CAPITULO 2
—¡Sexo!— exclamó la agente Romanoff entrando al departamento de Tony por la mañana, más exactamente a su recamara donde el multimillonario aún se encontraba dormido.
—Natasha…— se quejó contra su almohada, para levantarse poco a poco apoyándose en sus codos— ¿De qué hablas?
—Sexo… es lo mejor que se te pudo ocurrir después de lo que te dije— le regañaba la pelirroja.
—Oye espera… ¿Cómo entraste aquí? — preguntó mirándola sorprendido.
—Virginia— respondió encogiéndose de hombros.
—La amistad tuya y de Pepper no me agrada— decía quitándose las sabanas de encima, a la vez que se sentaba en la orilla de la cama, causando una pequeña risa en la espía. — ¿Puedo saber que están gracioso?
—Tu ropa Stark.—le respondió la agente con una luminosa sonrisa, entonces el multimillonario se observó a si mismo, notando sus bóxers de franjas rojas y blancas y su enorme camisa con la imagen del querido Capitán en ella.
—Ni una palabra— le sentenció señalándola con un dedo acusador.
—Lo que tú digas Stark— asintió la mujer caminando para sentarse a un lado de él— ¿De verdad te haría tanto mal aceptarlo?— le preguntó de manera suave viendo fijamente al millonario.
—¿Aceptar que?
—Que amas a Steve.
—Yo no lo amo… no sé de donde sacas eso Natasha, y aun no entiendo porque desgracias del destino tú y Pepper se enteraron de nuestra relación.
—¿Ahora si es una relación?
—No… bueno… No sé porque me regañan tanto tú y Pepper, creo que también han hablado con él— Dijo parándose caminando hacia su baño— El aceptó desde un principio que esto era solo sexo.
La chica suspiró exasperada, para seguirlo hasta la ducha rápida que el otro se disponía a tomar.
—Que conveniente para ti, ¿verdad?
—La verdad es que si— le contestó con una simpática sonrisa, asomando su cabeza un poco por la puerta de cristal del inmenso cuarto de baño. — Natasha, entiéndelo— le hablaba desde la regadera— Rogers no es el buen niño que todos piensan, cuando nos besamos por primera vez, se apartó gritándome que no le gustaban los hombres, y es algo que hasta el momento se la pasa repitiéndome, sólo quiere disfrutar del sexo y ya. Después como dijiste, se casará con una tonta chica, tendrán unos pequeños y bobos “capitancitos” y vivirán como una familia feliz.
—¿Y tú estas bien con eso? — Gritó la chica cruzada de brazos y recargada en la pared del baño.
—Claro… yo quizá tengo que hacer lo mismo… la fortuna Stark necesita herederos aunque…— salió tomando una toalla para enredársela en la cintura— Para que yo tenga un niño aún faltan muchos años.
—No puedo creer como te puedes mentir de esa manera a ti mismo, ¿Qué a acaso no ves que tú lo eres todo para él?
—¿Y que tu no me oíste?, a él ni si quiera le gustan los hombres… o eso dice— comentó pasando de largo a la chica caminando de nuevo a su habitación.
—Y tu claro… te aprovechas de su confusión— le siguió para jalarlo tomarlo de los hombros y verlo a los ojos.
—Ok, Agente está invadiendo mi espacio personal.
—Tony deja de jugar, he visto como lo miras, como tus ojos se entrecierran cuando las chicas le coquetean, como tu mirada se ilumina cada vez que el esta cerca… como lo molestas más que a los demás…
—Bueno el anciano es fácil y divertido de molestar y…
— Tony, anoche Steve me dijo que hablaría contigo para terminar su relación.
—¿Qué?— la cara del millonario no tuvo precio parecía que le hubieran roto su armadura en mil pedazos y de un solo golpe.
—Se veía muy mal, estaba a punto de llorar…. Pero decía que ya no podía soportar esa relación, le haces daño— le tomó de la mejilla— Como te dijo el en un tiempo… piensa en alguien que no seas tú.
En ese momento la puerta se abrió de golpe.
—Tony, ya es hora de la revisión…— entró Banner— oh, yo… perdón por interrumpir— se apenó el doctor, al ver como los otros dos se separaron volteando la vista.
—No, no se preocupe Doctor yo ya me iba. — dijo la agente caminando hacia la salida— Piensa lo que te acabo de contar Stark— agregó antes de abordar el elevador.
—No me atrevo a preguntar— comentó Bruce.
—Mejor por ti, me cambió y nos vamos— comunicó Stark —espérame afuera.
“Hulk”, aceptó saliendo de la habitación dejando a un Tony bastante confundido, ¿Dejarlo?, Ese bobo, obsesivo patriota, anciano, antigüedad de museo, ¿planeaba dejarlo? Le dolía… de verdad que le dolía…
—Pero solo porque nadie deja a Anthony Stark— se dijo en voz alta mientras se cambiaba— Es solo por eso— intentaba convencerse a sí mismo, sabiendo en el fondo, que la verdad era que no quería perderlo.
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—De nuevo recuérdame ¿Por qué estamos aquí?— preguntó Stark desde una camilla en uno de los cuarteles de S.H.I.E.L.D – Mis laboratorios son más que aptos para realizar las pruebas que necesites.
—Si lo sé Stark, recuéstate— le indicó el doctor Banner acercando una máquina que parecía una lámpara fluorescente. — Pero no es lo suficientemente privado— agregó mientras hacía que la lámpara pasara por todo el abdomen del playboy. Meneando la cabeza, al ver los resultados que la pantalla del aparato le mostraba— No esto no puede ser. — exclamó dándose la vuelta para ir a revisar las muestras de sangre que hacía rato le había tomado.
—¿Privacidad? — enarcó una ceja volteando la pantalla para ver lo que el doctor había visto— Presento una anomalía de mutación celular, ¿De qué estamos hablando exactamente? — Preguntó observando como el Doctor seguía en la mesa de pruebas revisando su sangre una y otra vez, hasta que se dio la vuelta.
—Tony, te hare unas preguntas y necesito que me respondas con sinceridad, que me tengas confianza.
—Yo te tengo toda la confianza del mundo mami— bromeó dramático el hombre llevándose una mano al pecho.
—Stark…
—Bueno ya, pregunta. —Animó con un gesto de mano.
—Tú…— el doctor juntó sus manos en un gesto nervioso sin saber cómo formular la pregunta— Tu… anoche… después de lo del accidente— decía mientras Stark lo veía atento extrañado ante su nerviosismo— ¿Tu tuviste sexo?— Preguntó por fin mirando fijamente al otro.
—Bueno había chicas muy sexys, pero como te pudiste dar cuenta me fui a casa temprano como niño bueno.
—No, no hablo de chicas— dijo el doctor— Stark, ¿tuviste sexo con un hombre?
—¿Qué tiene que ver eso con esto? — se puso inmediatamente a la defensiva el millonario.
—Creo que eso es un sí.
—No.
—¿Entonces es un no?
—No.
—Stark, decídete esta información de vital importancia.
Después de pensarlo unos segundos el millonario suspiro cerrando los ojos— Esta bien si quizá me acosté con un lindo chico.
—¡Ay no!— se lamentó, Banner.
—¿Qué?, ¿eres homofóbico?, Porque la verdad yo pensaba que tú también… ya sabes bateabas chueco.
—¿Eh?— le miró nervioso— No, Tony escúchame bien y responde con sinceridad… ¿Tú eras el pasivo de la relación?
—¿Es necesario que te lo diga?, no quieres también saber en qué posiciones lo hice o si use condón.
—Esa información sería de gran ayuda— agrego Banner caminando hasta una computadora. — ¿Me a dirías?
—Muy bien Doc., si, si fui el pasivo y no, no use condón, lo estaba haciendo con un maldito “Boyscout” una niña exploradora tiene sexo con más personas que él.
—El capitán América— gritó el científico – Ay no, ay no— repetía el Doctor caminando de un lado a otro como león enjaulado.
—¿Qué pasa Doc? — Rió el multimillonario ante el nerviosismo del otro— No me diga… ¿estoy embarazado?— preguntó en tono de burla intentando que el otro se calmara, pero causando solo con esto que se volteara y le mirara serio.
—Si.
—¿Si?, ¿si qué?
—Si estas embarazado Tony.
—¿Qué? ¿Qué acabas de…?
—Es tu culpa— exclamó enseguida Banner – No debiste haber entrado allí los rayos mutaban las células haciéndolas fértil, células madre para su reproducción tu cuerpo se vio alcanzado por ellas logrando que tus órganos internos solamente, sufrieran un cambió… que bueno… te volvió fértil.
—¿Estas seguro?
—Por lo que me acabas de decir… es un 97 por ciento de probabilidades que si .
—¿Por qué no me lo dijiste anoche?— casi gritó.
—¿Cómo?, tú no me dejaste explicarte nada.
—Genial… así que resulta que ahora estoy embarazado— dijo Stark dejándose caer de nuevo en la camilla.
—¿Los midgardianos hombres se pueden embarazar?— Thor apareció recargado en la puerta visiblemente interesado en la plática de los dos hombres— Que extraño, no lo sabía.
—¿Tu qué haces aquí?— preguntó Tony.
—Ah es que sobrevolaba la base y los vi llegar, así quise venir a saludar— sonrió el dios – Felicidades Tony, ser padre siempre es una bendición— le sonrió el rubio.—Aunque me sigue pareciendo raro que un hombre este embarazado.
—Eso es porque los hombres no se embarazan— explicó el doctor.
—¿Entonces?, ustedes dijeron que…
—Es que el doctor metió la pata y altero mi cuerpo, por eso… ahora yo, ay ni siquiera puedo nombrarlo— farfulló el súper héroe.
—Increíble…— se sorprendió el Asgardiano — ¿Puedes hacer lo mismo con Loki?—Preguntó a Bruce.
—¿Qué?... No, esto fue un accidente.
—Un horrible accidente— exclamó Stark.
—¿Qué es un horrible accidente?— cuestiono Natasha que los había seguido pareciéndole raro que los dos hombres fueran al cuartel.
—Tony será papá— Comentó Thor.
—¡Cállate!— le grito “Iron Man”
—Genial Stark, esto es el colmo— regañó la espía.— No me decías que faltaban años luz para que fueras padre… no puedo pensar en que dirá Steve cuando se entere.
—Por lo que escuche estará feliz. — sonrió Thor.
—¿Por lo que oíste?
— Los extraterrestres no saben callarse– se quejó Tony.
—A un dios nadie lo calla.
—¿Qué pasa?— intervino Barton entrando— “Nat”, ¿estás bien? – le preguntó el recién llegado a la chica que se notaba molesta.
—El idiota de Tony embarazó a una chica— le respondió volteando a ver a su mejor amigo.
—Pero no me habías dicho que él y el capitán…
—Sí, pero pues…
—Esperen Tony no embarazó a nadie— intervinó de nuevo el dios— Tony es el que esta embarazado.
—¿Qué?— Las voces de los asesinos sonaron a la vez.
—¿Qué sucede aquí?— entró Fury.— Les recuerdo que al entrar a estas instalaciones tienen que informárseme los motivos.
—Genial ya no falta nadie— exclamó el playboy al ver a todos.
— Tony esta embarazado.— repitió Thor mientras Stark lo veía con odio genuino, a lo que todos voltearon a verlo a él.
—Todo es culpa de Bruce— señaló el castaño cual niño chiquito, a lo que las miradas se dirigieron ahora al doctor que estaba cruzado de brazos sumamente preocupado, nervioso y un poco apenado ante la situación.
—Pero no es mío es de Rogers— se excusó a lo que Stark solo pudo exclamar un fuerte “¿Ha? “
—Lo siento, llego tarde a la reunión— apareció el nombrado Capitán como por arte de invocación y Tony casi se desmalla.
—En definitiva este lugar es más privado Banner— se quejó el playboy.