Caminé hasta la consulta de Tenshi junto a Kenta que había decidió acompañarme ya que no iba a poder solo con los dos pequeñitos llorando porque les dolía su bracito.
-Itsuki- Tenshi me saludo con un fuerte abrazo- no cumpliste tu promesa ni siquiera una llamada en estos dos meses
-lo siento, es que no he tenido mucho tiempo- contesté con mi cabeza baja- pero la próxima semana si o si salimos, ¿está bien?
-claro- miró en dirección a Kenta que lleva a Kahori en sus brazos-¿Yamasaki, verdad?
-un gusto- dijo saludándolo mientras dejaba a la pequeña en el piso
-entonces Kahori- tomo a la niña- tu vas primero ¿podrías sostenerla para que no se asuste?- preguntó mirando a Kenta, que hizo lo que le indico
Tenshi le puso la vacuna y Kahori comenzó a llorar con fuerza por lo que Kenta la llevo fuera para que no asustara a Ren.
-es necesario- comentó Tenshi al ver mi cara de tristeza por mi pequeñita- ahora Ren es tu turno
Puse al niño en la camilla y todo se volvió a repetir. Tenshi clavo la aguja en su pielcita y Ren comenzó a llorar. Tome a mi hijo y lo abrace tratando de que se calmara
-gracias Tenshi- me despedí rápidamente- te llamo uno de estos días y si no lo hago llámame tu está bien, con los niños a veces olvido cosas
-claro
Salí de la consulta. Kenta estaba en el estacionamiento jugando con Kahori que ya se había calmado un poco. Entramos al auto y volvimos a casa.
-parece que te llevas muy bien con Ishida- comentó Kenta mientras conducía
-es mi amigo de la infancia, claro que nos llevamos bien
-pero no se ven hace seis años, las cosas cambian
-bueno a veces el tiempo no cambia las cosas-contesté- tu y Hideki siguen siendo igual de cercanos, ¿por algo salen a beber todo los viernes, no?
-que estas tratando de decir
-nada-contesté fríamente y prendí el radio siempre que decía Hideki parecía que Kenta se ponía a la defensiva
Bajamos a los niños del automóvil y mientras Kenta hablaba por teléfono con su “amigo”, yo les daba de comer
-hoy voy a salir- comentó regresando a la sala
-¿vas a llegar temprano?- pregunte sabiendo la respuesta, ya se había hecho común que Kenta saliera los viernes con Hideki y llegara pasada la media noche
-voy a llegar antes de las diez- beso mi frente
-te espero- dije con mi cabeza baja- voy a buscar algo para limpiar la cara de Kahori- comenté y me levante del sillón. Camine hasta la concina y me quede ahí algo rato, detestaba que Kenta salieron con Hideki pero no tenia el valor de decirle algo, sabía que el solo negaría todo y luego me llenaría de besos para distraerme.
-¿estás bien?- preguntó acercándose a mi- te tardaste un poco y Kahori termino manchando todo su ropa con comida
-lo siento- dije tomando un caso de agua- es solo que me sentí un poco mareado
Sus ojos se abrieron de par en par
-¿no estarás esperando un bebe?- preguntó sin quitar su cara de pánico
-no digas tonterías, ya tenemos bastante trabajo con dos- dije caminando hasta la sala- un tercero no es algo que este en discusión
-pero para salir de las dudas sería bueno que te hicieras un examen-comentó preocupado
-Kenta no es nada de eso, estoy bien- volví a regañarle- mira como estas- tome a Kahori que tenía toda su papilla repartida por la ropa, vamos a darte un baño y a ti también- miré a Ren- Kenta puede ayudarme con los niños
-claro- tomo a Ren y me ayudo a meterlos a la bañera
Mis hijos jugaban alegremente con las burbujas mientras yo los lavaba, al terminar el baño les di su leche y los dejé viendo un programa de televisión que les gustaba
-¿ya te vas?-cuando vi a Kenta listo para salir. Afirmó con la cabeza- que te vaya bien
-nos vemos- dijo fríamente. Desde hace un tiempo que se estaba comportando de esa forma y yo tenía mis sospechas del porque
Los niños vieron su programa de televisión y luego se durmieron. Eran pasadas las diez y no había señales de Kenta, sabía que era una exageración de mi parte preocuparme, pero él dijo que iba a llegar a esa hora. Lo llame dos veces pero su móvil estaba apagado. Me quede a lo largo de la noche mirando el reloj y no aparecía, alrededor de las tres Kahori comenzó a llorar, me levante para volver a hacerla dormir, Kenta aun no aprecia y su móvil continuaba apagado.
-Itsuki- sentí un voz llamándome- vamos a la cama
-¿qué hora es?- pregunté mientras abría mis ojos y veía a Kenta junto a mí
-las nueve de la mañana-contestó ayudando a levantarme del sofá
-¿acaba de llegar?
-lo siento- dijo con su cabeza baja
-¿dónde estabas?- pregunté aun somnoliento-tienes olor a alcohol
-si, bebí un poco y me dormí en la casa de Hideki lo siento
-¿te divertiste?
No respondió. Me dejo en la cama y se levanto
-¿Dónde vas?- dije al ver no se recostaba a mi lado
-voy a darme un baño, tengo que ir a trabajar-contestó rápidamente
-pero tú no trabajas los sábados
-voy a bañarme- fue lo último que dijo antes de meterse al baño
-Kenta- trate de sostener su mano pero el ya se había ido- escondí mi cabeza en la sabana y me dormí con una opresión en mi pecho.
*
Habían pasado dos semanas desde ese incidente y parecía que Kenta me evitaba cada día más.
-muchas gracias Tae- le dije a la chica que hoy iba a cuidar a mis hijos ya que iba a salir con Tenshi- te agradezco tanto que uses tu día libre para esto
-no hay de que- dijo la muchacha que era la enfermera que me había ayudado durante el parto- le tengo muchos cariño a estos niños.
-aquí tienes las llaves, en la cocina están los números de emergencia y buenos creo que sabes todo eso
-no se preocupe Watanabe yo los cuidare muy bien-abrió la puerta y saco a los niños para llévalos al parque que estaba cerca del departamento- nos vemos luego
-cuídense- bese las cabecitas de mis hijos y cerré la puerta
Guarde un poco de dinero en mi billetera, saque una chaqueta y me dispuse a salir cuando el timbre comenzó a sonar
-¿volvieron tan pronto?-pregunté abriendo la puerta encontrándome con Hideki frente a mi
-Hola- lo miré confundido
-¿qué haces aquí?, Kenta no está en casa a esta hora
-eso lo sé- dijo entrando- vengo a hablar contigo
-no creo que tengamos nada de qué hablar- contesté a la defensiva
-tenemos muchas cosas de las que hablar- dijo mientras entraba a la sala como si tuviera todo el derecho de pasearse por mi casa- cambio muchas cosas de aquí ¿tu se lo pediste?
-yo no le pedí nada-contesté mientras miraba como se sentaba en el sofá- ¿qué quiere hablar?, los niños no están, pero van a volver en un rato más, así que habla rápido
-yo en verdad amo a Kenta- contestó enseguida mirándome directamente a los ojos – se que tal vez tú crees que lo quieres, pero eres un niño, yo a tu eres también creía que me había enamorado, pero solo fue algo pasajero, además debes estar confundido por tus hijos y…
-si viniste aquí a decirme que lo quiere más que yo pierdes tu tiempo- lo interrumpí
-solo vine a dejar las cosas claras, yo estoy enamorado de Kenta y volví para recuperarlo-
- ¿no has pensado en sus hijos?, en todo el daño que le vas a hacer a mis niños
-no tengo ningún interés en adoptar niños- dijo serio- Kenta quería tener hijos y ya los tiene, a los niños no les va a afectar más de lo que les puede afectar que les quiten un juguete, tienen menos de un año con suerte saben quién es su mamá
-¿no te importa arruinar mi familia?
-yo llegue primero que tu y los niños- se levantó- espero que entiendas que el que está en el corazón de Kenta soy yo y no tu
¿Como estas tan seguros de eso?- dije aguantándome las ganas de darle un golpe
-yo y Kenta hemos tenido una aventura desde hace más de un mes, recuerdas el día que llego pasado las nueve- dijo esbozando una sonrisa- esa noche tuvimos sexo, mas de una vez, y Kenta no hizo ni el menor esfuerzo en irse cuando le dije que eran las doce de la noche, de hecho se quedo a mi lado durmiendo pacíficamente
Lo miré con sorpresa, la sonrisa de Hideki se hizo más amplia al ver mi rostro
-sale de mi casa por favor- Dije guiándolo hasta la entrada
-esta es mi casa, yo y Kenta la cómpranos para vivir junto- contestó fríamente- tu solo eres una molestia que voy a sacar de aquí muy pronto
-¡SAL DE MI CASA!- grite. Me miró fijamente y salió dando un suave golpe a la puerta
Sentía como todo mi cuerpo temblaba, trate de contener las lágrimas con todas mis fuerzas mientras caí de rodillas en el recibido con un sentimiento horrible en mi corazón.