Shin había cumplido ya su tercer mes. Estaba mucho más grande que los gemelos a su edad y aun que los niños a veces hacían problemas porque le prestaba más interés a su hermano que a ellos lograba sobrellevar las cosas con los tres. Además siempre podía divertirlos haciéndolos posar ante la cámara para sacarles algunas fotos para mi madre y mi hermano que aun que ya había regresado a su cuidad parecía tener mucho miedo de que lo dejara solo por lo que me escribía al menos una vez cada dos días.
-Hola- le sonreí a una de las enfermeras ya conocida para mí- Vengo a buscar a Kenta ¿sabe si su turno ya termino?
-Debe estar en pediatría, ha tomado la costumbre de pasar por ahí antes de irse- contestó la chica guiándome hasta el lugar- Yo no debería dejarle entrar Watanabe pero hare una excepción por usted
-Muchas gracias- Me puse atrás de ella para seguir sus pasos mientras caminábamos
Estaba buscando a Kenta en su trabajo ya que habíamos quedado de salir al cine por incitativa de su madre, que estaba de visita en la cuidad y nos había convencido de que necesitábamos un tiempo a solas por lo que ella cuidaría a los niños
Llegue hasta donde me guio la enfermera y pude ver desde la ventanilla a Kenta en un rincón del cuarto junto a un niño que se encontraba acostado y lo miraba seriamente. El lugar tenía más de cinco camas pero solo esa estaba ocupada
-Hola Kenta- Entré a la habitación y me acerqué hasta ellos- ¿Él es el niño del otro día, no?
-Itsuki ya llegaste- se levantó y me saludó con un beso en la mejilla- él es Satoshi- Contestó mirándome serio- no deberías estar aquí
-lo sé pero la enfermera me dejo pasar- me puse en los pies de la cama y le sonreí al pequeño- no sabía que tenías algo que ver con pediatría
-no lo tengo- miró al niño el cual fijó sus ojos en mi- Pero Satoshi está solo, como veras es el único niño en la unidad de pediatría
-Ya veo, ¿debe ser aburrido estar aquí, verdad Satoshi?- el niño no hizo ninguna expresión y solo me siguió mirando- Creo que no le agrado
-No es eso Itsuki- Kenta me miró preocupado y tomando mi mano me hizo levantarme- Iremos hablar un poco Satoshi volvemos enseguida
Salí sorprendido al lado de Kenta sin entender muy bien porque hacia eso
-¿Que paso?, ¿tan malo fui?- Pregunté ya fuera de la habitación
-No es eso Itsuki, Satoshi no habla- dirigió su cabeza hasta la ventana desde donde se veía el niño- Después del accidente que tuvo no volvió a decir palabra alguna, solo se comunica con señas, la psicóloga dijo que eran efectos postraumáticos
-¿Que le ocurrió?- lo miré preocupado- ¿qué tipo de accidente tuvo?, se ve bien
-Hace un mes su madre y el tuvieron un accidente en bus- bajó su cabeza y la tristeza invadió su rostro- Él era hijo de unas de mis pacientes- lo miré sorprendió- Su madre falleció en el accidente, Satoshi no ha vuelto a hablar desde el día que le dijeron que su madre había muerto
-¿Y su familia?
- No tiene familia
-Todos tenemos familia- dije serio- ¿y sus abuelos?, ¿su padre?, ¿tíos?, ¿algo?
-Los abuelos vinieron a ver los papeles para el funeral de su madre pero no se harán responsables del niño
-¿Entonces que pasara con él?- Observé al niño desde la ventana y volví mi mirada a Kenta- no se puede quedar en el hospital para siempre
-Lo llevaran a un orfanato cuando ya esté bien- Contestó sin mirarme- Es lo único que pueden hacer ya que no hay familiares que se hagan cargo
-Pero Tenshi me dijo que a los niños más grandes es difícil que los adopte- bajé mi cabeza sin querer mirar al niño- Eso significa que él…
-No podemos hacer nada Itsuki- Podía notar que Kenta tampoco estaba feliz con eso pero era verdad no teníamos nada que hacer- ¿Nos vamos?
-¿Irnos?- Pregunté sin levantar mi cabeza- ¿No podemos quedarnos un poco más de tiempo?
-Claro- abrió la puerta del cuarto y me hizo entrar junto con él- ¿Satoshi nos podemos quedar un poco más?
El niño afirmó con su cabeza y con timidez nos indicó que nos acercáramos. Le sonreí a Kenta y me fui a sentar a su lado con más confianza
-¿y que hacen con Satoshi cuando están juntos?- Pregunté sorprendido de que los dos se quedaran en silencio. El niño pareció entenderme y me entrego un cuento- Así que Kenta te lee- Afirmó con su cabeza y me indicó una historia en específico
-Esa es su favorita- comentó Kenta abriendo el libro en la página donde comenzaba la historia
-No soy tan bueno como Kenta leyendo historias pero hare mi mejor intento- Miré el libro y comencé a leer tratando de simular las imágenes.
Estuvimos con Satoshi hasta que llegó la enfermera para darle su comida y un poco, bueno en realidad muy enfadada nos dijo que nos debíamos retirar de la habitación.
Nos despedimos de Satoshi y al igual como lo habíamos planificado fuimos ver una película, cosa que no habíamos hecho desde que había estado esperando a los mellizos y nos quedamos en un lujoso hotel
-esto no se parece mucho al hotel en el que tuvimos nuestras primera vez- Comenté mirando cada uno de los detalles.
El lugar era hermoso, la cama estaba perfectamente decorada con pétalos, habían un aroma exquisito y la luz de la cuidad que se colaba entre las cortinas creaba un ambiente mágico. Una maravilla comparado al hotelucho de mala muerte de esa noche donde concebimos a los gemelos
-Claro que no, este es el hotel que se merece mi prometido- Besó mis labios mientras me guiaba hasta la cama- Me gustaría poder borrar todo eso, arruine tu primera vez y…
Lo callé con un pequeño beso seguido de una enorme sonrisa
-Ya hablamos de esto antes- Desabotoné los primeros botones de su camisa- Yo no quiero olvidar nada de eso Kenta, es parte de nuestra historia, nuestra extraña y singular historia
-Debes admitir que soy muy certero, una sola vez y te deje son dos gemelos hermosos
-Una sola vez que por suerte no fue la última- Me tire más atrás en la cama mientras lo tentaba mordiendo mis labios- Dejémonos de hablar y vamos a lo que vinimos
-¿A descansar sin que uno de los niños llore o se vaya a dormir a nuestra cama a mitad de la noche?
-Exactamente- lo abracé por el cuello y volví a besarlo- Aunque si lo piensas sería un desperdicio rentar una pieza tan elegante solo para dormir
-Finalmente estamos de acuerdo- tiró lejos su camisa y me acorralo en la cama- ¿Crees que podríamos encargarle a la cigüeña el cuarto esta noche?
-Ni en sueños- Rebusqué en mi bolsillo y encontré lo que buscaba- Te conozco y estoy seguro que me ibas a decir que lo habías olvidado- Le entregué el condón con una enorme sonrisa- Traigo más así que no te servir de mucho decir que lo rompiste
-Está bien, está bien lo usare, pero ahora déjame hacer lo que me gusta contigo- Besó mi cuello y fue bajando acorde desabotonaba la camisa- Te amo
No respondí, pero sabía que el entendía por mis gestos y suspiro que yo también sentía lo mismo. Me miro a los ojos y se relamió los labios antes de meter una de sus manos bajo mi pantalón y dirigir sus labios hasta mis pezones mordiéndolo y succionándolo levemente. Kenta sabía exactamente donde tocarme.
Mordí mis labios mientras cerraba mis ojos para contener los gritos. Mis manos se presionaban con fuerza en las sabanas y mis piernas se abrían más y más con cada toque de Kenta. Mi cuerpo respondía automáticamente buscando que los toques fueran cada vez más íntimos.
-No hay necesidad de morder tus labios, aquí no están los niños- Besó mis labios larga y apasionadamente, recorriendo cada parte de ella con la mayor ternura posible- Puedes gemir todo lo que quieras.
Le sonreí y tomando su mano bajo mi pantalón le indique que siguiera, esto ya se estaba convirtiendo en una tortura y quería acabar pronto con ella. Me quité la camisa y sin su ayuda baje mi ropa interior junto con los bóxer quería tenerlo dentro.
-No lo hagas lento- Lo miré a los ojos intentando trasmitir todo el deseo que sentía en ese momento- Te quiero ahora
-No tienes que desesperarte tanto, tenemos toda la noche para los dos- Levanto una de mis piernas y la besó desde la rodilla hasta la parte interna del muslo- No quiero apresurarme- Su boca se adentró en mi entrepierna y sin pensarlo mucho tomó mi miembro entre sus manos
-Kenta no hagas eso, ya te he dicho que me siento incomodo cuando lo… Mghnn…- Me estremecí cuando su lengua tuvo contacto con mi glande- Mghnn… Kenta ya dije que… Ah…
No me escuchó, solo se dedicó a pasar su lengua por todos los puntos sentibles de mí miembro mientras sus dedos intentaba meterse de a poco en mi entrada. Primero uno que poco a poco le fue dando espacio al segundo y luego al tercero, pero no podía sentir molestias por que la boca de Kenta se encargaba de darme un placer que me hacía olvidar todo lo que estaba pasando
-Kenta yo... aah…- Cerré mis ojos al venirme, por suerte Yamasaki ya había alejado su boca de mi cuando me corrí
-Sé que te encanta aun cuando siempre lo niegas- Abrió el condón y lo puso sobre su miembro para dirigirlo a mi entrada que ya estaba lista para recibirlo- Te amo
Volvió a besarme cuando entro en mí lentamente. Me aferré con fuerza de sus hombros y moví mis caderas para indicarle que podía moverse. Kenta me obedeció y comenzó un tortuoso movimiento que en cada embestida golpeaba mi próstata
-Más… más rápido- Pedí mientras lo besaba en el cuello y los hombros- No seas gentil, puedes hacer todo lo que quieras
Sostuvo mis caderas con sus manos y comenzó a embestir con ferocidad. Había pasado mucho tiempo desde que lo habíamos hecho de esa forma, con los niños siempre había que hacerlo de forma más suave para no despertarlos y sabía que para Kenta había sido muy difícil contenerse.
Envolví mis piernas en sus caderas para poder estar más unido a él, sabía que estaba próximo a venirme, pero quería estar un poco más sintiendo a Kenta. Me sostuve con más fuerza de él y mientras lo besaba tomé mi miembro y comencé a masturbarme hasta venirme entre nuestros abdómenes.
-Ya casi Itsuki- Kenta me besó con fuerza y dio una última estocada para salir de mí- Mghnn… Extrañaba estar contigo de esta forma
-Yo también- le sonreí y tomé mis pantalones para sacar los condones- ¿Quieres una ronda más?
-¿Estás seguro que puedes?- Me miró sorprendido
-Creo que podríamos hacer hasta una tercera ronda- Le guiñe un ojo y tiré los pantalones bajo la cama- Pero no me pidas más que eso, no voy a soportar mas
-Me conformo con tres rondas- Se volvió a acomodar entre mis piernas- Te amo
Lo atraje hasta mis labios y comencé a besarlo. Era adicto a Kenta y nunca me cansaría de tenerlo de esa forma.
*
Me desperté antes de mediodía Kenta ya había pedido algo para desayunar por lo que después de comer nos dimos un baño juntos, pagamos el hotel y regresamos a casa.
-Creo que voy a necesitar un poco más de descanso ayer no me dejaste dormir nada- Lo besé cuando estaciono frente a la casa sonriendo- Tal vez cuando venga mi madre en primavera podríamos pedirle que nos deje un tiempo a solas
-Sería bueno- Se quitó su cinturón de seguridad y miró el teléfono-De la clínica enseguida voy- Contestó el teléfono y mientras hablaba me indicó que entrara con la mano
-¿Cómo les fue?- La madre de Kenta me recibió expectante y con una gran sonrisa- ¿Disfrutaron su noche juntos?
-Todo estuvo de maravilla- le sonríe y caminé hasta mis hijos para abrazarlos- ¿Estuvo todo bien aquí?
-Claro, me tarde un poco en hacer dormir a Kahori porque estaba esperándolos pero cuando Kenta llamo y escucho su voz estuvo todo bien
Me sorprendió al saber que Kenta había llamado a su madre para despedirse de Kahori. Miré hacia el automóvil donde parecía seguir hablando con alguien y sonreí. Kenta me sorprendía cada día más siendo un excelente padre
-Me alegro- Besé la mejilla de cada uno de mis pequeños y tomé a Shin en mis brazos
Al tener a mis hijos tan cerca no podía evitar pensar en Satoshi, el pequeño ahora estaba solo sin nadie que lo protegiera y probablemente seguiría así el resto de su vida. Cerré mis ojos y abrace a mis hijos con fuerza.
Esperaba que mis pequeños jamás tuvieran que pasar por eso, y al menos sabía que si a mí me sucedía algo siempre tendría a Kenta y mi familia para cuidar de ellos. No podía evitar sentir pena.
Me levanté y observe que Kenta aún seguía hablando por teléfono. Me acerqué hasta la puerta para ver por qué tardaba tanto y vi algo que no me gusto. Simplemente no podía aceptar eso, no quería aceptar eso otra vez.
Me sostuve con fuerza del respaldo de la puerta, aun tenia a Shin es brazos por lo que debía ser cuidadoso y evitar actuar de más.
-¿Itsuki te sientes mal?- Preguntó la madre de Kenta acercándose a mi tomando a Shin en sus brazos
-No, estoy bien, es solo que…- No sabía que decir así que solo me levanté con cuidado y le sonreí- Creo que me duele la cabeza
-Ve a descansar querido
-Gracias- Bajé mi cabeza y subí hasta el cuarto diciéndome a mí mismo que solo era una confusión
Estuve un largo rato mirando el techo y pensando en cosas tontas. Bueno no eran tan tontas, pero ya no tenía caso pensar en ellas, Kenta estaba conmigo y nada nos volvería a separar, ya habíamos pasado por una horrible situación y la habíamos superado. Y aunque aún no recuperaba totalmente la confianza podría decirse que la herida poco a poco iba cerrando
-¿Itsuki, estas bien?- Kenta abrió la puerta y se sentó a un lado mío en la cama- Mamá me dijo que estabas un poco extraño, ¿necesitas algún medicamente o te duele la espalda?
-No, nada de eso, estoy bien- Le sonreí y me acerque hasta él- Te amo a ti y a nuestros hijos, gracias por hacerme tan feliz
-Yo también te amo- Entrelazó nuestros mano acariciando mi anillo con su dedo- Espero que el matrimonio no tarde mucho en legalizarse, me encantaría que todo el mundo supiera que somos una familia feliz.
-Yo también lo espero- Apoyé mi cabeza en su pecho y suspire- Sé que estaremos juntos por siempre
No podía pensar en estar lejos de Kenta, no ahora, no después de todo lo que habíamos pasado, era feliz con él y lo amaba más que antes. Solo el pensar como hubiera sido mi vida lejos de ese hombre me entristecía. Amaba demasiado a Kenta.
-¿Itsuki que pasa?- Levantó mi cabeza limpiando mis mejillas- ¿Por qué estas llorando?
Puse una de mis manos sobre mi mejilla y noté la humedad que no se detenía. Había comenzado a llorar sin notarlo al pensar en lo que oprimía mi pecho en ese momento
-Ámame solo a mí, mírame solo a mí, bésame solo a mí, hazlo solo conmigo- Lo miré a los ojos con un poco de desesperación y suspire- Yo soy solo tuyo, ¿puedes ser solo mío?
-Tu eres el único para mí- Limpio mis mejillas y me sonrió ampliamente- ¿Itsuki que pasa?
No respondí y escondí mi cabeza en su pecho sin querer mirarlo mientras las lágrimas seguían saliendo de mis ojos. No quería preguntar, tenía miedo a preguntarle pero era necesario
-¿Estabas hablando con Hideki, verdad?- Me obligue a dejar los rodeos y preguntar lo que quería saber- ¿por eso tardabas tanto?
-Sí, pero no fue nada- Parecía preocupado por mi actitud aunque su voz no era como antes, no buscaba evitar el tema ni se enfadó cuando lo nombre- solo me llamo para decirme que el correo había encontrado las cosas que le envié finalmente, que estaba bien, ya tiene novio y es feliz allí… Cree que al fin puede hablar conmigo y desearme felicidad sinceramente
-Así que era eso- Mordí su cuello de forma posesiva- No vuelvas a mentirme si se trata de él, no quiero más mentiras entre nosotros
- Solo no quería preocuparte, pero está bien no más mentiras- Besó mi mejilla con cuidado sin dejar de sonreírme- Sera mejor que bajemos antes de que mi madre se preocupe, es enfermera y en cualquier momento llegara con medicamentos para intentar curarte de lo que tengas
-Te amo- Lo besé una última vez y me levanté para bajar seguido de Kenta- Tenemos una familia muy bonita- Comenté al ver como mis hijos mayores jugaban con el bebé y le daban sus juguetes- Estoy feliz de tenerte conmigo
-Y no sabes cuándo agradezco yo cada día tenerte en mi vida- Entrelazó nuestras manos y beso mi cabeza- Y agradeceré aún más por cada día que pase
Me apoye en su pecho y sonreí observando la imagen frente a mí. Adoraba al hombre a mi lado y podía decir con seguridad que querría pasar toda mi vida junto a él.
Fin?