Sus planes no habían pasado desapercibidos para el ojo vigilante de la organización sin un buen acrónimo, por lo cual Perry el ornitorrinco había sido asignado por el Mayor Monograma para detenerlo en el acto, sin saber que aquella noche todo cambiaría.
En el patio de los Fletcher ambos hermanos estaban preparando para una de las noches de Halloween más aterradoras de sus vidas sin saber que jamás olvidarían ese día.
-¿Está todo listo Ferb?- le preguntó curioso Phineas mientras revisaba los planos de su última creación, su pregunta fue contestada por una señal de manos por parte de su hermano, en ese instante la puerta de su patio se abrió, se trataba de Isabella quien con su típica sonrisa entraba para preguntar.
-¿Qué están haciendo?- mientras preguntaba la chica dos figuras más aparecieron detrás de ella, se trataba de Baljeet y de Buford los cuales traían en sus manos los disfraces que utilizarían esa misma noche.
-¡Qué tal amigos! Ferb y yo estamos terminando nuestro último invento- dijo el chico con orgullo mientras mostraba los planos a sus amigos.
-¿Disguise4000?- leyó con algo de extrañeza Baljeet.
-¿Y qué se supone que hace esa cosa?- preguntó ahora Buford tratando de descifrar aquellos extraños trazos en aquellos planos.
-Verán chicos el Disguise4000 nos permitirá transformarnos en cualquier cosa que deseen, es decir ya no necesitaremos disfraces esta noche- decía el chico de cabello naranja mientras señalaba los trajes de sus amigos.
-¿En serio? pero me tardé todo un mes en apartarlos- dijo con cierto desánimo Baljeet mientras Buford los tiraba al suelo disfrutando la cara de disgusto de su nerd.
-Aún no están listos, por lo que mientras pueden ir pensando en que se quieren transformar esta noche si traen una fotografía de ello le será más fácil al Disguise4000 hacerlo realidad- indicó con cierto orgullo Phineas mientras que el resto de los chicos se miraba mutuamente.
De esta forma Baljeet, Buford y Isabella se fueron del patio para buscar lo necesario para aquella noche.
Mientras tanto en malvados y asociados el doctor Doofenshmirtz estaba terminando con los últimos detalles de su nuevo invento, en ese instante Perry el ornitorrinco llegaba a la escena siendo atrapado por una de las trampas del malvado doctor, una jaula en forma de calabaza.
-Ahhh Perry el ornitorrinco has llegado justo a tiempo para admirar mi nuevo invento- decía a Doofenshmirtz mientras alzaba una gran cortina para revelar aquella creación.
-¡Admira Perry el Jekyllmalvainador!- exclamó con sumo orgullo Heinz, aquella cortina se alzaba de poco a poco mostrando una gran máquina de color naranja en forma de una calabaza, ésta a su vez tenia la apariencia de una cabeza humana sumamente aterradora (ver imagen) la cual dejó estupefacto al ornitorrinco.
-¿Es horripilante no lo crees? esta vez el diseño de mi invento se lo dejé a uno de los amigos de mi hija pero ¡vah! eso no tiene importancia en este momento, con mi Jekyllmalvainador soy capaz de convertir a cualquier persona en un verdadero, malvado, sanguinario y aterrador monstruo jajajaja- la risa desquiciada de Doofenshmirtz le resultaba molesta a Perry el cual observando su alrededor buscaba la forma de escapar de aquella trampa.
-Esta noche causare terror en todo Danville jajaja la gente pensará que son personas disfrazadas, pero en realidad serán monstruos que aterrorizarán a la ciudad- en ese momento Perry se dio cuenta que arriba de él colgaba un gran candelabro lo cual le dio una idea.
Con gran agilidad Perry sacó un pequeño artefacto de su sombrero, era una especie de bumerán, a que el proyectil salió disparado en el aire justo en dirección del doctor Doofenshmirtz el cual sólo pudo reaccionar colocándose sus manos frente a él, no obstante aquella arma del agente giró de forma brusca para pasar por encima de aquel candelabro, gracias al filo que tenía aquel artefacto los cables que sostenían aquella iluminación fueron rotos provocando que cayese y destrozase la jaula en la cual estaba cautivo Perry.
-¡No puede ser! no te saldrás con la tuya esta vez Perry- sin tener un plan exacto en mente el doctor Doofenshmirtz se dirigió contra Perry, una fugaz persecución comenzó por todo el lugar, Perry tenía en mente destruir aquel malvado artefacto por lo cual se dirigió a éste en busca del botón de autodestrucción.
-Ven aquí Perry el ornitorrinco- exigió el doctor mientras trataba de alcanzarlo, el mamífero semi acuático llegó primero y confuso por los múltiples controles que veía decidió presionar aquel botón rojo que parecía tener la clásica apariencia de autodestrucción.
-¡No!- aquélla fue la última expresión del doctor Doofenshmirtz mientras su enemigo presionaba aquel botón, un sonido estrepitoso se escuchó en ese momento el Jekyllmalvainador comenzó a parpadear como loco, al parecer la misión de la gente P había sido un éxito, el aparato explotó no sin antes soltar un gran disparo que salió dirigido al aire.
-¡Te odio Perry el ornitorrinco!- gritó con furia mientras su enemigo escapaba victorioso.
Aquel siniestro rayo viajaba velozmente hacia el espacio, y oportunamente se dirigía a uno de los tantos satélites que circulaban por el lugar, aquel artefacto volador al recibir el impacto lo concentró en su interior, pocos segundos le bastaron para reflejar aquel disparo el cual se dirigió a la tierra.
Mientras todo esto pasaba, la noche de Halloween estaba ya a pocos minutos de iniciar Buford, Baljeet y Isabella llegaban nuevamente a la casa de Phineas y Ferb, entre sus manos traían recortes de fotografías de los monstruos a los cuales querían parecerse.
-Hola chicos llegan justo a tiempo- dijo con entusiasmo Phineas saludando por segunda ocasión a sus amigos -observen- el joven Flynn reveló al fin su gran invento, una especie de mini castillo de terror fue revelado para el asombro de los presentes.
-Con ustedes amigos el Disguise4000, lo único que tienen que hacer es presionar cualquiera de los 186 botones de los monstruos más comunes- Ferb presionó uno de los tantos botones el cual tenía como imagen a un vampiro -después de esto pueden colocar algunas de las fotografías justo en el escáner, si es que quieren especializarlo más, después deben meterse adentro- Ferb caminó tranquilamente hasta desaparecer de la vista de los demás al entrar en su invento -finalmente jalamos de esta palanca y listo- diciendo aquello Phineas tiró de dicha palanca, un sonido extraño y rompió el silencio mientras múltiples destellos se veían provenir del Disguise4000.
Después de un rato de suspenso Ferb salió de aquel invento, los tres amigos quedaron pasmados al ver al joven Fletcher el cuál al ser iluminado mostró su tétrica apariencia, su tono de piel había cambiado a uno albino, su color de cabello ahora era de color castaño muy obscuro, su vestimenta también había cambiado portando ahora un elegante traje de aquellas épocas complementada con la capa típica de aquel personaje.
De esta forma Isabella fue la siguiente, ésta quiso ser un hada por segundo año consecutivo, quedando muy realista, incluso sus orejas habían sido deformadas a la de una especie de elfo -Goau yo quiero ser el siguiente- dijo con entusiasmo Buford adelantándose al grupo y colocando aquellos recortes que traía en el escáner.
-Jeje tranquilo Buford aún hay mucho tiempo además la transformación puede ser a más de una persona, y veo que elegiste el mismo disfraz que quiero portar- exclamó con entusiasmo Phineas mientras observaba aquellos recortes, se trataba del clásico hombre lobo, de esta forma Phineas y Buford entraron al invento juntos mientras que Ferb fue el que jaló la palanca.
Tal y como había sucedido antes múltiples destellos volvieron a surgir, pero esta vez un poderoso rayo apareció del cielo para caer oportunamente en el invento de los hermanos.
-¿Y ese resplandor?- preguntó curioso Baljeet a lo que Ferb solo se encogió de hombros.
-Grrr....- un gruñido surgió desde las entrañas del invento -¿Phineas?- dijo algo desconcertada Isabella, otro gruñido fue escuchado lo cual puso nervioso a los tres.
Varias pisadas hicieron eco, los tres jóvenes quedaron asombrados al ver la nueva apariencia de Phineas y Buford, su cuerpo estaba cubierto de pelo, la apariencia de ambos era musculosa y su mirada era aterradora, ambos mostraron sus dientes los cuales habían crecido al triple de su tamaño.
-Vaya Buford si que luces aterrador- aquel no respondió más que con un gruñido mientras se acercaba a él de forma asechadora -basta Budford no es gracioso- dijo nervioso retrocediendo.
-¿Estás bien Phineas?- dijo preocupada la chica hada notando algo distinto en la mirada de su amor secreto, el aludido reaccionó de la misma forma que Buford acercándose con un gruñido hacia la chica.
-Ferb algo no salió bien- dijo aterrorizado Baljeet al sentirse como una presa de su matón, Buford de forma sorpresiva se abalanzó a él y con una de sus manos trató de atraparlo, el moreno reaccionó saltando hacia atrás pero aquel ataque del feroz chico logró rozarlo.
-¡Ahh!- gritó con dolor, las filosas garras que eran parte de la nueva forma de Buford habían rasgado la camisa y parte de su piel del chico, aquella herida sangró de inmediato lo cual reveló al resto que algo estaba muy mal.
-¡Ahh Ferb haz algo!- dijo esta vez asustada Isabella mientras huía de Phineas el cual como lobo de caza perseguía con afán a la chica.
Ferb estaba estupefacto, no entendía lo que ocurría su invento jamás debió hacer eso, de forma extraña el chico vampiro era ignorado por las lobunas creaciones de su invento, Baljeet aterrorizado y herido salía corriendo despavorido del patio mientras Buford lo seguía de cerca usando sus cuatro extremidades para desplazarse velozmente, mientras que Isabella optó por trepar el árbol en el cual creyó estaría a salvo.
--No es posible... ¿será una broma de mi hermano?... no en verdad Buford lastimó a Baljeet... el Disguise4000 no altera más que la apariencia... no hubo nada distinto... espera... ¡ese resplandor!-- la mente del ingenioso británico había llegado a una pista, aquel resplandor misterioso fue lo único distinto, eso debía haber sido lo que ocasionó el incidente, de forma apresurada se acercó a su invento para analizar lo que había pasado.
-¡Auxilio!- gritó la chica exploradora desde la copa del árbol, usando sus garras filosas el lobuno Phineas trepaba con lentitud para alcanzar su presa lo cual ponía de nervios a la chica, a cada segundo el joven Flynn se acercaba más y más, Isabella sabía que aunque estaba disfrazada de hada no podía volar pero quizás aquellas alas falsas le permitirían planear -tu puedes Isabella- se dijo mientras que armándose de valor saltó del árbol para escapar, tal y como predijo aquellas alas falsas hicieron que su caída fuera controlada pero no por eso suave, lo cual provocó que cayese abruptamente sobre la cerca lastimándose su hombro izquierdo -¡aunch!- la joven se levantó lo más rápido que pudo para emprender huida, ya que Phineas había imitado aquel acto cayendo en sus cuatro extremidades para seguir con su caza.
--¿Qué es esto?-- se dijo Ferb al ver el reporte de la transformación en su invento, al parecer una energía externa había alterado a su hermano y a Buford, lo cual le daría la solución para revertir aquel efecto siniestro.
Mientras en las calles de Danville el joven Baljeet huía despavorido mientras que con la otra mano se cubría su pecho el cual sangraba por aquella herida -¡auxilio!- gritó desesperado buscando algún refugio, Buford lo estaba alcanzando con facilidad el cual con su jadeo lo ponía más asustado, el chico doblo la esquina con brusquedad lo que casi hizo que resbalase, una figura conocida estaba a pocos metros de él, era Irving.
-¡Hola Baljeet! ¿cómo...- el saludo del joven de lentes fue interrumpido cuando el hindú pasó a su lado aterrorizado y sin responderle -¡oye que te pasa!- dijo algo descontento por la actitud pero cuando volvió su mirada al frente se topó con Buford el cual ignorándolo pasó encima de él tacleándolo y mandándolo a volar hacia uno de los tantos jardines de una de las casas, el impacto fue tan fuerte que lo dejó inconsciente en el suelo.
-Déjame en paz Buford- dijo inútilmente a lo que fue una vez su amienemigo, las piernas del chico estaban cansándose y su carrera alcanzaba su fin, ambos estaban llegando a una de las zonas de construcción donde erigirían un nuevo centro comercial.
Por su parte Isabella se dirigía a donde se reunía con su tropa, tenia planeado capturar a su amado, gracias a su condición física la chica podía mantener una velocidad lo suficientemente rápida como para que Phineas no la alcanzará, sacando de sus pertenencias su celular marcó a su amiga Gretchen de las exploradoras -Gretchen reúne a las chicas rápido- dijo agitada mientras seguía su carrera.
Baljeet llegaba a la zona de construcción saltándose las cintas que decían en color naranja "prohibido el paso" por su parte Buford arrasó con esas cintas frenándose al perder de vista a su presa, el hindú había logrado ocultarse en una de las pilas de vigas que había en el lugar --tengo que salir de aquí-- se dijo asustado el chico, Buford volteaba a todas partes y al no ver a su presa utilizó su nariz, después de unas cuantas olfateadas una sonrisa se dibujo en su peludo rostro.
Con suma cautela Baljeet se dirigió a una de las salidas semi construidas de aquel lugar cuando Buford le apareció de la nada -¡ahh Buford!- exclamó asustando retrocediendo y topándose con pared, estaba acorralado.
-Grrrr- el gruñido del bravucón ponía los pelos de punta al chico, sin poder hacer nada Buford llegó hasta él y con fuerza se abalanzó tirándolo al piso provocando un grito de dolor por parte del chico.
Con fuerza sobrehumana el salvaje Buford desgarró la ropa del chico de forma precipitosa y nada cuidadosa, provocándole múltiples arañones que hacían gritar más al hindú, aquella conducta enfurecía más a la salvaje criatura la cual aulló fuertemente dejando algo ensordecido al pobre muchacho.
-¿Qué quieres de mi Buford?- preguntó con entre lagrimas el joven mientras veía aquella feroz mirada de lo que ahora era su amigo, éste solo gruñía como respuesta mientras que de forma sorpresiva se acercó a él lamiendo su cuello, aquella actitud no dejaba de darle temor al chico ya que aunque resultó grata no podía dejar de pensar que Buford en realidad lo estaba saboreando.
Con otro fuerte zarpazo el grandulón rasgó su pantalón y rompió su cinturón, usando sus "patas traseras" el peludo hombre lobo le quitó aquella prenda con facilidad revelando las intensiones que tenia -¡no lo hagas Buf..!- las palabras del hindú fueron irrumpidas por otro amenazante gruñido mientras que con sus poderosas fauces arrancaba lo que le quedaba de camisa al moreno.
El chico estaba experimentando un choque de emociones, aunque sin duda el miedo dominaba sobre todas las demás, con fuerza el feroz chico empezó a lamer el cuerpo del moreno saboreando su esencia de terror, adrenalina, sudor y sangre, lo cual erizo al joven, su gran lengua comenzó desde el cuello, bajando de apoco hasta su estomago y terminando en su miembro el cual en poco tiempo se estimuló.
-Detente... no lo hagas Buford..- imploraba con suavidad y terror mientras vivía aquella extraña experiencia, aquellas peticiones eran obviamente ignoradas, el lobuno bravucón destrozó su propio pantalón para continuar con su salvaje instinto, tenia toda la intensión de hacerle suyo sin importar las consecuencias.
Las caricias del peludo chico bajaron más haciendo gemir por primera vez a Baljeet, pero pese a eso su test seguía siendo pálida por el miedo, con un fuerte gruñido el chico dirigió su frívola mirada a los ojos aterrorizados de lo que era su nerd, sin previo aviso el peludo grandulón embistió de un solo golpe a su presa la cual gritó esta vez de dolor y placer, aquella escena resultaba bizarra para muchos.
En ese mismo instante a poca distancia Phineas había caído en una de las trampas ingeniosamente hecha por las exploradoras, encerrándolo en una jaula improvisada que parecía ser lo suficientemente fuerte como para mantenerlo cautivo.
-Lo siento Phineas pero te quedarás aquí hasta que hallemos una cura- dijo con tono de preocupación Isabella, el salvaje Flynn furioso empezó a embestir los muros de su encierro, su fuerza era tal que aunque había sido tejido con hilos de metal, en uno de esos golpes logró derribar varias de las varillas quedando de nuevo en libertad, con furia se abalanzó hacia la joven Shapiro mordiéndola de un brazo lo cual aterrorizó a las demás chicas, en eso un aullido fue percibido en el ambiente, aquel sonido desconcertó al salvaje Phineas el cual soltando su presa se alejó del lugar dejando a su amiga seriamente herida.
En aquella zona de construcción el salvaje bravucón estaba disfrutando del cuerpo de su nerd sin el más mínimo cuidado, sus filosas garras se encajaban en sus brazos provocando que sangrase un poco, cada vaivén era cada vez más fuerte y placentero para el peludo joven el cual aullaba seguramente para expresar su placer.
De pronto su nariz percató un olor el cual lo hizo voltear a un lado, de las sombras la figura salvaje de Phineas se acercaba amenazante (aquí hay un fanart de Phineas de hombre lobo o_o) Buford gruñó con fuerza mientras que dejaba a su presa por un momento, al parecer no era el único que lo deseaba.
Con gran velocidad Phineas se dirigió hacia Baljeet el cual estaba en shok y apenas reaccionaba con lentos movimientos, Buford al ver las intensiones del chico se interpuso en el camino mostrando sus fauces en son de amenaza, ambos gruñían con fuerza y al final fue el bravucón quien se abalanzó a su rival para usar sus garras y herir al chico.
Una pelea de monstros daba inicio, aprovechando su complexión Buford embestía a Phineas mientras que este trataba de librarse del enfrentamiento para ir hacia donde estaba Baljeet pero el grandulón no se lo permitiría, era su presa y no la compartiría con alguien, aquel aterrado al ver ese enfrentamiento se vestía con los vestigios de ropa mientras veía la forma de huir de allí.
Mientras aquel enfrentamiento sucedía, la mitad de las chicas exploradoras había llevado a su líder al hospital mientras que el resto acompañadas de Ferb buscaban a los dos chicos para terminar de una vez por todas con esto, Ferb había logrado descifrar como revertir aquel efecto de transformación por lo que tendrían que darse prisa.
La batalla de ambos hombres lobos se estaba intensificando cada vez más, Phineas tenia múltiples heridas de rasguños y mordidas propinadas por el bravucón, éste a su vez también estaba herido pero en menor medida, cansado de defender a su presa Buford junto todas sus fuerzas para embestir nuevamente, el salvaje Flynn cayó al piso y antes de que se recuperase Buford se puso encima de él rasgándole su vestimenta que ya estaba bastante maltratada.
Con fuerza el bravucón quería someter a su rival y aprovecharse para terminar lo que le interrumpió, con fuertes gruñidos Buford amenazó a Phineas el cual trataba de librarse de su agarre, en ese instante un resplandor tomó por sorpresa a los dos, se trataba de Ferb el cual con una especie de bazuca había golpeado al bravucón con un rayo lo cual dejó libre por un instante a Phineas, éste aprovechándose de aquello se abalanzó furioso hacia Baljeet y antes de que fuese alcanzado por el segundo tiro de su hermano logró atacar al hindú cayendo ambos al piso.
La transformación de Buford había sido revertida, su forma humana había regresado y con un dolor de cabeza insoportable se incorporó -¿qué ha pasado?- pocos segundos le bastó para reaccionar, de alguna forma recordó todo lo que había hecho como hombre lobo lo cual lo sobresaltó tratando de levantarse e ir donde estaba Baljeet.
Los ojos del brabucón se llenaron de lágrimas al ver a su amigo, aquel estaba tirado en un charco de sangre lo cual le hizo pensar lo peor, sin poder contener su llanto el grandulón cayó de rodillas y cogió el cuerpo inerte del hindú -perdóname Jeet, jamás quise hacerte daño- la mente del joven Van Stomm estaba en blanco y con suma tristeza (aquí la imagen de la escena).
Una ambulancia llegaba para atender a los chicos, Phineas seguía inconsciente y herido por el enfrentamiento, mientras que Buford se negó al principio en apartarse de Baljeet siendo casi obligado por los paramédicos.
Aquella noche fue inolvidable para todos, por fortuna Baljeet había sobrevivido pese a que perdió mucha sangre, al igual que Isabella, ambos se recuperarían pero seguían en observación, desde aquel día esa seria la ultima noche en que Hallowen significase solo dulces y disfraces, aquel acontecimiento había marcado de por vida a todos.
FIN
