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Glamorous Sky [Oneshot] por shara

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Notas del fanfic:

Bueno como dije en el resumen, este Oneshot es dedicado a Grezz! Espero que te guste! Y te aconsejaria que mientras que lo leas escuches toda version disponible de Glamorous Sky -en especial la de Hyde- 

 

Bueno,... lo admito tengo miedo que no te guste Q_Q espero que sea de tu agrado y entenderia si no te gusta -vaya auntoestima al escribir-

 

En fin ENJOY!!! -se va a ahacer drama a otro lado-

Notas del capitulo:

Bueno cabe aclarar que este Oneshot esta hecho a base de una loca idea mia, la cual tengo pensada escribir un fanfic.

Hay muchas cosas sin aclarar y eso es porque todo se explicaria en el fanfic. Pronto estare escribiendo el fanfic para cuando pueda subirlo!

 

-Yasu... -le susurré en la penumbra de la noche que nos rodeaba mientras que observábamos las estrellas recostados en mi tejado- ¿Sabes porque Kaz no pudo venir? -suspire molesto al escuchar como mi voz temblaba a causa de mis nervios por una pregunta que saboreaba en la punta de mi lengua pero, a causa de mi cobardía, se negaba a salir.

Pude notar como mi amigo despegaba sus ojos del amplio cielo estrellado y me miraba con cierta curiosidad.

-Sabes cómo es... -dijo luego de unos segundos de silencio- No quiere dejar sola a su madre y al parecer hoy volvía temprano, por lo que fue directo a su casa luego del colegio -concluyo con su respuesta. Podía sentir como aquellos orbes de color verde, a causa de sus lentes de contacto, analizaban cada centímetro de mi rostro.

-¿P-pasa algo? -Me maldije mentalmente al no poder controlar otra vez mis nervios. Suspire empezando a molestarme por estar actuando de esta forma tan penosa.

Al ver como se recomponía para hablar mejor, me decidí por dejar aquellos pensamientos de lado e imitarlo.

Me sonrió de lado y negó con la cabeza, para luego sacar su cajetilla de cigarros y ofrecerme uno antes de agarrar el suyo. Gustoso lo acepte, necesitaba calmar mis nervios y Yasu al parecer se había percatado de ello.

-¿Que te trae tan nervioso Hyde? -soltó sin tacto alguno, para luego colocarse un cigarro en sus labios y prenderlo con su típica calma. 
Sonreí con tristeza y lo mire a los ojos mientras que imitaba sus acciones. 

-Yasu... ¿Que sientes por mi? -Como arte de magia mis nervios habían desaparecido y mis palabras fluyeron con la misma calma que el humo del cigarro abandonaba mis labios. 
Pude ver, con la poca luz que llegaba a iluminar mi techo, como su expresión serena cambiaba a una mucho más nerviosa y sus mejillas se tenían de un leve rojo. Mis sospechas eran ciertas, por lo que suspire cansado y sintiendo como aquellos nervios volvían.

-¿C-como...?-Tosió al atragantarse con el humo, al parecer no se esperaba mi pregunta. El silencio se había devorado nuestras lenguas, ninguno se había movido y tan solo manteníamos nuestras miradas con firmeza. 
Fue Yasu quien rompió con nuestra batalla silenciosa, al darse la vuelta y volver a fumar observando el cielo- Me gustas Hyde... Y no solo como amigo, me gustas como el hombre que eres...-Su confesión me había tomado desprevenido y no me refiero a que no sabía sus sentimientos, si no a la profundidad de sus palabras y aquel brillo en sus ojos que nunca sabría explicar, pero me permitiría decir que le daban aun más vida.

Otra vez el silencio se apodero de nosotros, podía percibir de mi amigo y enamorado la tristeza en sus facciones, no comprendía el porqué o más bien lo deducía sin estar completamente seguro. Iba a romper aquel silencio asesino pero mi teléfono móvil se había adelantado a los hechos. 
Al ser nuevo, su rington era uno que había elegido Kaz diciendo que aquel era el menos molesto y el que mejor iba con mi apariencia. 
Hice una mueca disculpándome con mi rubio amigo al atender la llamada sin siquiera fijarme de quien era.

-¿Hola? -Mis ojos aun seguían puestos sobre el delgado cuerpo de Yasu, quien indignado solo se dedicaba a mirar el cielo y fumar, aunque cada tanto me miraba de reojo.

-"Ey, soy yo... ¿Estás bien?" -Al instante pude reconocer su voz, como no reconocerla si en estos últimos días no dejaba de buscar una estúpida excusa para poder hablar conmigo, sea en el colegio o afuera del mismo.

-¿Gackt? -Al escuchar mi pregunta Yasu me miro con más tristeza aun y es ahí cuando comprendí el porqué de su estado anímico- Si... ¿Por qué preguntas? -continúe hablando con el estudiante más popular del colegio.

-"Porque sonabas algo preocupado... Como sea, Hyde, mañana es Sábado... ¿Aceptaras al fin salir conmigo?"- Aquella pregunta me había tomado por desprevenido, tanto que no pude evitar atragantarme con el humo que estaba inhalando- "Ey ¿Seguro que estas bien?" -Normalmente no tenía problemas con las personas, pero la forma de hablar, sobre temas que para mi eran incómodos, de Gackt me irritaban de cierto modo. ¿Acaso ese hombre no conocía lo que era el tacto o la intimidad? ¡Claro que no! El, quien se pasaba por toda la secundaria besándose, y vaya uno a saber que mas, con una chica diferente todos los días...¿Que sabría el de la intimidad y mucho menos del tacto?.

Bufe molesto una vez que recupere el aliento y pude notar como Yasu fruncía su entrecejo y me miraba fijamente, sin siquiera tocar su cigarrillo, el cual ya tenía más colilla del que podía mantener.

-Si, sí, estoy bien... Pero realmente, no te entiendo, eres el chico más deseado de toda la secundaria... Mejor dicho ¡De todo el colegio! ¡Millones de chicas hacen todo para poder, aunque sea, probar tus labios! Y ¿Vienes a pedirme una cita? Sabes... No caeré en tus juegos Gackt -Concluí bastante molesto, en estos últimos días no dejaba de pedirme constantemente lo mismo. Si bien al principio su presencia me era indiferente, no podría negar que, capaz, en los últimos meses algo había cambiado.- Mejor ni me respondas... Esto tiene que terminar, mañana te mando un mensaje con el lugar y hora del encuentro... Y recuerda ¡NO ES UNA CITA!- Sin esperar corte la llamada y guarde el teléfono móvil en algún bolsillo de mi jean.

-¿Que fue eso? -Por unos segundos me había olvidado por completo la presencia de mi amigo. El me miraba atento a mi respuesta mientras que volvía a colocarse el cigarrillo en su boca.

-El pesado de Gackt... -solté sin siquiera pensar mi respuesta.- Me empieza a irritar su actitud conmigo y tan solo quiero dejarle en claro que no soy como esas muchachas del colegio...-Cerré mi boca con fuerza y fruncí el cejo realmente molesto.

Escuche a Yasu reír por lo bajo y lo mire reproche, por lo que dejo de reír y se disculpo con una tímida sonrisa.

-Hyde... -Otra vez sus facciones denotaban la tristeza que sentía en aquel momento, decidí callar y permitirle hablar.- Por más que sepas ahora mis sentimientos, sin que vos me respondas, sé que no me puedes corresponder...-Abrí los ojos y lo mire expectante ante sus palabras, en un gesto silencioso le pedí que continuara- Para ser más conciso ¿Que es lo que sientes por Gackt? - 

¿Que es lo que siento por Gackt? ¿Había escuchado bien? Lo mire desorbitado por su pregunta, como si él me hubiera hablado en un dialecto desconocido para mí y yo intentaba de entenderlo sin lograrlo. Sin despegar mis ojos de él, volví a colocar el cigarrillo en mi boca para darle una pitada mas. Sintiéndome cansado y vencido por aquella pregunta, me recosté otra vez, era mucho más sencillo concentrarme en el hermoso y tranquilo cielo estrellado que pensar como loco que era lo que sentía por un idiota como Gackt.

El silencio hacia que mis pensamientos fluyeran con tranquilidad, millones de recuerdos desde que entre a este colegio hasta esta noche, pasaban por mi mente como si fuera una película. Gackt, por alguna razón, había empezado a hablar conmigo desde aquella tarde donde chochamos en uno de los pasillos de la secundaria. Yo en aquel entonces era nuevo, había entrado hace poco, por lo que no conocía donde quedaban las clases. Sugizo, quien es su mejor amigo, me ayudo a ubicarme, pero Gackt se ofreció a acompañarme.
Desde ese día, no dejaba de encontrarme con ellos y podía notar cómo era que ellos eran los que buscaban nuestros encuentros. Mis amigos, Kaz, Yasu, Daigo y Ken, me contaban todos los chismes que rodeaban a Gackt, por alguna razón todo eso me molestaba. Nunca termine de entender el porqué estar a su lado me agrada y hasta me sentía en el derecho a decir que se comportaba de una manera diferente conmigo, como si no le importase fingir a mi lado, dejaba esa personalidad superficial y egocéntrica de lado.

-¿Y? -Yasu me observaba detalladamente mientras que tenía un nuevo cigarrillo en sus finos dedos. Recordar todo lo que había pasado me traía una hermosa sensación de nostalgia.- ¿Sabes que Hyde? Uno cuando está enamorado de otro, no puede evitar siempre encontrarlo fácil en medio de una multitud o siempre estar pendiente de sus gestos. El amor nos vuelve idiotas y dependientes del otro...-Su voz denotaba nostalgia, parecíamos un par de ancianos hablando sobre las filosofías de la vida, sobre nuestros romances de adolescentes. No pude evitar sentirme elogiado por las palabras de mi amigo.- ¿Por qué sonríes y te ríes como idiota? - Comencé a reírme con más fuerza a causa de la cara de fastidio de mi amigo.

-Nada, tan solo estaba pensando en lo afortunado que soy de que te hayas enamorado de mi... -dije sin pensarlo, pero luego al ver como su enfado pasaba a un leve rubor y una sonrisa triste- Yo... Lo siento- Me sentía apenado, porque sus palabras eran tan ciertas y sinceras como las mías. No podía corresponderle sus sentimientos, tan solo lo veía como a un buen amigo.- Tienes razón, no puedo corresponderte, pero tampoco sé que es lo que siento por Gackt... -Le sonreí mirándolo a los ojos. Yasu había sido uno de mis primeros amigos en el colegio, si no fuera por él y Kaz, nunca estaría rodeado de tanta felicidad. 

-No, está bien... -Dijo volviendo a su calmado ser pero aun con aquel rubor que delataba sus sentimientos hacia mí. Suspire un poco agobiado por todos los pensamientos que rondaban en mi mente- Entonces ¿Mañana te encuentras con Gackt?

Suspire molesto, al parecer Gackt había empezado a tener importancia en mi vida y yo nunca había sido consciente de ello.- Si… Quede en que no encontraríamos para que por una vez me diga porque siempre me trata como si fuera una de sus cuantas conquistas… -Podía sentir como mi sangre hervía y no sabía si era por el hecho de que Gackt esté lleno de conquistas o porque el muy desgraciado me trataba de aquella forma- Todo esto me es muy confuso… - termine por concluir, ante mis palabras Yasu sonrió de lado y me miro como una madre mira a su hijo crecer.- ¿Q-que? – esa mirada departe de mi amigo me incomodaba demasiado, me sentía un libro abierto ante sus ojos. Mis mejillas se tiñeron de un leve rojo, a causa de la vergüenza que me causaba toda la situación.

 

-Suerte mañana… espero que logres descifrar todo lo que te pasa Hyde…- Esas palabras quitaron todo el aire que había en mis pulmones y aquel nerviosismo, que se había esfumado, volvió a aparecer para martiriarme sobre lo que podría llegar a pasar mañana.

-Supongo que… ¿Gracias? – Dije mirándolo con diversión. Yasu era uno de los pocos, que al igual que Kaz, suportaban mi raro humor y forma de actuar. Me volví a reincorporar para acercarme a él, podía ver como su sonrojo se intensificaba al darse cuenta de mi repentino acercamiento. Le sonreí dándole ánimos y con dulzura le bese la mejilla- Espero que pronto encuentres alguien quien pueda corresponder tus hermosos sentimientos Yasu…

Y aquel era mi verdadero deseo, quería que mi amigo encuentre a alguien quien pueda amarlo tanto como él me amaba a mí. Le revolví los cabellos riendo por lo bajo, su cara se había congelado en una expresión entre sorpresa  y vergüenza. Al ver que no reaccionaba decidí por golpearle levemente el hombro.

-Debería pegarte pero no voy a gastar mis fuerzas en un idiota como tu Hyde- Me miro reprendiéndome por mis acciones pero yo solo podía reír por lo bajo. Al fin y acabo Yasu siempre me perdonaba y entendía.

Se hizo otra vez silencio entre nosotros, pero esta vez aquel hermoso sentimiento de calidez estaba presente entre nosotros dos. Ambos mirábamos el hermoso cielo estrellado con unas amplias sonrisas en nuestros rostros. Yasu saco su celular  de su campera para ver la hora.

-Cuando uno está con sus amigos el tiempo pasa volando… Debería irme, si no mi hermana me terminara retando –No pudo retener un fuerte suspiro y hacer un gesto de molestia. Lo mire divertido y luego negué con mi cabeza despacio.

-Tu hermana se preocupa por ti… -Volví a posar mis ojos en el cielo y sonreí animado- Bueno, es mejor que vayamos bajando!-concluí al estirar mis brazos al cielo, como si quisiera tocarlo con la punta de mis dedos. Sonreí con nostalgia y comencé a caminar, con cuidado, hacia la escalera, con la cual bajaríamos del techo.

En total silencio llegamos hasta la puerta de mi casa, levante mi vista y mire el cielo por milésima vez, tenía un presentimiento que mañana seria un hermoso día…

-Mañana quiero recibir un mensaje tuyo donde diga que ya sabes lo que pasa por mi mente… -me apunto con su dedo como amenazándome y yo tan solo le guiñe un ojo, dándole a entender que lo haría. Sin cruzar ninguna palabra mas, Yasu emprendió viaje a su casa mientras que yo me encerraba en mi habitación a pensar sobre el encuentro de mañana. Millones de ideas de cómo enfrentar a Gackt pasaron por mi mente, al igual que millones de recuerdos donde estuve alado de él. Entre los nervios y la nostalgia me fui durmiendo lentamente.

 

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Los rayos del sol se colaban por las cortinas de mi habitación, logrando despertarme. Me estire con pereza hasta que mi cerebro logro procesar todo lo que tenía que hacer hoy, con casi desesperación agarre el reloj de mesa y mire la hora. Suspire aliviado, todavía era el mediodía por lo que tenía tiempo para avisarle a Gackt nuestro punto de encuentro. Agarre mí celular y rápidamente escribí en él:

“Gackt… En la plaza a dos cuadras del colegio a las 2 de la tarde. Si llegas a llegar por lo menos un solo minuto tarde me iré!"

Con una sonrisa en el rostro, me dirigí al baño para ducharme y empezar a prepararme para ir al encuentro con Gackt. Entre al baño y sin perder mucho tiempo me duche tranquilo, el agua siempre lograba relajarme y darme mas energías para empezar el día.

Por alguna razón, no estaba conforme con ninguna prenda que me probaba, empezando a molestarme al sentirme como una chica enamorada, decidí por ponerme el conjunto más común que tenia. A veces es mejor ser uno mismo antes que demostrar más de lo que uno es. Satisfecho al ver cómo me quedaba aquel jean negro con una remera blanca, la cual tenía un estampado de unos labios rojos donde se podía ver unos colmillos, y unas botas negras.

El tiempo paso más rápido de lo que yo realmente deseaba, ya eran casi eran las dos de la tarde, para mi suerte me encontraba cerca de la plaza y ya estaba vestido, por lo que sin apresurarme, salí de mi casa.

El viento soplaba con delicadeza, jugando con mis casi secos cabellos, el sol no daba tanto calor, era un típico y hermoso día de primavera. Sonreí mientras que caminaba por las casi desoladas calles de mi barrio. La plaza quedaba a casi seis cuadras de mi casa, por lo que tenía el suficiente tiempo como para disfrutar del amplio cielo azul. Nunca entendí el porqué, pero mirar el cielo, siempre me traía tranquilidad y paz. Me sentía libre, olvidaba todos mis problemas o dudas, mi mente se ponía en blanco y todo lo que podía hacer era dejarme perder en su hermosa infinidad.

Al llegar a la plaza pude divisar al instante una cabellera rubia, sin pensarlo dos veces me apure a encontrarme con Gackt. En ese momento, las palabras de Yasu resonaron en mi mente: “Uno cuando está enamorado de otro, no puede evitar siempre encontrarlo fácil en medio de una multitud” Sonreí de lado, capaz… ¿podría ser? A mí nunca me había costado encontrar a Gackt en medio de una gran multitud, siempre creí que era a causa de su peculiar cabellera rubia o su altura, pero en estos momentos la idea de que capaz el… No, no puede ser.

-Ey… llegas tarde Hyde –La voz grave y suave de Gackt, me saco de mis estúpidos pensamientos. Al parecer me había quedado demasiado tiempo observando el cielo y perdí noción del tiempo. Me disculpe con una sonrisa apenada y sin decir mucho mas, saque mi caja de cigarrillos. Le ofrecí uno a Gackt, mientras que prendía el que había sacado y colocado en mi boca- Muchas gracias…-se limito a decir al sacar un cigarro del pack. Iba a sacar mi encendedor, pero él me gano de antemano,  al tener su encendedor prendido frente a mí.

-Eh… Gracias- Aspire con delicadeza para poder prender mi cigarrillo.- Gackt… ¿Qué tanto quieres de mi? –solté mientras que me apoyaba en una de las barandas que tenía el parque, para cercar el pasto y marcar un sendero donde la gente podía transitar.

Pude ver de reojo como me miraba sorprendido pero luego reía descaradamente. Ante aquello, fruncí el ceño y continuaba fumando.

-Eres increíble Hyde… -Lo mire con enojo intentando de calmar mis ganas de asesinarlo…-Es simple pequeño… -

-¿¡PEQUEÑO!?-Con enojo le pise el pie. Si una de las cosas de la cual uno no debía de molestarme era por mi altura y menos si era Gackt con sus envidiosos 1,80 metros de altura

-OUCH!-se quejo y yo solo me limite a verlo con una sonrisa de victoria en mi rostro- M-maldito…-murmuro por lo bajo mientras que se sobaba el pie afectado-

-No te metas con mi altura… - Me justifique inútilmente y el me fulmino con la mirada. Sin razón comencé a reír.

-No tienes arreglo… Como decía, es simple, me pareces un hombre interesante y hermoso. Solo deseo poder conocerte más-Soltó con simpleza sin siquiera mirarme.

No hacia escuchar mucho más para sentir como mis mejillas ardían y mi corazón palpitaba enloquecido.  Mi mente no podía pensar, sentía como si sus palabras habían causado un cortocircuito en todo mi ser…

¿Acaso así se sentía estar enamorado?

Abrí mis ojos sorprendido, ya no podía continuar negando la verdad que mis corazón gritaba en cada latido que lograban las palabras de Gackt. Mire el cielo y aquel sentimiento de tranquilidad inundo todo mi sistema, todo mi ser. Sentía que había encontrado mi lugar en el mundo, a lado del idiota rubio que tenia de compañía en aquella tarde de primavera.

La tarde pasó rápido, nunca había pasado tanto tiempo alado de Gackt, se podría decir que pude llegar a conocerlo un poco mas y  ahora deseaba poder pasar más tiempo con él. No sabía con certeza que era lo que el destino deparaba para mi amor casi imposible, pero aquello era algo que debía de averiguar yo solo.

-Iré a comprar algo para beber, quédate aquí ya vengo… -Asentí en silencio mientras que continuaba comiendo el helado que me había comprado. Suspire con una boba sonrisa en mi rostro y saque mi teléfono móvil.

“Yasu… Creo que estoy  enamorado de Gackt”

Escribí aun sintiendo mis mejillas arder y como mi corazón latía con fuerza. No podía creerlo, me había enamorado de alguien tan complicado como Gackt. Sonreí con verdadera alegría mientras que comía el helado, que él me había comprado, y miraba embelesado la puesta del sol. Como lo había predicho, hoy fue un hermoso día y lo mejor fue que lo pase con quien más quería.

Notas finales:

Bueno Grezz! Espero que te haya gustado! ^^ Que empieces un hermoso 2013!!

 

-perdon si es muy aburrido (  .__.) y el final no esta tan bueno [entre en crisis] prometo arreglarlo apenas pueda ^^-

*3*~ <3


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