-Hola , ¿Cómo te sientes? – Preguntó mi hermano sentándose en el borde de mi cama y viéndome fijamente - ¿Lista para decirle lo que sientes?
-Yo… yo… mmm… bueno Ron… yo… mmm… supongo – respondí no muy convencida
-Pues no suenas convencida… deberías prepararte, Herms y Harry llegarán con papá Fred, George y los demás en cualquier momento – replico con una sonrisa dulce antes de dejarme sola en mi habitación
Me acerque a la ventana para ver el paisaje, el cielo azul, sin ninguna nube, tan intenso, tan hermoso. El sol, radiante, a casi nada del ocaso estaba ahí, viéndome sufrir. Abrí la ventana solo para sentir la brisa que recorría todo mi cuerpo, alborotando mis pelirrojos cabellos, al sentir ese contacto, cerré lentamente los ojos, por lo que pude notar el olor a hierba y tierra mojada.
En algún momento abrí mis ojos nuevamente, estaba ensimismada, no tenía ningún pensamiento, pero aun así no estaba en la realidad… estaba solo hipnotizada por el paisaje, dejando que llenara todo mi ser, sin pretender más, sin esperar nada, sin querer nada… solo por un momento… un solo momento, quise escapar… ser libre, sin tener que saber, que pensar, que sentir…
De repente, oí una voz bastante familiar detrás de mí que entraba a mi habitación, que pronuncio sencillamente –Te halle
-Aaa… cierto… perdón… ya bajo… solo miraba…
-Ya veo – dijo parándose junto a mí. Me dio una mirada soñadora y se giró a ver el paisaje – tienes la cabeza llena de Nargles. Interrumpí un momento importante, me voy para que continúes –concluyo girándose y empezando a dar saltitos a la puerta
-No te vayas Luna, quiero que me des tu opinión sobre algo – dije un poco nerviosa, tomándola del brazo
-Bien, te escucho – respondió y se sentó en la cama, donde antes había estado Ron, pero no me veía, parecía interesarse más en el techo, las paredes, mis posters de Quidditch o en una foto que estaba en mi buro, en la que aparecemos Harry, Ron, Neville, Hermione ella y yo
- Bueno… amm… digamos que yo estoy enam… bueno pensando hipotéticamente… - intente sincerarme con ella… pero estaba tan apenada por lo que estaba a punto de decirle que solo atinaba a ver el piso bajo mis pies
- Hipoti… hipotiteca…hipote… -dijo entre pequeñas risas – Ginn, dices cosas graciosas que no sé qué significan – volvió a sonreír y me vio atentamente con sus ojitos soñadores
-Agr! Eso no importa – respondí con cierto enojo - Empecemos de nuevo, ¿sí? – Ella asintió distraídamente y yo continúe – bien… me gusta alguien y yo… no sé cómo… decírselo…
-Solo dile como me acabas de decir a mi… - respondió como si fuera lo más normal del mundo
-No es tan simple Luna! Si lo fuera, ya lo hubiera resuelto, no crees? –replique en un tono más elevado
- No le veo la dificultad – respondió enrollándose un mechón de su rubio cabello en el dedo- tú la quieres, eso es suficiente… no te compliques, al final, todo se acomoda, tal vez no de la manera que nos esperamos… pero todo se acomoda. Piénsalo, iré abajo con Neville para dejarte pensar– concluyó la rubia y salió de mi habitación como si no hubiera pasado nada
-Espera Luna… - dije intentando detenerla, pero no lo conseguí… repetí en mi cabeza una y otra vez sus palabras,” todo se acomoda”… que optimista es!... “Dile como me dices a mí, no lo compliques”… si tan solo fuera tan simple como lo vez Luna! Nunca entenderías que estoy enamorada de Herm… un momento… “Tu LA quieres, eso es suficiente”… Será posible que esa pequeña rubia que al parecer vive en otro mundo supiera que sufro por un ELLA y no por un ÉL? Tal vez oí mal… pero de cualquier forma, ella tenía razón, no debía complicarlo…
Decidí ir en búsqueda de mi castaña amiga para confesarle que la amo. Saque de mi mente el problema de “que decirle” y decidí que improvisaría. Corrí y corrí atravesando todo el amplio jardín, y la divise aun un poco lejos. Ella me vio y también corrió a mi encuentro. Podía oír mi corazón latiendo a mil y apareció un enorme nudo en mi garganta…
Por fin, estuvimos frente a frente y la abrace con toda mi alma. Ella correspondía al abrazo y se reía porque le daba gusto verme. No podía creer que estuviera ahí, conmigo.
-Ginn,¡ te extrañe tanto! –Dijo la castaña – ¿Cómo estás? – Agrego separándose de mi lo suficiente para verme a la cara - ¡Tengo algo importante que confesarte! –decía con una amplia sonrisa que me estaba derritiendo por dentro (y que se notaba por el color sonrosado en toda mi cara)
-Yo también te extrañe Herms –dije cuando pude volver a pensar coherentemente – Estoy bien ahora que llegaste, y para serte sincera, yo también quiero confesarte algo… - musite algo nerviosa
-Bien, ¡bien!... ¿Y sobre qué es? – preguntó mi mejor amiga tomándome de las manos y dando pequeños brincos que denotaban su felicidad…
-Sobre… bueno… cosas del corazón… es que bueno… estoy enamorada… -respondí cada vez menos segura de querer continuar
-¿Enserio? –Agrego Hermione viéndome a los ojos tranquilamente, pero note en ellos un brillo especial… -¡Yo igual! – dijo volviendo a sonreírme
Sentí como la sangre se agolpaba en mi cabeza, y solo un pensamiento podía conseguir… ¿Sería posible que ella sintiera lo mismo que yo? ¿Acaso me quiere con la misma intensidad que yo a ella? Vi de nuevo su sonrisa cautivante, que estaba venciendo mi paciencia… quería simplemente abalanzarme a ella y besarla ahí, en el patio, o donde fuera…
-Bien, yo primero – dijo totalmente feliz – Estoy verdadera, total, sincera y locamente enamorada, pero creo que es algo complicado…
Mi corazón dio un vuelco… ¡me correspondía! -¿Enserio? Yo igual, pero también es complicado –dije, viéndola a los ojos, esos enormes y hermosos ojos chocolate
-¿De quién? – inquirió MI Hermione
-Tu primero – respondí con una sonrisa boba, totalmente ansiosa de que me dijera “de ti niña hermosa” o algo así…
-Bien, yo amo a Harry con toda el alma… y él me corresponde!!!!– mi sonrisa se esfumó, fue horrible… la peor sensación de la vida… casi pude oír mi corazón romperse en mi interior… Porque a él y no a mi… ¡¡¡PORQUE A ÉL Y NO A MI!!!! Que no se había dado cuenta que lo que yo la amo!!!! Que acaso ella no podía sentirlo?
Creí que me desmayaría, mientras la felicite con un hipócrita –Felicidades Herms, les deseo solo lo mejor – no podía más, las piernas empezaron a fallarme
-Gracias Ginn, esperé toda la noche para contártelo! – decía ella totalmente feliz… porque no se daba cuenta que me estaba destrozando… porque demonios no se callaba ya de una vez!!! – Estoy muy feliz!... y tú, cuenta, ¿quién es el afortunado? - no podía mas, el corazón se me encogía a cada palabra de la hermosa castaña, esa misma que en unos segundos me había llevado al cielo al creerme correspondida y al siguiente me azotaba contra el suelo al confesar que no era yo… me sentí peor que el día que caí de la escoba desde más o menos la altura de la torre de Astronomía…
-Ginny, tu mamá me pidió ir por el pastel a la casa, pero no sé dónde está… acompáñame, ¿sí?, Hermione, creo que Fred te busca –interrumpió Luna jalándome del brazo y empezando a correr alejándome de mi dulce tormento
Apenas cruce la puerta de la casa y no pude más, me derrumbe a llorar… tan amargamente… tan doloroso… no me importaba nada, lo único que quería era que el dolor se fuera…
Me senté en el piso, y Luna me imito. Recosté mi cabeza en sus piernas y ella muy tranquilamente empezó a acariciar mi cabello. No decía nada, simplemente estaba ahí para mí… y sin querer, me quede dormida.
Desperté y estaba en mi cama, con Luna curioseando por mi habitación… -Hola de nuevo, nos aparecí aquí, (hacia unos días que la rubia había aprobado su examen de aparición), insonorice el cuarto y mande mi patronus con los demás para decirles que estábamos buscando Snorckack de Cuernos Arrugados y que de ser posible, no nos molestaran.
-Gracias Luna... pero ¿y el pastel?
-¿Qué pastel? - respondio giñandome el ojo y yo comprendi...
-Muchisimas gracias por todo- dije y vi sus ojos azules como el mar… su expresión de inocencia… su cabello, … ella sonrió y algo dentro de mí se movió… me relajo totalmente y por un instante, olvide lo que había pasado unos minutos, o tal vez horas antes… Es bastante extraño… pero me siento muy bien con ella… tal vez era la calma que precede a una tempestad… o tal vez, como dice Luna… todo se acomoda, tal vez no del modo que no lo esperamos… pero al final, sucede…