Chupa-chup
Umiko
El gran reloj de la academia marcaba diez minutos antes de las ocho de la mañana, se despidió del chofer antes de bajarse con su bolso al hombro, observo hacia la entrada del colegio viendo como ya varios estudiantes llegaban, al igual que el, en costosos vehículos, suspiro ligeramente preparándose para lo que seguramente se volvería a repetir.
Desenvolvió de su alegre envoltura roja a su dulce favorito, un chupa-chup de cereza, realmente delicioso, lo degusto lentamente con su lengua antes de introducirlo totalmente en su boca, suspiro regocijado cerrando sus ojos solo para poder percibir mejor el sabor, sin saber que la mitad de los estudiantes que transitaban a su alrededor detenían por un segundo lo rutinario de sus vidas para mirarle, eso era comenzar bien el día.
Camino a paso tranquilo por el amplio pasillo rodeado de flores y arboles que llegaba directo a la entrada principal; observo un pequeño matorral notando que definitivamente era nuevo, pronto daría hermosas rosas blancas, le agradaban las rosas blancas, eran tan…puras.
Apuro ligeramente el paso y giro una vez el chupetín en su boca, su cabello rubio se agita gracialmente con un ligero soplo de viento al igual que aquel colgante que pende de su oreja derecha, sus ojos azul cielo brillaron juguetones antes de sacarse el dulce de la boca y lamerlo una vez mas para posterior mente devolverlo a su lugar.
Le gustaba el calor, por tal le agradaban los días así, donde las mañanas eran ligeramente frescas y luego se transformaban en tardes calurosas, además le agradaba el uniforme de verano, era simple, cómodo y lindo…claro que a el le quedaba mucho mejor que lindo, quela boina negra que adornaba su cabeza, la camisa blanca de manga corta, y los simples pantaloncillos que llegaban sobre sus rodillas, ¡bastante arriba de ellas! Pero le gustaba así, y sus largas calcetas blancas que utilizaba enrolladas en la parte baja de sus piernas.
Miro hacia un lado notando como uno de sus compañeros parecía apurado, llevaba el pantaloncillo hasta la rodilla, se veía gracioso, pero eso era normal, cada uno ahí arreglaba un poco a su modo el uniforme, lo importante al fin y al cabo era llevar el elegante emblema de la institución.
Mas allá noto a un varón, era guapo no cabía duda y lo entretenido de todo es que el grupo con el que el joven compartía le miraban intensamente, se quito el chupete de la boca para sonreírle al grupito y agito ligeramente su mano desocupada, le alegraba saludar a sus compañeros varones, por que la mayoría de las chicas y los otros donceles se sonrojaban o se ponían a chillar cuando algún varón le miraba, era ¡ridículo! Por eso el intentaba parecer mas normal.
Finalmente su recorrido se detuvo en el segundo piso, salón 3-A de la torre beta, torre…donde cursaban las chicas y donceles como si no se vieran con los varones en cada recreo, eso de las torres era estúpido.
Entro al salón para encontrarse con lo mismo de siempre, la mayoría de su curso estaban agrupados en la mitad del salón, con el mismo discursito y pelea de cada mañana.
- A Sasuke-kun le gustan las chicas de cabello largo- dijo Sakura agitando suavemente su largo cabello rosado
- Le gustan con senos grandes- menciono sin pudor Ino sonriendo coqueta insinuando su delantera
Y así siguieron palabreándose entre todos, que le a Sasuke le gustaban así o asá , que el pelo aquí o que allá, que las manos, que el trasero, que mujer o doncel…realmente estaba aburrido de siempre lo mismo, todos los días, hace ya un año, 5 meses y 8 días.
- ¡Ya basta! Cuantas veces lo he dicho- dijo imponiéndose ante las demás voces luego de haberse quitado el chupetín de la boca- le gustan los donceles, que tengan el cabello ni corto ni largo, que tengan buenas piernas, un trasero apretado y cintura pequeña…ashh- finalizo para volver a su dulce
- Naruto estas perdido…le gustan las mujeres- menciono nuevamente la pelirrosa
- Ashh! Las que están perdidas son usted, les he dicho lo que el mismo me dijo hace ya un año, ¡por dios! Reaccionen…además- lamio ligeramente la golosina- si en verdad le gustase todo lo que mencionan Sasuke iría tras Hinata- dijo mirando a la chica mas tímida de la clase que de paso era de las pocas que no estaban interesadas en el varón popular de la academia
- ¿Y…yo?- dijo tímidamente la chica
- Claro, tienes el cabello largo, la mejor delantera del instituto entero, eres inteligente y delicada, definitivamente no seguiré enumerando la otra cantidad de cosas que cada cual piensa que le gusta a ese teme- y dando por finalizado su discurso y con un deje de molestia mordió ferozmente el poquito de caramelo que le quedaba, este crujió entre sus dientes y el sabor se esparció rápidamente por toda su boca, sus compañeros le miraron…
…y continuaron discutiendo por unos escasos segundos mas antes de que el maestro entrara a clases…genial pensó irónicamente el rubio, ¡matemáticas!
Luego de dos tediosas horas con números tuvieron un pequeño, en verdad pequeño, descanso de cinco minutos donde muchos aprovechaban para ir al baño, otros tanto para hablar con otro curso beta y otros tanto aprovechaban para mirar el patio donde quizá, tal vez, pudiese ser y a la vez era lo mas probable, que hubiese un curso de varón ejercitándose en clases de deportes.
Naruto aprovechaba el tiempo para ir al baño y luego escuchar a sus amigos que ahora pasaban al tema dos…
- Naruto, debes dejar esos dulces- regaño la pelirrosa, que si no le hablabas de “sasuke-kun” era una chica bastante simpática…y de paso su amiga
- Son deliciosos, mi segunda adicción luego del ramen- contesto
- Y esa porquería igual,¡ no se como no engordas!- prácticamente grito Ino, una alegre pelirrubia que también estaba en los mismos parámetros “sasurescos” que la pelirrosa
- Se le llama hacer ejercicio- respondió el rubio con una sonrisa
- ¡Y tus dientes! Comes esa cochinada de dulce todo el santo día y son blancos y perfectos- menciono Ten-Ten, una chica de descendencia oriental que de la cual se había echo amiga hace unos cuantos meses, era relativamente nueva en la institución.
- ¡Huy! Otra vez, cepillado de dientes…dentista- suspiro molesto- ¿que nadie los conoce?
Hablaron un rato mas antes de que surgiese aquella idea, por que para variar un poco…nótese el sarcasmo, nuevamente hablaban del chico ultra-popular Sasuke Uchiha, sea dicho de paso que el muchacho era popular porque si, el no lo eligió, simplemente el día en que se presento en el colegio la mitad de las chicas y donceles corrieron tras de él, como si despidiese alguna extraña feromona que volvía tonto a la mayoría, pero en verdad el tenia de todo, dinero como la mayoría, pero tenia un porte elegante y llamativo y su personalidad misteriosa y fría era un imán para las chicas…Naruto nunca entendió eso, si, lo reconocía Sasuke era una bomba sexy pero ya estaba acostumbrado a el.
Molesto por la platica poco original su sedosa voz surgió por sobre los demás…otra vez.
- Me aburrieron, el mismísimo Uchiha se los dirá!, estoy cansado de esto, todos los días es lo mismo- sus compañeros le miraron, se notaba en sus hermosos ojos azules que estaba realmente molesto.
Y el rumor corrió prácticamente por toda la torre beta, Naruto Uzumaki se pararía frente al grandioso varón Sasuke Uchiha y le preguntaría sus gustos, sea dicho de paso que si le gustaba alguien en particular.
La mayoría espero ver nervioso al rubio doncel, pero no fue así, parecía no temerle a pararse frente a frente con la bomba sexy ni cerca de sus amigos que nunca se le separaban, los varones mas guapos cabe decir.
Como cada recreo Naruto le quito el empaque a su adorado dulce y relamiéndose los labios con anticipación lo llevó a su boca para saborearlo, la imagen en si era bastante peculiar, por que el muchacho caminaba con aquel pasito sensual que poseía seguido por su curso entero y tras ellos la mitad de la torre beta.
El rubio siempre fue considerado uno de los mejores, el más llamativo de toda la torre, muchos donceles querían ser como él, de por si la mayoría le encontraba un ejemplo digno de seguir, de hecho era uno de los chicos más populares de la torre beta y se sabía que muchos varones iban tras el pequeño.
Fue como presenciar el choque de dos titanes y las fuerzas que les acompañaban, chicas y donceles se ubicaron en la mejor posición que encontraron para ser participes espectadores de dicha asaña de parte del doncel, así también oír cuales serian las palabras seleccionadas por el varón.
Al parecer el rumor corrió también por la torre alfa o quizá tanta conglomeración de mujeres y doncel atrajo a la mayoría de los varones…pero en el centro del tumulto solo destacaban dos personas.
Naruto quito el chupetín de su boca y le regalo una sonrisa al varón, este quito una mano de su bolsillo para acomodar un mechón de su negro cabello y luego deposito en sus labios una pequeñísima sonrisa sensual que causo el suspiro de la mayoría de los espectadores.
- Te llego el rumor?- pregunto tranquilamente el rubio, así sin mas, sin saludar, sin ningún remordimiento.
- No me saludas? Que acaso dormimos juntos?- pregunto el moreno con una ahora si notoria sonrisa bailándole en los labios, le encanto ver como los ojos azules brillaron intensamente y como el rubio se sonrojaba
- Sa-su-ke…-dijo en un tonito amenazante el rubio antes de pegarle una lamida al su dulce
- Si, llego a mi oídos, pero no logro entenderlo del todo- dijo el varón antes de acomodarle un cabello al rubio tras la oreja haciendo que el pendiente que colgaba de este quedase a la vista.
- Me aburrí de que todos los días sea lo mismo, mis compañeros quieren saber que tipo de persona te gusta…tu entiendes, tus gustos…eso- dijo el rubio y nuevamente introdujo el dulce a su boca…cabe decir que cuando sus palabras surgieron la mayoría de las chicas contuvo el aliento, es decir ¡ se atrevió a decir aquella palabras! La pregunta era ahora…¿el varón contestaría?
- Pero si tu lo sabes muy bien- nuevamente el mayor acomodaba su cuerpo en aquella pose varonil y sensual de manos en los bolsillos que hizo que se escucharan unos tantos suspiros
- Pero necesito que lo escuchen de ti!- el rubio si impuso un poco al subir el tono de voz y adquirir aquella posea entre aniñada y sensual…manos en las caderas, chupetín en boca y una ligera inclinación de 70 grados hacia adelante acercando así ligeramente su rostro y presencia al Uchiha, un par de silbidos se escucharon por parte de los varones así como varios murmullos que sonaron a “ que bueno que esta” “que ganas de cogérmelo” y un sinfín de cosas mas.
- los donceles, que tengan el cabello ni corto ni largo, que tengan buenas piernas, un trasero apretado y cintura pequeña…- dijo el moreno, exactamente las mismas palabras que dijo Naruto al comenzar la mañana…reino el silencio por un segundo, hasta que se escucho un claro “ esa boquita, me imagino como lo chupa” basto eso para que los ojos negros del Uchiha miraran con odio a quien dijo esas palabras, un chico alto de cabello morado, kimimaru.
- ¿Quieres que continúe?- sonrió nuevamente el pelinegro
- Con eso basta…- carraspeo ligeramente el rubio mirando desafiante al varón.
“ yo me lo tiro, si o si” y eso fue el colmo porque con un movimiento magistral el pelinegro acertó un directo y duro puñetazo en el rostro del poco decoroso Kimimaru, el impacto del movimiento mando este al suelo e hizo que la mayoría soltara un jadeo de impresión.
-Sasuke!- reprendió el rubio sujetando al varón de la cintura deteniéndole de seguir golpeando al caído pelilila.
- ¡ya basta Naruto!...es suficiente, yo también tengo a esta sarta de babosos coladitos por ti, ¡me aburren con su estupidez!- el moreno miro a la mayoría de los varones ahí y luego se giro a los estudiantes del sector beta- me gustan rubios, de ojos azules, que les gusten los chupetes de cereza, que tengan un arete de mi pertenencia en su oreja derecha y lleven un sensual tatuaje en el ombligo…me gusta Naruto!..así que dejen de molestar- un nuevo jadeo de impresión surgió de labios de las chicas y donceles
- Sasu…-el rubio acaricio el rostro del moreno.
- no me importa lo que diga tu padre, esto fue defender tu honra- menciono el pelinegro- y a ustedes babosos, es mío…MIO- Si cabe decir que es reconocido que los Uchihas se destacan por su posesividad y ahora al parecer estaba marcando terreno- así es que manga de idiotas mantengan sus pensamientos en su cerebro y ¡ni se les ocurra tocarle un pelo!, es mi prometido que les quede bien en claro
-Ya basta Sasuke, dijimos que nadie lo sabría hasta que cumpliera los 18- menciono un tanto cohibido el rubio
-Solo faltan unos tantos meses, tu padre no se molestara, el mío quizás hasta me aplauda- y así sin mas el pelinegro tomo de la mano al rubio y abriendo paso entre la multitud se dirigió a la cafetería ante la intensa mirada de la mayoría de la población estudiantil del colegio que ahora simplemente se mantenía en un abismal silencio.
- Gracias sasu!!!- se escucho mas allá cuando el varón saco de su bolsillo un chupa-chup de cereza que entrego al rubio menor quien agradecido beso la mejilla del mayor….a la distancia no se sabia que hablaban, solo que ambos parecían libres y felices.
El extraño mutismo en el que estaba la mayoría inmersa se rompió con un chillido de Sakura…luego todo el mundo comenzó a hablar de lo ocurrido, cada uno en grupito o hablándolo con los amigos, el patio comenzaba a parecer ya mas normal…en un rincón mas alejado la pareja sonreía por fin libre del silencio en que habían envuelto su relación.
- Te quedaras hoy en mi departamento no?- pregunto el pelinegro
- Mmm …si!- dijo alegre el rubio- pero debo llamar a papa para avisarle que hoy tampoco llegare
- La pasaremos increíble…eres tan deliciosos mi Naru- dijo al oído el moreno haciendo que el rubio se sonrojara en extremo, Sasuke era el único que podía causar estragos en su ser.
- Ya cállate, ashh, vieras la lata que dio papa el otro día- el rubio rio alegre- que ya no era su pequeño ñiño, que me iría…que tendría hijos, me costo recordarle que solo tengo 17
- Hooo…pero no estaría mal, de echo hemos estado practicando para hacerlos- Sasuke sonrió con prepotencia al ver el extremo sonrojo del menor
- Pues para eso me tomo la maldita pastilla, sabes que mi primer hijo nacerá cuando tenga 21 eso es lo que deseo.
- Y te lo cumpliré mi pequeño…practicaremos todos los días- y nuevamente sonrió al ver el sonrojo del pequeño, luego le beso, lo hizo como nunca lo pudo hacer en el colegio, con pasión, cosa de que quien los viera entendiera que era suyo, ese rubio adicto al chupa-chup era suyo.
Desde ese día las cosas cambiaron, no mucho la verdad, nada podían hacer, ambos chicos estaban comprometidos y parecían amarse en verdad, ahora Naruto se aburría por que todos los malditos días le preguntaban que como se conocieron, donde, cuando, que hizo para hechizar al varón, o que hizo el varón para con el, que como besaba etc, etc, etc…
…exasperante, no es como si fuera muy fácil hablar de eso, que se conocieron hace 7 años y que Sasuke tardo mas de 3 años en que su padre Minato Namikaze le entregara la mano de su pequeño tesoro rubio, que como besaba era algo que jamás respondía así como tampoco si ya habían tenido relaciones aunque el sonrojo en su cara lo ponía en evidencia.
Los varones evitaron hablar del tema, saber que la bomba sexy y violable tenia dueño bastaba para callarlos, aunque aun todos se relamían cuando le veían pasar saboreando aquel dulce de cereza, era claro que si tenia al Uchiha tan contento era por que el condenado dulce le había transformado en un maestro a la hora de chupar.
Kimimaru fue cuento aparte, fue el mismo rubio quien tiempo después le dejo en su lugar, el mayor se había acercado al menor mientras este compartía con sus amigos y se le había insinuado una vez mas, no con romanticismo sino con una clara connotación sexual, Sasuke dispuesto a darle la pateadura de su vida se abstuvo cuando el rubio se acerco al pelilila y le demostró desde muy cerca lo bien que sabia usar la lengua.
Relamió sus labio y metió y saco unas cuantas veces el dulce de su boca, le lamio con sensualidad y cuando tubo al mayor completamente absorto en los enloquecedores movimientos de su lengua y lo suficientemente excitado con la imagen, destrozó literalmente la golosina con sus dientes, el crujido de este hizo que el mayor apretara las manos y expresara una cara de dolor que nadie de los presentes olvidaría jamás…la imaginación despierta del mayor le había jugado en contra al imaginarse aquellos dientes destrozando aquella preciosa parte de su anatomía que se encogió en sus pantalones preso lleno de un imaginado dolor.
Fin.
Taraaaaan……… he vuelto, resurgiendo de las cenizas!!!. Espero les gustase.