No sé si sea correcto.
La luz golpea sobre mi cuerpo. Noto como la presencia de al lado comienza a moverse hasta que me golpea en la cara pero yo no quiero despertarme aun. No aun. Hoy es domingo, el preciado día que mi madre nos deja dormir hasta más tarde para después poder salir al jardín, el único lugar sin techo que logro recordar de siempre.
Mi hermano se levanta y como hace todas las mañanas desde que cumplió 13 se tira en mi cama y pone su cara sobre mi bulto que reacciona al contacto y se pone duro pero hoy sucede algo mas, mi primo que se mudo ayer con nosotros me abraza y pone su bulto erecto en mi espalda.
Esto sí que es el maldito infierno o talvez sea el paraíso, no lo sé pero no puedo seguir así, estos dos tipos van a violarme si no hago algo.
Intento moverme pero cuando lo hago Mark se mueve haciendo que mi bóxer se baje un poco y que su aliento comience a golpear la punta de mi miembro erecto, lo que provocó que soltara un leve gemido, lo que hace a su vez que mi primo se queje y se mueva poniendo su boca entreabierta sobre mi oreja. ¿Qué acaso se mueven así apropósito ó tengo tan mala suerte que me toca esto?
En ese momento llaman a la puerta, mi hermano se despierta y va a abrir un poco adormilado.
¿Qué sucede, madre? - pregunta tallándose los ojos.
Hoy tengo una cita muy importante con su padre en un lugar muy lejano y como siempre...
Nosotros nos quedamos – dijo fastidiado mi hermano; él era el rebelde, el contestón y el pervertido acosador.
Así es, pero no me contestes o ya sabes que te pasa – cuando alguno de nosotros se portaba mal, nos ponían en confinación solitaria por más de 3 horas haciendo repeticiones de “no debo de portarme mal”.
Sí, lo siento madre – dijo mi hermano – bueno ¿a qué hora regresan? - pregunto con el mismo tono dulzón que usaba cuando tenia 8 o 9.
Hasta mañana. Les dejé cosas para que se preparen la comida y como hoy es su día libre les renté unas películas – dijo mi madre. Ya conocía sus películas, documentales o películas antiguas, lo bueno era que había aprendido a manipular el cable del vecino y nos robábamos muchos canales.
Mi madre entró y me dio dos besos en cada mejilla igual a mi hermano y acarició la mejilla de mi dormido primo que no me soltaba. ¿Cómonoselehaceraro?¿Porquénohacealgo? Puff bueno, así es mi madre, se le hacen normal cosas como ésta pero se la hace anormal que otros padres dejen salir a sus hijos hasta altas horas de la noche.
Después de que se fue moví a Fernando para que despertara, cuando lo hizo me miró y me besó como la noche anterior. Esta vez me deje llevar.
Pero ¿¡qué demonios haces?! - dijo mi hermano muy alterado – el primero en besar a Gerardo era yo – cosa que me espantó.
Lo siento, primo pero no pude evitarlo – se paró y se metió al baño y mi hermano simplemente estaba haciendo un puchero y yo me sentía mal con él.
¿Enserio querías hacerlo? - pregunté un poco nervioso.
Sí – y continuó con su puchero.
Pues hazlo – dijo mi primo desde el baño y me besó, sus labios cálidos se unieron con una delicadeza magnifica como si dos piezas de un rompecabezas se unieran pero a la vez como si un mundo se separara, me devoraba con intensidad y yo a él, el beso sabia a pecado pero a la vez sabia a perfección, como si un ángel y un demonio me besaran al mismo tiempo. Separé mis labios por falta de aire y simplemente mi hermano no me soltaba el cuello, me hubiera encantado continuar pero mi hermano también tiene necesidades fisiologías y lo noté por el hecho de que estaba bailando que quería ir al baño.
Yo decidí bajar a preparar el desayuno pues mi madre con las carreras no lo había preparado, revisé la puerta que evidentemente estaba cerrada con llave. Yo me preguntaba que pasaría si un día de estos mi hermano o yo sufríamos un accidente y la solución de mi madre fue darnos el número del vecino que es médico y a él que es amigo de la infancia de mi padre una llave para poder entrar. Así es, sin escapatoria.
Cuando el desayuno estaba listo subí a avisarles a Mark y a Fernando pero mi sorpresa que me llevé fue enorme. Mi hermano estaba sobre mi primo besándose totalmente desnudos, sus miembros erectos se rosaban constantemente y ambos soltaban gemidos; como ninguno de los dos me vio continúe viendo pero algo me detuvo, no se si la perversión, o el hecho de ver a dos personas hacerlo; lo único que pude hacer fue sacar mi miembro erecto y comenzar a masturbarme. Lo sé, estaba enfermo pero de lujuria así que lo hice hasta que me corrí y un gemido de placer me delato. Ambos salieron a verme, cuando me vieron con la mano llena de mi semen me miraron con cara de lujuria.No sé qué me harán pero de algo estoy seguro: este día no saldré virgen.