-¿seguro que con cualquier persona? – inquirió inseguro, buscando en la mirada de su padre alguna clave que le indicara que todo eso era una broma.
-si Minho, yo solo quiero que busques a alguien y te cases, esa es mi condición ¡Por Dios! Tienes 21 años y jamás te he conocido una novia o en su defecto…un novio…- el pelinegro bajo la vista indignado; nunca había tenido un interés especial en otra persona que no fuera el, y tampoco tenia intenciones de hacerlo, al menos, no por ahora. Lo único que quería era enfocarse en su carrera de Ingeniería y si quedaba tiempo, ir a beber algo con los chicos.
-entonces a la primera persona que yo busque le pediré matrimonio. –se quedo meditándolo un momento- …aunque, no le busco el chiste a este plan tan loco que tu y mama hicieron.
-entiende Minho, tu mama esta preocupada, pues en ninguna ocasión le has contado acerca de tu primer amor, de tu primera relación fallida, algún amor platónico o algo así. Nunca has llevado chicas a la casa…
-es solo que las relaciones ahorita no me importan. Jamás me he sentido así ya que desconozco que es el amor. Tampoco es que me importe pues no quiero tener ningún tipo de compromiso o algún sentimiento que me tenga atado a una persona. –se acomodo la corbata negra que traía sobre su elegante traje, cruzo las piernas y observo a su padre mientras lo miraba de igual manera. Su padre suspiro.
-pero es que Minho, ni siquiera hemos tenido “la charla de las mujeres”- le respondió un poco abochornado.
-¿y que me ibas a decir? Padre, tengo 21 años, y eso te lo enseñan a principio de colegio medio. Todo lo sabido y por saber ya me lo se. Aparte, no es como si siguiera virgen a mis 21 años –sonrió al recordar las infinidades de veces que se había llevado a una chica a la cama, incluso, a veces dos al mismo tiempo.
-entonces, ¿tienes pareja? –miro desconfiado a su hijo, apartando la leve posibilidad que se adueñaba de su cabeza.
-por dios, ¿Qué no escuchas lo que te digo? Es para pasar el rato, aparte, casi toda la universidad se muere por mi, soy popular entre las mujeres y algunos hombres… ¿y como no? Si soy alto, muy bien parecido, elegante, bien portado, guapo y según las chicas, soy sexy y “caliente” –hizo lo último entre comillas para luego mostrar una sonrisa de satisfacción, cosa que a su padre no le pareció para nada gracioso.
-¡CHOI MINHO!- se levanto su padre de aquella enorme silla de cuero encarando al moreno- ¿Qué clase de comportamiento es ese? ¿No que bien portado? ¡Con las señoritas no se juega! Por Dios, yo pensando que el no tener novia era porque eras calmado y reservado y mira tu con que me vengo a enterar. Solo eres un Casanova que no tiene educación.- Minho enfureció, pues nadie le hablaba así, y ni siquiera su padre.
-¿y que? Tampoco es que les afecte, al contrario, terminando, salen corriendo a presumirle a todos que se han acostado conmigo. Aparte eres mi padre, deberías estar orgulloso de que medio mundo se muera por mí.-
Su padre se masajeo las sienes. Tener un hijo como el si que le causaba fuertes dolores de cabeza. – no es que no lo este Minho, pero…en serio, necesito que sientes cabeza y si, haciendo lo que te dije lo lograre…- le dirigió una mirada seria – pues que así sea.
El pelinegro bufo, esa condición le parecía simplemente ridícula.
-te lo diré de nuevo, si quieres terminar lo antes posible el colegio y ser el futuro presidente de “Corporaciones Choi” tienes que buscar a alguien para casarte. De lo contrario, todo pasara a manos de tu hermano y no te dejare nada. Tú tendrás que ver como ganarte la vida. – el alto se levanto molesto, enrabiado y enojado.
Suspiro.
-bien, ya que eso quieres, saliendo, a la primera persona que yo me encuentre en la universidad le pediré que se case conmigo… y no me importara si sea mujer…-le mostro una sonrisa burlona- u Hombre… - terminando de decir eso, cerro la puerta con gran fuerza debido a su molestia.
-mmm, un hombre, como no… creo que conozco a mi hijo y se que no escogerá a un chico…- sonrió mientras se volvía a su escritorio a terminar de firmar unos papeles.
Minho se encontraba manejando su camioneta de vuelta a la Universidad, con la cabeza hecha una bomba, odiaba esa estúpida condición. Lo que menos quería era casarse… tener un “compromiso”. Pero sabia la forma de desquitarse. Sabía que aunque lo había dicho en serio, su padre se tomaría a mal que escogiera un chico…
Eso si que lo enfurecería…
El pelinegro era de mente abierta, por lo que no le asqueaba el hecho de tener un hombre como pareja…al contrario, disfrutaría todos los días el ver la cara de molestia por parte de su padre.
Se carcajeo en el auto. Había dado con el plan perfecto para su desquite.
Y al primer chico que viera, lo haría su esposo…
Bajo del coche y se encamino buscando con los ojos a aquel chico que le serviría.
-Hey rana…- le hablo su mejor amigo. Una sonrisa burlona se poso en su cara. “Jjong definitivamente no…el solo es mi mejor amigo”. Se regaño mentalmente.
-¿Qué paso perro? – le devolvió la ofensa, logrando que su compañero frunciera el ceño.
-¿Cómo fue todo con el viejo? – le palmeo el hombro mientras lo invitaba a sentarse en una de las mesas que se encontraban cerca.
-horrible, me acaba de dar la peor noticia que me podía haber dado – frunció el ceño recordando las palabras del viejo.
-hombre, no me asustes… ¿le paso algo? – el alto negó rápidamente. Suspiro irritado.
-no, ya quisiera…-recibió un golpe en su brazo por parte de su amigo- bueno, me dijo que si quería ser el heredero de su empresa…
-¿si?
-tengo que casarme… - el moreno se quedo con la boca abierta. ¿En serio su amigo, el gran Choi Minho, el “indomable” tenia que hacer eso? Se burlo de el recibiendo una mirada asesina por parte del alto.
-yah, perdón… Jajajaja pero es que ¿me estas jugando una broma? Si ni siquiera novia tienes.
-eso es lo peor, necesito encontrar a alguien que quiera casarse conmigo.-
-hombre, ¿Qué esperas? Corre a la cafetería y grítalo. No tardaras en recibir gritos de las distintas chicas ofreciéndose gustosas.
-ese es el problema…-el otro lo miro incrédulo.
-ya, Minho, ¿me estas diciendo que prefieres un…chico?- sintió como su pecho dolía luego de aquel manotazo por parte de Minho.
-no es que me gusten…
-ah, pensé que ya eras de los nuestros- porque si, su amigo, Jonghyun tenia un novio… uno muy egocéntrico y vanidoso a ojos de Minho, pero que le resultaba muy divertido cuando comenzaba a molestar al rubio.
-no es eso, es solo que el viejo me dijo que cualquier persona. Me dio a entender que podía ser hombre o mujer…el caso es que me casara. Así que el primer chico que se me cruce delante de mí será mi esposo. – de pronto sintió como alguien se paraba delante suyo. Alzo la vista encontrándose con el rubio de pantalones tan pegados y camisetas un poco llamativas, esos accesorios tan excéntricos y sus inigualables ojos perfectamente delineados.
-¡Yah! Minho ni se te ocurra, Key es mío…- le amenazo, a lo que el rubio puso cara de confundido.
-bueno, el segundo que se me cruce…
-buenos días yeobo…-le saludo Jonghyun levantándose para darle un leve beso en los labios, a lo que Minho no se alarmo ni nada.
-buenos días diva…-le saludo burlonamente, para fastidiarlo un rato.
-si buenos días rana…como sea…- le saco la lengua. A pesar de tener 22 años, se comportaba como un chiquillo de 14.
-¿estas listo honey? – pregunto el castaño mientras lo abrazaba posesivamente.
-si, sobre eso…- se separo lentamente alarmando a Jonghyun. –Minho, necesito que me hagas un favor…- el alto se impresiono un poco, pues Key casi nunca le pedía algo.
-¿Qué necesitas diva?
-es que, tenia planeado salir con Jonggie al centro comercial, pero olvide que hoy entraba mi primo a la universidad.
-¿y yo que tengo que ver? –pregunto confundido.
-eso, que quiero que le ayudes mostrándole el plantel y todo eso…- Minho se lo pensó un rato pero al final asintió ante los constantes pucheros y ruegos de Jonghyun para tener a su novio para el solo.
-de acuerdo, ¿Dónde esta?- Key sonrió e hizo una seña a alguien indicándole que se acercara. La cara de Minho casi se descoloca al ver a tan linda belleza delante de el.
-el es Lee Taemin, es mi primo…- el nombrado hizo una pequeña reverencia para luego mostrar sus perfectas facciones.
-¿”el”? – pregunto. Porque si sus ojos no le fallaban, con esos rasgos tan frágiles y femeninos y ese cabello castaño que le llegaba hasta los hombros, le indicaban que era una mujer, una un poco desarreglada, pero muy hermosa.
-si, el… es un chico Minho…- de pronto la mente del pelinegro hizo click… el era un chico… el segundo que se le había cruzado…
-un gusto, hyung…- de inmediato se levanto de su lugar y lo tomo de las manos.
-¿quieres casarte conmigo?- pregunto de repente.
-¿di..disculpe?...