Sasuke trataba de no asesinar a su secretaria, no dejaba de decir estupideces mientras miraba al piso y se sonrojaba.
-Etto, e Itachi-sama dice que no le gusta el color del cielo… etto no…que quiere ventanas color cielo… em… ejem… no que las paredes del pasillo de su nuevo hotel deben ser azul cielo. ¡Sí, eso es! – dijo la pelirrosada secretaria
Sasuke la fulminaba con la mirada y estaba a nada de brincarle y gritarle que no fuera tan estúpida.
-Gracias, Sakura-san. Retírate por favor.- le pidió Sasuke con una mueca de fastidio
Sakura se retiro muerta de vergüenza por la cantidad de estupideces que habia soltado en esa oficina, ella era una secretaria de élite y se trababa ante el magnate hotelero Sasuke Uchiha. Sakura suspiro… si al menos no fuera tan guapo.
EN LA OFICINA
Sasuke abrió un cajón y saco un bello aunque gastado peluche con forma de zorrito de color anaranjado y del cual destacaban sus bellas 9 colas, era un peluche único. Que Sasuke quería con su vida.
Aun recordaba cuando se lo habían regalado
FLASH BACK
***
-¡¡¡Temeeeeeeeeeeeee!!!- Una vocecita aguda gritaba mientras un pequeño niño de unos 10 años corría hacia Sasuke
-¿Que quieres, dobe?- le pregunto Sasuke con una sonrisa torcida.
El pequeño niño hizo un adorable puchero que sonrojo al pelinegro.
-Teme, mira compre un regalo para mi mejor amigo, espero que le guste ya que no me quiso decir que le gustaba y tuve que adivinar, hooo esta tan amargado, ttebayo.
Sasuke sintió que su corazón se fraccionaba en miles de pedazos pues el siempre se habia considerado el mejor amigo de Naruto.
Estaba tan ensimismado en sus lúgubres pensamientos cuando una mano tiro de él.
-Oe, Sasuke… Teme.- Naruto le jalaba y sacudía con fuerza.
-¿Qué quieres, Naruto?- le dijo algo triste y deprimido.
Naruto ya no le contesto sino que simplemente le tendió una bella caja de color azul con un enorme moño anaranjado- sus colores- reflexiono Sasuke.
-Toma, te compre este obsequio.
Naruto se agitaba impaciente mientras Sasuke con una cara de confusión desenvolvía el regalo, al abrirlo vio algo que lo emociono. Dentro de la caja habia un pequeño peluche de zorrito de un bello color anaranjado, lo que lo volvía único eran sus 9 colas.
Levanto su azabache mirada hacia unos ojos azules llenos de alegría.
-Ne, ne ¿te gustó?
Sasuke no respondió, simplemente lo abrazo y le dio un tierno beso en la mejilla.
-¿Y a que se debe el regalo?
-Hooo, Sasuke-teme eres cruel, hoy cumplimos 9 años de ser amigos.
Sasuke levanto bruscamente la cabeza… no lo habia recordado
-Etto, y ¿Qué te gustaría que te regalara?
Naruto medito la pregunta un momento y despues con una deslumbrante sonrisa le dijo
-Un beso
Sasuke abrió la boca hasta el suelo pues no se esperaba eso.
-Hai, ¿Dónde lo quieres?
Naruto tímidamente levanto su mano y se toco los labios.
Sasuke se sonrojo pero cumplió el capricho de su amigo, fue acercándose hasta que rozo los labios de Naruto con los propios y lo beso con ternura y deleite, logrando que Naruto correspondiera al tierno gesto, cuando se separaron los dos estaban sonrojados pero sonrientes, al verlo así Sasuke no pudo evitar la pregunta que salió de sus labios:
-¿Quieres ser mi novio?
Naruto se le quedo viendo por tanto tiempo que Sasuke temió perder la amistad del blondo, cuando estaba por disculparse unos bracitos lo rodearon y gritaron a todo pulmón:
-Haaaaiiii
Desde ese día el peluche recibió el nombre de Naruto y se convirtió en el objeto más preciado del tempano de hielo Uchiha Sasuke por que representaba el precioso momento en que él se atrevió a pedirle a Naruto lo que más deseaba. Y a partir de ese momento e peluche viajaba con Sasuke, su aniki mofo de el hasta que descubrió el porqué de su valor cuando su ototo lo golpeo por esconderlo.
Naruto reía enternecido al ver el celo con el que Sasuke protegía a ese peluche.
FIN FLASH BACK
Sasuke volvió al presente al escuchar a sakura hablar agitadamente:
-Señor, ya le dije que no puede pasar, Sasuke-san está en una reunión y…
Sasuke sonrió cuando oyó una bella voz masculina que le contesto:
-A mí eso no me importa, ttebayo.
Sasuke ensancho su sonrisa cuando Naruto entro al empujar a Sakura a un lado.
-Hola, Sasuke-teme.-saludo un bello chico de cabellos rubios, ojos azules y una piel canela preciosa.
-Hola, mi cielo.
-Así que en reunión, ¿eh?
Sasuke sonrió al ver a un bultito pelinegro que brincaba y corría en su dirección y rápidamente se levanto de su asiento y tomo a su hija Umi en brazos, no se habia percatado que aun llevaba el peluche en mano y cuando la tomo la niña le agarro el peluche y lo abrazo.
-Ie, Umi-chan, este peluche es mío.
Naruto frunció sus rosados labios y le dijo
-Anda dáselo, te juro que yo siempre seré tu zorrito.
Sasuke le cedió el peluche a la niña y beso a su amado esposo, acariciándole el pequeño bulto de su vientre donde su segundo hijo crecía.
AFUERA DE LA OFICINA
Sakura sonreía al ver la ternura con la que Sasuke abrazaba y besaba al que sabía era su esposo.
Le encantaba fastidiar a Naruto porque con eso se divertía llevaba años al servicio de Sasuke y aunque aun se sonrojara y se equivocara al verlo sabía que solo era por que este era guapo y no por nada más.
Sonrió aun más ampliamente cuando Sasuke empezó a decirle las tiernas palabras que lo unieron a Naruto en matrimonio y que a la fecha le repetía con mucha ternura y amor:
-Naruto, no puedo prometerte una vida llena de paz y sin peleas. Porque ambos sabemos que chocamos en muchas ocasiones.-dijo Sasuke con sinceridad y afecto. Mirando al kitsune con ternura-Tampoco puedo prometerte un futuro color de rosa, porque los dos somos muy diferentes. Pero lo que sí puedo prometerte, es que nunca te haré daño ni te causaré mal alguno. Te juro amor y fidelidad eterna, porque nadie más que tú y los hijos que tengamos juntos, puede llegarme al corazón. Sólo tú serás mi compañero y mi amor verdadero, y hasta el día que me muera, antepondré tu vida y felicidad, a la mía propia.
Y se limpio las lágrimas que resbalaron por sus ojos al oír la repuesta amorosa de su amigo más querido:
-Sasuke, no puedo asegurarte que nuestra vida en común, sea un camino lleno de rosas, porque los problemas son inevitables.-dijo mirándolo a los ojos con sinceridad y ternura. El azabache escuchaba su dulce voz con embeleso-Pero sí hay algo que puedo decirte con seguridad, y tú mejor que nadie, sabes que no prometo nada que no cumpla. Te juro amor y fidelidad eterna, nadie más que tú y nuestros hijos llenará todo mi corazón y que me muera en este momento, si todo lo que te digo no es cierto. Te amo más que a nada ni a nadie, y hasta mi último aliento, velaré por tu felicidad.
Sakura camino hasta su oficina y se acaricio el vientre con cariño, donde el primer hijo de ella y Lee crecía mientras pensaba que
“El amor no conoce de barreras y no hace distinción entre clases sociales, apariencia o sexo y es capaz de lograr que un enamorado haga lo inimaginable por estar al lado del objeto de su amor… sin importar nada”
Fin