La voz que salía de la pequeña radio de pilas sonaba más que monótona, y es que solo transmitía la misma información desde hacía tres meses y medio, el descubrimiento de otro cuerpo sin identificar, en ese momento daban las especificaciones físicas, seguido del mismo comentario de la policía... "tomar precauciones, no salir a menos que fuera necesario, tener buenas provisiones de comida y agua y que estaban trabajando duro para parar toda esta locura".
Si, lo mismo desde hacía todo ese tiempo... los primeros días se tenía fe en que la policía averiguara y detendría lo que sea que pasaba... pero ahora un aura de pesimismo se había instaurado en la ciudad entera como una niebla, pues había empezado lentamente, hasta que cubrió todo y a todas a su paso, y no había señales de que se disipara.
Al principio había sido todo muy confuso, desapariciones esporádicas de gente al azar, asesinatos más que brutales, avistamientos fantásticos r imposibles, luego el caos, la gente no salía para nada de sus hogares, robaban a lo salvaje las tiendas y entre ellos mismos, se agredían buscando así desquitar su miedo e impotencia ante algo que no podían entender.
Esto duró dos meses, por ultimo vino la "calma", ya nadie se molestaba en ir a trabajar, la mayoría de los comercios habían sido saqueados y lo que era peor, los hospitales ya no atendían y por supuesto no había medicamentos.
Si, la situación era más que precaria, era todo desesperación y medo... sobre todo de miedo.
Familias rotas, amigos traicionados y parejas separadas. Llanto, de impotencia, ira, temor era lo que más se escuchaba en las calles.
Y eso era lo que se oía en ese departamento, que en un tiempo fue cálido y luminoso, pero que ahora era frío y lúgubre.
En un rincón cerca de la pequeña radio se encontraba la fuente de tan penoso sonido; él estaba prácticamente desecho, lo que en un tiempo fue una persona capaz y tenaz, ahora era solo alguien con el alma rota, derrotado, cansado y sobre todo solo.
La radio volvía a transmitir el boletín del descubrimiento de otro cuerpo, contuvo su llanto para escuchar las descripciones; no de nuevo no concordaba. Reanudo sus sollozos abrazando sus piernas contra su pecho y apoyando su cabeza en sus rodillas, se preguntó cuánto tiempo más tendría que permanecer aferrándose a una esperanza que lo lastimaba pero que al mismo tiempo lo mantenía con vida.
Pero lo que si sabía era que estaba llegando a su límite, tendría que salir, no solo para buscarlo si no también para reabastecerse de provisiones, ya casi no tenía agua.
Aunque si salía no tenía la mas mínima idea de adonde dirigirse, había escuchado rumores de que había un mercado negro en el mero centro de la ciudad, pero no tenía nada que intercambiar.
Empezó a dolerle la cabeza, no sabía si era por la fala de sueño, de alimento o por el propio llanto. Levantó la cabeza y la recargo en la pared respiró hondo para calmarse y comenzó a sentir como le pesaban loa parpados y antes de cerrarlos posó su mirada en un arrugado periódico que ya comenzaba a amarillear, el encabezado rezaba lo siguiente:
"Hospital cierra con inconclusiones"
Las autoridades al desconocer el caso, cierran el hospital central repentinamente... Las extrañas desapariciones y muertes ahí ocurridas dieron alguna explicación lógica para los investigadores, se especula acerca de una rara enfermedad pero de esto no se ha confirmado nada; por esta razón se decidía clausurar el hospital con los internos según información de los investigadores...
Enseguida de la nota se daba la lista de nombres de los cuales uno resaltaba como si hubiera sido escrito en negritas y había sido la mención de ese nombre la causa de todo su dolor, de que se le partiera el alma y de que estuviera en ese estado tan lamentable.
"Desaparecidos"
Sumo Keichiro
Asataka Daio
Muri Yomi
Kusama Nowaki...