Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Catene por SapphY

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Masashi es el dueño legítimo de Sasuke y Naruto, yo solo se los robo un poquitito para tratar de entretener ^^

Gracias Masashi-sama por regalarnos semejante parejita *-*

Notas del capitulo:

Hi!! =) he vuelto a escribir. Sí aún no creo que haya sido capaz de sacar tiempo, pero digamos que una serie de sucesos de mi vida me hicieron sacar esta historia. Algunos de mis pensamientos están plasmados en la mente de Naruto y son los que han dado forma a este cortito One-shot que se escribió en un momento en mi cabeza.

 

Bueno como siempre he tratado de que los personajes se mantengan lo más fieles posibles a su caracter original pero sigo diciendo que es algo que me cuesta u.u

Espero que os guste =)

Llueve.
A penas me he dado cuenta de cuando ha comenzado a hacerlo, pero debe llevar rato. Estoy completamente empapado, aunque no le doy demasiada importancia. Sé que acabaré por resfriarme, pero tampoco me importa…

¿Por qué iba a importarme? Creo que ya no tengo motivos para sonreír, cuidarme o simplemente esforzarme.
No siempre se puede soportar todo y hacer las cosas con una sonrisa. Las promesas parece que se las lleva el viento, o esta copiosa lluvia que no para de caer.

Sin darme cuenta he llegado a casa de Hinata. Sin darme cuenta… no, más bien diría que mi subconsciente me ha traído aquí, porque necesito hablar con alguien y desahogarme, y Hinata siempre está dispuesta a ayudarme.

Llamo a su puerta y su cara de sorpresa me descoloca un poco. Debo de verme realmente mal.

—     ¿Puedo pasar? – le pregunto con apenas un hilo de voz audible.

—     Cla… claro. – responde un poco preocupada.

La casa de Hinata es hermosa y cálida. Es ahora que estoy dentro que me doy cuenta del frío que siento.

—     ¿Qué ocurre Naruto-kun? – me pregunta mientras coge una toalla del baño.

—     No… no pasa nada Hinata-chan. – respondo y miento, como siempre que tengo un problema.

—     Naruto… ¿Me estás diciendo que te has empapado, durante bastante rato por lo mojado que estás, para venir aquí a no decirme nada? – pregunta mientras me da la toalla para que me seque.

Hinata tendría que ser detective. No sé si con todos sea igual, pero a mí, me conoce como si fuera la palma de su mano.

Me rindo. Estoy temblando, de frío, y quizá de miedo también. Acepto la toalla y me seco un poco. Quiero hablar, pero tengo un nudo en la garganta. No sé por dónde empezar y siento que de un momento a otro las lágrimas que he reprimido durante tanto tiempo van a salir de golpe, provocándome más miedo e inseguridad.

—     Es Sasuke-kun, ¿no? – afirma, más que pregunta, mi oji-perla amiga.

Alzo mi cabeza, sobresaltado. Finalmente las palabras han decidido atropellarse unas a otras y ahora quieren salir de mi boca con tanta prisa que no soy capaz de ordenarlas en mi mente.

—     Discutimos, pero esta vez fue diferente. – comienzo a relatarle lo ocurrido, mientras mis manos  apartan el cabello mojado de mi frente y recogen disimuladamente las lágrimas que han osado salir de mis ojos.

—     Él está muy afectado desde la muerte de sus padres, yo mejor que nadie sé lo que ha sufrido, porque he estado ahí con él. Itachi vino y, apenas terminó el funeral, se fue. Sasuke se molestó mucho por ello y comenzó a gritar que le odia, y que va a matarle. Me asustó mucho. Después comenzó a pegarle puñetazos a la pared y reaccioné tan rápido como pude para pararle. Sasuke estaba realmente enfadado. Sabía de sobra que Itachi no se llevaba bien con sus padres, pero tampoco esperaba que se fuera tal como vino, que apenas alguien se diera cuenta cuando llegó. — me aclaré la voz. Ahora parecía que las palabras se volvían a atrancar en mi garganta.

—     Entonces todo pasó muy rápido. Los ojos de Sasuke brillaban rojos de ira. Me agarró con mucha fuerza y me tiró a la cama, y…

—     Naruto… ¿Sasuke te vi…oló? – dijo Hinata tan asustada como yo.

Sus palabras tuvieron demasiado efecto sobre mí. No me había dado cuenta de la magnitud del suceso hasta ese momento en que lo dijo. Quizá es que yo le estaba dando demasiado dramatismo. Negué enérgicamente y proseguí.

—     No. Pero me pegó, no como cuando nos peleábamos de niños… Me pegó en serio, Hinata. Sasuke estaba realmente enfadado.

—     Pero… ¿y las marcas? – preguntó Hinata. Obviamente no tenía ninguna “visible” en la cara.

—     Aquí. –respondí mientras me quitaba la chaqueta naranja y negra, y retiraba mi camiseta. Mi pecho estaba lleno de pequeños moratones, también mi espalda y me dolía el estómago. Hinata estaba más que sorprendida.

—     Traté de pararle. De verdad que lo hice, una y otra vez. Hasta le pegué un puñetazo en la boca, me defendí como pude, pero nada le hizo detenerse. Solo paró cuando se sintió vacío de ira. No me quedé quieto ni un solo minuto. Me levanté y me fui, a pesar de que el dolor no era muy soportable que digamos.

Pienso que nunca le he importado a Sasuke, y mucho menos ahora. Lleva tiempo ignorándome y esto ha sido la gota que ha colmado el vaso. Pensé que nunca me cansaría, que sería capaz de soportar que me tratara de esa forma, porque, a fin de cuentas, esa es la forma de ser de Sasuke. Rara vez muestra sus verdaderos sentimientos y verle hoy tan lleno de odio e ira… confieso que me dejó bastante sorprendido. Por un momento pensaba que el que estaba ante mí no era Sasuke.

—     Naruto… – susurró Hinata.

La miré y un mar de lágrimas inundó mis orbes azules. Ya no podía hacer nada por pararlas por mucho que quería intentarlo. Me da rabia, me da mucha rabia estar llorando por Sasuke. No había dependido de nadie en toda mi vida… a fin de cuentas siempre estuve solo. Sasuke era la primera persona a la que podía llamar Amigo, pero conforme fuimos creciendo… creo que lo que yo llamaba amistad era algo más, mientras que para él seguíamos siendo amigos. Seguía igual de frío e indiferente que había sido en nuestra infancia, o quizá más.

—     Naruto… no llores por favor. – susurró nuevamente Hinata mientras me revolvía el cabello.

Es confortable la sensación de protección que me brinda Hinata en este momento, pero solo sirve para que llore y recuerde aún más a Sasuke. Cuantas noches me había imaginado con él en alguna situación similar… y cuantas noches se había quedado en eso, en un simple sueño.

Me está empezando a doler la cabeza y tengo demasiado calor, los ojos se me están cerrando con pesadez, y lo último que veo  es… el suelo.

—     ¡Naruto-Kun!

 

***

Abro los ojos lentamente. La luz me está dando de pleno en la cara y es realmente molesto. No sé dónde estoy, pero estoy en una cama cómoda y confortable. La habitación es demasiado amplia como para ser una de mi pequeño apartamento. Está decorada con muebles oscuros y clásicos, y las paredes tienen un vainilla claro.
Miro a mi alrededor, buscando algo que me dé una pista de donde estoy, pero solo hay muebles y un par de puertas.

Quiero levantarme, pero me duele el cuerpo. Aún tengo las secuelas de la pelea con Sasuke. La cabeza ya no me duele, pero la siento pesada. Recuerdo que fui a hablar con Hinata…

—     Hinata… Tal vez siga en su casa… - Pienso. — No… me conozco demasiado bien la casa de Hinata.

Una voz me saca de mis cavilaciones.

—     Hei, dobe, al fin despiertas.

¿Dobe? Solo Sasuke me llama dobe.

Le miro con una expresión de sorpresa que se marca en mi rostro conforme lo enfoco con la mirada.

—      ¿Qué…? – no me salen las palabras, otra vez.

—     Te desmallaste por la fiebre. Hinata me llamó preocupada y fui a por ti. – me respondió antes de que lograra pronunciar otra palabra de nuevo.

—     ¿Por qué te llamó justamente a ti Hinata? – pregunto, sintiéndome algo traicionado por mi mejor amiga.

—     …

Sasuke guarda silencio. Eso es extraño y significa que no me va a decir la verdad, o que le ha molestado mi pregunta.

—     Yo llamé a Hinata para preguntarle dónde estabas. – respondió mientras se dejaba caer en la pared con su pose de galán que me vuelve loco.

—     ¿Eh…? – me acaba de dejar planchado. Eso significa que estaba preocupado por mí…

—     Dobe, ¿cómo se te ocurre andar por la calle sin un paraguas con la que estaba cayendo? – me pregunta Sasuke un poco enfadado.

—     No quería… estar en tu apartamento, no después de lo que acababa de pasar. – me duele recordarlo, me duele hablar… aún estoy molesto, creo.

—     …

De nuevo Sasuke guarda silencio. Ahora sí que no me va a decir lo que está pensando.

—     Creo, que debería ser franco contigo. – susurro. No pensé que me atrevería algún día, pero quiero ser sincero con Sasuke, quizás así todo se arregle, porque verdaderamente no creo que pueda empeorar más nuestra situación.

—     Te escucho. – susurra desde la pared donde sigue dejado caer.

Ahora me está mirando fijamente a los ojos. Me abruma.

—     Yo… - agacho la cabeza. — quizás debería habértelo dicho antes. – trago saliva antes de continuar. Voy a decírselo, quiero decírselo, tengo que hacerlo… —Sasuke... yo…  – estoy dudando, no puedo creer que esté dudando, aunque es normal ¿No? — te a… mo.

Lo he dicho tan bajo que ni yo mismo me he escuchado.
Le miro. Se acerca con esa sonrisa prepotente que tanta rabia me da, siempre con sus aires de superioridad y grandeza… Le odio. Le odio… pero le amo tanto. Te amo tanto Sasuke… tanto. Creo que ni tú mismo eres capaz de ver o entender cuanto te amo. Sí, Sasuke, te amo y te he amado desde que éramos pequeños. Que fácil sería todo si tan solo pudiese decírtelo tal como lo pienso ahora.

Se está acercando tan despacio que siento que se ha parado el tiempo. Se está apoyando en la cama, inclinándose lentamente hacia mí y yo estoy temblando, aunque no sé si de miedo, de incertidumbre, de ilusión… No Naruto, no te hagas ilusiones que el porrazo dolerá el doble.

—     Dobe – susurra. Está muy cerca de mí, tanto que puedo sentir su respiración tibia y pausada. – “Ore mo”.

Me… está besando. Su lengua es tan suave y ruda. Me besa con tanta fuerza… parece que quisiera encadenar mi lengua a la suya. Sus manos están en mi espalda y me acarician con sensualidad. Una de sus manos sube despacio hasta mi cabellera. Enreda sus dedos entre mi cabello y tira un poco de ellos para darle algo de morbo al asunto.

Me estoy dejando llevar, y no quiero hacerlo... Bueno sí, sí quiero hacerlo, pero... aún quedan cosas por explicar. Quiero separarme de él, pero es tan difícil.
Estoy gimiendo a pesar de que me falta el aire. Quiero respirar y a la vez no quiero separarme de su boca…
Pero Sasuke se ha dado cuenta de que me falta el aire y se está separando lentamente de mí. Una sensación de frío me invade cuando su lengua se escabulle de mi boca.

—     Dobe…

—     Sasuke, hay algo aún… – sus dedos se han posado en mis labios. No quiere que siga y acepto mirándole a los ojos.

—     No vas a oírme pedir disculpas nunca más, creo. Así que grábate bien estas palabras en tu mente. – se ha callado un momento ahora y se está mordiendo el labio. Je, está dudando. — Lo siento. – Lo ha dicho tan bajito que casi no le he oído, pero aun así siento que esto no es suficiente.

—     Sasuke… no es cuestión de pedir perdón. – se me está haciendo un nudo en la garganta otra vez. — Siempre actúas indiferente conmigo, siento que ya no te importo como amigo... puesto que no sabías lo que sentía por ti.

—     ¿Qué te hace pensar que no lo sabía? – me interrumpe.

—     Pues si lo sabías, mayor motivo para que me moleste lo que hiciste ayer. – Me ha dejado sorprendido, pero eso solo hace que la paliza que me pegó sea aún peor.

—     Dobe… Sé que lo de ayer fue demasiado, pero… – se ha callado y está mirando al suelo. Sasuke tiene sentimientos aunque odie expresarlos. — sé que no lo hice bien, pero la rabia que sentía en ese momento no me hizo distinguir entre amigo y enemigo. – se está poniendo rojo y está tan mono…

—     ¿Serías capaz de cambiar por mí? O al menos de hacerme un poco más de caso. – pregunto con una tímida sonrisa asomando a mi boca.

—     No lo creo, pero, siempre puedo intentarlo. – responde sin más.

—     ¡Oh! Hay algo que el gran Sasuke Uchiha no sabe hacer. – me burlo de él.

—     Oye dobe, no dije que no sepa hacerlo, si no que no creo que sea capaz. – me responde irritado.

—     Mejor me lo pones, hay algo de lo que no eres capaz. – vuelvo a burlarme.

Se ha levantado, creo que enfadado, y me está dando la espalda.

—     Bueno, tal vez eso no sea capaz de hacerlo, pero sí se algo que tú, Naruto Uzumaki, no vas a ser capaz de soportar.

Acaba de darse la vuelta y me está mirando con una sonrisa prepotente en sus labios. Su pelo brilla con los reflejos del sol y está realmente hermoso. Apenas me doy cuenta que la frase que ha dicho debería preocuparme.

—     Voy a follarte de tal manera que no vas a poder sentarte… NUNCA.

¿Qué es lo que acaba de decir? ¿Qué me va a hacer qué? Creo que acabo de despertar a la fiera interna de Sasuke, la misma que el otro día me molió a palos y que ahora quiere dejarme en la cama durante… dios sabrá cuanto tiempo.

Se está acercando otra vez amenazadoramente. Se quita la camiseta y yo solo puedo mirarlo embobado. Dios, pero que torso tan sumamente perfecto tiene.

—     Prepárate dobe, porque mi cuerpo será una cadena para ti. – me destapa y lame mi pecho desnudo. Acabo de darme cuenta que solo llevo los bóxers. — Vas a estar atado a mí, para siempre.

—     Sa…suke. – gimo. Su lengua se está paseando por mi clavícula, mientras sus manos retiran la colcha e invitan a mis manos a posarse en sus caderas.

Siempre he pensado que Sasuke tiene un cuerpo que le permitiría ser modelo profesional y la envidia de cualquiera, hombre o mujer, que osara querer imitarle, y ahora ese cuerpo de infarto estaba a mi entera disposición. Le acaricio el vientre tan plano y duro, y subo a su tórax. Noto como sube y baja su pecho, al ritmo de su lenta y profunda respiración. La mía sin embargo es tan agitada…

Sus manos han bajado hasta mi bóxer y lo están quitando. Estoy inseguro, pero retiro sus pantalones ajustados y su bóxer de un tirón.
Sasuke me mira con esos profundos ojos negros que me devoran lentamente. Nos besamos, y él se entretiene jugando con mi pene. Me da vergüenza. No lo he hecho nunca y tengo miedo, pero es Sasuke, él lo sabe.

—     ¿Estás excitado, Naruto? – me pregunta y lame mis labios con sensualidad.

—     Aha… – Suspiro. ¿Cómo puede ser tan condenadamente sexy?

—     Bien, pues ahora vas a hacer lo mismo tú con mi poya. – me susurra en el oído.

—     ¿Qué? – pregunto extrañado.

—     Coge tu mano y agarra mi poya, y después muévela suavemente arriba y abajo. – me ordena.

Lo hago, temblorosamente, pero lo hago. Sasuke la tiene muy grande y eso me está poniendo de los nervios.

—     Bien… sigue así, Naruto. – susurra de nuevo mientras sigue jugando con mi pene.

Siento que voy a explotar, tengo tanto calor… Las piernas me tiemblan ligeramente y estoy a punto de alcanzar el orgasmo.

—     ¡Sa… sa… suke! –exclamo mientras un espasmo recorre mi cuerpo que finaliza en el momento en que eyaculo.

—     Que rápido, dobe. – se burla Sasuke. Él está realmente duro. Acaba de poner su mano frente a mí y está metiendo sus dedos traviesamente en mi boca. Mi lengua juega con ellos, lamiéndolos y acariciándolos.

—     Esos tres van a entrar en tu culo. – me dice suciamente. Pues así es Sasuke, claro, directo, sucio y eso le hace sexy, rudo… pero es Sasuke, y me he enamorado de él.

Quiero hablar, protestar, pero no me deja. He parado de masturbarle, pero ha llevado su mano libre a la mía para hacerme moverla de nuevo.

Saca sus dedos de mi boca y me levanta un poco para colocarme sobre él y poder introducir los tres dedos que he lubricado con mi saliva dentro de mí.

Acaba de meter el primero y la sensación ha sido extraña he incomoda. Está haciendo circulitos y yo me estoy aferrando a su espalda con fuerza.

—     Ahí va el segundo.

Ahora duele, es muy incómodo y las lágrimas amenazan con salirse de su sitio. Aguanto como puedo, mordiéndome el labio y preparándome para el tercero, que ya lo noto cerca y sé que Sasuke no va a avisarme.
Y así es. Ya no lo puedo aguantar. Se me han escapado las lágrimas y me muevo incómodo.

—     Quédate quieto Naruto, si te mueves será más doloroso.

—     Pero no lo soporto Sasuke. – le reprocho como un niño.

—     Solo un poco más.

La sensación cuando sacó sus dedos fue algo liberadora, pero no tardo demasiado en poner la punta de su erecto miembro en mi entrada.

—     Te seré franco, te va a doler.

—     ¿¡Qué!? – exclamo alarmado. — mierda, sí, sí duele, ¡joder! ¡Para Sasuke, no sigas! – Le estoy pegando en la espalda, arañándole y mordiéndole la clavícula.

—     Ya está dobe. – dice y empuja bruscamente. Siento que algo dentro de mí se rompe en dos, pero también hay una sensación cálida que me está calmando. Sasuke está quieto, esperando a que yo hable. Creo que me estoy acostumbrando a su invasión. Asiento con mi cabeza, indicándole que puede moverse.

—     ¿Estás seguro? – me pregunta y vuelvo a asentir.

—     Bien, allá voy.

Comienza a moverse y siento como su miembro palpita dentro de mí. Es un contoneo lento y profundo, y me excita demasiado. Gimo sensualmente mientras sus dientes se clavan en mi cuello. Duele, duele y es tan placentero a la vez. Me araña y se hunde más profundo en mí. Arqueo mi espalda, facilitando su acceso, y llega a mi próstata.

—     ¡Aaah!

Eso ha sido increíble y quiero más. Le araño y le beso con ansia, mientras sigo arqueando mi espalda de vez en cuando para que roce de nuevo mi próstata.

—     Dame más Sasuke, ahí, por favor.

Me escucho y no es a mí a quien oigo. Sasuke me está poseyendo por completo; mi cuerpo, mi alma, mi corazón, mi mente… Creo que he perdido la capacidad de raciocinio.

—     Dobe… voy a…

Me está hablando, pero apenas le entiendo. Mi vista está nublada por el placer. Siento el sudor en mi piel y el olor a feromonas en el ambiente. Es un olor tan excitante. Me recorre otra vez ese espasmo, tan suculento, que me lleva a eyacular entre el cuerpo de Sasuke y el mío, y mi ano aprisiona el gran pene de Sasuke, que deja escapar toda su semilla dentro de mí.

Demasiado excitante… tanto que no sé si seré capaz de soportarlo otra vez. Me he dejado caer en la cama sin darme cuenta y Sasuke está sobre mí. Me falta el aire y a él también. Los dos respiramos al unísono.

—     Sasuke…  –inhalo. — Te amo. –exhalo.

Él tan solo me mirá con sus ojos negros como la noche. Su sonrisa prepotente asoma de nuevo a esos labios hinchados y enrojecidos de tantos besos y mordiscos.

Cierro los ojos, tranquilo, abrazado a Sasuke…  me duermo. Se está tan bien así…

 

Realmente… no puedo creer que esta haya sido mi primera vez, y con Sasuke.
Sí, es cierto, la paciencia tiene un límite... pero las cosas no se arreglan con lágrimas, si no con palabras.

Notas finales:

Y bueno, este es el final :)

Es poquito, pero de verdad que me esforzado tanto como he podido en escribirlo ^-^

 

Críticas serán bien recibidas mediante reviews siempre que estén bien defendidas ;) éstas ayudan mucho a mejorar a los autores con sus escritos.

Bye!!

P.D.: Casi lo olvido xD "Ore mo" es una expresión que se utiliza para decir Yo también o yo más :)
Ah, y la traducción del título del fan fic es el título del cap. Cadenas :)

ahora sí, saludos y adios!!! ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).