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Ventajas de ser mujer por Umi810

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Notas del fanfic:

Ok, un one-shot de como afronta Hermione unos sueños que ha estado teniendo con Ginny...

-Tranquila Hermione, fue solo un sueño, solo eso… además uno no controla lo que sueña – me dije con un falso tono de seguridad en apenas un susurro, pero tenía que oírlo, al menos para autoengañarme unos minutos, que yo esperaba y fueran horas.

Me puse la túnica y baje corriendo a la sala común. Ya es bastante tarde, pero apenas están bajando desde los dormitorios de los chicos mis dos mejores amigos, el guapo y siempre tierno Harry y el glotón y distraído Ron.

-Buenos días Herms – dijo el ojiverde acomodándose la corbata

-Hermione, por favor, no nos mates, hoy no escuchamos tu “despertador”, lo sentimos mucho, enserio – dijo el pelirrojo en forma de disculpa, apretando fuertemente los ojos listo para recibir un golpe de mi parte, que nunca llegó.

-Relájate Ron, no hay problema, ahora hay  que darnos prisa o no alcanzaremos desayuno- respondí vagamente.

-Hey tú, ¿Qué le hiciste a Hermione? – inquirió el pelirrojo abriendo sus ojos como plato y mirándome fijo… esos hermosos ojos azules que tiene toda la familia Weasley…pero que se le ven mejor a ella… esquive la mirada y agache la cabeza… de solo recordar a Ginny mi sueño volvió y me puse más roja que un jitomate al sentir de nuevo sus caricias dulces, sus besos asfixiantes, su cuerpo sobre el mío…

-¡Valla, al parecer estas enferma! – casi gritó Ron, moviéndose para intentar ver mi rostro, pero gire para quedar de espalda a ellos

-No, no lo estoy, ya déjate de tonterías y vamos a comer… muero de hambre – intente sonar seria, pero no funcionó bien…

Harry se puso delante mío, con su mano derecha toco mi frente y con la izquierda la suya. Espero unos segundos, luego movió la mano de mi frente al mentón, me levanto delicadamente la cara,  sonrió de manera amable y añadió –Relájate Ron, ella está bien

Salimos por el retrato de la Dama Gorda… y yo estaba bastante ocupada intentando pensar en números, runas antiguas, encantamientos, en chistes, hasta en los animales fantásticos de los que Luna siempre habla, con el propósito de no recordar nada de mi sueño…

-No Ron, no puedes leer la mente así, es solo que los muggles así se dan cuenta si alguien tiene fiebre

-¿Fiebre? ¿Y qué rayos es eso? –escuche discutir a mis amigos, pero cada vez los oía más lejos, por más que quisiera, no podía concentrarme en nada, y mucho menos quería toparme con la mirada de Ron de nuevo

Ya pronto empezara mi clase y podre dejar de pensar, recordé sintiendo algo de bienestar… bien, hoy es miércoles… y me toca Historia de la Magia… ¡Noooo! ¡Esto no es mejor! En esa clase me siento entre Ron y Harry… El moreno acostumbra a dormir… ¡pero el pelirrojo casi siempre ve embobado como tomo apuntes! ¡Esto será una pesadilla!, yo, sin poderme concentrar en nada, con imágenes demasiado pervertidas buscando en menor pretexto para aparecer en mi cabeza… y el dueño de los ojos azules como los de ella me va a ver cada momento ¡por dos horas!

No pude ni probar bocado, cuando tuvimos que correr hacia el aula… y ¡Gracias a Merlín!  No había bancas vacías, así que nos separamos. Ron se fue a sentar con Dean y Seamus, Harry con Neville y Eric y yo entre Lavander y Parvati.

-La primera rebelión de los duendes fue por las épocas – el profesor Binns empezaba su clase… vamos Hermione, concéntrate en los duendes – estos exigían mejores tratos a los magos, así como un reconocimiento – no divagues, piensa en los malditos gnomos… es imposible, hace mucho calor aquí… moví bruscamente mi cabeza para “despejarme”, pero fue peor aún… a mi derecha, Parvati se abanicaba aburrida con un trozo de pergamino y a mi izquierda, Lavander pasaba un pañuelo por su cuello para secar el sudor… ¡Rayos! Con que poco me estoy poniendo mal… ¡maldito sueño!, ya lo decidí, la próxima poción que haga será para no soñar nada

-¿Entonces señorita Granger, usted sabe en qué año empezó la segunda rebelión de los duendes y que la causo? – pregunto Binns, estaba de espaldas a la clase y yo ni me había dado cuenta que era a mí la pregunta… estaba bastante distraída…

Binns se volteo y acerco a mi mesa… me vio con cara ligeramente asustada y me permitió salir a tomar un poco de aire, no sin antes preguntarme si estaba bien. Lo que paso fue que estaba embobada y bastante roja, y luego me pregunta algo que no se… y Hermione Jean Granger nunca ha dejado pasar una pregunta de un profesor, así que me puse algo pálida… un drástico cambio…

Sea lo que sea, salí corriendo sin rumbo fijo, ni siquiera iba viendo por donde, solo deje que mis piernas me guiaran. Y por alguna razón inexplicable, llegue al campo de Quiddich.

Entre al campo, me senté en el césped y me recargue en el pequeño muro. Cerré los ojos y empecé a percibir olores… a pasto, un poco de tierra mojada y el típico olor del viento en primavera… me relaje hasta el punto que me quede dormida.

-Hola Herms, ¿Vienes a jugar?- reconocí de inmediato la voz de Ginny, pero no quería ni abrir los ojos, no podría volver a verla, ni hablar con ella ni nada, sentía que la había traicionado por pensar en ella de esa manera

-No te levantas, ¿eh?... pues bien, así mejor, tu solo disfruta… -dijo de forma seductora la pequeña Weasley, y se acercó peligrosamente a mí.

Se sentó en mis piernas, y me besó la frente. Luego besó mi cuello, mientras sus manos inquietas me acariciaban la espalda por encima de la blusa. Al sentir el contacto, abrí los ojos y me encontré los de ella. No dijo nada, solo sonrió de forma bastante sexy… ella es brillante como el sol, radiante en todo sentido, tanto, que al acercarme, siento como me derrito por dentro.

Me quito la blusa diciendo que no la necesitaría más. Besó cada centímetro de mi piel desnuda. Sus manos recorrían ávidamente mi espalda. Se retiró un poco y metió sus manos por debajo de mi falda, acariciando de manera exquisita mis piernas, solté un leve gemido, que ella apago con su boca. Fue bajando haciendo un camino de húmedos besos, llegando a mi vientre, luego volteo a verme… yo no podía más,  me sentí como en el cielo. Se separó de mí con una pícara sonrisa y volvió a besarme, esta vez en los muslos… las piernas… demonios! Me estaba torturando con sus besos suaves y dulces… y tan lentos!

Por fin tuve un poco de claridad en mi turbada cabeza y lo que hice fue abalanzarme sobre la pelirroja que me hace delirar y empezar a tocar con caricias delicadas todo, su rostro, su cuello, sus brazos, cadera, vientre… ella en respuesta puso su rodilla cerca de mi sexo… empezó a frotar lentamente…

-Ginny… si… más rápido… siii, ahhh, Ginny… Te…mmm… amo… - ella solo sonrió y empecé a sentir como ella se iba desvaneciendo lentamente….

-Hermione, Hermione, despierta…  -me despertó Harry y yo aún estaba vestida y recostada en el campo de Quiddich, bastante excitada, jadeando y preguntándome que rayos pasa…  -¿Sabes cuál es la ventaja de las mujeres? – pregunto viéndome a los ojos y tomando delicadamente mi mano – que al tener ese tipo de sueños, nada te delata, si fueras un chico sería bastante… evidente

Sonrió ligeramente y añadió – te aconsejo y busques hechizos para insonorizar la habitación mientras duermes… todos estábamos muy preocupados por ti… ah! suerte que yo te halle, hubiera sido complicado explicarle a Ron o a Ginny porque decías, no mejor dicho gemías su nombre de esa manera…

 

Notas finales:

Y bien, que les parecio???


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