╬ k8; & ╬ k8; & ╬ k8; & ╬ k8; & ╬ k8; & ╫· Beso Robado ╬ k8; & ╬ k8; & ╬ k8; & ╬ k8; & ╬ k8; & ╫
Serán besos robados, tus besos soñados,
adivinados, tus labios deseados.
Serán besos robados, adivinados,
y así sentidos, tan imaginados.
BESOS ROBADOS-STEPHANIE CAYO. Fragmento
Cuando tocaron en la puerta de su casa, nunca imagino encontrarse con su amiga de la infancia y anteriormente vecina Sakura-chan. De quien hace seis meses se había enterado que la habían internado en un grupo de rehabilitación llamado: “Deja atrás la ira y empieza a ser feliz”. Se había reído por el nombre tan extraño que recibía aquel grupo, pero si con ello su amiga mejoraría no lo comentaría más.
La invito a pasar y a tomar un té en la salita de su hogar. Total hoy tenía el día libre y su familia llegaría pasando las dos y media de la tarde, la compañía de Sakura le ayudaría para no aburrirse.
-¿Cómo van las terapias-ttebayo?-no supo si definir sus sesiones con terapias estaría del todo correcto. Pero para el eso eran: terapias.
-bien, ahora estoy en la parte donde me disculpo con los demás, para ser disculpada por mis arranques de ira-la rosadita bebió de su taza con la gran elegancia, que a pesar de todo, la ha caracterizado y que al parecer no había olvidado.
-¿enserio?-pregunto un poco sonriente, evitando reírse de su amiga-eso es bueno Sakura-chan, pero… que yo recuerde tu nunca me has hecho nada malo-ttebayo.-anuncio algo confundido, quizá alguna vez había presenciado los arranques de ira mal contenida de la Haruno, pero nunca lo había insultado o golpeado a él.
-bueno, eso…-la chica se puso nerviosa y bajo su mirada a la hermosa alfombra moquette de lana que adornaba la salita-¿recuerda la navidad pasada? En casa de Kiba y Shino-especifico, para que el rubio pudiera entender con claridad.
-claro-anuncio con una sonrisa el rubio, esa fiesta fue genial-Me encanto que todos nos deseáramos lo mejor con gritos, fue estupendo-ttebayo.
-a ti siempre te ha gustado ser escandaloso-susurro media molesta Sakura-bueno, cuando apagaron las luces, yo…-Naruto le miraba expectante a que su invitada continuara su relato-yo… bese a tu esposo-espero la reacción del rubio, levantando la mirada.
-¿Qué…?-fue lo único que pudo articular el ojo azul.
-¡Pero quise alejarme en cuando me di cuenta de mi error! ¡Él no me lo permitió pues me rodeo la cintura y metió su lengua en mi boca!-aclaro sin conciencia de lo que decía-¡te juro que no duro más de cinco minutos!
-creo que… nadie tiene la culpa-ttebayo, fue un error, ¿verdad?-pregunto aun en shock, tratando de entender lo que su amiga le contaba.
-si eso fue-sonrió complacida la mujer-me siento mejor-sonrió satisfecha y suspirando-será mejor irme, aún tengo personas a quien visitar-sonrió levantándose del sofá y caminando en dirección a la salida-aún tengo que buscar a Sasuke-kun para sincerarme con el-sonrió saliendo rápido al ascensor.
-¡espera Sakura-chan!-pido Naruto al comprender que la mujer ni siquiera lo había dejado acompañarla a la salida-aun es más despistada que yo-ttebayo.-sonrió con pena, pues esa inocencia que a él le atribuía a su amiga le era más una maldición, no era que fuera inocente, Sakura rayaba en la… estupidez más que en la ingenuidad.
Miro con detenimiento el reloj digital que se mostraba en el mueble de la televisión y suspiro con cansancio.
-¿Qué cocinare?-se preguntó dirigiéndose a la cocina, tratando de olvidar la reciente conversación que tuvo con Sakura, sin mencionar que a pesar de querer prestarle su total atención no pudo escuchar lo último que le dijo. Se encogió de hombros y comenzó a picar verdura.
Exactamente las dos en punto, la puerta de la entrada del departamento se abrió dando paso a dos voces que reconocería al instante, que anunciaban su llegada al departamento. Cuando se asomó para recibirlos, pudo ver la imagen más gratificante que en su vida hubiera imaginado. Sus dos hombres descalzándose para colocarse las pantuflas hogareñas y sonriéndole de medio lado.
-¡oto-chan!-el más pequeño se lanzó a abrazarlo como cordial saludo. Ese pequeño era la copia en miniatura del mayor. Era idéntico a su padre, desde ese cabello negro azulado, hasta esa media sonrisa de prepotencia por la que se caracterizaba su esposo.
-estamos en casa dobe-anuncio su esposo, caminando hasta su altura y con la intención de darle un pequeño beso que el ágilmente esquivo colocándose a la altura de su pequeño.
-Ritsu, ¿Por qué no vas a cambiarte, te lavas y bajas a comer?-ofreció con una encantadora sonrisa el único rubio presente-hoy hice tu comida favorita-ttebayo.
El menor asintió, caminando en dirección a su habitación, dejando solos a los dos mayores. Aun esposo sorprendido por la acción de su pareja, mientras el rubio, ojos azules miraba por donde su pequeño había desaparecido.
Naruto sin realmente querer iniciar una pelea mientras su tesoro podría bajar en cualquier momento, se acercó a su esposo para besarle castamente la mejilla.
-ve también a lavarte-ttebayo, servirse la comida-anuncio con intención de retirarse a la cocina para comenzar a servir, pero la mano que el apreso su muñeca se lo impidió.
-¿Qué sucede?-pregunto Sasuke, mirando con enfado a su esposo.
-hablaremos después, suéltame-pidió tratando de soltarse del agarre que solo se intensifico-¡Sasuke!-le hablo tres tonos más alto, pero sin llegar gritar-me dejaras una marca-ttebayo-pero el agarre de Sasuke no cedía, mientras que su ceño se iba frunciendo cada vez más ante la actitud evasiva de su consorte.
-¿oto-chan?-llamo el pequeño desde el último escalón. Interrumpiendo la inevitable discusión que iba a comenzar.
-¿Qué sucede?-en esta ocasión si grito, para que su pequeño supiera que lo escuchaba.
-no encuentro el pantalón de mezclilla, ¿Dónde está?-su voz se escuchaba cada vez más cerca. Así que con rapidez Naruto se soltó del agarre de su esposo, que simplemente cedió con un bufido de enfado y se encamino a su habitación, pasando junto a su niño sin mención de alguna palabra-¿oto-san está enfadado?-pregunto una vez cerca de su oto-chan.
-ya sabes cómo es de gruñón tu padre-le sonrió restándole importancia a la actitud arisca de su ojos negros mayor-¡Vamos a buscar ese pantalón-ttebayo!
La cena ya estaba servida en aquel pequeño comedor que usaban con regularidad. Al ser solo tres habitantes, tanto como para Naruto y el resto de la familia era más cómodo convivir sin mencionar que así Naruto no tendría que limpiar el enorme comedor que solo usaban en ocasiones especiales. Lo inusual aquella tarde, era ver que los mayores no se comportaban como de costumbre.
Ritsu no veía a su oto-san tomar la mano de su oto-chan como en algunas ocasiones le veía hacer o ver sonrojarse a su rubio padre como cuando su oto-san le acariciaba la pierna por debajo de la mesa, ¡por qué lo había descubierto! En una ocasión, se había asomado por debajo de la mesa justo cuando su oto-chan se empezaba a sonrojar, como toda curiosidad de un niño de su edad, entonces vio la pálida mano de su padre acariciando la pierna de su papi. El solo había sonreído al ver que sus padres se trataban con tanto amor.
Incluso podía presumir con sus amigos que eran una feliz familia, donde sus padres solo reñían en contadas ocasiones y por lo general siempre era por los “Genes posesivos Uchiha” que según su oto-chan siempre habían sido los motivos de sus constantes peleas cuando de novios con su oto-san. Pero incluso el entendía a su varón padre, pues su inocente oto-chan no se deba cuanta de las miradas que otros varones posaban sobre él.
Recordaba que en una ocasión, cuando compraban lácteos en el supermercado, un hombre se le acerco a su oto-chan para “ayudarle” a elegir mejor los productos. Aquel día su oto-san no había podido llevarlos pero les había jurado que si esperaban una hora y media más los podría llevar, el problema era que si esperaban ese tiempo la tienda serraría y eran urgentes la despensa en casa. Así que su rubio padre había convencido al mayor de piel pálida para que los dejara ir y el solo los recogiera, Sasuke no se pudo negar, pero le había encargado especialmente a el que no permitiera que algún varón se le acercase a su oto-chan. Por eso cuando aquel hombre se le acercó con aquella mirada nada buena a su oto-chan, él se colocó junto a su papi y le había tomado de la mano, demostrándole a aquel hombre que ese rubito ya tenía familia. ¡Pero no se esperaba que el tipejo le acariciara la cabeza y citara: ‹‹”que niño tan guapo. No me molestaría tenerte como hijo››! Y su oto-chan solo había sonreído como un sol y había respondido que era un hijo maravilloso. ¡Aquel hombre solo se alboroto más! Pero la llegada de su oto-san había salvado a su papi, que al verlo le sonrió olvidando a aquel vendedor por completo.
Lo que más le había satisfecho, fue ver la mirada a terrada de aquel varón cuando su oto-san le había advertido, con solo una mirada, que si se volvía a acercar a lo que era suyo no viviría para contarlo. Dos semanas después, cuando regresaron al área de lácteos, el vendedor había cambiado por un lindo doncel de cabello castaño.
Por eso era que ahora no entendía la actitud de sus padres. Por un lado Sasuke haría cualquier cosa por su papi Naruto, pero ahora se comportaban como dos completos extraños. Sin dirigirse la palabra, pero también como todo buen Uchiha sabía que no debía meterse en problemas de adultos, más aun en problemas de sus padres, pues sabia como terminaban sus reconciliaciones.
Se sonrojo al recordar que en una ocasión, al querer hablar con ellos para que después de dos días se volvieran a hablar. Los había encontrado en el cuarto de lavado comiéndose a besos y a su oto-san sin corbata ni playera, queriendo bajar los interiores de su oto-chan que sin pantalones estaba con las piernas abiertas acunando a su oto-san y sin pantalones, encima de la lavadora. Aquella escena le había costado semanas para olvidarla. Ya no era un niño que no supiera como se hacían los bebes, pero de eso a… encontrar a tus padres en aquella posición era diferente.
Sabia, gracias a su tío Itachi y a su propio oto-san, que siendo un Uchiha tenía la habilidad de madurar y entender algunas situaciones más rápido que un chico normal de su edad. Su oto-chan le había dicho que se tomara todo con calma, que su padre y tío solo eran unos prepotentes y presumidos Uchiha que se sentían orgullosos de ser más inteligentes que otras personas, que por eso eran unos arrogantes-amargados-idiotas. Pero él ya había notado la diferencia entre sus habilidades y la de sus compañeros, así que por su cuenta estudiaba en la mini biblioteca que su padre le había instalado en su habitación.
Era por eso que ver a sus padres a punto de hacerlo en el cuarto de lavado no le había caudado curiosidad. Pero aun así n podía evitar sonrojarse al recordar las piernas de su oto-chan y a su oto-san tan concentrado besando el cuello de su papi.
-cariño, ¿estás bien?-escucho como su oto-chan le llamaba-¿tomaste tu medicamento? No quiero verte de nuevo enfermo-ttebayo.
-estoy bien oto-chan, no te preocupes-le sonrió al rubio, que asintió con una sonrisa y le acaricio con suavidad el cabello.
-¿Cómo te fue en la escuela?-pregunto Sasuke, que bebía el agua simple en aquel vaso de cristal.
-bien-sonrió recordando que había sido el primero de su clase como siempre.
-bien no es suficiente, tienes que ser el mejor Ritsu-indico volviendo su mirada a su plato, donde ya no había más de aquel jitomate relleno que había cocinado su esposo-Naruto…-y estaba dispuesto a repetir platillo, pero el rubito le interrumpió.
-no puedes exigirle eso Sasuke-le miro con reproche-no me gusta que lo trates de esa manera, ya lo habíamos hablado-ttebayo.
-es un Uchiha, tiene que ser el mejor, no solo bueno y él lo sabe-contesto con molestia, ¿Qué traía Naruto contra él? Primero no le recibía su beso, después se portaba como un completo extraño y ni siquiera le había llamado “Sasu” como solía hacerlo.
-¡no solo es un Uchiha!-Naruto se levantó de la mesa, golpeado con la palma de sus manos la mesa-sabes que odio que hables de esa forma, ¡¿Por qué eres un Uchiha está bien hacer lo que se te plazca?!
-¿De que estas…?
-¡Me dijiste que no querías tratar a tu hijo como lo hizo tu padre! ¡Pues sorpresa!-anuncio con burla-¡lo estás tratando igual!-Naruto pensaba discutir aquello con Sasuke en privado, pero mientras comía no podía dejar de pensar en lo que Sakura le había dicho por la mañana. Pero aquel comentario de parte de Sasuke le había sido la gota que derramo el vaso.
En realidad, sabía que estaba haciendo mal y que se estaba comportando de una forma incoherente y estaba completamente seguro de eso. Pero… ¡Demonios! Sasuke siempre le exigía que el platicara todo lo que había hecho en el día, desde a qué hora salió, hasta de que sexo era el chofer el autobús que había tomado para llegar a casa. Desde que eran novios en la universidad, Sasuke había demostrado su posesividad y sus celos, en ocasiones se le hacía tierno que Sasuke de vez en vez se molestara porque algunos de sus amigos le abrazaban o besaban la mejilla. Era pero cuando Gaara se le acercaba, pues el Uchiha apostaba su vida a que ese pelirrojo estaba enamorado de él y un tiempo fue así, pero Gaara encontró al simpático Sai, al que amaba como Sasuke lo amaba a él.
Pero cuando se casaron, los celos de su esposo habían llegado incluso a contagiarse a su pequeño hijo, admitía que era un despistado en miles de ocasiones y más aún al tratarse de ese tipo de temas –amor–, ¡incluso para Sasuke fue difícil su confesión! Recordaba que la primera vez que Sasuke le había dicho que lo quería, él se le abalanzo en un abrazo al cuello y le había dicho que también lo quería, que eran como hermanos. No sabía con exactitud cómo se sentía Sasuke en aquellos momentos, pero debió haberle dolido mucho como para que no le hablara en las siguientes dos semanas. Pero el orgulloso Uchiha no había aguantado más que eso, cuando se volvieron a ver, Sasuke se le abalanzo para besarlo y dejarle bien en claro de qué forma lo quería.
Después de aquello, siguieron sus estudios como novios oficialmente y Sasuke era tan posesivo con el que incluso algunas materias que podían compartir, siendo optativas para el pelinegro, las habían cursado juntos. En aquel entonces nunca llego a pensar realmente en casarse con Sasuke, mucho menos formar una familia con aquel ser que era más que deseado por otros donceles o mujeres. Pero el pelinegro tenía todo planeado, pues el simplemente no concebía una vida son su adorado Naruto.
Fue en la fiesta de graduación de Sasuke –siendo el mayor que Naruto por un año– en donde su regalo había sido una noche completa de pasión y desenfreno. Fue aquella ocasión en la que por primera vez Sasuke no había usado preservativo cuando se corría en su interior y siendo el tan despistado había olvidado tomar alguna pastilla. Fue ese día en que la concepción de Ritsu fue hecha, estaba inmensamente feliz que solo le faltaran dos meses para graduarse y no tendría que dejar la escuela por aquel solecito que ya crecía en su interior. Lo extraño de aquello, fue que mientras Naruto se encontraba sorprendido de su embarazo, el Uchiha ya se encontraba comprando ropita y juguetitos para su primogénito.
Cuando se había enterado que Sasuke había planeado aquello, se enfadó tanto que había amenazado al padre de su niño con no dejarle ver a su bebe y mucho menos que el niño no nato se enterara de su existencia. ¡Con Naruto Namikaze nadie jugaba! Fueron días incontables en los que el azabache le visitaba rogando por su perdón, noches enteras en las que se había dado cuenta que la falta de Sasuke en su vida era inimaginable… y se dio cuenta que Sasuke era su vida.
Cuando perdono a Sasuke, este le había pedido matrimonio y le había jurado que no mentiría más y que cualquier cosa que quisiera hacer, primero lo consultaría con él. Al mismo tiempo que también le juraba fidelidad y amor eterno.
Por eso era que ahora no entendía como era posible que Sasuke le estuviera mintiendo sobre aquel beso, que seguramente había planea, pues para besar a Sakura debía encontrarse cerca de la susodicha y saber le momento exacto para atacar los labios de la pelo rosado… ¡arrgg!
Azoto la puesta de la habitación con toda la fuerza que su coraje le atribuía.
-maldito bastardo-susurro deteniéndose frente a la cama matrimonial que compartía con Sasuke-y esa noche se atrevió a pedirme “hacer el amor” ¡Hipócrita-ttebayo!
-¿Qué te ocurre dobe?-escucho la voz de su esposo, que entraba a la habitación cerrando con pestillo la puerta-desde que llegue has estado actuando extraño y no me gusta-a pesar de querer hablar con calma, su voz se escuchaba con un toque de reproche.
-¡pues si no te gusta debiste haberlo pensado antes de besar a Sakura-chan!-Naruto se giró para encarar a su esposo-¡¿creíste que no me enteraría-ttebayo?!
-¿besar a Sakura?-pregunto confundido el azabache-jamás he hecho eso dobe. ¿Por eso tanto alboroto?-pregunto con una sonrisa de lado y un tono de arrogancia.
-¿por eso…? ¡Tú bastardo!-a Naruto le saltaba su parado izquierdo-¡Así que admites haberla besado!-afirmo con burla-¡y yo que pensaba que la víctima eras tú! ¡Creí que me dirías todo lo que planearas! ¡Aun si planeabas besar a Sakura-chan-ttebayo!
-¡yo no la bese!-por primera vez Sasuke se acercó a Naruto y lo tomo por los hombros-¡hace más de cuatro o cinco años que no la veo!
-¡mentiroso!-Naruto trato de sacarse de encima al azabache-en la fiesta de Kiba y Shino, ella estuvo presente y fue ahí cuando la besaste-ttebayo. ¡ella me lo dijo así que no lo niegues!
-¿en la fiesta de…?-y como olvidarlo, si la mayoría delos barones ahí presentes no le quitaban la mirada de enzima a su rubio esposo-dobe-sonrió abrazando por los hombros a su baka Naruto-si no lo recuerdas, esa noche no me despegue de ti ¡Todos te miraban como el postre de la cena! ¡Incluso cuando se apagaron las luces te secuestre para traerte a casa! ¿No lo recuerdas?-pregunto a su esposo que al instante se tensó. Entonces sonrió besando la cabeza rubia de su adoración-lo olvidaste ¿verdad?
-Sasu…-susurro avergonzado Naruto, alejándose un poco del pecho de su esposo solo para mirarle directo a los ojos-¿enserio no besarías a nadie más? Se que si lo quisieras me lo dirías y yo estaría dispuesto a permitirte que experimentaras en otro labios…
-pero que estás diciendo Naruto…
-¡llevamos doce años de casados! ¡Por dios Sasuke incluso yo veo a otros varones!-Naruto hizo un tierno puchero desviando al mirada avergonzado-pero eso no significa que te sea infiel, ¡pero lo hago! ¡¿Por qué tu no-ttebayo?!
-eso es fácil cariño-Sasuke sonrió ante la tierna confesión de su querubín, bajando sus manos a las caderas de su esposo atrayéndolo más asía si-por qué te amo más que tú a mí. Siempre ha sido así, me miras te miro y todo es para siempre, eso es lo que siento cuando despierto a tu lado. Desde los pies a la nariz nunca pensé en llegar a amarte así y no hay tiempo ni espacio que me haga renunciar a ti pues una vida no es suficiente para demostrarte cuanto te amo. Poco a poco descubrí que era tú lo que faltaba en mí y sabes que desde enero a diciembre mi atención es para ti, eres mi todo y no cabe duda que siempre ha sido así. Te amo más de lo que imaginas.
-lo siento Sasu…-los pequeños espasmos e hipos que salían del cuerpo de Naruto alertaron a Sasuke y le beso la frente tratando de consolarlo-me enoje que no me hubieras contado algo como lo aquello, pero debí analizar mejor las cosas que me decían-ttebayo…-se llevó sus manos a los ojos para limpiar sus jemas azules, del llanto-y siento no quererte tanto como tú a mi…
-no importa, si me quisieras tanto como yo a ti, jamás saldríamos de la habitación-beso de nuevo al frente de su doncel y corgo aquel menudo cuerpo para que le abrazara por la cintura-¿y cómo es aquello de que miras a otros varones?-escucho la risueña risa de su rubio, mientras las manos triguellas jugaban con sus mechones azulados.
-quizá porque mi esposo no me satisface en la cama-ttebayo…
-¿así?-pregunto el mayor, recostando a Naruto en la cama, comenzando a besar el cuello del ojos azules que ahora le desabrochaba la playera.
-si…
-ya veremos…
Hacia un rato que su padre había ido a ver a su oto-chan a su habitación. Le preocupaba que estuvieran aun discutiendo, sabía que su padre no se atrevería a ponerle una mano encima a su papi, bueno en signo de violencia porque… negó rápidamente con la cabeza y se encamino por el pasillos del segundo piso a la habitación de sus padres, pero antes de siquiera girar el pomo se sonrojo.
-¡Ahh! ¡Sasu…! Hum…
-Naru… más… ¡ah! Rápido…
-será mejor no molestarlos…-escucho el rechinar de algo dentro, así que más sonrojado que antes, desidia alejarse de aquel lugar. Pensando que ya había descubierto de donde provenía aquel rechinido que en ocasiones por la noche escuchaba.
Sonreía entre los brazos de su esposo, que lo mantenía a su lado con una de sus manos cernida a sus caderas. Sonriendo a sus amigos que brindaban con ellos por la noticia que acababan de darles, mientras que Ritsu sonreía como todo un Uchiha, presumiéndoles a sus primos la nueva noticia.
Escucho el timbre sonar y se dirigió a él, no sin antes besar a su azabache esposo.
-ahora vuelvo-se encamino a la puerta, que al abrirla se encontró con la pelo rusa que le sonreía con nerviosismo-¿Sakura-chan-ttebayo?
-la última vez se me olvido preguntarte el paradero de…
-Naru, amor ¿Quién es?-pregunto Sasuke, acercándose a la puerta y abrazando celosamente a su esposo por la cintura.
-¡¿Tú no te cásate con Lee?!-pregunto sorprendida la pelo rosa, mirando como Sasuke abrazaba a Naruto.
-llevo doce años casado con Sasuke-entonces Naruto abrió los ojos sorprendió ante lo que acababa de descubrir-¡¿Besaste al cejotas-ttebayo?!
-creí que era tu esposo…-susurro decepcionada Sakura-será mejor que me vaya, ya no puedo confesarme a Sasuke-kun-suspiro con cansancio, pero antes de dar media vuelta los miro con arrepentimiento-utilice su casa por una noche cuando salieron de vacaciones en febrero.
-no salimos de vacaciones en febrero-sao de su equivocación Sasuke a Sakura.
-¡Rayos!-se llevó una mano a su frente golpeándola y retirándose de aquel lugar.
-pobre Sakura-chan…-susurro Naruto, recargándose en el hombro de su esposo, ambos viendo como Sakura tocaba en otro apartamento-entonces al final de cuantas ese beso robado, no fue tan robado ¿verdad-ttebayo?
-pero gracias a ese beso robado tenemos un nuevo miembro en la familia-anuncio Sasuke acariciando el vientre de Naruto.
-¿Por qué presiento que el que esa ocasión ya no tuvieras condones, lo planeaste?-pregunto risueño Naruto-¿no lo planeaste sin mi consentimiento, verdad? Y te aprovechaste de la situación-ttebayo.
-quizá si, quizá no-sonrió de medio lado Sasuke, besando al mejilla de su consorte-quizá también haya planeado que Sakura te contara sobre ese beso no robado, y tener como consecuencia a este lindo bebé.
-¡Sasuke…!-grito Naruto cerrando la puerta de su casa.