Era una noche sombría, hacia un frio devastador como para salir de casa, mas sin embargo se divisaba una sombra, ¿era una persona?, no solo una se veía a un joven no mayor de 14 cargando a un niño, si traía en sus brazos a un pequeño de 11 o 12 años envuelto en un abrigo, caminaba sin ninguna dificultad. Paro su camino al toparse con la entrada de un edificio.
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- Gaara será mejor que te levantes o se te hará tarde para la escuela – le grito un peli plateado, alto como de unos 20 años, para despertar al menor.
- ¡Ya me levante! –azotó la puerta para dirigirse hacia la cocina molesto, ya portaba su uniforme, que constaba de una chaquete roja como su cabello, camiseta blanca y unos pantalones, el otro solo le sonrió a lo que este le voltio la cara y se dispuso a caminar hacia la puerta, antes de salir lo detienen unos brazos.
- No te molestes pequeño o te arrugaras – le decía divertido mientras lo abraza por la espalda, lo que hiso que el pequeño se molestaba aun mas – no llegues tarde- lo soltó a lo que el otro lo miro serio – tengo que presentarte a alguien – dicho esto le dio una sonrisa que era cubierta por una bufanda color gris, se dio media vuelta y subió las escaleras.
Ya en la escuela el pelirrojo no dejaba de pensar quien seria esa persona, tal vez, solo tal vez tenía que ver con aquel accidente en el cual su familia había muerto, o por lo menos respondería algunas preguntas, quien sabe. Las clases pasaron como siempre, aburridas y largas; listo para irse decidió caminar, no le daría el gusto a Kakashi de llegar temprano como él le había dicho. Sin ganas abrió la puerta y entro a la casa.
- Gaara, ¿Dónde estabas? – le dijo Kakashi molesto por la demora del menor, a lo que este solo se dio la vuelta – espera te quería presentar a alguien – se detuvo el menor, y se giro al ver al joven que se posiciono al lado de Kakashi , que iba vestido de traje, oscuro como la noche, abrió a más no poder sus ojos.
- El es Sasuke Uchi… - no pudo continuar con su frase ya que el taheño le apuntaba con su pistola al moreno, a lo que Kakashi se sorprendió mientras que el azabache lanzo una mínima sonrisa.
- ¿Así que acostumbras llevar armas a la escuela? – le miro el Uchiha, el sabia que el arma no dañaba humanos.
- Gaara basta, el es bueno – le dijo Kakashi intentando tranquilizar el ambiente, el pequeño solo se dio la vuelta y se dispuso a marcharse, pero el peli plata no se lo permitió.
- Gaara, necesitamos hablar, Sasuke es … -
- Yo sé quién es, es el menor de los Uchiha, una familia de sangre pura – dijo el menor en tono de rabia.
- Así que soy famoso – se burlo el azabache con tono neutral, - supongo que sabes porque estoy aquí ¿no? – dijo por último el Uchiha.
- Para fastidiar, es lo único que haces ustedes los chupa sangre – bufo el menor.
Eso había dolido, mas sin embargo no lo demostraría, solo estiro su mano para intentar acariciar su cara, pero esta fue detenida de un golpe por el manotazo del menor.
- No me toques – bufo con furia el menor, de verdad se veía odio en sus ojos, Kakashi por fin intervino, se dirigieron a la sala, y se sentaron en el sillón.
- Escucha Gaara, Sasuke está aquí para protección tuya – soltó de repente el peli plata.
- Protección ¿de qué? – el menor no entendía nada, el no necesitaba protección era más que suficiente con el mismo.
- Hay un vampiro que no sigue las reglas, y por alguna razón van tras de ti – comento el Uchiha – tu eres el único cazador que aun vive, tu sangre atrae a los vampiros por ser única – el pelirrojo se molesto, aunque eso al azabache no le importo – además, que solo tú puedes encontrar la piedra del destino.
- ¿Qué es eso? – interrogo el pelirrojo sin comprender por completo.
- La piedra del destino contiene poderes inigualables, que en manos equivocadas podría ser fatal – menciono Kakashi.
- No necesito que nadie me cuide, y menos alguien como él – señalo enfurecido el menor.
- No me importa, yo cumpliré con mi misión quieras o no – sentencio el Uchiha, mirando como la cara de resignación del menor se presentaba.
- Como quieras, disfruta dormir en el sillón – finalizo el pelirrojo dispuesto a desaparecer de la sala.
- De hecho Gaara – lo detuvo Kakashi para continuar – me temo que compartirás habitación con Sasuke.
¿era broma? Qué demonios le pasaba a Kakashi por la cabeza, como iba a compartir el cuarto con un vampiro y para colmo era un sangre pura, los mas arrogantes y engreídos de todos, para colmo su pistola no podría matarlo.
Mas que resignado no tuvo opción masque mostrarle la habitación a la peste, valla que estaba furioso. Entraron a una habitación con las paredes blancas, en una esquina se ubicaba la cama matrimonial (tampoco iba a dormir en una pequeña) con sabanas color vino, enseguida tenía una buro, en el cual se encontraba un porta retrato con la foto de sus padres; al costado de la puerta se encontraba un escritorio, con una laptop roja, y la silla del mismo color. Solo había una ventana y estaba al en la pared donde se encontraba la cama, justo a la altura de la cabeza de esta. El cuarto era pequeño pero se encontraba muy bien acomodado lo que le daba espacio a todo.
- Valla cabemos muy bien en la cama, juntos – hablo el mayor con su mirada en el menor, así había pasado todo el tiempo en el que se dirigieron al cuarto.
- Ni de broma, tu ni siquiera duermes – aun enojado el menor, no pudo evitar recalcarle que él era una bestia, un vampiro y no le temía.
- Cada cierto tiempo lo hago, como si fuera un humano – el Uchiha no entendía cuanto odio expresaba esos ojos aguamarina.
- Ja un humano, ¿tu? – se burlo el menor.
- ¿tanto me odias? – pregunto en un tono dolido el azabache sin dejar de mirar sus ojos, intento acercársele pero este continuo hablando.
- Si, los vampiros son bestias que no tienen perdón – sentencio el menor.
- Ya veo, no esperaba menos de un cazador – termino por decir el mayor – pero de igual forma quiero dormir en la cama, y si tanto me temes puedes dormir en el piso o la sala – se dio la vuelta para sentarse en la cama del pequeño sin dejar de verle.
- Claro que no te tengo miedo, y no tengo porque dormir en la sala – diciendo esto en tono de reto se acerco a los pies de la cama para subirse y recostarse.
- Bien entonces hay que dormir – apago la luz y se recostó enseguida del menor quien ya estaba tapado y le daba la espalda.