Pague el hotel y camine hasta la casa de Tenma no tenía ganas de verlo, pero necesitaba ropa limpia para el trabajo.
-¡Itsuki! – al abrir la puerta el fue lo primero que vi, tenía cara de preocupación- ¿estás bien?
-estoy bien- dije sin prestarle mucha atención - lamento molestarte pero vine a buscar mi cosas- camine hasta la habitación que compartíamos y tome una camiseta y un pantalón limpio.
-¿dónde estuviste anoche?
-en un hotel- conteste mientras buscaba unas zapatillas
-deberías haberme llamado estaba preocupado saliste precipitadamente y… - tome mi maleta y comencé a guardar mi ropa- ¿ya encontraste un lugar donde quedarte?
-no- saqué mis zapatos y los metí dentro de la maleta; por suerte no tenía muchas cosas -me quedare en un hotel mientras encuentro algún lugar donde ir.
-te puede quedar aquí
-nosotros terminamos, cuando una persona termina con otra no siguen viviendo juntos
-yo solo te pedí un tiempo, no hay necesidad de…
- un tiempo es lo mismo que terminar- contesté un poco enfadado, era inaceptable que pensara en que me quedaría con el después de lo que me había dicho- aun me quedan algunas cosas, pero no te preocupes te llamare cuando venga a buscarla.
-pero Itsuki…
-Lamento las molestias- tomé mi maleta y salí del departamento.
No me dolía terminar con Tenma, en redilad era algo que ya me veía venir, había sido lo mismo con mis antiguos novios, luego de un tiempo viviendo juntos se aburrían de mi porque no me sentía preparado para tener sexo con ellos. Mi idea era simple, si en realidad solo querían sexo no me quería así que no valían la pena estar con ellos.
Camine hasta mi trabajo con la maleta en la mano, al entrar a la tienda los chico hablaban animadamente sobre su noche anterior.
-buenos días- me saludaron los tres al unisonó
-buenas- salude dejando mis cosas en el piso
-¿te paso algo?-preguntó uno de ellos
-¿Por qué llevas esa maleta?
-tuve que irme del lugar dónde vivía y no tengo donde quedarme- contesté- quería quedarme en un hotel pero no creo que pueda pagar tanto dinero todo los días
-donde nosotros vivimos hay un cuarto disponible- comento uno de ellos- no es muy caro así que si te interesa después del trabajo podemos llevarte a conocer el lugar.
-eso sería estupendo.
Después de terminar de trabajar los chicos me guiaron hasta el lugar. Quede un poco sorprendido al ver el lugar ya que parecía estar en ruinas.
-no te dejes llevar por el exterior- me tranquilizó uno de los muchachos - las habitaciones no son de lujo pero no están tan mal
Entramos al lugar y los chicos me llevaron hasta uno de los tantos cuartos que había. No se veía tan mal, había una pequeña cama, un velador, una mesita y un closet.
-puedes guardar tu cosas, el administrador todavía no llega pero luego puede hablar con él sobre todo.
-muchas gracias- le sonreí; tenía claro que ms sonrisa era encantadora por eso siempre que necesitaba conseguir algo la utilizaba- ¿me podrían ayudar a guardar mi ropa?
*
Habían pasado dos semanas desde que había comenzado a vivir en ese lugar, según lo que me había dicho el administrador vivían solo hombres aun que nunca me había podido topar alguien más que los tres chicos que trabajan conmigo en la juguetería.
-¿Itsuki quieres ir a beber con nosotros?- preguntó el mayor del grupo.
-lo siento chico no bebo- me disculpe. Desde que me había emborrachado en ese bar y había acabado en la cama con un extraño me había prometido a mi mismo no volver a probar el alcohol- además, ¿no creen que es muy temprano para ir a beber?
-son las cuatro de la tarde es una bueno hora para beber- dijo uno de los chicos antes de salir.
Camine hasta mi habitación, tome una chaqueta y me dirigí a la clínica donde trabaja mi primo, desde hace una semanas me había sentido bastante mal y estaba casi seguro de la razón; estaba embarazado.
Era bastante raro que un hombre pudiera embarazarse, de hecho se concia poco casos en el mundo. Pero yo tenía la suerte de ser uno de ellos, suponía que no todos lo consideraban una suerte, pero mi madre siempre me había dicho que eso era un regalo.
Y ese regalo como lo había llamado mi madre da la razón porque me había negado tantas veces a tener sexo con mis novios, no quería embarazarme, pero el destino nunca había sido muy bueno conmigo y al parecer iba a tener un bebé un completo extraño con el que había tenido mi primera relación sexual.
Hable con una enfermera que me conocía me hizo entrar enseguida. Abrí la puerta y apenas mi primo me vio esbozo una sonrisa de superioridad.
-se podría saber ¿qué hace mi querido primito?
-créeme que vengo a hacer vida social contigo- dije enfadado- me he sentido mal estos días y quería hacerme un examen.
-bueno necesito examinarte antes de mandar a hacer uno exámenes- comentó- ¿dime como te has sentido?
-no te voy a decir como me he sentido, solo necesito un examen de sangre.
- ¿no quieres que te de un medicamento y te ahorras las agujas?
-no le tengo miedo a la agujas- contesté.
-bueno está bien- se acercó hasta el teléfono que tenía en la oficina- Fumiko necesito unos que venga a mi oficina por un examen de sangre-colgó el teléfono.
Luego de un rato una mujer de unos cuarenta años entró a la habitación y se acercó a mí.
-extienda su abrazo- ordenó casi como un militar y yo obedecí- presione- hice lo que me indicaba la mujer- esto no dolerá- comentó cuando sin delicadeza clavó la aguja y extrajo un tubito de sangre- los enviare enseguida al laboratorio, y estará listos en unas dos horas.
-dos horas- me queje sin muchas ganas de esperar
-puede esperados horas o venir a retirarlos mañana- respondió de mala gana
-esperare las dos hora- dije con al cabeza baja
La mujer se retiro del lugar y en cuanto estuvo lejos mi primo soltó una carcajada
-una adorable mujer- comentó divertido - puedes ir a dar un vuelta, hay un bonito centro comercial o te podría quedar a hablar conmigo hasta que pasen las dos horas.
-mmm… creo que daré un vuelta por el hospital, regreso en dos horas
Salí del lugar y comencé a caminar lentamente, tenía dos horas para recorrer cada parte de esta clínica así que di muchas vueltas hasta que me canse de caminar, compre una barra de chocolate desde una maquina y me senté cerca de donde estaba mi primo para ver cuando la mujer trajera los resultados. Luego de uno veinte minutos de espera vi a la tal Fumiko entrar al lugar, espere que saliera y entre.
-¿y que tengo?- pregunté enseguida
-según esto todo está bien, menos tu niveles de gonadotrofina que aumentaron considerablemente.
-¿qué quiere decir eso?
-este embarazado- dijo con un tono de funeral
-lo suponía- comente sin mucha sorpresa
-¿quién es el padre?
-supongo que el chico con el que estuve hace dos semanas
-¿y el nombre de ese chico es?
-no tengo idea- subí los hombros- lo conocí en un bar y nunca supe su nombre- dije de golpe, sabía que mi respuesta sorprendería a Hotaka pero nunca me había gustado mentirle ya que era como mi hermano.
-Itsuki- me regaño mi primo enfadado- como se te ocurre hacer algo así, ese hombre podría haber tenido alguna enfermedad.
-al parecer no tenía ninguna enfermedad, eso es bueno- sonreí
-¿eso es bueno?- se acerco hasta mi- estas embarazado, el bebe que va a nacer no es ni un perrito o un hámster que le puedes dar a alguien más cuando te aburras del; es una responsabilidad
-sé lo que es- me levante de la silla- pero ya esta no puedo hacer nada más que hacerme cargo de mi error.
-Itsuki…
-no le digas nada de esto a nuestro madres, no quiero que se enfaden.
-no les diré nada, pero a cambio quiero que vayas a un especialista, aquí en la clínica hay un doctor que a atendido casos de este tipo, podría atenderte con él.
-no tengo dinero para pagar un doctor de este lugar
-yo lo pagare por ti- dijo rápidamente- no voy a permitir que mi sobrino este a cargo de cualquier médico, lo llamare enseguida tal vez puedas verlo ahora mismos- tomo su celular y lo llamó
-pero yo…- me indico con su dedo que me callara
-hola habla Watanabe Hotaka- saludó- ¿estás en la clínica en este momento?- espero que el otro contesta- ¿me podrías hacer un favor antes de irte?, mi primo se acaba de enterar que va a tener un hijo, si es un chico, que cuanto tiene, creo que dos semanas- me preguntó con la mirada, yo afirme- ¿lo podrías atender?, si él está aquí en este momento, muchas gracias Yamasaki- colgó el celular.
-¿qué dijo?
-te va a atender, ve al cuarto piso, hasta la oficina de Yamasaki Kenta.
Me despedí de mi primo y tome le acenso hasta el cuarto piso, le pregunté a un hombre hacia dónde debía dirigirme y llegue hasta la oficina de Yamasaki Kenta. Toque la puerta dos veces y se abrió
-tú debes ser el…- me miró fijamente y yo a él. El destino de verdad me odiaba
-lo siento- gire mi cuerpo rápidamente y me dispuse a caminar. No podía tener peor suerte, el especialista que me había recomendado mi primo era el mismo hombre con el que me había acostado esa noche.