinigami-Sama nos va a asignar una misión hoy, ¿recuérdas…?

-          Anda, lo había olvidado…- Dijo el chico mientras soltaba de golpe al shinigami y la guadaña dejándolos caer en el piso. –Pues otro día será- esta vez se dirigía a sus dos compañeros- ¡Pero recuerden, sin el gran Black Star no hay diversión!

Después de que su arma de disculpara por él, Black Star y Tsubaki volvieron a subir las escaleras camino al shibusen dejando nuevamente al joven shinigami y al arma solos.

-          Mira que a veces puede ser coñazo- se quejó Soul

-          Pobre Tsubaki- dijo Kid

Y sin nada más ambos marcharon al café.

Al entrar en el establecimiento pudieron notar el brusco cambio de temperatura, allí el calor era agradable y un fuerte olor a granos de café flotaba en el ambiente.  Ambos pidieron y se sentaron en una apartada mesa a tomar sus bebidas. Estuvieron un buen rato callados y Soul se dedicó a ver como Kid abría bolsitas de azúcar y las depositaba en su café hasta que en una esquina de la mesa se comenzó a formarse una montañita de bolsas vacías.

-          Mira que te gusta la azúcar- Comentó el albino- ¿Cuántas bolsas llevas ya?

-          Cinco- le respondió el chico con las 3 rayas en la cabeza sin dejar de mezclar la azúcar con un palillo en su café.

-          WOW- exclamó su compañero- ¿Y cuántas más le piensas echar?

-          Solo hasta que llegue a ocho, si no, no habrá la cantidad correcta de azúcar.

-          Ya comprendo…

Después de aquella pequeña conversación el silencio volvió a reinar en la mesa y en cuanto ambos se acabaron su café no supieron muy bien que hacer.

-          ¿Te parece si vamos a caminar o algo?- Propuso el chico con ojos amarillos

-          Claro- aceptó el otro feliz de que aquel momento tan incómodo se hubiera disipado.

Comenzaron a caminar por las calles sin rumbo fijo mientras que sus pies se hundían en la nieve y los copos de un blanco puro  formaban una cortina de nieve en la ciudad.

-          Es lindo- El shinigami miraba hacia el cielo observando cómo los copos caían lentamente

-          ¿Qué cosa?- Preguntó soul un tanto confundido

-          La nieve, es muy hermosa, no es común que se de este clima aquí- respondió Kid sin dejar de mirar al cielo

Soul  intrigado también dirigió su mirada hacia las nubes y pudo observar como los copos caían elegantemente desde arriba, trazaban surcos en el aire para luego depositarse cuidadosamente en el suelo comenzando a formar parte de ese manto blanco.

-          Es verdad Kid, es muy hermoso.

Ambos observaron la caída de la nieve sin hablar, concentrándose en el movimiento constante de los copos y siguiendo su trayecto con los ojos. De pronto, el chico de cabello negro señaló una vieja casa abandonada desde hacía tiempo. Aunque era muy viejo el techo aún se mantenía en pié, y así, cubierta de nieve, daba un espectáculo encantador.

-          Espera ¿es allí donde hace un mes…?- preguntó Soul al reconocer la casa donde ambos se habían resguardado de la lluvia aquella vez. Allí fue donde comenzó aquella amistad que se hizo tan fuerte en el corto lapso de un mes.

-          Si, es esa- Afirmó el chico de ojos dorados.

Como si se leyeran la mente, ambos comenzaron a avanzar al mismo tiempo hacia la casa donde se sentaron en el mismo lugar de la vez anterior.

-          Se ve totalmente distinta- Comentó el chico guadaña mirando el techo y perdido en los recuerdos.

Esa vieja casa podía ser una más para todos los habitantes de Death City, pero para aquellos dos muchachos significaba mucho más.

Después de un largo rato en silencio los dos chicos se voltearon a ver. Sin hablar. Soul sintió la penetrante mirada amarilla de Kid clavada en la suya y el shinigami, por su parte, sintió los ojos carmín de la guadaña,  fijos en los suyos. Ninguno de los dos quería apartar la vista. Soul pudo ver como Kid, sin dejar de mirarlo, comenzaba a acercar su rostro a él. Y la guadaña, comenzó a hacer lo mismo, ambos embriagados por la mirada del otro comenzaron a mover sus rostros llevándolos a encontrarse. El aliento de los chicos se convertía en finas nubecitas blancas que parecían fundirse con la de su compañero. Cuando ambos tuvieron sus rostros tan cerca, que pudieron sentir el aliento del otro, cuando sus ojos se miraban con más intensidad que nunca. La conciencia de lo correcto volvió a ellos, haciéndolos volver a la tierra y darse cuenta de lo que estuvieron a punto de hacer. Ambos se avergonzaron, y se separaron, los dos comenzaron a buscar con la mirada alguien que los pudiera haber visto. No había nadie.

-          Yo debo de irme ya.- se excusó el chico de pelo blanco muy nervioso.

-          Yo igual- El shinigami también se sentía avergonzado.  

Ambos comenzaron a levantarse nerviosos cuando, la mirada de los dos se volvió a cruzar, y ya no pudieron separarla.  En ese momento pasó, quizás fue un simple impulso o algo más fuerte, pero pasó. Sin darle tiempo a Soul de reaccionar el shinigami movió rápidamente su cabeza al frente y la guadaña, confundida, apartó el rostro. Pero no fue lo suficientemente rápido. Los labios de Kid tocaron los suyos, por un momento, ambas bocas se juntaron. Apenas fue un roce de labios, un beso fugaz que solo llegó a juntar sus bocas en los extremos, pero después de todo lo fue, fue un beso. La guadaña se apartó rápidamente y llevó su mano a sus labios, y el chico de cabello negro, no menos confundido, salió corriendo de allí.

A la mañana siguiente Soul estaba cansado, confundido y enojado. Quería encontrar a Kid, quería pedirle una explicación, quería saber por que lo había besado, y por que había huido. Soul se llevó una mano al lugar donde los labios del shinigami lo habían tocado. Aun conservaba aquel tacto suave y ese sabor, el sabor de Kid. ¿Porqué le importaba tanto?, ¿Por qué al recordar aquel beso se le erizaba la piel?, una terrible idea cruzó su mente, fugaz, pero aún así, posible; La desechó rápidamente, no, el no podía amar a Kid, era imposible, en contras de lo correcto, el no podía querer así a un hombre, y menos a él.

 En toda la mañana no pudo ver ni rastro del shinigami, lo buscó en toda la escuela y no apareció. Cuando finalmente pudo dar con las gemelas Thompson, ellas le informaron de que aquel día, Kid se había negado a ir al colegio.  La rabia lo dominó, ese maldito shinigami no se atrevía a dar cara. Y sin decirle a nadie, sin esperar la hora de la salida, el chico albino salió corriendo del shibusen, camino a la casa de aquel chico que le robo un beso.  

No supo por cuánto tiempo estuvo golpeando la puerta sin respuesta, el estaba seguro de que Kid estaba allí dentro y no le quería abrir.

-          ¡Abre la puerta shinigami de mierda!- No obtuvo respuesta- ¡SE QUE ESTÁS ALLI!

Finalmente, la puerta se abrió dejando ver a un Kid cabizbajo y pálido. De ninguna manera el chico que el recordaba. Tenía tantas cosas que echarle en cara, tanto que decirle, y cuando lo vió, simplemente, no pudo hacerlo, se mantuvo callado.

-          Perdona- Fue Kid quien inició- Yo… se que…. Perdón Soul

-          T-tu… ¿Cómo pudiste?, Q-quiero una explicación. –Exigió el arma

-          Yo… ¡Te juro que fue un impulso, de verdad no volverá a pasar y yo, la verdad…

-          Fuiste un gallina, huiste de allí y hoy no pudiste venir a dar la cara …- Le dijo Soul mientras su enojo crecía.

-          Si… es verdad… pero yo sinceramente….no me arrepiento de lo que hice.

Soul fue entonces golpeado de golpe por mil cosas a la vez. Sentimientos desconocidos, rabia, felicidad, impotencia. Todo mezclado.

-          ¿¡Como que no te arrepientes de lo que pasó maldito!?- Exclamó la guadaña fuera de si mientras atraía a Kid hacia sí jalándolo de su playera.- ¿¡Qué quieres decirme con eso!?

Finalmente los ojos del shinigami, relucientes, hermosos, se cruzaron con los suyos. El chico de pelo negro alzó con valor el rostro mientras gritaba.

-¡Con eso quiero decir que te quiero estúpido!, ¡no me arrepiento de lo que hice porque te quiero!

Esas palabras le dieron al chico albino un golpe inesperado. Su rostro se relajó mientras asimilaba lo que le acababan de decir. Observó a Kid, observó aquellos ojos amarillos que lo miraban con la determinación brillando en ellos, y entonces, el mismo tomó una decisión. Atrajo a kid jalándolo de la playera, lo acerco todo lo que pudo y llevo sus labios al encuentro de los de él. Fue solo un roce, un fugaz momento, pero eso rompió el hielo. Sintió los brazos del shinigami en su espalda aferrándose a sus ropas y echando los brazos al cuello de kid, cerró los ojos. Sintió como las bocas de ambos se juntaban, sintió la lengua del chico junto a la suya y sintió su cuerpo pegado al de él. Sin poder controlarse, Soul empujó a Kid hacia una pared donde lo arrinconó cerrándole el paso con ambas manos. Ese momento les dio la oportunidad de tomar aliento, pero no duró mucho porque sus labios se juntaron de nuevo en un beso cargado de pasión y deseo. Kid se aferró a las ropas de Soul mientras ese se pegaba más a él, arrinconándolo. La guadaña mordió el labio inferior de su pareja, lo que le dio a entender al shinigami que Soul deseaba tanto como él lo deseaba. Los labios del chico de ojos amarillos descendieron poco a poco hasta el cuello del albino que lamió y mordió. La guadaña echaba la cabeza para atrás al tiempo que lanzaba pequeños gemidos. Cuando por fin se separaron, ya no se miraban de la misma forma. Kid sonrió y Soul lo estrechó en su pecho.

De esta forma comenzaron una relación secreta y prohibida. Se veían en las tardes donde solo cuando se aseguraban de estar solos podían juntar sus labios sintiendo como su deseo crecía con cada beso.  Muchas veces la gente sospechaba de que pasaran mucho rato juntos pero siempre podían evadir el tema con tácticas y respuestas ya practicadas. Pero un seceso que no se esperaban pudo cambiar sus “nuevas vidas”.

Lo único que quedaba de aquel manto blanco era ahora tristes pedazos de hielo amontonados en las esquinas lo que les daba un color grisáceo. Era Sábado.  Todas las mañanas Soul salía a dar un paseo bien temprano. Trataba de afrontar su aburrimiento y de sacar de su mente la imagen de ciertos ojos amarillos que rondaban su cabeza todo el rato. Cerró los ojos y se concentró, el silencio nunca le había gustado demasiado, pero aquel silencio era distinto. Era un silencio que le gustaba, como si el aire le trajera recuerdos y el aroma de algo especial, de alguien. Un golpe en la cabeza y un grito lo sacaron de sus pensamientos. Al abrir los ojos pudo ver a un muchacho de pelo azul correr delante de el.

-¿¡Pero Black Star, qué te pasa!?

- ¡¡¡YAJUUU!!!, el último en llegar es un kishing, corre Soul todos te esperamos vamos a jugar baloncesto.

Y con esas palabras el muchacho desapareció. Soul resopló, pero se apresuró a seguir a su amigo.

En la vieja cancha estaban todos, Tsubaki y Liz jugaban un poco con Patty, Black Star alardeaba con Maka que no parecía hacerle el mínimo caso y Kid botaba una pelota de baloncesto. Este último, al ver llegar a la guadaña de pelo blanco, le dedicó una media sonrisa que el chico le regresó. El joven con cabello azul asumiendo el cargo de liderazgo  (lo cual no le costó mucho trabajo), se paró en medio de la cancha y comenzó a hablar. Bueno ahora que estamos todos voy a dividir los equipos, como es obvio YO que soy el más BIG de aquí seré el capitán, en mi equipo va a estar Soul, Kid y Tsubaki, mientras que Maka, Liz y Patty se quedan en el otro, Maka será la capitana, bueno ya que está todo listo a jugar. Los chicos protestaron ante aquellas desiciones injustas y el hecho de que en un equipo hubiera 4 jugadores y en otro 3.

-          Yo puedo quedarme viendo en la banca-Se ofreció la siempre amable  Tsubaki

-          No podemos dejar que te quedes sin jugar- Objetó Maka

-          Si no hay problema, a mi me gusta ver cómo juegan.

-          En ese caso propongo que Tsubaki haga los equipos.

Todo el mundo estuvo de acuerdo con la recién tomada desición y el arma de Black Star de sentó muy concentrada a dividir los equipos.

-          ¡TSUBAKI NO OLVIDES QUIEN SERÍA EL MEJOR CAPITÁN DEL EQUIPO NUMERO 1! –gritaba Black Star.

-          Yo creo que los dos equipos pueden ser… Kid de capitán y en su equipo… Maka y Patty, y en el otro Soul , Black Star y Liz

-          ¿Y de ese equipo quién va a ser el capitá?- Se apresuró a preguntar Black Star

-          …Claro… de capitán puedes estar tu Black Star…- Aclaró la chica con una sonrisa forzada hacias su técnico.

-          ¡YAJUUU!

El juego comenzó, el equipo de BlACK Star fue el primero en tomar el balón. Patty se lo pasó a Soul quien corrió hacia la canasta contraria cuando sintió como unas manos los sujetaban por detrás, sintió un cuerpo pegado al suyo y unas manos tocando las suyas. Se dio cuenta que quien estaba detrás de él era Kid. Un poco aturdido por aquel contacto el chico albino dejó caer el balón que fue ágilmente recogido por el shinigami quien se lo llevó al otro lado de la cancha donde anotó con un tiro perfecto.Para ambos chicos  todo el partido se resumió en eso. Roces casuales y miradas de reojo entre ambos, a ninguno de los dos  le importaba ya el juego ni su resultado, solo sentían como un pequeño sentimiento que había permanecido hasta ese día escondido e insignificante crecía en grandes proporciones para convertirse en un deseo que quemaba la mente y alma.

-          Gana el equipo de Kid 5 a 3 – Declaró Tsubaki desde su respectivo sitio.

-          ¡Yo creo que han hecho trampa!- se apresuró a hacer notar Black Star- ¡Kid y Patty han hecho todo y Maka solo se quedaba parada al lado!

-          ¡Mira que eres bruto!, No es mi culpa no saber jugar bien- se defendió Maka quien todavía consideraba una total negada en el baloncesto.

-          Pues claro, ni lo intentabas.- Black Star, con ambas manos en la nuca se dio la vuelta dando por terminada la conversación.

Cuando la rubia cenizo quiso propinarle un golpe al chico con el pelo azul, fue Soul quien le sostuvo la mano provocando que la chica, indignada en gran parte, le diera el golpe a el dejándolo tirado en el suelo frotándose la cabeza adolorido. No había nada que hacer, Maka era como era.

-          Yo voy a dar un paseo- anunció la técnica de ojos verdes

-          Te acompañamos- le dijo Liz hablando en nombre de su hermana y ella.

Las tres chicas desaparecieron por la calle charlando mientras Patty reía de esa forma tan propia. Por su parte, Black Star le reclamaba a su compañera y arma el resultado del juego y la chica trataba de calmarle mientras emprendía el camino de vuelta a su casa.  Ya que los gritos del joven del clan de la estrella y las risas de las chicas fueron ahogadas por el sonido del viento el joven albino se encontró sentado en el piso de aquella cancha totalmente solo con el joven shinigami quien lo miraba fijamente con aquellos penetrantes ojos amarillos . El chico con cabello negro se comenzó a acercar a él y ya cuando estuvo en frente le ofreció su mano para que se levantara. La guadaña la tomo y se impulsó para arriba encontrándose cara a cara con Kid quien le dedico una de esas encantadoras medias sonrisas.

-          Creí que eras mejor en el baloncesto. –Le comentó amigablemente el shinigami

-          No fue justo, tú hiciste trampa – Le contestó el albino refiriéndose a la vez donde Kid le había robado el balón al abrazarlo por la espalda.

-          Yo no recuerdo nada de trampas- Respondió indiferente.

-          Yo si

Finalmente Kid se rindió y dejó que se le escapara una pequeña risita por lo bajo mientras se acercaba cada vez más a Soul.

-          Sabes de qué tengo ganas- Le dijo el shinigami tomándolo por la cintura con una mano y con la otra apartándole un mechón de la frente.

Los labios del chico con 3 rayas blancas adornándole el cabello se acercaron lentamente al cuello del albino quien contenía la respiración mientras sentía como Kid comenzaba a besarle seductoramente el cuello y a pegar su cuerpo mucho más con el de él.  El cuello del muchacho de ojos rojos recibió una cariñosa mordida por parte del joven shinigami quién empezó a mover sus labios hacia la oreja del albino, y ya que estuvo allí, comenzó a morderle suavemente el  pómulo de su oreja. Soul sentía como por momentos las piernas le fallaban y se descubrió a si mismo deseando cada vez más. Sin querer quedarse atrás, el joven guadaña apartó los labios de kid de su oreja y lo atrajo más hacia su rostro.  Soul tomó entre sus manos la cara de kid mientras el chico le enrollaba ambos brazos  en la cintura.  Jadeante, el chico albino atrajo la cara de su compañero hacia la suya hasta que sintió que sus labios se tocaban. Embriagado por el sabor de su boca, la guadaña comenzó a morderle cariñosamente los labios a su pareja mientras cerraba los ojos y se entregaba al momento. Kid lo atrajo más hacia él y ambos comenzaron a caminar sin dejar lo que estaban haciendo. Finalmente la espalda del shinigami chocó contra un poste donde se quedó acorralado mientras su pareja lo besaba cada vez más ardientemente. Cuando sintieron que el aliento les hacía falta se separaron jadeando y con un leve sonrojo cada uno. Entonces, por el rabillo del ojo pudieron ver una figura que los observaba. Al darse la vuelta pudieron ver a un joven de cabellos azules y figura atlética observándolos sin habla. Black Star se mantenía allí, con los ojos abiertos en los que brillaba la duda y confusión de quien ve algo que no debería haber visto. Y así, sin decir nada, el gran Black Star se hechó a correr.

El corazón de Kid latía rápidamente. Su respiración jadeante no le dejaba pensar con claridad y entre la confusión del momento que acababan de vivir y la pasión de aquel que vino antes, no pudo hacer otra cosa que correr. Tomó a Soul por la mano y comenzó a correr en dirección contrária a la que había hido Black Star momentos antes. Su mente era un mar de confusión y sentimientos mezclados. El miedo e inseguridad causaban una tormenta dentro de él mientras  disimuladamente volteaba a ver al chico que corría a su lado tomado de su mano.

Cuando se encontraron frente a la casa de Kid ambos sentían que sus pulmones explotarían de un momento a otro. La cara de Soul estaba teñida por la vergüenza y sus manos le temblaban por el esfuerzo. Vió que al shinigami le costaba trabajo introducir las llaves en la cerradura de su casa y  cuando por fin lo logró ambos entraron rápidamente cerrando la puerta detrás suyo.

-          ¡¿Y ahora que vamos a hacer?! – Soul hervía en su propio nerviosismo cuando recordaba la cara de Black Star al encontrarlos. – ¡Kid estamos en un lío!

El shinigami no respondía y la guadaña, que esperaba una respuesta, volteó a verlo nervioso, pero a Soul no le dio  tiempo ni de hablar. Antes de que se diera cuenta Kid lo había empujado al sillón que había al lado de ellos y lo había dejado tendido cuan largo era mientras Kid se colocaba encima de él. La cara del shinigami estaba roja y su respiración era jadeante mientras lo miraba con sus hermosos ojos dorados cargados de deseo.

-          Mira que eres tonto, ¿cómo puedes actuar así después de lo que acaba de pasar?- Le protestó Soul mientras atraía el rostro del chico hacia el suyo dando comienzo a un largo y pasional beso.

El aliento les faltaba pero ninguno de los dos tenía intención de separar sus labios. Soul jugueteaba con el cabello de Kid mientras este le sostenía el rostro. Ambos sentía como sus emociones se desbordaban y tomaban  formas mucho menos inocentes a las que habían sido. El chico guadaña besaba con pasión a  su pareja y sintió como Kid comenzaba a bajar una de sus manos hacia su entrepierna. Cuando la mano del shinigami llegó a su destino comenzó a acariciar con movimientos circulares la zona del pantalón imaginándose que podría haber bajo aquella fina barrera de tela.  Soul al sentir aquel contacto se tensó, pero inmediatamente después, volvió a relajar su cuerpo. Las manos del chico albino recorrieron el pecho de su pareja, y sintiendo como el deseo se apoderaba de él, le quitó la camiseta dejando al descubierto un trabajado pecho de tez pálida. Extasiado, el chico comenzó a pasear con sus dedos sobre el abdomen de Kid sin dejar de besar sus labios. De pronto el shinigami sintió como el cuerpo de soul se juntaba más al suyo y lo hacía girar hasta que se encontró bajo el cuerpo de aquel chico con ojos rojos, quien después de quitarse a el mismo la playera comenzó a besar el cuello del muchacho de pelo negro, quien comenzó a soltar gemidos por lo bajo. Las manos de Kid recorrieron el pecho de su pareja siguiendo con un dedo el camino que marcaba la cicatriz en su pecho. Sintió como ambos, jadeantes, deseaban al otro, y pudo ver como el cuerpo de su pareja se hallaba empapado del brillante sudor que solo el placer podía entregarle. Sin dejar de contemplar aquel pecho cruzado por la cicatriz llevó sus manos a la cintura del chico guadaña, y con un rápido movimiento, le desabrochó el botón del pantalón y lo despojó de aquella prenda tan incómoda. Por su mente pasó un fugaz pensamiento, ¿se habría sobrepasado?, ¿no estaba abusando?, pero las preguntas fueron rápidamente borradas cuando sintió, como las manos del albino hacían lo mismo y le quitaban su pantalón, he inmediatamente después, lo despojaban de su ropa interior.  Esta vez fueron las manos del albino las que comenzaron a tocar su entrepierna y a masajear el miembro de Kid que ya se encontraba erecto. El shinigami soltó un gemido de placer al sentir como su pareja masajeaba su miembro, y perdiendo totalmente el control lo desnudó totalmente a él también. Sentir como sus manos recorrían aquel cuerpo desnudo sin la barrera física que significaba la ropa. Poder escuchar como el albino jadeaba y gemía gritando su nombre. Todo eso y más hundían a Kid en un pozo de sentimientos encontrados que solo gritaban el nombre de aquella guadaña. El joven shinigami también llevó sus manos al encuentro con el miembro de su compañero que acarició suavemente deleitándose con sus gemidos. Ambos masturbando la entrepierna del otro continuaron besándose hasta que Soul sintió como el meñique de su compañero penetraba violentamente en su entrada.  Eso le provoco un gemido de dolor, pero que también llevaba el placer escondido dentro. El meñique de Kid de retiró para dejar paso a dos dedos más que lograron arrancarle a la guadaña un grito de dolor y deseo.  El chico con ojos rojos se enderezó y totalmente exitado se llevó el miembro del shinigami a la boca. Lo mordisqueó con deseo y paseó su lengua por este deleitándose con los gemidos que el muchacho de ojos amarillos dejaba escapar.  Cuando una sustancia blancuzca escapó del miembro del shinigami, Soul la saboreó deseoso sintiendo como Kid acariciaba su espalda con deleite. En el momento que el joven guadaña terminó, el chico de cabello negro le dio la vuelta terminando encima de él y llevándose el miembro del albino a la boca. Entonces fue el turno se Soul para introducir poco a poco los dedos en la entrada del shinigami. Cuando ambos se separaron jadeantes Soul sintió como el chico del cabello negro se colocaba detrás de él y comenzaba a acariciarle la espalda. El chico de pelo blanco sabía lo que a continuación vendría  y cerró los ojos, simplemente esperando. Un segundo después sintió como el mimbro del shinigami comenzó a penetrar su entrada. El chico de ojos rojos gemía empapado de sudor mientras apretaba los puños aguantando el dolor  y llenándose de placer. El joven de cabello negro seguía empujando y cada vez sus embestidas eran más fuertes. Cuando finalmente todo el miembro del chico estuvo dentro del cuerpo de la guadaña este sintió como Kid se corría dentro de él y no pudo reprimir un gemido de placer puro. No supieron cuantas horas estuvieron así, tendidos en el sofá abandonados al deseo y el placer. Era ya la media noche cuando finalmente el cansancio  se apoderó de ellos y cayeron tendidos, uno junto al otro, abrazándose y observándose.

-          Qué suerte que Liz y Patty no hayan aparecido. – comentó el shinigami

-          Ya, seguramente se quedaron a dormir en casa de Maka y mía.- Aventuró el chico guadaña.

Entonces un incómodo silencio se adueñó de la sala. Soul llevaba ya un rato con una duda rondando su mente y no pudo guardarla más.

-          K-kid…

-          ¿si?

-          Tu… bueno…tu que crees que piensen…ya sabes los demás… al enterarse de…lo nuestro…

Kid tardó en responder, pareció que meditaba un rato la respuesta pero cuando finalmente lo hizo se recargo en el pecho del albino y cerrando los ojos respondió.

-          Ya no me importa lo que piensen.

 

Notas finales:

Espero les haya gustado y me comenten :D

saludos de azuza!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).