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영원히 (Eternally) por DarkSide

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Notas del fanfic:

Es la primera vez que escribo un HoMin... y realmente no se porque. Así que espero no haber fallado en mi misión. 

Notas del capitulo:

Se supone que era por ellos dos, pero al final se me salio mi cassiopeia interior y termine poniendome cursi XD

영원히

 

Ah~ ¿Qué haría con este chico?  

Yunho revolvió sus cabellos un tanto desesperado.

Changmin había vuelto a hacerlo. Había escapado del departamento burlando la seguridad que la SM había instalado.

El mayor bufó molesto, cansado y ¿para que negarlo? Hartó

Changmin siempre hacia lo que le placía, lo que deseaba y jamás pensaba en él. ¿Es que acaso creía que no lo regañarían? Yunho siempre terminaba recibiendo los castigos de la SM mientras Changmin no se daba por enterado de nada. Aunque era culpa de él, quería demasiado a ese chico y siempre hacia todo lo que estuviera en sus manos para que no se enterara de los malos ratos que debía pasar, y quizás ese había sido su error, el mimarlo demasiado.

Y si, tenían 27 y 25 respectivamente pero para Yunho el tiempo se había detenido hace muchos años. Para ser mas exactos desde que TVXQ se formó por cinco chicos llenos de esperanzas y sueños. Porque desde el 26 de Diciembre del 2003 el “Yo” se había transformado en un “Nosotros” y aún en la actualidad, año 2012, eso no había cambiado.

Abrió el cajón de licores y se sirvió un vaso de Ron. Tomó su contenido de un solo trago y dejó el recipiente  pesadamente sobre la mesa. No, no era suficiente. Se sirvió otra porción.

Estaba cansado, no solo físicamente. Se sentía como un papá primerizo teniendo problema con su adolescente y él no era el padre de Changmin. Y no pretendía serlo, al contrario él siempre deseo ser el hermano mayor que el menor jamás tuvo… pero era demasiado complicado.

Porque Changmin ya no era un niño al cual podía consolar entre sus brazos, ahora el menor era quien le sobrepasaba en altura e inclusive el que a veces  lo consolaba.

Se detuvo a mirar a aquel panorama que se vislumbraba en sus pies a través del hermoso ventanal que Changmin había insistido tanto en tener. Y ahora se daba cuenta del porqué, de noche toda Seúl era bañada por la luz de la luna dándole un aspecto mágico a aquellas calles que el ya conociera de memoria. Personas paseando tranquilas, rascacielos enormes que bailaban entre los colores de las luces y autos de última generación luciéndose entre los semáforos. Pero a pesar del hermoso paisaje, Yunho se sintió vació, ese no era su hogar.

Contrario a toda la opulencia que la capital de Corea del Sur podía ostentar, Gwangju era su lugar de origen que mas que aparatos electrónicos, demostraba en cada rincón su sangre industrial manchada por el humo del vapor del ferrocarril que tantas ganancias le trajo a su ciudad. Pero su hogar se encontraba al Sur de Seúl, y mañana tenían un presentación importante. No alcanzaba a visitar a su familia.

Volvió a suspirar, sintiéndose cada vez mas deprimido. Hasta que un fuerte golpe lo saco de sus cavilaciones.

Changmin había llegado… 

-Min- estuvo a punto de hablar, de decir su típico discurso que parecía jamás calar en el corazón de su compañero de banda, pero solo calló. Estaba demasiado cansado como para aparentar madurez.

El menor se le quedó mirando, consiente que algo no andaba bien. Yunho siempre hablaba, hasta por los codos… su silencio era preocupante. El menor se quedo detenido, intentando atravesar con su mirada al moreno, solo para descubrir unos ojos llorosos que intentaban ocultarse.

-¿Quieres saber donde fui? ¿No me recriminaras que soy un irresponsable? ¿Qué estas no son horas de llegar?- murmuró Changmin en la oscuridad con una expresión seria. Yunho le dio la espalda, sin pronunciar palabra, sin demostrar emoción. El menor se acercó con pasos lentos hasta quedar a pocos centímetros del líder, tomándolo del brazo bruscamente para que se volteara- ¡Vamos, Yunho! ¡Dime que me odias, que soy un insensato y un egoísta! ¡Qué con cada acción irresponsable que realizo te arruino la vida! ¡Que tú eres el que pagas mis errores!

Yunho golpeó con fuerza su brazo, impidiéndole tocarlo. Su mirada ya no estaba llena de melancolía, el sentimiento que lo llenaba era cólera

-¿Desde cuando lo sabes?- farfulló con vehemencia. Sus miradas chocaron en un juego inefable de imponencia. Changmin lo miró con calma.

-Siempre lo supe

Los puños del mayor se apretaron con fuerza, sintiendo como leves espasmos lo sacudían. No debía golpear a Changmin, no debía.

-Ya veo…- dijo con las mandíbulas tensas.- Veo que siempre has hecho lo que has querido.

-Por favor no seas cínico. Tú eres el que se cree con derechos de manejar mi vida. No eres mi padre Yunho y jamás te he pedido que lo seas, no intentes pagar por mis errores, son míos tu no deberías cargar con ellos. Si esta es tu forma de sobrellevar la separación…

-¡Cállate, maldición, cállate! 

Changmin lo miró sorprendido, nunca Yunho le había gritado y mucho menos le había dicho que se callara. 

-¡¿Por qué crees que lo hice?! ¡Maldición! ¡Vamos, dime. Tú siempre lo sabes todo ¿no?! ¡El gran Shim Changmin puede manejar cualquier situación!  ¡Pues dime como manejar esta mierda que estoy sintiendo!

El menos no dijo nada, sus ojos mirando los rasgos desesperados de aquel que siempre lo protegió. Sin comprender las palabras de Yunho.

-¡Eres un crio, y siempre lo serás para mi, no me importa cuantos años pasen! – Inspiró intentando calmarse para dejar de gritar- Así que deja de actuar como el adulto que no eres.

-Bien, entonces ¿Qué es lo que quieres?-  inquirió con una ceja levantada. Yunho se acercó tanto que sus narices se rozaron.

-Quiero que me ayudes, que seas un igual para mí. Que no tenga que mirarte en menos ni en mas… dos años son los que nos separan, pero si queremos salir adelante, si queremos que DBSK siga siendo la leyenda que fue, debemos ser uno Changmin. Recuerdas, el “yo” se transformo en un “nosotros”…- Yunho calló sintiendo aquel nudo en la garganta que venia acompañado con lágrimas.-  ¿Por qué te defiendo tanto?- la mirada del mayor se perdió en las murallas blancas de la habitación.- Porque eres lo único que me queda Changmin. Eres junto al nombre DBSK lo más importante de mi vida.

 Si bien Changmin jamás fue comprensible o empático, tuvo que desviar su mirada e inspirar para no derramar lágrimas. Porque entendía cada palabra que Yunho había dicho, comprendía cada sentimiento.

Desde que el “yo” se hizo “nosotros” había sufrido como nunca, reído como jamás creyó hacerlo y reído hasta desfallecer. Porque su vida la vivió multiplicada por 5 y ahora… era como si le hubieran arrancado 3 partes importante de su cuerpo. Y no quería desplomarse frente a Yunho, no frente a aquel que siempre estuvo allí para él. El hecho de que cada noche desapareciera era porque lloraba hasta que se agotaba y volvía intentando aparentar que nada le importaba.

 -Yunho idiota…- murmuró.

Y se acercó a Yunho lentamente, envolviéndolo con sus brazos, sin decir nada. Porque esta seria la ultima vez en la que dejaría que Yunho fuera mas que él, que lo tomara con sus manos y lo dejara olvidar la soledad. Porque desde mañana, lucharían codo a codo por un futuro mejor.

Yunho lo tomó con sus grandes manos, acariciando sus mejillas antes de besarlo. Changmin suspiró, consiente que debería renunciar a esa cálida sensación que su hyung le proporcionaba. Pero estaba tan acostumbrado a su toque.

Lo acercó aun más si era posible y deja que sus manos vagaran por su cintura levantando su camisa. Sintiendo la calidez de su piel y los latidos de su corazón.

Changmin le quitó la camisa, y abrazó sus hombros desnudos tomando provecho de sus centímetros de más. Repentinamente mordió el omoplato y Yunho gimió.

En algún momento camino a la habitación ambos ya habían quedado sin camisa y pantalón. Siendo los besos mas voraces y bruscos. Porque no era suficiente, no hasta que los dos estuvieran gritando de placer.

Yunho quedó sobre el menor, aprovechando la posición para tocar cada porción de piel que podía, notando como había cambiado el cuerpo de su dongsae desde que fuera un adolescente. Ya era más alto que él y sus marcados músculos se tensaban con facilidad bajo sus dedos.

Siempre que se acostaban a Changmin le costaba calmarse para que él pudiera entrar en su interior pero esta vez el menor se mostraba bastante tranquilo. Cuando palpó con sus dedos las suaves carnes, Changmin apenas se removió. Y cuando finalmente ingreso en él su mirada estaba tan conectada con la suya que el dolor fue un mero tramite.

El vaivén fue lento, pero profundo permitiéndoles besos más extensos. Jamás habían gritado tanto como en aquella noche que callada como estaba guardó su secreto.

Sus manos entrelazadas solo eran un juramento que desde mañana sus vidas cambiarían totalmente y el “nosotros” seria algo mas que una simple palabra. Seria una promesa que duraría eternamente.

Y quien diría que gracias a ello, luego de dos años de esfuerzo pudieran llorar frente a un enorme mar rojo que clamando sus nombres se vistieron de blanco para sorprenderlos y demostrarles que no se trataba solo de ellos dos. Al contrario, Cassiopeia siempre estaría allí para ellos. Eternamente…

 

  

 

 

 

 The end... until, the stars stop shine

 

Notas finales:

... Ok, no soy buena en los lemmons, no sirvo para eso. Pero tan malo no fue ¿cierto? 

En fin, insisto es primera vez que escribo un HoMin asi que me disculpo si no cumplio las expectativas de las chicas que siguen esta pareja.

Me alegraria saber que les pareció

Cuidense ^^


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