Y ahí estaba él… El más grande de los detectives que ha pisado Japón acostado en la cama sin nada que hacer un sábado por la noche… Miró por decena vez por la ventana, hacia tan buena noche, tan clara con una suave brisa que le animaba a que hiciera algo. Cerró los ojos y de un salto se levantó de la cama con tanta mala pata que pisó su preciada gorra. Vaya día llevaba… Por suerte esta vez no había suspendido ninguna asignatura pero como había sacado un 5 en historia…
-¡Asco de historia!-exclamó Heiji mirando sus notas.- Para que la quiero si todos están muertos ¡es agua pasada! Si no fuera por ella no estaría aquí encerrado esta noche.
-¿Hablas conmigo Hei-chan?-gritó su madre desde la cocina mientras el bajaba por las escaleras.- ¡Habla más fuerte que no oigo!
-No te hablaba a ti- susurra en su oído divertido-
-¿Y con quien hablabas?
-Con mis notas…
Su madre no pudo reprimir una carcajada al ver a su hijo tan deprimido haciéndole ojitos para que lo dejara salir.
-He dicho que no puedes salir hoy pero si quieres pasar las vacaciones de verano en Tokio por mi bien.- sentenció.
-¡Genial!- gritó- ¡voy a llamar Kudo!
Pero Heiji no llegó pues su madre le había quitado el teléfono.
-No molestes a Kudo el estará con sus amigos-
Dijo seria su madre, cosa que produjo la risa de Heiji que sentenció diciendo:
-Uno, él no tiene amigos, es un obseso de la literatura solo me tiene a mi. Y dos, seguro que está castigado esta noche porque, si no ha suspendido biología ¡tendrá un 5!- y continuó riendo mientras cogía su móvil.
Sonriente y victorioso subió a su habitación mientras buscaba el número de Shinichi en el móvil. Una vez lo encontró le llamó mientras buscaba una maleta donde poner su ropa, ya que él solo llama para avisar no para preguntar. El móvil sonó durante mucho rato hasta que porfin una voz deprimida contestó por el móvil a lo que Heiji por acto reflejo miró si había marcado bien el numero y para sorpresa suya ¡no! Esa voz se suponía que era Shinichi sorprendido solo pudo preguntar:
-¿K-Kudo? ¿K-Kudo Shinichi?
-¿Hattori? ¿Hattori Heiji?- contestó molesto- ¿Qué quieres?- pero no tubo más respuesta que un suspiro-… ¿hola? ¿H-Heiji?
-S-si soy yo jejeje perdona con esa voz de depresión no te había reconocido- rió divertido- ¿Al final has suspendido?
-¡NO!-exclamó para luego susurrar- tengo un 5 ¿y tu?
-Lo mismo- con un deje de tristeza en su voz- Bueno a lo que iba… Que voy a pasar las vacaciones contigo.
-¡¿Qué?! P-pero… ¿no deberías preguntármelo?
-¿Tú tienes planes?- preguntó extrañado.
-No… ¡pero puedo tenerlos!
-¡Claro conmigo!
-Em… v-vale…- sonrojado- p-pero Toyama vendrá ¿no?
-¿Es necesario? ¡Tú y yo ya es suficiente Shinichi!
-P-pero…-Shinichi ya no sabía como esconder su sonrojo y su curiosa madre empezaba a preguntar y él no sabía como hacer para que no viniera solo hasta que una brillante idea vino a su mente- ¡Pero Ran querrá verla!
-Vale…- suspiró derrotado- pero yo me quedo en tu casa no me vuelvo a quedar en casa de Mouri ese hombre me odia ¡y no se porque! En lo encantador que soy…
A esta afirmación Shinichi solo pudo reír mientras pensaba en que en efecto su amigo era encantador. Se despidieron decidiendo que tanto Heiji como Kazuha cogerían el primer metro hacía Tokio. Shinichi se dejó caer en el sofá mientras enviaba un mensaje de texto a Ran para avisarla mientras pensaba en lo duro que sería esconder sus sentimientos hacia Heiji. Después de tanto tiempo siendo rivales, después amigos ahora él va y se enamora se sentía tan estúpido. Todo el verano lo pasaría con él… Shinichi solo pudo suspirar mientras su madre acariciaba su cabeza en un intento de reconfortarlo.