En un apartamento, ubicado en una zona residencial de Japon, el sol entraba por la ventana y se posó en los ojos de un moreno, haciendo que este abriera sus ojos como respuesta, dándose a relucir dos hermosas esmeraldas, se incorporó con algo de cansancio en su cuerpo…bueno eso era más que normal puesto que el causante de que las caderas le dolieran y gran parte del cuerpo no era nadie más que su casero, que aún seguía durmiendo plácidamente en la cama. Se vistió rápidamente y empezó a bajar las escaleras puesto que debía preparar el desayuno, pero por la mente pensaba en que últimamente lo hacia demasiado frecuente con su casero, y las noches de intensa pasión que tenía con el eran “maravillosas” y al día siguiente extremadamente dolorosas, de repente escucho unos pasos detrás suyo…
-Buenos días Usagi-san…
-Buenos días Misaki…-decía con una voz que demostraba cansancio abrazando a un enorme oso de peluche-
Misaki sirvió el desayuno en dos platos respectivamente y le dío un plato a Usagi-san y otro a él.
-Itasakimasu –dijeron al unisonó, ambos hombres comían en completo silencio y el menor de estos divagaba en sus pensamientos mientras que comía
“se ve tan cansado…pero a la vez ese rostro de fatiga no le queda para nada mal..-pensaba de forma descuidada el menor- ¡¿Espera que estas pensado Misaki Takashi!? No..no!! tu eres un joven japonés sano y normal deja de pensar en eso…jajajaajaj-se decía esto el joven pero sin siquiera proponérselo sus ojos se desviaban y se volvían a posar en el escritor y al darse cuenta de esto Misaki, su mente volvía a entrar en conflicto-¡Espera! Que me pasa… porque…. –era cierto que desde hace un tiempo su convivencia con el escritor se había vuelto demasiado pacifica, era cierto de que las perversiones del escritor no habían cesado pero a Misaki, poco a poco ya no oprimía resistencia, incluso era un poco más abierto a sus emociones, claro siempre y cuando no las dijera en voz alta, pero ¿desde cuándo había tomado tanta desfachatez y miraba al escritor hasta con lujuria? Pero es que no podía resistirse- se ve tan bien, con esa camisa, incluso el nudo de su corbata se lo ah hecho de forma impecable, aún cuando está con sueño- estos pensamientos hicieron que su rostro se pintará de un color carmesí y no paso desapercibido por el mayor”
Misaki…-digo una voz masculina y seductora, haciendo salir de sus pensamientos al joven moreno
Ah!! ¿si…usagi-san?- decía aun avergonzado
Misaki, me has estado mirando…es que…¿acaso estoy tan apuesto hoy? –dijo esta última frase con gran picardía
U..Usagi-san… ¿q..que tontería dices???-digo exaltándose y parándose de la mesa, recogiendo los servicios como un rayo…
Usagi siguió a Misaki hasta la cocina y lo abrazó por la espalda…-pero ese lindo sonrojo que hay en tus mejillas es por mí- Misaki se sonrojó aun más y solo bajo un poco la mirada –no se que dices… bueno puede ser …y si es así es…..es cierto porque te…amo…-dijo esto último muy bajo pero aun así lo percató el peli plateado el cual embozó una sonrisa pero en un momento de descuido misaki, agarro su maleta y salió corriendo del departamento. –vuelvo más tarde….-dijo traspasando el umbral de la casa
Pero en el departamento un hombre de ojos violáceos sonreía complacido –bueno…tendrá que volver…y no se escapará de mí…-decía agarrando de nuevo a su peluche y dirigiéndose a su oficina- y en cambio un moreno que corria muy rápido por las calles pensaba -¡lo dije! –se detuvo y sonrio tiernamente- le dije lo que sentía- a pesar que era contradictorio a su forma de ser, era un sentimiento cálido, que lo hacia sentir plenamente complacido…así se fue caminando sin borrar la sonrisa que llevaba en sus labios pensando “Te amo Usagi-san”