Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cómo librarte de un ex novio por Higary

[Reviews - 230]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Luego de mis pequeñas vacaciones de la página aquí me tienen una vez más para seguir dándoles lata, jeje (Kyuu: Tan temprano y ya amenazando, Higa-chan ¬¬). El día de hoy les doy la bienvenida a un nuevo fic de comedia romántica, consta de diez capítulos, espero que les gusten ^o^ Para los que leyeron Be my love, una vez más Sasuke y Neji se disputarán a Narutito, sólo que en distintas circunstancias (Kyuu: Pobre Hyuuga. Siempre le toca ser el ex -_-). Un saludo, felicitación y dedicatoria especial a Kaiser, quien estuvo de cumpleaños el pasado 2 de Marzo y a Kuroi Yukie quien también estará de manteles largos mañana 6. Y por cierto, ya tuve el placer y honor de conocerla a ella y a Zaphyrla, así que ahora seremos la “Comunidad yaoista de Mexicali” ^u^ (Kyuu: Ese nombre acabas de inventarlo ¬¬). De momento no les detengo más, mejor pasen y que disfruten mi nuevo fumado proyecto: ¡¡a leer!!

 

Disclaimer: Afortunadamente para los fans heterosexuales, los personajes de Naruto no me pertenecen. La premisa del fic está basada en una nota sobre la película “Me late chocolate” (aunque la trama de la película y la de mi historia no tienen casi nada en común). Lo escrito en cursiva pertenece a sus respectivos autores.

CAPÍTULO 1: PERIPECIAS DE UN SOLTERO

 

¿Cómo olvidar un gran amor?"No voy a marcar su número", "No lo/a quiero ver nunca más", "Lo nuestro está definitivamente terminado", son algunas de las frases que nos repetimos cuando estamos atravesando una profunda crisis. Quien asegure que olvidó a todos sus ex, miente. 

 

Mucho hizo la psicología en ese campo, ya que entre sus terapias, propone distintas formas para librarse del pasado y recuperar el entusiasmo perdido en angustias, reproches, desengaños y otras yerbas. La idea es poder encarar una nueva relación, sana y sin tanto equipaje. Es un hábito, casi tanto en varones como en mujeres, entrar y animar en un círculo vicioso y dañino que no permita avanzar o relacionarnos nuevamente. 

 

Nos sentimos atrapados en un laberinto de desencuentros, intentos y fracasos, que nos dejan enquistados en un lugar de mucho dolor. Lo cierto es que, después de haber mantenido relaciones en las que pudimos ser felices, soñamos y proyectamos ilusiones. 

La sola idea de la ruptura y la separación dejan en nosotros profundas grietas que tardan en cerrar. Volver a ser felices y a tener una pareja es posible, a veces tan sólo se trata de darnos una segunda oportunidad. 

 

El ruido de una alarma comenzó a sonar en cierto departamento de los suburbios de Tokio. Un joven rubio abrió con pereza sus ojos azules y apagó el despertador. Se incorporó de la cama y a paso desganado se encaminó hacia la ducha.

 

Uzumaki Naruto, con veinticinco años de edad, era un editor de la popular Editorial Konoha. Generalmente alegre, hiperactivo, amable, escandaloso y algo torpe, se había ganado el respeto de sus compañeros gracias a su visión y habilidad.

 

Luego de la ducha se vistió y fue a la cocina. Hirvió agua para su ramen instantáneo y con total calma se sentó a comer. Últimamente había tenido mucho trabajo, por eso se encontraba tan cansado. Seguía ingiriendo su desayuno cuando escuchó su celular sonar. Sonrió al leer el nombre en la pantalla y se preparó para los gritos.

-¡¿Dónde rayos estás?! ¡Se supone que vendrías temprano!

-Buenos días a ti también, Sasuke –respondió con sarcasmo-. Gracias, dormí muy bien las pocas horas que tuve la oportunidad.

-Uhm… Lo siento, dobe, creo que me exalté un poco.

-Acepto tus disculpas, teme. Primero necesito pasar por la editorial y luego iré a tu casa, así que no desesperes por mi presencia, jajaja.

-Más te vale. Nos vemos entonces.

Naruto cortó la llamada y suspiró. Uchiha Sasuke era un escritor que estaba a su cargo, tenía un carácter bastante complicado de tratar, pero de alguna manera habían logrado entablar una amistosa rivalidad. Tres años atrás, cuando Sasuke debutó como escritor, fue Naruto su primer editor, sólo que misteriosamente luego de ese exitoso proyecto, Sasuke pidió que cambiaran al rubio y no volvieron a encontrarse hasta seis meses atrás, cuando el propio Sasuke llegó a Konoha y le pidió a Naruto que volviera a ser su editor.

-Ese teme es muy raro –comentó el rubio terminando su ramen

 

Naruto salió de casa y se encaminó a la estación del metro. Hacía un precioso día, pero seguramente en la editorial todo estaría abarrotado de un ambiente lúgubre y estresante, como solía ser en las fechas próximas a los lanzamientos. Ya sentado dentro del metro observó a dos chicos con uniforme de preparatoria, uno con cabello negro y el otro lo tenía castaño. Platicaban alegremente, a ojos de los demás parecían excelentes amigos, pero el rubio se dio cuenta cómo de manera discreta se acariciaban las manos mientras se observaban con ternura.

-<<Amor juvenil –suspiró-. Vaya>>

No es que su adolescencia hubiese sido horrible o tormentosa, al contrario, fue muy divertida, incluso contando los momentos vividos con cierta persona que ahora no valía la pena recordar. Observó de nuevo a la pareja de estudiantes y sonrió levemente al darse cuenta de lo felices que lucían.

-<<En realidad enamorarse a esa edad no está tan mal… Dependiendo de cómo terminen las cosas, claro>>

 

Un rato después llegó a un enorme edificio que tenía un llamativo y gigantesco letrero que decía “Editorial Konoha”; anteriormente era un lugar discreto y formal, pero desde que el actual Directo tomó el mando de la empresa, se formó un ambiente más relajado y con un toque de jovialidad.

-Buenos días, Uzumaki-san –saludaban algunos

-Buenos días a todos –sonreía el rubio

 

Finalmente dio con su escritorio abarrotado de documentos y quién sabe cuántas cosas más. El escritorio de junto estaba peor, de hecho parecía estarse moviendo algo bajo todo el desorden.

-¡Kiba, no mueras!

Movió cosas hasta dar con un chico de cabello castaño y ojos del mismo color, lucía unas pronunciadas ojeras. Él era Inuzuka Kiba, de veintiséis años. Entró a trabajar ahí un año antes que Naruto también como editor de escritores. Escandaloso,  alborotador, antes solía ser un maniático del trabajo, pero desde tres meses atrás eso había cambiado.

-¿Te quedaste trabajando toda la noche? –preguntó Naruto

-Buenos… días… -saludó bostezando

-¡Respóndeme! ¡Pareces muerto viviente!

-Es que tenía mucho trabajo pendiente –se frotó los ojos-. Ya no podía retrasarlo más.

-Todo porque la semana pasada te estuviste yendo temprano.

-No pude evitarlo, ya le había dado mi palabra a Shino de que lo ayudaría –sonrió bobamente-. Ahh, pero valió la pena. Pude pasar un maravilloso tiempo de calidad con mi amorcito.

Naruto suspiró resignado; su compañero y amigo no tenía remedio. El Kiba obsesionado con su trabajo había recibido un golpe directo cuando un año atrás conoció a Aburame Shino, el dueño de una librería con la que Kiba dio por casualidad. Al parecer para el castaño fue amor a primera vista, y por fin desde hacía tres meses mantenía una relación con Shino, razón por la que todos en la oficina decían que el castaño parecía colegiala enamorada.

-Me das un poco de envidia –admitió el ojiazul guardando unos documentos en su maletín

-Pues porque quieres –contestó el otro-. Te he dicho que te puedo presentar a algunos chicos o incluso chicas para que al menos tengas una cita. Ya pasó más de un año, ¿no? Es tiempo de que vuelvas a salir con alguien nuevo. No vale la pena que sigas aferrado al recuerdo de ese estúpido.

-No me aferro a él –dijo con sinceridad-. Es sólo que… lo quise por mucho tiempo, luego todo se fue a pique, claro, pero he disfrutado tanto mi soltería que ahora me parece un poco raro tratar de salir con una nueva persona. Grr, desperdicié mi juventud con él.

-Pero si Narutin sigue siendo joven y atractivo.

El rubio sintió a alguien abrazarlo por detrás y frotar su mejilla contra la de él. Se trataba de un alto hombre de cabello y ojos negros, piel blanca y traía una camisa y un pantalón ajustado.

-Buenos días, Director –saludaron ambos con educación, aunque por dentro sonreían maliciosamente

-Les he dicho que no me hablen así –respondió el otro, tiritando-. Hasta sentí escalofríos.

-Ya en serio, hola, Sai –saludó el rubio

-Hoy llegaste temprano –añadió Kiba

-Claro, es mi trabajo.

Senju Sai, de veintisiete años, era el joven Director de Editorial Konoha. Heredero principal de su familia, se supone que debería ser alguien serio, formal y elegante, pero Sai era todo lo contrario. Su carácter generalmente era alegre, cínico y algo malicioso, sin embargo se tomaba su trabajo muy en serio y siempre veía por el bien de sus empleados. Se había hecho buen amigo de los otros dos chicos pues los adoptó (o algo así) bajo su cuidado cuando entraron a la empresa.

-Volviendo al tema –dijo Sai-, yo creo que hay muchos que se tirarían a tus pies con tan sólo verte sonreír, Narutin –lo abrazó del cuello-. Si quieres te llevaré a algún bar y ya verás cómo sales de ahí en compañía del segundo hombre más guapo del lugar. El primero sería yo, claro.

-No es mala idea –opinó Kiba y miró al rubio-. ¿Qué dices?, ¿vamos?

-Y-Yo…

-Dejen de presionarlo –habló otra voz

-¡Gaara! –sonrió el ojiazul a su salvador

Sabaku no Gaara, de veintisiete años, cabello rojo y ojos color aguamarina, se desempeñaba como el Secretario, asistente, mano derecha y niñero de Sai. Serio, responsable, confiable y decidido, tenía tatuado en la frente el kanji del amor.

-Gaara-chan, sólo tratamos de ayudarlo –justificó Sai

-Director, debería estar en su oficina trabajando –lo miró con severidad-, ¿no hoy tiene una junta con los jefes de departamentos?

-Ahh, ¿era hoy?

-¡Claro que sí! ¡Se lo recordé ayer veinte veces!

-Jejeje, lo siento, estaba ocupado admirando lo sensuales que son tus labios cuando hablas.

El pelirrojo le miró de forma asesina, lo agarró de la camisa y se lo llevó casi arrastrando.

-Lo siento, chicos –dijo Gaara despidiéndose de los otros dos-. Nos vemos luego.

-Hasta luego, Gaara –respondió Naruto

-No seas muy cruel con él –rió Kiba

-Ah, Narutin –llamó Sai dejándose arrastrar-, hoy irás con Sasuke, ¿verdad?

-Sí.

-Saluda al amargado de mi parte y dile que tengo una conversación pendiente con él.

-Pero será hasta que termine su trabajo –advirtió Gaara

Ya a nadie de la editorial le parecía raro ver a su Director siendo golpeado o arrastrado por el piso, aunque sólo Gaara tenía el poder para hacer eso.

-A veces me pregunto cómo nos hicimos amigos de alguien tan serio como él –comentó el castaño

-Pero Gaara en el fondo es muy amable y divertido –opinó Naruto-. Si tuviera un hermano mayor me haría feliz que fuera como él.

-Jajaja, sí que te agrada. Lástima que no te pudieras enamorar de él, sería muy complicado

El rubio asintió. Tanto él como Kiba sospechaban que había algo más entre Sai y Gaara que la mera relación entre jefe o empleado, aunque ambos afirmaban lo contrario. Además la situación no sería nada sencilla, pues Sai venía de una rica y respetable familia.

-Bueno, ya me voy –habló el ojiazul-, sólo venía por unos documentos que necesito. Te veo luego. Y no te duermas otra vez bajo todo tu desastre o ahora sí morirás asfixiado y dejarás a Shino viudo.

-Hum… Ni siquiera lo digas en broma. Tú cuídate de ese terrible ogro con el que vas a tratar.

 

Naruto pasó por un supermercado antes de arribar a su destino: un elegante edificio departamental. Entró como si nada y abordó el elevador hasta el quinto piso donde residía la principal causa de su fatiga y desvelo. Sacó la llave y abrió la puerta.

-Ya vine, teme –entró sin pedir permiso

-Al fin, usuratonkachi.

A su encuentro llegó un hombre de veinticinco años, cabello azabache, piel blanca y ojos negros, vestía un pantalón de pants y una camiseta: Uchiha Sasuke, un escritor sumamente popular por sus obras tan apasionantes, con un aire de misterio y erotismo, además tenía un gran número de fans debido a su físico y actitud seria pero serena.

-Tengo hambre –dijo el moreno-. Anda, Naruto, cocina algo rico.

-Sabía que de seguro no habías desayunado –lo miró con enojo-. Pero lo único que traje fue ramen instantáneo, así que vas a comértelo.

-¿Qué? Sabes que no me gusta mucho esa cosa.

-¡No le digas cosa a mi precio ramen! ¡Es la mejor comida en todo el mundo!

-Sólo un torpe pensaría así.

-¡Mejor cierra la boca y ponte a escribir!

 

Enfurruñado, el rubio fue a la cocina para poner a hervir agua. A pesar de mostrar una personalidad serena en público, en realidad Sasuke era alguien reservado, malhumorado, orgulloso y arrogante, aunque muy en el fondo también era amable y protector, al menos con quienes le importaban.

-Sólo engaña a sus admiradoras –murmuraba-. Pero si no lo hiciera, no sería tan popular.

 

Una vez el ramen instantáneo estuvo listo, se encaminó a la sala. Ahí el azabache se encontraba frente a una laptop tecleando a toda velocidad. Naruto le colocó un ramen junto a la máquina y tomó asiento frente a él para comer mientras lo observaba atentamente. Sí, a veces tenía un genio de los mil demonios y por eso solían discutir, sin embargo Naruto estaba contento de poder trabajar con alguien tan apasionado y comprometido con sus proyectos como lo era el Uchiha.

-Date un descanso, Sasuke –le dijo-. Come algo porque no quiero que colapses a la mitad sin entregar a tiempo.

-Me alegra que también te preocupes por mí –contestó con sarcasmo tomando su vaso de ramen instantáneo

-Tonto, sabes que sí me preocupo por ti –le sonrió-. Somos amigos, ¿no?

Sasuke se atragantó con los fideos y desvió la cara para ocultar un leve sonrojo. Sólo Naruto con su radiante sonrisa y peculiar personalidad le producía ese efecto.

-Ah, sí, el Director Sai te mandó saludos y dijo que tenía una conversación pendiente contigo. Se nota que son muy cercanos.

-Porque somos amigos de la infancia, en realidad no es nada del otro mundo.

-Aún así yo creo que siempre está al pendiente y se preocupa por ti.

Eso sí no podía negarlo. Tanto la familia Uchiha como la Senju eran de elevada posición, pero Sasuke decidió ser escritor y tener éxito por sus propios medios. Desde muy niños él y Sai se encontraban en fiestas y reuniones sociales; debido a lo serio de uno y a lo alborotador del otro, de alguna extraña forma se volvieron amigos. Y aunque no le gustaba admitirlo, el moreno tenía que admitir que contar con Sai le era muy útil.

-Iré revisando los capítulos que ya tienes listos –comentó Naruto sacando unos papeles de su maletín-. Tenemos que conseguir un mayor impacto que el de tu libro anterior.

-Pareces muy motivado, Naruto.

-Claro que sí –volvió a sonreír-, porque será el primer proyecto en el que sea tu editor después de más de un año de no trabajar juntos.

 

Golpe bajo. Sasuke volvió a sonrojarse de forma más notoria y devoró el ramen que le quedaba para distraer al ojiazul. Naruto había sido su editor cuando debutó, ambos eran novatos en sus campos, sin embargo lograron combinarse de manera increíble y el resultado fue un estupendo libro que le valió a Sasuke el reconocimiento como el novato del año. Pero cuando eso pasó, le pidió a Sai que le pusiera un nuevo editor. Sabía que con eso lastimaría al rubio, sólo que no podía evitarlo, él también se estaba haciendo daño.

-Cielos, teme –lo miró con vergüenza-. Esta vez las escenas de sexo son más explícitas, aunque no dejan de dar ese aire místico.

-Digamos que estaba inspirado en el momento en que aparecieron en mi mente –sonrió de medio lado

-No quiero escuchar detalles de tus pensamientos pervertidos.

 

Sasuke rió levemente y observó el ramen con cariño. Cuando conoció a Naruto y éste se presentó como su editor, creyó que era un idiota sin remedio. Con la convivencia diaria descubrió que a pesar de sus personalidades tan distintas en realidad tenían mucho en común y se agradaron bastante. Y casi cuando el libro estuvo listo para salir a la venta,  se dio cuenta que quería al ojiazul como algo más que un simple amigo. Desgraciadamente el mismo día que pensaba plantearle la posibilidad de salir juntos, Naruto le comentó que tenía un novio al que quería mucho. Ese fue el detonante para pedirle a Sai que lo cambiara de editor. Y cuando escuchó que el rubio y su pareja habían terminado desde meses atrás, se tragó su orgullo y le suplicó a su viejo amigo que volviera a ponerlo a trabajar con él. Claro, sin decirle los motivos reales, aunque no dudaba que a esas alturas Sai ya sospechara la verdad.

-Oye, Naruto –llamó-, ¿por qué no has salido con alguien desde que rompiste con ese sujeto? No será que…

-No, ya no pienso en él –aclaró-. Me pregunto si hoy se pusieron de acuerdo, en la mañana Kiba me cuestionó sobre lo mismo.

-¿Y qué le respondiste?

-Que he estado muy a gusto con mi soltería. Desde la preparatoria estuve enamorado de él, así que me perdí de muchas experiencias, de dedicar tiempo para mí mismo –se encogió de hombros-. Creo que simplemente no sé cómo empezar de nuevo en el terreno amoroso, jejeje.

Sasuke lo miró fijamente. Ese era el motivo por el que trabajaba de nuevo con Naruto: porque quería ser él quien escribiera una nueva historia en el corazón de su editor.

 

¿Logrará Sasuke conquistar a Naruto?, ¿por qué el rubio conserva tan malos recuerdos de su ex?, ¿Gaara terminará matando a Sai para obligarlo a trabajar? Esto y más en el siguiente capítulo: “Salgamos juntos”.

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Pues ahí lo tienen. Esto es sólo el inicio, todavía faltan más cosas, así que espero contar con su apoyo. Sai aquí tendrá el apellido Senju, conforme se desarrolle la historia leerán por qué, kukuku (Kyuu: Ya le hallaste el gusto a también torturarlo a él, ¿verdad? ¬¬). Por cierto, durante mi descanso escribí varios oneshot, uno itasai y dos de D.Gray-Man, pero todavía no sé cuándo los suba. Ah, y para los fans de Shizui y sus hermanos, ¡próximamente les traeré una pequeña sorpresa! Estén atentos a mi blog ^o^ Como siempre esperaré sus comentarios con saludos, pedradas, felicitaciones, flores, jitomatazos, cebollazos, bombas, golpes, amenazas y demás XD Se me cuidan mucho y en dos semanas les traigo la continuación de esta historia (Kyuu: Sí, las actualizaciones serán quincenales). Se me cuidan mucho y bye bye!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).