Pov’s WooHyun
Aun recuerdo todo lo sucedido… Siglo 16, yo tenía solo 21 años y aun los tengo… vivía en un pueblo de campesinos esforzados y humildes, no podía quejarme tenía una vida muy feliz junto a mis amigos, madre y hermanos. Mi familia no era numerosa. En mi pueblo a pesar de haber pobreza las personas estaban la gran parte del tiempo sonriente viviendo la vida de manera positiva viviendo el día a día… uf, si, era algo difícil estar todo el tiempo con una sonrisa mientras se estaba rodeado de tanta miseria… en aquellos tiempos se contaba la leyenda de que habían seres que se alimentaban de sangre humana, que invadían pueblos completos, que no tenían piedad, pero eso eran solo leyendas, rumores que yo creí se inventaba la gente.
Como todos los días luego de trabajar en los campos de arroz junto a mi hermano menor Sungjong, nos dirigimos a un terreno vacío que se encontraba cerca de nuestra casa, practicante al lado, para encender una fogata y sentarnos alrededor de esta para espantar el frío que comenzaba a hacer debido a que la noche ya estaba cayendo.
-¡Yah! SungJong Ah. –exclamé de manera animada-
-¿Qué ocurre Hyunnie?...-inquirió él mientras frotaba sus manos al mismo tiempo que observaba aquella cálida fogata-
-Deberíamos salir de este pueblo… si deberíamos hacer eso y conocer que hay mas haya de esta realidad –respondí con algo de ilusión mirando en dirección al cada vez más oscuro cielo-
-Deja ya de hablar estupideces hyung… sabes muy bien que no podemos hacer eso… Somos pobres, además aquella idea es una locura. Yo estoy bien aquí…–comentó dirigiendo la mirada hacía mi-
-Bueno y ¿qué?, ¿Acaso se prohíbe soñar?... –murmuré luego de oír aquel comentario-
Bueno si pero…-la voz de mi hermano de silenció al escuchar un desgarrador grito proveniente de nuestra respectiva casa, me paralice ¿Qué rayos esta pasando?, pensé para luego ponerme de píe casi de inmediato. Mi hermano sujeto de mi mano suponiendo que yo me dirigiría a nuestra casa para ver que ocurría-
-No.. No vayas solo…-murmuró con un tono temeroso –
-Si te dejo solo podría ocurrirte algo… es mejor que vayamos… a nuestra madre pudo haberle ocurrido algo… -comenté-
Siempre es sobreprotegido de sobremanera a mi hermano y madre… sentía que era mi labor por ser el hombre mayor de la casa, y no me perdonaría si algo les ocurriese. Me arme de valor y comencé a caminar a un paso apresurado en dirección a mi casa mientras que mi hermano sujetaba con bastante firmeza y fuerza de mi mano.
Al llegar al lugar me percate primero de que el pueblo estaba algo silencioso, más de lo común… algo extraño estaba pasando. Antes de entrar a la casa vi como una de las pequeñas y pobres casas de enfrente comenzaban a arder en llamas comenzando así el caos por todo el pueblo. ‘’debo ir por mi madre y huir de inmediato’’ pensé entrando a la dicha casa. Entré y miré en todas direcciones, vi como estaba todo desordenado y maltratado ‘’¿Ladrones?’’ Me cuestioné. Trague saliva notoriamente mirando a mi hermano
-Debes quedarte aquí en la entrada si algo pasa…-respiré profundo por alguna razón me hallaba nervioso, bueno no era para más si no sabía a quien podría enfrentarme- Si algo pasa… corre, corre lejos y no mires atrás…
-Pero.. pero –dijo estando parado en la entrada de la casa-
-Nada de peros –le reproche frunciendo levemente el ceño para luego tomar un fierro que había por allí y adentrarme por completo a la casa en busca de mi Madres pero de pronto oí una voz… esa voz… claramente era la voz de mi madre.
-Hijos.. ¡Corran! –Nos advirtió con un tono débil y moribundo, dirigí mi mirada al lugar de donde provenía la voz, ya que estaba oscuro y no podía visualizar bien. Mi madre se encontraba allí tumbada en el piso, pálida, con labios secos y sangre en su cuello… ¿Qué mierda ocurre? Enserio era todo muy confuso. Me acerque rápidamente donde se encontraba mi madre para ofrecerle ayuda pero antes de que eso pasara sentí como una fuerte mano presionaba de mi hombro haciendo que me detuviera. Voltee y divise al individuo que me sujetaba con tanta fuerza, su pelo era oscuro, se trataba de alguien mayor de una persona alrededor de 30 años a mi parecer, sus ojos… sus ojos eran rojos como el color de la sangre, me asusto, no puedo negarlo…pero en aquel momento no me preocupe en lo absoluto de mi solo dirigí mi mirada hacía mi hermano quien estaba ubicado en la puerta de la entrada, lo hice para advertirle que debía correr pero ya era demasiado tarde… alguien más estaba sujetando de él también… ese alguien era aparentemente joven, de pelo oscuro más alto que yo
-¿Quiénes son? Y... y ¿qué quieren? –Inquirí a aquellos extraños sujetos con ojos color carmesí- Dejen a mi hermano… déjenlo –supliqué-
Aquellos sujetos rieron a la par luego de oír mis palabras y la persona que me sujetaba aquel Hombre mayor sujeto de mi barbilla y me besó a la fuerza obligándome a escupir luego.
Insolente…enserio eres capaz de hablar aun de ver lo vulnerable que eres ante nosotros –comentó con una voz ronca y profunda-
Mi señor.. Me lo llevaré… me llevaré a este muchacho, puedo quedármelo ¿verdad? –habló pidiéndole al hombre mayor si podía llevarse a mi hermano. Aquello me desespero y provoco que yo quisiera soltarme del agarre-
-Claro… haz lo que te plazca con ese débil chico –respondió el mayor-
-No por favor.. No, Hyung… ¡ayúdame!… ¡hyung! –Gritaba con desesperación mi hermano, mientras que algunas saladas lágrimas se desplazaban por sus suaves mejillas-
-Déjalo... ¡DÉJALO! –Exclamé sacudiéndome y forcejeando con quien me sujetaba-
-Solo vete… quiero disfrutar de este atractivo chico… se ve delicioso y suculento… –comentó dejando ver sus grandes y blancos colmillos-
-No, ¡DEJALO! –repetí insistiendo con el forcejeo pero aquel me superó en fuerzas y mientras veía como mi hermano, mi pequeño hermano al cual debía proteger, se alejaba obligado junto aquel tipo…
Cuando aquellos desaparecieron de mi vista el mayor me sujeto con fuerza y mordió de mi cuello absorbiendo mi sangre… mientras acariciaba mi cuerpo… y bueno no queda más que decir, El sujeto abuso de mi… sin piedad sin compasión… No importo cuantas veces le pedí que se detuviera.. No importo.. Nada…
Me dejó allí siendo siendo el único sobreviviente… Si a esto se le puede llamar vivir.
Mi cuerpo quedo totalmente débil botado en aquel frío piso donde me había dejado desnudo el hombro que abuso de mi aquel hombre que no debía olvidar nunca porque debía encontrar venganza… pero importante aun.. Debía encontrar a mi hermano, a mi dongsaeng…..