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What's left of me por Kurenai_no_Angel

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Notas del fanfic:

Sigo sin haberme terminado la serie xD Pero no puedo evitar buscar fotos de esta tierna pareja y cada una me enamora más (L) Y depués de ver algunas imágenes me vino la inspiración xD Además hacía tiempo que quería usar esta canción y bueno, encontré el momento :D Así que espero que os guste, y gracias por leer :D

 

Los personajes y el anime no me pertenecen, (lástima xD)

Había cambiado. Y él mismo se había dado cuenta. Gracias a los ánimos de Nanami para que siguiera adelante y cumpliera su sueño de cantar, había mejorado en las letras y había logrado ponerles más sentimiento. Y eso había repercutido en su propia vida personal. Estaba más amable y abierto con Otoya. Ya no le veía como su compañero de habitación ruidoso. Era más tolerante con él. Incluso le había enseñado a sonreír y ahora lo hacía más a menudo. Otoya era puro nervio y pura energía y había aprendido a contagiarse de ello, lo que le hacía más animado. Cuando se ponía a tocar la guitarra ya no le regañaba por ser molesto, sino que se sentaba a su lado y acompañaba la música con su voz. Aprovechaba el poco tiempo libre que tenía por las tardes para pasarlo con él. Se divertía con Otoya, algo que antes era totalmente impensable.

 

 

Se encontraban mucho más unidos. Aunque esta especie de cambio de personalidad solo la había experimentado con él. Con los demás seguía siendo igual de distante que antes, quizás menos. Solo se sentía a gusto con Otoya y era la única persona con la que se sentía libre de ser como quisiera, que le iba a aceptar con su eterna sonrisa en la cara. Por primera vez en mucho tiempo, creía ser feliz.

 

 

***********************************************************************

 

 

Se revolvió inquieto en la cama. Se había desvelado y ya no podía volver a dormirse. Se giró al punto de ver la cama vacía de su compañero de habitación. Se incorporó.

 

 

-¿Tokiya?- llamó restregándose los ojos.

 

 

Se levantó. Decidió ir a buscarle. Se puso un abrigo sobre el pijama pues seguramente estaría fuera. Se asomó por la ventana. Hacía aire. Así que cogió una bufanda del armario y se la colocó bostezando. Salió de la habitación con sigilo, recorriendo los largos pasillos de la academia. Por el día no parecían tan tétricos y fantasmagóricos, pensó temblando más de miedo que de frío. Salió a los jardines. El helado aire nocturno le abofeteó. Con un escalofrío se encogió dentro del abrigo. Encaminó sus pasos al lago. Estaba cruzando el puente cuando una voz llegó hasta sus congelados oídos.

 

 

Watch my life pass me by (Veo mi vida pasar)

in the rear view mirror. (por el espejo retrovisor.)

Pictures frozen in time (Imágenes congeladas en el tiempo)

are becoming clearer. (están llegando a ser claras.)

I don't wanna waste another day (no quiero desperdiciar otro día)

stuck in the shadow of my mistakes. (atrapado en la sombra de mis errores.)

 

Otoya, maravillado, cruzó el puente que comunicaba la zona dónde se encontraba él y el lugar de donde provenía aquella canción. Vio a Tokiya en el borde del lago mirando al cielo. Su voz se proyectaba por aquel área. El pelirrojo se acercó por detrás procurando no hacer ruido. Quería seguir escuchando aquello.

 

 

Cause I want you and I feel you, (Porque te quiero y te siento,)

crawling underneath my skin. (andando debajo de mi piel.)

Like a hunger, like a burning, (Como el hambre, como el fuego)

to find a place I've never been. (para encontrar un lugar en el que nunca estuve.)

Now I'm broken and I'm faded, (Ahora estoy roto y me estoy marchitando)

I'm half the man I thought I would be, (soy la mitad de hombre que pensé que sería)

but you can have what's left of me. (pero tú puedes llevarte lo que queda de mí)

 

 

Otoya avanzó un poco más para escucharle mejor, pero se tropezó y cayó al suelo. Tokiya se giró asustado por la interrupción y con cara de pocos amigos. Pero al ver de quién se trataba, su expresión se suavizó.

 

 

-Qué, ¿espiando?- preguntó divertido.

 

-Lo siento.- se disculpó tocándose la rodilla dolorida.- Pero me desvelé y no te vi, por eso vine a buscarte. No sabía si te pasaba algo o…- Tokiya tendió una mano para ayudarle a levantarse.- Me gustó mucho tu canción.- dijo entusiasmado al ponerse de pie.- La letra es genial y realmente la sientes cuando cantas.- tenía una amplia sonrisa.- Lástima que te halla interrumpido. Me hubiera gustado oír más.

 

-Por el momento solo tengo eso.- contestó tratando de ocultar su satisfacción ante las palabras de su amigo.- Pero sigo trabajando en la letra.

 

 

A Otoya le gustó realmente oír eso.

 

 

-Hace mucho frío.- comentó al verle sin abrigo ni nada.- Toma.- cogió parte de su bufanda y se la pasó por el cuello.- No es bueno que te resfríes.- Tokiya se quedó parado por lo que acababa de hacer su compañero, pero no se apartó.

 

-¿Te duele?- preguntó señalando la herida de la rodilla que se veía a través del pantalón de su pijama.

 

-Ah, no es nada. Escuece un poco.

 

 

Repentinamente, Tokiya le agarró de la cintura cargando un poco su peso.

 

-Apóyate en mí. Cuando lleguemos al cuarto te lo curo.

 

 

Otoya quiso protestar. Pero la calidez por la cercanía de Tokiya le hizo olvidar todo. Por la oscuridad y la bufanda, no se veía su sonrojo. Sentía la respiración entrecortada de su compañero a causa del frío y su cuerpo pegado al suyo. Era una sensación cálida y embriagadora. Otoya de vez en cuando le miraba de reojo. Regresaron en un silencio solo interrumpido por sus latidos y el crujir de las hojas bajo sus pies. Cuando llegaron a la habitación que compartían, Tokiya le sentó en la cama y fue hasta el baño para coger el botiquín.

 

 

-Súbete el pantalón.- ordenó mientras se arrodillaba delante de él. El pelirrojo obedeció.- Puede escocer un poco.- dijo cuando sacó un pedazo de algodón y lo mojó en alcohol.

 

 

Otoya tragó saliva y se hizo el valiente a pesar de que no le gustaba nada ese tipo de cosas. Terminó de limpiarle la herida y colocó una gasa con un poco de esparadrapo.

 

 

-Con esto bastará.- cerró el botiquín.

 

-Gracias, Toki.- agradeció alegre.

 

-¿Cómo que Toki?- preguntó molesto dejando el botiquín sobre el escritorio.

 

 

Otoya rió ligeramente. Una luz cegadora irrumpió en la habitación y unos fuertes ruidos se escucharon desde fuera.

 

 

-Menos mal que volvimos pronto. Se ha desencadenado una tormenta.- Tokiya cerró del todo las cortinas y fue hasta su cama, encendiendo una lámpara pequeña y apagando la luz.- Me voy a dormir ya, tú deberías hacer lo mismo.- al mirarle, vio que su cara estaba pálida.- ¿Estás bien?- era raro verle así.

 

-Sí…- otro trueno sonó y Otoya pegó un respingo.- Es solo… que le tengo… pánico a las tormentas.- rió nerviosamente.

 

 

Tokiya le miró fijamente por unos segundos y luego comenzó a reírse a carcajadas.

 

 

-¿Qué te parece tan gracioso?- estaba enfadado y sus mejillas rojas.

 

-Qué alguien como tú pueda tenerle miedo a algo tan tonto.- se limpió las lágrimas de los ojos, tratando de parar.

 

 

Otoya iba a replicar, pero le gustaba verle así. Riendo. Era la primera vez que le veía reír de aquella manera tan espontánea, tan natural. Al fin se deslucía parte del verdadero Tokiya. Como venganza, fue hasta su cama y le puso las manos entre las costillas y la cadera, dispuesto a hacerle cosquillas. Tokiya intentó zafarse de él pero le dolía el cuerpo de reír y por podía parar. Suplicaba que le dejase entre risas, lo que hacía que Otoya continuara. En un movimiento desesperado, le empujó apartándole de él. El pelirrojo no se lo esperaba, y se precipitó encima de su compañero, colocando las manos a tiempo en el colchón para no caerse del todo. Sus rostros quedaron apenas separados por unos centímetros. Otro trueno sonó y se fue la luz de la habitación, solo iluminada por la escasa que entraba desde el exterior.

 

 

-¿Sabes? Realmente estoy asustado.- Tokiya sintió el dulce aliento de su compañero en la cara.- ¿Puedo dormir esta noche contigo?- se sonrojó al hacer la pregunta. Ni si quiera había pensado en aquella opción, había salido de él de manera espontánea. Cuando esperaba recibir una respuesta negativa, Tokiya sonrió.

 

-Definitivamente eres como un niño pequeño.- se escabulló por debajo del cuerpo del pelirrojo y se metió entre las sábanas.

 

 

Otoya entendió eso como un “sí” y se dispuso a imitarle. Tokiya se pegó a la pared, girado hacia ésta, dándole la espalda. El pelirrojo era consciente de que se tocaban, apenas un roce, y eso le hacía sentirse alterado. Aunque no entendía muy bien el por qué. Se cubrió hasta arriba temblando de frío. En seguida notó la calidez que desprendía la piel de Tokiya a través de su camiseta de pijama. Era una sensación embriagadora y relajante. Respiró hondo. Olía muy bien, realmente bien. Trató de concentrarse en eso y olvidar los relámpagos que surcaban el cielo allá fuera. Pero era difícil, realmente le tenía pánico a las tormentas. Su cuerpo no dejaba de tiritar y sus músculos estaban agarrotados. Justo cuando un trueno y un relámpago se juntaron en el cielo iluminándolo por completo y haciendo un ruido atronador, una dulce voz se escuchó entre aquel caos.

 

 

I've been dying inside (He estado muriendo por dentro)

little by little. (poco a poco)

Nowhere to go (Ningún lugar a dónde ir)

I'm goin outta my mind (voy a salir de mi mente)

an endless circle (en círculos infinitos.)

Runnin from myself until (Escapando hasta de mí mismo hasta)

you gave me a reason for standing still. (que me diste una razón para estarme quieto.)

 

 

Era la misma melodía que había cantado en el lago. Pero no la misma letra. Estaba acaso… ¿improvisando? Otoya se dio la vuelta hasta quedarse frente a frente. Tokiya se había incorporado y estaba apoyado en la pared, mirándole mientras cantaba. Su voz arrullaba al pelirrojo y se sentía protegido por él, como si no tuviera nada que temer.

 

 

And I want you and I feel you, (Porque te quiero y te siento,)

crawling underneath my skin. (andando debajo de mi piel.)

Like a hunger, like a burning, (Como el hambre, como el fuego)

to find a place I've never been. (para encontrar un lugar en el que nunca estuve.)

Now I'm broken and I'm faded, (Ahora estoy roto y me estoy marchitando)

I'm half the man I thought I would be, (soy la mitad de hombre que pensé que sería)

but you can have what's left of me. (pero tú puedes llevarte lo que queda de mí)

 

 

 

Otoya también se levantó. Sonrió a Tokiya para que supiera que ya estaba bien, que se encontraba mejor. Y gracias a él. Todavía le seguía pareciendo extraño el cambio que había experimentado su amigo, pero le gusta y agradaba. Era una persona completamente distinta e increíble. Le gustaba el Tokiya de antes, pero el actual le gustaba aún muchísimo más.

 

 

Fallin' faster barely breathing (Cayendo más rápido casi sin respirar)

give me somethin to believe in. (dame algo en lo que creer.)

Tell me it's not all in my head. (dime que no está todo en mi cabeza.)

 

Take what's left of this man. (Toma todo lo que queda de este hombre.)

Make me whole once again. (Hazme entero otra vez.)

 

 

Se acercó a Tokiya. Despacio. Su cuerpo reaccionaba solo y su cerebro es como si estuviera apagado. No, realmente ninguno de los dos actuaba. Era su corazón. Aquel que pegaba saltos y brincos en su pecho y gritaba imponiendo sus deseos. Otoya le dejó hacer, le dejó guiarle. Una de sus manos la colocó en la cadera de Tokiya y la otra en el pecho. Él seguía cantando. Intuía lo que estaba pasando y el pelirrojo era consciente de que le iba a detener, le iba a apartar y le iba a repudiar. Pero de nuevos sus expectativas no se cumplieron y se llevó a cabo algo casi mágico. Al ver que Tokiya solo le miraba fijamente y no se movía, probó suerte. Y le salió bien. Otoya juntó sus fríos labios con los cálidos de su compañero de habitación. Daba igual que no entendiera del todo que estaba pasando, no quería detener ese cosquilleo que le recorría, ese calambre que iba desde las puntas de los dedos de los pies hasta el último pelo de su cabeza.

 

 

Tokiya se movió y el pelirrojo temió lo peor. Se vio rechazado y por un minuto quiso marcharse de allí y desaparecer de su vista. Pero lo que hizo le descolocó. Le abrazó fuertemente y profundizó el beso. Casi sintió como su espalda se quebraba. De la emoción, Otoya subió su mano derecha y la hundió en su revoltoso cabello. Otro rayo iluminó la habitación, pero ya no le importaba. Nada le importaba que no fuera la persona que le tenía entre sus brazos. Todo se reducía a Tokiya y a su calidez y protección. El aire les faltaba y se apartaron. Otoya tuvo que reprimir una sonrisa al ver como el otro apartaba la vista sonrojado. Le retiró un mechón de la cara y le besó la mejilla.

 

 

-¿Por qué lo hiciste?- tartamudeó.

 

-Porque quiero darle sentimientos a tus canciones.- sonrió abiertamente. Se acercó a su oído.- Y porque he descubierto que te quiero.- susurró con dulzura.

 

 

El sonrojo de Tokiya aumentó. Otoya le acarició el brazo. No quería presionarle. Era lo último que deseaba. Ahora que había conseguido algo que ni si quiera sabía que quería pero que ahora necesitaba, no quería perderlo por nada del mundo. Sería la única persona que le haría feliz, que conseguiría sacarle esa sonrisa que tanto se le resistía. Tokiya apoyó la cabeza contra la pared y cerró los ojos, disfrutando del contacto. Eso le gustó al pelirrojo. Sus dedos rozaron las mejillas ruborizadas, sus perfectos pómulos, subiendo hasta la nariz y tocando graciosamente su punta.

 

 

-Otoya… gracias…- una sonrisa se perfiló en su boca.- Gracias por estar siempre ahí, a pesar de todo lo que te he hecho. Eres… simplemente increíble.

 

 

El pelirrojo estaba tan emocionado por sus palabras que creía que iba a llorar. En una especie de grito de júbilo, se abalanzó sobre él ante su cara de pánico y le tiró a la cama entre risas. Se la contagió a su compañero mientras volvía a las cosquillas para zafarse otra vez de él. Pero Otoya le atrapó en un beso. Tokiya le rodeó la cadera y le apretó contra sí, sin dejarle escapatoria. El pelirrojo se coló bajo el pijama. Su piel era extremadamente suave y daban ganas de saborearle. Otoya quería más y más de él, no se conformaba con esas migajas. Y Tokiya no se pensaba quedar atrás. Se veía desinhibido y cómodo. Le quitó la camiseta de un solo movimiento y la lanzó lejos, sin cortar el beso que se estaba volviendo cada vez más adictivo y apasionado. Sí, definitivamente, necesitaba más. Quería a Otoya al completo y solo suyo.

 

 

***********************************************************************

 

 

La noche fue más corta de lo esperado y pronto el sol se coló por la ventana. La respiración profunda se escuchaba por la habitación, después de unas agitadas horas de gemidos y jadeos entremezclados. Se retiró el pelo de la cara y le observó. Con esa apariencia de niño bueno. Su pecho desnudo subía y bajaba, con la sábana por la cintura. Tenía la boca entreabierta y las mejillas un poco rojas. Tokiya le miraba embobado, sin poder apartar la vista de su rostro. Ya había asimilado del todo los sentimientos que había florecido repentinamente en él y los aceptaba completamente. Se había dado cuenta de que Otoya era alguien del que no podía prescindir. Y aunque sus personalidades eran tan contrarias, se complementaban. Acarició su blanco cuello al tiempo que su voz volvía a rasgar el silencio.

 

 

Cause I want you and I feel you, (Porque te quiero y te siento,)

crawling underneath my skin. (andando debajo de mi piel.)

Like a hunger, like a burning, (Como el hambre, como el fuego)

to find a place I've never been. (para encontrar un lugar en el que nunca estuve.)

Now I'm broken and I'm faded, (Ahora estoy roto y me estoy marchitando)

I'm half the man I thought I would be, (soy la mitad de hombre que pensé que sería)

you can have what's left of me. (tú puedes llevarte lo que queda de mí)

What’s left of me. (Lo que queda de mí)

 

 

I've been dying inside you see (He estado muriendo por dentro, lo ves)

I'm goin outta my mind (outta my mind) (voy a salir de mi mente)

I'm just runnin' in circles all the time. (estoy corriendo en círculos todo el tiempo.)

 

 

Otoya se despertó. Extendió las manos. No tocó nada. Se levantó rápidamente, asustado. Temía lo peor. Apartó esos pensamientos de su mente, no podía ser tan negativo. Tokiya no haría algo así. Seguramente la explicación fuera mucho más sencilla y estúpida. Le escuchó tararear. Estaba sentado en el escritorio escribiendo algo. Descalzo y con el pantalón del pijama, fue hasta él. Se asomó por encima de su hombro. Era la letra de la canción, la parte incompleta que le había cantado para quitarle el miedo por la tormenta. Le abrazó, besándole el pelo. Tokiya dejó el bolígrafo sobre la mesa y echó la cabeza hacia atrás, esperando un beso que recibió en seguida. Otoya se separó y empezó a gritar y a armar revuelo celebrando que al fin la canción había sido terminada y pronosticando el éxito que iba a tener. Tokiya sonrió. Ya volvía a ser el ruidoso Otoya de siempre.

 

 

Take what’s left of me. (Toma lo que queda de mí)

Notas finales:

Por si interesa, la canción se llama como el fic, What's left of me de Nick Lachey. Gracias por leer y espero que os haya gustado :D Dejad rewievs!


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