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Remember me por Danish

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Notas del fanfic:

Este fan fic ha sido uno de los más pensados. Digamos que ya tengo la mayoría de capitulos listos.

Sé que tengo más en procesos, pero créanme cuando les digo que estpy poniendo todo mi empeño por sacar a delante ttodos al mismo tiempo.

Notas del capitulo:

Pues. Después de tanto pensarlo (Si, porque mi agenda cada vez se vuelve más apretada) decidí comenzar a actualizar TODOS los fics que tengo en la compu.

Y qué mejor que este para comenzar XP.

Le dedico este primer capitulo a Sandy Namikaze, por estar todo el tiempo preocupandose por como van mis fics, a ustedes por seguirme desde el 2008

Y a Mimi, porque aunque estemos lejos, eres una gran amiga ^_^

 

Track 1

Esperaba a Itachi en su amada moto BMW HP2 de color negro. Ese día vestía con su ropa favorita. Una camisa blanca con algún estampado que su novio consideraba muy estúpido, una chaqueta de tela marrón, un blue jean corte tubo y unos zapatos Converse completamente negros. Se afianzó en su moto y metió sus manos en la chaqueta tratando de que no se enfriaran. Bajaba la temperatura mientras el otoño avanzaba. Pero él sabía que no era el frío lo que le inquietaba.

 

Afiló sus ojos azules al observar la casa en donde se había metido su novio. De dos pisos, completamente blanca y unas cortinas color ocre no permitían ver lo que había detrás de esas ventanas, en una urbanización, como diría su padre “De ricachones insípidos”; ese era el antiguo hogar de Itachi Uchiha, graduado sumacunlaude en psicología en la universidad de Kantou y ahora regresaba porque quería hablar con su padre.

 

-Tzk –su tic en el pie derecho anunciaba su desesperación por saber que era lo que pasaba en esa casa. Sacó una mano de su chaqueta y se revolvió su cabello rubio –Itachi apúrate –bajó la cabeza y apretó los puños –espero que no se haya dado cuenta –pensó. El hecho de que su novio se enterara de que fue su padre quién lo mandó a violar lo asustaba. Sabía que tan violento podía ser Itachi cuando se metían con él; tragó duro –no cometas una tontería.

 

Escuchó el sonido de una pistola dispararse y abrió los ojos asustado.

 

-ITACHI –grito y corrió hacia la entrada de esa casa, abrió la puerta y se encontró con su novio tirado en el suelo y con sus dos manos muy cerca de su corazón en donde emanaba la sangre. Fijó su vista en Fukaku Uchiha y este miraba el arma homicida que estaba entre sus manos asustado –ITACHI –sus rodillas flaquearon y su desesperación aumentó, cayó al suelo cerca de su novio y lo agarró.

-NO LO TOQUES –escuchaba que le gritaba Fukaku, pero no le hizo caso al mayor, jaló al moreno y este clavó su mirada en él.

-Todo va a salir bien –le susurró –tranquilo –sus lágrimas comenzaron a caer en las mejillas de su novio.

 

-mm... mi... nato –susurró Itachi y tragó un poco de su saliva.

-No hables –miró a Fukaku y este cayó de rodillas.

 

-Maté a mi hijo –el rubio sacó su celular de su bolsillo derecho mientras con la otra mano sostenía a Itachi -¡Tú fuiste el culpable! –apuntó su arma a Minato –ni se te ocurra llamar a la policía.

-Fukaku-San –el rubio trató de calmarlo, pero el hombre colocó el arma en su sien y su respiración comenzaba a acelerarse.

 

-OTO-SAN –los dos vieron al pequeño Sasuke aferrarse a los barrotes de la escalera asustado por todo lo que estaba presenciando.

-No voy a dejar que me lleven a la cárcel.

 

Y ante la mirada de su hijo de siete años y Minato Namikaze, Fukaku Uchiha disparó su arma que apuntaba a su sien y sus sesos se esparcieron por casi toda la sala, embarrando la cara de Minato y el cuerpo casi muerto de Itachi.

 

-OTO-SAN –Sasuke comenzaba a llorar asustado, Itachi comenzó a botar sangre por la boca y Minato estaba sumergido en un shock muy grande para reaccionar con el debido raciocinio –OTO-SAN –el rubio marcó el único número que se acordaba en ese momento.

-Oto-San –susurró –oto-san ayúdame –sus lágrimas comenzaron a caer más rápido y su sollozo era más sonoro –oto-san... Itachi está muriendo –la voz de su padre era lejana –estamos en la casa de Fukaku-San... oto-san –colgó la llamada y se aferró al cuerpo de Itachi –no me dejes estúpido –decía con amargura.

 

-Mi... –los ojos de Itachi comenzaron a cerrarse.

-ABRELOS IDIOTA –lo zarandeaba y este no respondía, los gritos de Sasuke lo aturdían y la desesperación en él crecía aún más -¿CÓMO PODRÉ SABER SI ESTAS VIVO?, ABRELOS.

 

Se aferró al cuerpo de su amado y gritó con un agudo dolor en su pecho, se aferraba al hecho de que Itachi aún estuviese con vida, pero algo en él, decía que era mentira.

 

Gandhi dijo una vez, que cualquier cosa que hagas en la vida será insignificante... pero será gratificada en la otra.

Yo tiendo a estar de acuerdo con la primera parte.

 

Remember me

Dos años antes

No podía negarlo, adoraba las grandes fiestas en donde la droga y el sexo estaban por todas partes. Siguió bailando, más bien, refregándose contra ese cuerpo tan excitado que pensaba en “Echar un polvo” como él solía decir. Besó a aquel chico y le sonrió, era un hermoso moreno de ojos verdes y después de esa pieza le invitó a tomar uno que otro trago para ponerse a tono. Si, ese era Itachi Uchiha, un simple chico que estudiaba en la universidad de Kantou psicología y su padre (ironía de la vida) era Fukaku Uchiha, jefe de la policía de la prefectura de Aichi.

 

Se separó de aquel chico, después de todo, el que en realidad le interesó esa noche se terminó acostándose con su primo y eso hería su orgullo.

 

-Ya vuelvo –le susurró y dejó su cerveza después de un increíble fondo blanco y se dedicó a buscar a su primo –Shisui, Shisui –le susurraba mientras le tallaba el hombro con dos dedos.

-Umm –el moreno estaba muy ocupado besando a un pelirrojo como para prestarle atención.

-Shisui, nos tenemos que ir –el chico se separó del muchacho y se lamió los labios.

-Un placer haber tirado contigo...

 

-Gaara –le susurró el chico.

-Gaara –le dio otro beso y sonrió –hermoso nombre.

 

Salieron de la fiesta y Shisui se estiró y cerró sus ojos, para abrirlos lentamente y dejar ver ese color vinotinto que lo hacía diferente a su familia por ser de madre extranjera; estaba vestido con una camisa de cuadros de bordes verdes oscuros y azul índigo mal abotonada, un blue jean holgado y unos zapatos Rebook negros, su cabello negro estaba muy alborotado y en su cuello había muchas marcas de chupones. Itachi iba sólo con una camisa negra sin ningún estampado, un jean negro tubo y unos zapatos Rebook de cuadros rojos y negros.

 

-¿Por qué nos salimos si estaba buena? –se percató de la cadena que tenía Itachi en su pantalón -¡Por Kami! ¿Con esa cadena y no te azotaron?

-Cállate marica –susurró el pelinegro y siguió caminando hacia la parada de buses –no tengo carro, así que tenemos que irnos antes que pase el último bus.

-¡Me dijiste marica! –Shisui se rió y empujó a Itachi –no me digas así o le diré a Fukaku-Oji que casi tienes sexo con un chico.

-Y yo le diré a Madara-Oji que tuviste sexo con el chico con que yo quería echar un polvo.

 

Los dos primos se rieron y siguieron caminando.

 

-Gaara –susurró Shisui y se quedó pensando un poco.

-Seh –Itachi miró al cielo –Gaara.

-¡Itachi! –jaló la camisa de su primo para que le prestara atención.

-¿Qué?

-Ve eso.

 

Dos chicos molestaban a un rubio no muy lejos de donde ellos se encontraban.

 

-¿Seguro que no quieres estar con nosotros precioso? –decía uno de los dos hombres.

-Aléjense de mí –susurraba con rabia el rubio.

 

-Lo mejor es que disfrutarás con nosotros y... –una patada en su estómago hizo retroceder al hombre que le decía eso.

-DIJE QUE SE ALEJARAN –gritó el rubio.

 

-¡Mate Ita!... –uno de los dos hombres volteó a ver qué pasaba y cayó al suelo al sentir el impacto de un puño con su cara.

-¡Oe! –el otro iba contra Itachi -¿Qué haces? –sintió otro golpe en su cara que lo hizo caer al suelo.

 

-¿Estás bien? –le preguntó Itachi al rubio y lo detalló. Era tan alto como él, su piel era mucho más pálida, sus cabellos eran cortos y alborotados y esa mirada de tigre derretía a cualquiera. Su vestimenta consistía en una camisa azul índigo, unos pantalones tubos rojos y unos zapatos Converse azules y las líneas de la goma eran blancas.

-Si –la voz del rubio lo sacó de su transe.

-Soy Itachi.

-Minato.

 

-¡Y yo Shisui! –el de ojos color vinotinto abrazó al rubio por detrás e hizo que diera un respingo cohibido.

-¡Oe! –se quejó sonrojado.

 

-¡Oigan! –los dos hombres se levantaban del suelo y Shisui se colocó al frente de Minato.

-Quédate atrás Mina-Chan... porque esto se va a poner muy bueno.

 

-¿Por qué me tratas como si nos conociéramos de antes? –preguntó Minato exasperado.

-Tranquilo –susurró Itachi y al mismo tiempo los primos se tronaron los dedos –él es así de nacimiento –y ante la mirada desconcertada de Minato comenzó una pelea que duró hasta que la policía llegó.

 

-¡Policía!, ¡Identifíquese! –un hombre de cabello blanco y corto apuntaba hacia hombres y los dos primeros en pararse fueron los no tan lastimados Uchihas.

-Somos inocentes –Itachi caminaba hacia el policía.

 

-Mala idea, mala idea –susurraba Shisui.

-Estábamos ayudando –de repente el policía le hizo una llave a Itachi y la cara de este dio con el capó de la patrulla que al parecer ese hombre conducía.

-¡Oye! –Shisui corrió hacia el policía y cinco armas lo apuntaron -¿Paz? –preguntó e hizo el símbolo con dos de sus dedos.

 

-¡Papá basta! –Minato caminaba hacia el policía y los dos Uchihas quedaron anonadados, ¿Ese era su papá? –ellos dos me ayudaron –señaló a sus primos –ellos –señaló a los hombres que eran parados por los demás agentes policiales –me intentaron robar –mintió –y ellos...

-Los cuatro quedan detenidos por fomentar la anarquía y...

-ESO ES INJUSTO.

-Vete a casa Minato –le ordenó el policía.

-Mis más sinceras disculpas –hizo una reverencia a Itachi que por tener la mitad de la cara en el capó del auto del policía no pudo detallarlo bien, luego se la hizo a Shisui que le colocaban las esposas.

 

-Ve con cuidado –le dijo Shisui y el chico se montó en una moto BMW F 800 ST de color rojo.

 

Itachi sintió como le presionaban demasiado sus esposas y emitió un quejido.

 

-Andando morenito –el policía lo jaló y lo colocó en el puesto de atrás de su carro con uno de los hombre que estaban molestando al rubio, este le sonrió e Itachi se carcajeó al ver la boca de aquel hombre llena de sangre y el auto rápidamente se colocó en marcha.

-Y viste que... –comenzó a decir el hombre –te diste de superman con tu amiguito y quedaste tan mal como yo.

 

-Basta –ordenó el policía.

-¿Usted es su padre? –preguntó el hombre –déjeme decirle que su hijo está... –un cabezazo de parte de Itachi lo dejó nockeado.

 

-¿Qué? –el pelinegro miró el retrovisor y el policía lo miraba con desaprobación –ya que voy a la cárcel me gustaría ir por algo que de verdad hice.

-Eres extraño Uchiha –susurró el policía y el pelinegro suspiró cansado.

-Así que mete a la cárcel a dos Uchihas... –Itachi hizo una mueca de disgusto -¿Para?

-Odio a los Uchihas... se creen los dueños....

-MI PADRE... se cree el rey del mundo por ser jefe de policía, yo no tengo la culpa de eso. ¡Salvé a su hijo y no le estoy pidiendo una montaña de oro! –Itachi estaba realmente cabreado –este hombre no sólo lo quería robar...

-¿Tienes algún problema con la familia Namikaze?

-Nunca había escuchado ese apellido.

-Niño si me vas a acusar con tu padre, quiero que sepas que...

-¿Por qué haría eso? –Itachi se apoyó en la ventana más cercana –tengo un hermano menor esperando en casa.

 

Al día siguiente.

 

Los dos primos estaban haciendo una reverencia al frente del escritorio de Fukakau Uchiha. El hombre tenía un traje realmente elegante y miraba a los dos como si los estuviera acusando de un crimen realmente grande, suspiró y se pasó su mano derecha por su cabello y comenzó con su discurso.

 

-Ayer mi hijo mayor no llegó a casa. Cosa que comprendí porque él me había dicho que iría a salir a un bar con su primo; ¿y qué me encuentro hoy? –hizo una pausa –al llegar a mi oficina me encuentro con un informe del maldito de Jiraya Namikaze.... MI hijo y MI sobrino rompieron con la ley.

-Tratamos de salvar a su... –trató de defenderse Shisui, pero fue interrumpido por Fukakau.

-LO HUBIESEN DEJADO AHÍ, ESE HOMBRE BUSCA CUALQUIER EXCUSA PARA SEGUIR HACIENDO NUESTRA VIDA MISERABLE.

 

-No sabíamos que era su hijo –se defendió Itachi.

-¡Shisui! –el aludido se asustó un poco –no diré nada porque respeto la salud de tu madre... puedes retirarte –el chico asintió y recogió sus cosas –Itachi –suspiró y esperó que Shisui saliera del despacho.

-¿Por qué haces esto? –susurró el pelinegro y dejó de hacer la reverencia.

-¿Qué podría ser peor que tener a un padre que te pueda sacar de la cárcel?

-No quiero que me saquen de nada –agarró sus cosas.

-Itachi estás así desde que Mikoto murió...

-No –Itachi respiró tratando de tranquilizarse –estoy así porqué tu culpas a mi hermano de la muerte de mi madre.

-A él no le importa... él no llora...

-¡No es normal en un niño de cinco años!, ¡Tu le dijiste que si lloraba no lo considerarías parte de la familia!

-YO TRATO A MIS HIJOS COMO SE ME DE LA GANA.

-NO –Itachi señaló a su padre –TU creas robots para satisfacción personal, pero a Sasuke NO lo toques.

-VETE DE MI OFICINA.

-Tranquilo –le sonrió, caminó hacia la puerta y le sonrió –ya lo iba a hacer –azotó el objeto cuando salió, buscó entre sus cosas una cajetilla de cigarros y un yesquero y prendió uno mientras caminaba hacia un ascensor; el dichoso ascensor abrió las puertas dándole paso a la cabina y marcó P.B. Al llegar a su destino pasó cerca de la recepción y tiró su cigarro en lo que para él era un cenicero de vidrio muy grande.

 

-Sabes que no puedes fumar aquí –la chica era algo pálida y su cabello quemado estaba pintado de color castaño claro e Itachi se volteó y la miró sumamente extrañado.

-¿Entonces porque tienen un cenicero?

-Es un bol, completa la habitación –la respondió asombrada de la ignorancia del moreno.

-Pues –colocó sus manos en el bol y le sonrió a la recepcionista –supongo que este “Bol” –hizo una seña de comillas –está aquí para burlarse de mí y de mí adicción por el cigarro –se volteó y se fue de aquella central de policía mientras buscaba en sus cosas su cartera y ante los reclamos de la recepcionista -¡Bah! –agarró otro cigarro y lo prendió –que día.

CONTINUARÁ

 

Notas finales:

Espero les haya gustado este primer capitulo.

Ya saben como contactarme por facebook: entrepoetasyescritores@hotmail.com

Se despide

Danish


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