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Las vueltas del destino por hatsumiyo momichi

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Notas del fanfic:

 

 

 

hace un tiempo que no escribo un fic de Kuroshitsuji (porque llegó Ao No exorcist <3) pero decidí subir este fanfic que hace un tiempo ya estaba en uno de mis cuadernos ¬v¬ ojala les guste, a mi misma me encanta XD y a mi fan number one, Anke, le gusta igual XD que extra, bueno, disfruten!!

 

 


            -Hola Will! Buenos días…- El pelirrojo se acercó coquetamente al par de chicos sentados en un escritorio, ordenando papeles.- buenos días a ti también Ronald.-


           


            -Estamos ocupados, Grell Sutcliff.- William ni siquiera levantó la mirada del desastre de papeles al responderle a Grell, y Ronald le dedicó una extraña mirada.


 


            -Wow, alguien se levantó de malas al parecer…- Grell puso ambas manos sobre el escritorio bruscamente, inclinándose frente a los chicos para mirar el rostro de Will más de cerca.


 


-Serías, por favor, tan amable de ir y lanzarte al vacío desde la cima del Big Ben?- El aliento que expulsaba su boca al hablar cosquilleaba los labios del pelilargo sutilmente ante la excesiva cercanía.


 


- Mh… que frío eres.- Grell le sonrió con indiferencia fingida, y luego volteó su rostro para mirar a Ronald.- Y tú que? A ti también te tiene de esclavo trabajando horas extra? Deberías hacer como yo y no dejarlo imponerse!- Grell le sonrió juguetonamente, y Ronald solo asintió, pensativo. –Me encanta lo comunicativos que están hoy.-


 


- Vete, estas estorbando.- William se arregló las gafas y miró a Grell a los ojos penetrantemente. Grell lo miró de vuelta desafiante, y luego suspiró.


 


-Maldito, eres tan sexy con esos ojos fríos y… ah!! Mejor los dejo solos, tengo mejores cosas que hacer que verlos trabajar.


 


-¿Como cual?- Ronald miró a Grell con curiosidad mientras este comenzaba a alejarse hacia la puerta.


 


-Vaya, tenías lengua… Voy a Londres a ver a mi queridísimo Sebas-chan!!- el pelirrojo se sonrojó en demasía mientras se sonreía ampliamente, sin poder esperar hasta ver a ese endemoniado mayordomo. William se arregló sus lentes una vez más, suspirando profundamente, molesto. Ronald lo miró fijamente al tiempo que oían como el rojo Shinigami cerraba la puerta detrás de él, gritando chillonamente, muy emocionado.


 


-Siempre es lo mismo… ¿Qué pasa?- William notó lo extraño que Ronald lo estaba mirando.


 


-eh? No, nada Spears-sempai… No es nada.- Ronald volvió a mirar los papeles, intentando aparentar que ignoraba al pelinegro. Este ignoro el asunto y volvió al trabajo. –Spears-sempai… Ronald le habló a Will calladamente, sin dejar de mirar al vació. –¿A ti te gusta Sutcliff-sempai, no es así?- Su voz sonaba distante, casi triste.


 


-¡¿¿QUÉ??!- el pelinegro estaba casi rojo de pura vergüenza. –¿Por qué preguntas eso tan repentinamente? ¿Por qué crees eso? ¿Él? ¿Qué tiene él de especial…?- William estaba realmente nervioso ante tal acusación.


 


-¡Entonces es cierto!- Ronald ahora lo miró a los ojos, con sus propias esmeraldas al borde del llanto.


 


-¡¡NO!! Por supuesto que no, ¿Cómo se te ocurre algo así?- él intentó descifrar la razón por la cual le interesaba saber algo así a Ronald… O más importante, ¿por qué estaba a punto de llorar? –¿Que te ocurre? Cálmate.-


 


-Spears-sempai, tú me gustas!- Ronald se levantó violentamente de su silla, gritandole a William en la cara. Había algo raro en su declaración de amor… algo raro en su tono de voz que logró que Will dudara enormemente de la veracidad e lo que decía.


 


-No estoy para chistes, ahora vuelve al trabajo.- William se sentía extraño. La idea de andar detrás de Grell Sutcliff… la idea de acostarse con él, abrazarlo por detrás para oler su cabello, de besarlo y darle regalos… de tan solo pensarlo se sentía muy extraño, casi como si la posibilidad de hacer tal cosa no hubiera existido hasta que Ronald se lo planteó.


 


-¡N-No estoy bromeando! ¡Tómame en serio por favor, no te burles de mí! ¡¡Tú me gustas!!- pero seguía sonando tan fuera de lugar, que pareciera que hasta sus ojos estuvieran mintiendo.


 


-¿Y que quieres que haga? ¡¿Que te aplauda?! Soy un hombre, muchacho, esto ni siquiera esta bien!-


 


-… P-pues ¿y como a ti si te puede gustar Sutcliff-sempai? Él es un hombre, ¿Sabías? Aunque no lo parezca…-


 


-¡¡Que no me gusta, deja de decir estupideces, o te recorto el sueldo!!-


 


-…- Ronald se calmó de la nda, y lo miró fríamente al par de esmeraldas que tienen los shinigamis como ojos. –Prométemelo.- Ronald lo presionó a obedecerle, aunque la diferencia de edad y rango estuviese en su contra.


 


-Te lo prometo… a mi no me gusta… Espera, ¿¡Por qué tengo que hacerte caso a ti!? ¿¿¡Por qué estamos siquiera hablando de esto!??- Will cayó en cuanta de lo estúpido que era prometerle algo tan tonto a un entrometido mocoso.


 


-Bien. ¿Eso significa que solo tendrás ojos para mi, Spears-sempai?- la mirada seductora del muchacho lo tomó desprevenido.


 


-S-si… Espera, ¿¡Qué!? ¡¡Por supuesto que no!!-


 


-Hazme tuyo sempai…- Ronald agarró los hombros del pelinegro con fuerza y lo echó hacía atrás en el respaldo de su silla, obligándolo a mirarlo de frente.


 


-¡Ronald Knox!- pero eso fue todo lo que pudo protestar, ya que el rubio lo silenció con sus propios labios. Se acercó más a él, y se sentó sobre sus piernas con las suyas abiertas, rodeando su cuello con sus brazos. Lo besó casi violentamente, presionando sus labios con ansias en contra de la suave y pálida boca del pelinegro, prácticamente obligándolo a abrir sus labios para introducir su lengua. William se sorprendió al sentir la caliente lengua del chico dentro de su boca, jugueteando con la suya sensualmente. Ronald saboreó los labios del pelinegro con lujuria, tirando de los cabellos de su nuca para aferrarse de él, y gimiendo con el simple hecho de encontrar que su boca era deliciosa.


 


-De-detente…- William intentó zafarse entre jadeos y sonoros besos.


 


-No…- Ronald mordió su labio inferior, y lo chupó con suavidad, sin dejarlo escapar de su húmedo agarre. Tomó las manos de William, y las guió hasta sus caderas, dejándolas allí para que lo sujetara de estas. –Presióname hacia abajo… te va a gusta, sempai.- la forma infantil e inocente con la que le hablaba, excitaba al mayor considerablemente. William se quedó estático mientras no sabía que hacer, y fue Ronald quien se agarró de sus hombros para frotar su entrepierna contra la de William, sonriéndole juguetonamente.


 


-¡¡Ah!!- William echó la cabeza hacia atrás, cerrando sus ojos con fuerza mientras no pudo evitar dejar salir un gemido de puro placer. –ya es suficiente… Detente…- William se había ruborizado de la vergüenza.


 


-¿Para qué?- nuestro amiguito allí abajo no quiere detenerse, tan solo mira lo duro que estas…- Ronald acarició el suave rostro del pelinegro, y besó la punta de su nariz con ternura. Acto seguido jaló de su cabello bruscamente hacia un lado, buscando dejar su pálido cuello completamente descubierto. Lo mordió justo ahí con fuerza, y William gimió por la mezcla entre dolor y cosquillas que esto le provocó.


 


-Oh, Dios!!- Will se aferró del rubio sin saber exactamente si lo que buscaba era hacer que este se detuviera, o si quería que siguiera con las exquisitas caricias.


 


-Que lindo… déjame oír tu voz otra vez…- y dicho esto comenzó a lamer su cuello desde abajo hasta arriba, lentamente, una y otra vez. Solo se oían los intentos de Will por contener sus gemidos, y la mojada lengua recorriendo su piel. Nada tenía sentido. Desde lo rápido que todo estaba pasando, hasta lo raro que él mismo se estaba comportando. ¿Desde cuando se dejaba seducir por el primero que se le acercaba? ¿¡Y peor aún, por un hombre!? –Que delicia…- Ronald comenzó a lamer impulsivamente el cuello del mayor, dándole pequeños besos, pequeños mordiscos, pequeños chupones… marcando aquel cuello como de su propiedad. Entonces, comenzó a deshacer el nudo de la corbata de William, y a desabrochar su camisa. Will solo lo observó fascinado, acariciando el rostro del joven mientras buscaba sus labios. De pronto la puerta se abrió de golpe.


 


-Will, neces…- Pero Grell se detuvo de inmediato, observando la calurosa escena. Se quedó allí parado, ruborizándose con intensidad, sin saber si debería salir calladamente, o quedarse ahí mirando como ambos chicos se acariciaban con lujuria. Ronald fue el primero en notar la presencia del pelirrojo. El joven lo miró de reojo, mordiendo los labios de William con una burlesca sonrisa en su boca. –Vaya, los dejo solos por unos minutos, y deciden hacer bebés…-


 


-¡Grell Sutcliff!- William se incorporó en su asiento con dificultad bajo el peso del rubio. -¡No es lo que parece!- dijo casi gritando por la pura vergüenza y humillación.


 


-Por supuesto que no.- Grell lo miró con una cara que delataba incredulidad. Pues claro, al verlos despeinados, uno sobre el otro, y ambos jadeando, nadie hubiera podido creer que hacían algo malo. Por supuesto. –Es solo que… talvez deberían hacerlo en un cuarto para la próxima, cualquiera que vaya pasando los puede ver.- Grell miraba en otra dirección al hablar, pues no podía mirar la dolorosa escena, y su voz intentaba sonar lo más indiferente posible.


 


-¡No habrá una “próxima”, pues no hacíamos nada!- Will empujó a Ronald con brusquedad para que se bajara de él, y luego se levantó de su silla, arreglándose la camisa y su corbata. Ronald le dedicó una mirada furiosa a Grell. Will continuó arreglándose torpemente y se encaminó hacia la puerta.


 


-Aún tienes el cabello hecho un desastre.- Grell lo interceptó antes de que saliera, y puso sus manos en la cabeza de Will, para ayudarlo. Este alejó sus manos de un golpe, llevándose sus propias manos a su cabello para arreglarlo. Sin decir nada más ni mirar atrás se alejó rápidamente, pasando por el lado del pelirrojo. Ambos shinigamis se quedaron en esa oficina, Ronald con un semblante molesto, y Grell con una cara confundida, y hasta dolida. –Jamás imaginé que tú…-


 


-¿Que yo qué?- Ronald le respondió irrespetuosamente, mirándolo con desprecio.


 


-Pues… Will siempre ha sido tan esquivo conmigo, y vienes tú y…- Grell no tenía palabras para expresar su sorpresa y confusión. –Parecía que hasta lo disfrutaba…- Grell no despegó la vista del suelo, sintiéndose casi humillado. Ronald se dirigió hacia la puerta, ordenando su cabello rubio, y se detuvo frente al pelilargo.


 


-Más te vale no acercarte a MI William, ¿me oyes?- Y luego salió dando grandes zancadas, dejando a Grell solo en aquella oficina de paredes blancas y vacías. Abrió sus ojos lo más que pudo, sorprendido por las palabras de su kouhai, y preguntándose por qué no había golpeado al mocoso ahí mismo por denigrarlo de esa manera. Se preguntó donde había ido a parar toda esa agresividad propia de él cuando era más joven. Suspiró con fuerza sin estar muy seguro de por qué se sentía tan mal. Entró completamente a la oficina, y se sentó donde William había estado sentado. Observó los papeles desordenados que aún estaban sobre el escritorio, y se puso a ordenarlos con lentitud.


 


-¿De todas formas, que me importa a mi?- Su voz rebotó sobre las blancas paredes, y se sintió muy solo… sintió que el intento por convencerse a si mismo de su indiferencia solo lograba lastimarlo más. Se levantó de la silla y caminó rápidamente hasta la puerta, y prácticamente salió corriendo. –Tengo que ir a trabajar… tengo trabajo pendiente.- Se dijo en voz alta, dispuesto a distraerse y olvidar el asunto. Los demás shinigamis que iban pasando se lo quedaron mirando extrañados ante la inusual mirada preocupada del molestoso pelirrojo.


 

Notas finales:

Fin Capitulo 1...

Hatsu: Pienso que Ronald como actor… es buen costurero. (¿?)

 

Grell: Tú te me callas, niña, no vuelvas a mencionar a ese desgraciado roba hombres.

 

Hatsu: así que estas admitiendo que te gusta Will?? ¬v¬

 

Grell: Se que soy discreto cuando me gusta alguien, pero creo que se notaba que Will ERA MIO! <3

 

Hatsu: si… hay algo de verdad en ello (-__-U) como sea, diles a nuestras lectoras que sigan leyendo!!

 

Grell: Y para qué si como escritora… eres una gran cantante. (!?) jajajajaja!

 

Hatsu: Dilo o no te dejo quedarte con Will!!! MUAJAJAJAJA!!!!

 

Grell: DX Sigan leyendo por favor!! Will es mio!!!

 

Hatsu: eso lo veremos, si te portas bien… bueno. Lo veremos. XD

 

Grell: Esta bien… Put@...

 

Hatsu: muy bien, y con esto despedimos este triste monologo conmigo misma XD ojala les haya gustado el primer capitulo, besos <3 XXXD el ocio puede más…

 

Grell: y que lo digas…

 


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