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No te vayas por Alis Potter

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Notas del fanfic:

Espero que les guste

Siempre me ha gustado Naruto y por lo tanto que lo admiro jamas me habia atrvido a tocar a su personajes en fin...espero que les guste esto va dedicado a Sabaku no kade

Notas del capitulo:

Bueno esto es porque admiro a Naruto

Y tiene una dedicatoria es para Sabaku no kade, ya que ella ama esta pareja ademas ella es mi beta para ti me querida sicopata omisida

Como siempre, como cada tarde, como todos los días, está observando por la ventana, la calle poca transitada, de vez en cuando pasaba un auto, gente en bicicleta o caminando, pero a el no le importaba, solo lo esperaba a él…

A ese chico de cabellos rubios, largos y amarrados en una coleta

Nunca lo había tenido cerca, pero era más que obvio que era más alto que el, con una cara angelical y apostaba todas sus pertenencias a que sus ojos eran azules, pero era un dilema que jamás podría darle solución, ya que nunca estaría lo suficientemente cerca para asegurarse de aquello.

Hoy no ha llegado a la misma hora de siempre, llega a los 2, pero esta vez no, son casi las tres y el no aparece.

La curiosidad, la desesperación, y la frustración comienzan a crecer en el, en aquel muchacho pelirrojo, de frágil estructura corporal, comienza a creer que le ha pasado algo, o solo tal vez, no ha ido a la escuela pero ¿Por qué? Ya casi es hora de ir a sus clases, pero él no está listo, porque desde hace una hora ha estado pendiente en aquella ventana, está a punto de rendirse, alistarse y resignarse a no verlo por hoy, cuando lo ve, viene caminando pero no solo, como siempre lo hace, si no de un chico mucho más alto que el rubio, moreno, cabello negro corto hasta el hombro, que al igual que el rubio lo traía en una coleta

Sintió un vacio en el estomago, un escalofrió le recorrió por todo el cuerpo, unas inmensas ganas de devolver lo poco que había desayunado y unas fuertes ganas de llorar lo invadieron. Era la primera vez que tenía una decepción en el amor.

La realidad lo había abofeteado para recordarle su cruel destino, que no podía darse tantos lujos en la felicidad

-Sasori en hora de irnos-su abuela entro a la habitación-Jovencito date prisa en media hora empieza tu clase… ¿Estás bien?-la vieja se acerco al ver unas cuantas lagrimas que resbalaban por las mejillas del menor

-Estoy bien…en un momento bajare-Sasori se puso de pie, limpiándose las mejilla con las magas de su sudadera

-Sasori sabes que puedes confiar en mí, puedes contarme lo que sea-Chiyo tenía miedo que su más querido y único nieto volviera a esa depresión, en la que alguna vez se ahogo y casi le quita la vida. Lo siguió-Dime Sasori ¿Qué es lo que pasa?

-Nada Chiyo nada-comenzaba a fastidiarse. Desde su intento fallido de quitarse la vida, aquella vieja y único familiar no lo descuidaba ni un solo momento, llegando a invadir su espacio personal-Solo déjame estar

-Necesito saber que estas bien

-Hay que si-el menor entro al baño, azotando la puerta

-¡Sasori abre la puerta!

-Voy a orinar ¿Quieres ver? Pues yo no, bajare en 5 minutos

A la mayor no le quedo de otra más que confiar en su nieto, bajo lenta y dudosamente a la sala, hasta que llego su nieto. Aquellas lágrimas seguramente no sería nada grave porque preocuparse, era normal derramar unas cuantas lagrimas, estando en aquella situación, en la que se encontraba su amado nieto

-¿Listo?-pregunto su abuela

-Si vamos

Arthur tenía ya listo el auto, él era el chofer de la familia, debido a que Chiyo no sabía y no estaba dispuesta a aprender a conducir y a Sasori no le autorizaban acercarse a un auto

El trayecto no era largo, incluso podría irse caminando, pero su abuela no se lo permitía, no le dejaba hacer muchas cosas, creía que era un invalido, pero no, no lo era, su salón estaba a seis calles de donde vivía, de aquella casa que no parecía un hogar si no una prisión, era las únicas veces que salía de casa

-Sasori no has llegado puntual-reclamo su profesora en tono de broma

-Oh Temari lo siento, ya lo conoces como es de distraído-dijo la abuela-Hasta luego, Sasori vendré por ti-la abuela salió de la clase

-Me harta-dijo Sasori antes de sentarse en una silla

-¿Por qué?-la profesora tomo asiento a si lado

-Me sobre protege

-Es tu abuela, entiéndela no te quiere perder

-Pues si sigue así, no dudare en intentarlo de nuevo

-La dejarías sola… ¿Qué has hecho hoy?

-Nada lo mismo de siempre, despertar, bañarme, vestirme, tratar de desayunar, tomar clases y venir aquí

-¿Hoy no lo has espiado?

-Yo no lo espió-sus mejillas se tiñeron de un color rojizo

-Está bien ¿Hoy no lo viste mientras “casualmente” veías por la ventana?

-Si…-su voz se oía como un susurro, su mirada bajo

-¿Y? ¿Qué paso?-Temari no era solo su profesora, también era su mejor amiga, la persona en la que podía confiar y contarle absolutamente todo. Incluso le conto lo del chico rubio, en el cual comenzaba a tener una pequeña obsesión

-Nada, solo que hoy lo acompañaba un chico

-Ya veo ¿Y qué han hecho?

-Nada, bueno no lo sé, mi abuela entro y ya no vi mas

-Sé lo que piensas pero no estás seguro

-¡Que importa! No tengo derecho a sentirme así

-No digas estupideces…Todos tenemos derecho de sentir eso. Pero no hay que darse por vencido

-No siquiera puedo decepcionarme ni lamentarme de que este con otro chico, después de todo…Jamás lo he conocido y nunca lo hare

-Nunca digas nunca-dijo un chico de cabellos castaños que entraba en el aula-La vida da muchas vueltas-aseguro

-Kanakuro yo…empecemos las clases

Sus profesores lo miraron dudosos, pero al ver que su mejor alumno no estaba dispuesto a hablar más, comenzaron las clases

El instituto era para enseñar arte, todo tipo de este, desde actuar, dirigir como pintar, tocar, hacer figuras de arcilla o barro, o hacer títeres. Y ese era el hobby de Sasori, era extraño pero el detallar el cuerpo de sus extraños títeres lo distraía y tranquilizaba

Decidió ignorar las miradas de sus profesores y concentrarse en su última creación

Las dos horas pasaron volando, se adentro en sus pensamientos y en detallar a la figura de madera hasta que su abuela llego por el

El camino de regreso a casa fue en total silencio, casi llegando a la casa, notaron en barullo que unos adolescentes formaban, jugaban, lo que parecía futbol

-Parece que no hay otros lugares para hacer ruido-gruño la vieja

Sasori no le tomo importancia observo a todos los chicos que jugaban, de inmediato reconoció esa cabellera rubia, era aquel chico al que vigilaba constantemente, corriendo tras el balón, gritando, sudaba y estaba realmente colorado

Los chicos pararon, para que el auto entrara al pasillo que llevaba a la cochera de la casa

En cuanto Sasori bajo y dio unos pasos oyó el grito de unos chicos

-¡Cuidado!-al voltear solo vio una bola negra, debido al sol no sabía que era, cuando sintió un golpe, seguido de un fuerte dolor en la frente, una sensación húmeda recorrer su mejilla, lo último que vio fue a un chico rubio correr hacia él y el grito de su abuela

-Si serán cabrones ¡Sasori!

Notas finales:

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