Sin rumbo fijo.
Camino con desgano observando su alrededor sin mucho interés, y es que últimamente no se sentía con ánimos de hacer nada, extraordinariamente raro en el, ya que acababa de hacer uno de sus tantos escapes de Arkham, increíblemente no había matado a nadie… esta vez.
En este momento debería estar eufórico planeando hacer volar hasta la estratosfera alguno de los tantos edificios de ciudad gotica o crear una ola de fechorías en el que su murciélago favorito seria el invitado estrella.
Pero no, en ese preciso instante caminaba por uno de los peores lugares de toda la ciudad en medio de la noche con la cabeza gacha y casi arrastrando los pies como si fuera un perro viejo recién apaleado, ¡Patético! Era lo que se decía, pero ni auto insultarse servía para lograr sacarlo de su letargo y es que su cabeza no dejaba de darle vuelta en una sola cuestión, ¿Qué era? Pfff… simple, en una semana cumpliría 27 años, al menos eso creía, según los informes médicos de esos tediosos exámenes que le hacían en su “cárcel” favorita, esa era su edad biológica estimada, la fecha la había elegido el, basado en el día de su primer crimen o al menos del que se acordaba uno de los primeros, su pasado siempre había sido un misterio para él y es que con el correr del tiempo la locura pasa factura, intento reír y tal como temió ni un sonido salió de su boca, a excepción de un derrotado suspiro.
No había caso, estaba deprimido, algo irónico razono el de pelo verde a la vez que pateaba una vieja lata a quien sabe dónde.
Volviendo al tema, guasón medito, y no, no era su edad, ni que se sintiera viejo ni algo por el estilo.
El problema radicaba en ese estúpido murciélago que le hacía desear imposibles ¡y vamos que él no era un soñador!, pero aun así…
-¡Maldita sea!-mascullo enojado.-Todo es tu culpa-aseguro gravemente mientras seguía caminando sin rumbo.
Por su parte, Batman rastreaba al guasón usando todo tipo de aparatos de última generación, y es que ya habían pasado tres días y ni por asomo una pista de su paradero, no es que le gustara seguir una rastro de muerte para dar con él, pero tampoco se podía estar tranquilo con un súper villano haciendo sabe dios que cosas, por experiencia sabia que la falta de acción de su némesis no era buena, claro que eso no quitaba el desconcierto de saber que para escapar no había habido víctimas fatales, la idea de que lo hubieran “secuestrado” había sido una teoría solida, hasta que una vez interrogados los guardias, aseguraron que el joker los había noqueado y escapado por su propia cuenta.
No importaba cuantas vueltas le diera al asunto, no encontraba una respuesta lógica.
-¿Aun nada señor?-Interrogo el mayordomo de la mansión Wayne al mismo tiempo que acomodaba una bandeja con comida cerca del murciélago.
-Aun nada Alfred-contesto con simplicidad mientras se llevaba una tostada con dulce a la boca y luego de consumirla.-Es como si hubiera desaparecido en el aire-comento distraído.
-Ciertamente, es extraño su comportamiento, es como si estuviera perdiendo su gracia-opino tranquilamente el mayor.
-¿Su gracia?-interrogo mientras enarcaba una ceja.
El mayor sonrió gentilmente a la vez que observaba la casi bien camuflada curiosidad del otro.
-Bueno, no me malentienda señor, pero he notado o al menos a mi parecer que el guasón está actuando más por costumbre que por querer-Respondió sin mucha importancia.
-Ve al grano Alfred-apremio el ojiazul mientras sorbía un poco de té.
El mayor volvió a sonreír.
-Digamos que últimamente el guasón ha estado actuando sin ganas, no se precipita hacia usted, pero tampoco hace nada por evitar que arruine sus planes, casi como si no le importase, es como si se hubiera cansado-concluyo-
Bruce Wayne hubiera reído con ganas si no fuera porque Alfred (su casi padre) era quien se lo decía.
¿El guasón cansado de ser un súper villano? No lo creía posible, pero el que su némesis no se interesara en hacer “bien” sus planes lo hacía dudar, el peli verde era inteligente, loco, pero listo, podía ser quien se le diera la gana, incluso podía aparentar ser una persona normal y tal como se lo había probado más de una vez podía desaparecer sin dejar rastro alguno, si es que se lo proponía podía comenzar una nueva vida desde cero, Batman dudaba que viviera dentro de los márgenes de la ley pero tampoco lo descartaba, si como Alfred lo había planteado el joker se había cansado de su vida como el malo de la película siguiera las normas de la sociedad en otro lado lejos de ciudad gotica, encontrara una pareja y formara una familia estable dejando todo su pasado atrás… incluyéndolo.
Bruce hizo una mueca que paso desapercibida por su mayordomo quien se retiro en silencio dejando al héroe de ciudad gotica sumido en sus pensamientos.
-Demonios guasón-se atrevió a mascullar una vez solo.
No era secreto que Batman era controlador, orgulloso y posesivo, por eso el no saber de su principal enemigo le molestaba y el que pareciera “abandonarlo” irritaba su orgullo de héroe y el pensar que podía irse así sin más lo enloquecía de rabia.
Porque Batman era un controlador empedernido, orgulloso y altivo como ninguno y sobre todo muy posesivo con sus “cosas”.
Guasón se había equivocado si pretendía olvidar al caballero de la noche…
Porque absolutamente nada y sobretodo nadie escapaba a él.