Kevin llegó a la casa de Ben pues sabía que Gwen estaría allí. Sonriendo se bajó del auto y se dirigió a la puerta, estaba por llamar cuando escuchó un grito de sorpresa.
-¡¿COMO QUE TE VAS CON LA ABUELA VERDONA!? ¡PERO SI ELLA NO TE AGRADA!
Gwen estaba estupefacta, pues Ben le acababa de decir que se iba a ir con Verdona, su abuela que no lo soportaba.
-Gwen, no grites. Claro que me agrada es mi abuela. Además ella accedió a entrenarme en su planeta de origen. Quiero ser fuerte….lo suficiente para proteger a la tierra sin miedo.
Kevin se quedó paralizado en la entrada, con una cara de infinita sorpresa. ¿Ben se iba? ¿Con Verdona? ¿Por qué? ¡¡La excusa de que quería ser mas fuerte era por demás ridícula!!
Ben suspiró y miró a Gwen quien estaba muy, muy sorprendida y perpleja.
-Ben… ¿ha pasado algo de lo que quieras hablarme? ¿Te sientes bien?
Ben la miró y su cariño por ella, su deseo de confesarle su mayor secreto a alguien pudo y asintió.
-Sí, Gwen. Estoy enamorado…pero…esa persona no es libre y yo me siento como un traidor. ¿Dónde están mis principios morales? Dios Gwen estoy tan confundido. No sé qué hacer… Por eso me voy con la abuela Verdona…para intentar olvidar.
Gwen suspiró triste al verlo tan desolado y lo abrazó mientras Ben lloraba levemente. La pelirroja lo acarició en los cabellos como una madre para calmarlo.
-Ya Ben. Te entiendo y su así piensas que lo lograrás te apoyaré incondicionalmente. ¿De acuerdo? Ahora vayamos por Kevin para ir a algún lugar a despedirte.
Ben asintió aunque su mirada se puso aun más opaca al saber con quién pasaría su último día en la tierra.
Kevin se subió al auto para fingir que acababa de llegar. Su mirada negra se posó en la puerta y sintió como siempre un pinchazo de deseo y amor al ver a Gwen. Luego su mirar se deslizó al taciturno Ben que traía una cara algo apenada y triste. Al verlo así, con los ojos verdes llenos de lágrimas y su mirada muy distante, sintió una ligera sacudida en el corazón pero no le tomó importancia.
-Hola Kevin!!- gritó Gwen, se subió al auto y lo besó en los labios con ternura, gesto que fue de inmediato correspondido por el osmosiano.- Llevaremos a Ben a darle una despedida pues mañana se irá con la abuela Verdona a entrenar en un planeta lejano.
Kevin asintió y miro a Ben.
-Bueno Tennison, sube. Iremos a algún lugar que jamás olvidarás. ¿O tienes miedo?
Kevin dijo esto para molestar al castaño, pero cosa rara Ben ni se inmutó y menos le respondió al ataque. Solo subió al auto, a la parte trasera y se quedó viendo a la nada con infinito pesar.
Kevin condujo hasta un pequeño Bar en las afueras de la ciudad y se detuvo.
-¡¡Bajen!! Es aquí.- Hizo gestos con los brazos para que se le unieran.
Gwen se mordió los labios, no muy convencida, eran menores de edad y se meterían en líos, pero al ver la mirada desolada de Ben se decidió.
>>¡¡Qué Rayos!! Todo sea por Ben<< Pensó la anodita.
-Vamos Ben... seamos irresponsables por una vez.
Por un momento los labios de Ben se retrajeron en la amplia sonrisa que era tan usual en él.
-de acuerdo. –Su sonrisa brilló en la oscuridad de la noche- seamos irresponsables.
Ambos se bajaron y se unieron a Kevin que los esperaba en la entrada del Bar.
-¿Listos? ¿Gwen? ¿Ben?
Ambos primos asintieron y con una sonrisa entraron al Bar llamado Deseos Ocultos sin que ellos supieran que ese nombre era tan propio como absoluta es la noche.
BIENVENIDOS AL BAR “DESEOS OCULTOS”
DONDE TODOS TUS DESEOS MAS OCULTOS SE VUELEN REALIDAD
Así rezaba el cartel de la entrada, cuando los tres adolescentes entraron se vieron transportados a otro mundo. El bar tenía toda la pinta de un salón de harem Hindú, con cojines de terciopelo negro y rojo desperdigados de manera descuidada por el salón, en algunos había parejas besándose con deseo, amor y necesidad.
Gwen miraba todo sonrojada y exultante mientras Kevin sonreía satisfecho. Ben también miraba en derredor con sorpresa hasta que algo le atrajo su atención: una pareja de chicos besándose con gula y lascivia. Ben los miró con anhelo y algo de envidia por verlos tan libres demostrándose un amor que no tenía limites.
Kevin trató de llamar la atención de Ben pero al verlo mirando con ansia a una pareja se calló.
Ben bajó la mirada y soltó un suspiro desgarrado, mientras en su ser crecía la tristeza de irse, de renunciar a su amor, de guardar para siempre en secreto el nombre de su amado.
Gwen se sentó en un taburete y Kevin condujo a Ben al mismo sitio, este se dejó llevar dócilmente y se sentó. El camarero al ver a tan lindo chico afligido trató de animarlo, tratando de conceder su deseo, aunque fuese por una noche.
-¿Qué van a tomar, chicos?- sonrió a Ben, quien le devolvió una sonrisa- Te recomiendo algo, chico. Pide un Deseo Exótico. Va con tu tierna aura y tu misteriosa energía.
Ben asintió y pidió ese trago de nombre tan misterioso y atrayente.
El cantinero se dirigió luego a Kevin y lo analizó mientras pensaba en que trago era para él.
-Mmm es difícil saber…eres muy obstinado…te niegas a ver las verdades hasta que estas te golpean… para ti…un Liberador oscuro. Va con tu personalidad necia y con tu aura oscura.
Luego se dirigió a Gwen, la analizó con sus sabios ojos grises.
-Tú…eres muy testaruda, y crees que siempre llevas la razón. No aceptas nada que no sea perfección y eso te vuelve: obsesa y egoísta. Para ti…un Morfeo. Te ayudará a calmar tu aura.
Los 3 pidieron sus respectivos tragos y empezaron a beberlos, Ben lo terminó primero y suspiró. La verdad no se sentía nada diferente, solo algo más…melancólico.
Kevin por su lado termino su Liberador Oscuro y sonrió con sorna. No sentía nada, se giró para reírse de Ben por su cara triste cuando sintió un estremecimiento hasta la medula. Por qué rayos Ben se veía tan…sexy? ¿Y por que él ardía en deseos de violarlo, poseerlo y marcarlo como suyo?
Gwen…Gwen cayó de inmediato inconsciente, pues su bebida era para dormir su espíritu dominante.
Ben se giró bruscamente al sentir la mirada penetrante de Kevin.
-¿Pasa algo?... ¿Te sientes bien? ¿Kevin? –Kevin oía su nombre en los labios de Ben y sintió que su ser se llenaba de anhelo y de deseo, se acercó a él con sigilo y lo besó en los labios, sediento de Ben, hambriento de Ben, ebrio de pasión por Ben. Con deseo, con pasión irrefrenable besó a Ben, exigiendo la entrada a la suave boca de Ben, quien aceptando su deseo y su amor se rindió y permitió que Kevin hiciese con él lo que quisiese, abrió sus labios y la lengua de Kevin entró victoriosa y probó la ambrosía de los labios del más joven.
-Mmm!! ¡¡¡Kevin…!!! – Ben jadeó y sus brazos subieron al cuello de Kevin, quien lo enderezó y levantó hasta posarlo en su regazo.
>> ¿Qué me pasa? ¿Por qué estoy tan excitado por besar a Ben? ¿Por qué empiezo a amar su sabor…su olor?<< Estos pensamientos cruzaban la mente del azabache quien levantándose de la silla lo guió a uno de los enormes cojines de terciopelo y lo acostó ahí. En ese lugar dejó que la lujuria se apoderara de él y le rasgó la ropa, dejando ver al instante un pecho de color dorado cual miel y unas delicadas tetillas que atacó al instante con chupadas, lamidas y mordidas sacando una sinfonía de gritos de placer y dulces suspiros de amor a Ben.
Ben por su parte acariciaba el pecho de Kevin y empezó a desnudarlo, sonrojándose en el acto al ver el pálido pecho y los marcados pectorales.
-¿Te gusta lo que ves, Tennison?- la burlona voz de Kevin lo sacó de su embelesamiento y bufó molesto.
-No te lo…-gimió de placer cuando los dedos de Kevin le dieron un tirón a su tetilla, provocando que el cuerpo de Ben se arqueara de placer.
Kevin sonrió aun mas burlonamente, pero ya no le dio tiempo a protestar ya que en un arranque de deseo le arrancó los pantalones y la ropa interior, dejando su dulce, suave y bello cuerpo desnudo. Kevin se relamió y con gula y lascivia empezó de nuevo a besar a Ben mientras una de sus manos lo masturbaba con fuerza.
-Ah!! Kevin!- sus labios se abrían para dar paso a los gemidos. –Para….-se quejó Kevin paró al instante y lo miró interrogante - No es justo…-tímido bajó la cara- Yo estoy desnudo, y tu no.
Kevin se separó de Ben, sonriendo de manera sensual y burlona al mismo tiempo, se quitó los restos de su vestuario, los zapatos, los calcetines, los pantalones y por último: sus bóxers negros, al tirarlos se fijó a su alrededor y se dio cuenta que nadie los miraba, que el cantinero seguía en la barra tranquilamente, que las demás parejas se besaban con fruición sin reparar en ellos. Sonrió y se acercó a Ben, besando su cuello, dejando ligeras marcas de mordidas que luego lamía, bajando a sus tetillas que mordió y estimuló hasta dejarlas erectas. Su lengua siguió su rumbo, dejando un camino de saliva, hasta llegar a el pene de Ben, ahí sonrió lascivamente provocando un fuerte sonrojo en el moreno quien intentó detenerlo antes de que un fuerte grito de placer le desgarrara la garganta, cuando la ardiente boca de Kevin tomó su miembro y lo chupó. Ben aullaba de placer y enterró las manos en los cabellos del azabache quien tomando eso como una aceptación mordisqueó la punta del miembro y luego lamió lujuriosamente.
-K…Kevin…. También te…mmm!!! ¡¡Quiero darte placer!!
Al oír esto Kevin se separó del pene de Ben y sonrió.
-De acuerdo…Ben. –lo tomó de las caderas y lo giró, para hacer si,…el infausto 69. Ben tomó a Kevin en sus labios y empezó a imitar los movimientos que momentos antes Kevin le había brindado a su lugar más sensible, Kevin soltó roncos gemidos de placer y empezó a repetir los movimientos con su lengua, lamiendo y dando ligeros mordisquitos, sacando dulces sonidos de placer. Ben pensaba que eso sería todo, pues contrajo su vientre y se corrió de lleno en la boca de Kevin, quien tragó todo con deleite al mismo tiempo al sentir los mordiscos dulces de Ben se vino y Ben se bebió todo. Relamiendo sus labios...
-Mmm Kevin… yo… -Kevin no lo dejó hablar y usando restos del semen de Ben de sus labios lubricó 3 dedos, poniendo a Ben en 4 y acercando sus dedos a la apretada y virgen entrada del ojiverde.
-¿Qué… ¡qué haces!?- asustado Ben intentó zafarse pero Kevin empezó a murmurarle suaves palabras de deseo, tranquilizando al dueño del Omnitrix, logrando que Kevin introdujera un dedo en el interior de Ben
-Ah!!!!- gimió desgarradoramente y trató de sacarlo de su interior, provocando que Kevin lo moviera y le diera en el punto, en la cúspide de placer del ojiverde, quien sollozó de placer y empezó a mover las caderas, mientras Ben movía sus caderas Kevin introdujo otro dedo y Ben jadeó muerto de placer.
-¡Más! ¡¡¡Kevin…!!!- Kevin obedeció y sacando sus dedos se introdujo de lleno en Ben quien gritó por el desgarrador dolor que sintió.
-Sh… ya pasará…relájate.-. A la par que decía esto Kevin empezó masturbarlo para tratar de enfocar su mente en el placer sobre el dolor.
Kevin logró su cometido y Ben empezó a gemir y a moverse ligeramente.
-Muévete…por favor.- Ni corto ni perezoso Kevin empezó a moverse sacando roncos gemidos de su garganta y dulces gritillos de placer de Ben, en una de las embestidas Kevin le dio en la próstata sacando un aullido del más absoluto placer de Ben. Kevin siguió embistiendo una, dos y 3 veces más antes de que Ben al sentir ese último y certero golpe en su punto de placer se corriera copiosamente y apresando el miembro de Kevin, quien con un grito de placer se corrió dentro de Ben.
Ben cayó exhausto sobre el cojín y Kevin, sin salir de él, cayó sobre él.
-Kevin…yo. –Ben intentó hablar pero ya Kevin dormía y Ben, sacando a Kevin de dentro de sí lo abrazó y susurró tiernamente.-Te quiero – y se entregó a los brazos de Morfeo.
Esa dulce noche de entrega y amor dejaría una hermosa consecuencia, aunque el mayor no recordara nada…
A LA MAÑANA SIGUIENTE
Ben fue el primero en levantarse y al reparar en su ropa sudó de miedo, ¿qué le iba a decir a su prima? ¿Qué le iba a decir a Kevin? ¿Cómo podría verlo a la cara luego de lo que hicieron?
Cuando estaba a punto de llorar, unos brazos le entregaron un cambio de ropa idéntico al que la noche anterior Kevin había destrozado alegremente.
-Toma chico. No te preocupes, tu amante –señaló a Kevin- no recordará nada y tú podrás inventar lo que pasó anoche.
Ben se fijó en el mesero quien amable sonreía, y le devolvió la sonrisa.
-gracias… fuiste muy amable – a la par que decía esto se cambiaba y cuando estuvo presentable lo abrazó- gracias por volver realidad mi mas anhelado deseo...aunque fuese solo por una noche.
El cantinero lo abrazó amistoso y sonrió con cariño.
-no me lo agradezcas, chico. Me gusta ayudar, y créeme lo hice por bondad, sin ninguna segunda intención.
Ben se separó de él y con una sonrisa tenue iluminando su cara, le pidió ayuda al mesero, que dijo llamarse Riley, para sacar a Kevin del Bar y llevarlo a su auto, mientras el sacaba a Gwen.
Con cuidado los subió y aun con infinito pesar acomodó la cabeza de Gwen sobre el pecho de Kevin y luego los cubrió con una manta, suspirando dejó una nota antes de contactar a Verdona para que fuera por él.
Mirando a su amor imposible y a su prima aguardó por Verdona que llegó por él y asintiendo ambos desaparecieron en un rayo de luz.
Ben con los ojos cerrados se acaricio levemente el cuello, donde la marca de una mordida de Kevin permanecía, marcas y recuerdos que daban fe de la noche de amor más bella pero dolorosa que Ben tuvo.
En el momento en que Verdona y Ben desaparecían Gwen despertó y alarmada miró a su alrededor, luego se calmó al darse cuenta que estaba en el auto de Kevin, con Kevin. Sonriendo por qué pensaba que la noche pasada ellos sólo habían bebido hasta caer inconscientes se estiró y estaba por despertar a Kevin cuando vio una nota.
Kevin y Gwen:
Mientras dormían, la abuela Verdona vino por mí, así que no tuve tiempo de despedirme. Jejeje Hey Kevin cantas del asco, tu voz asustó a varios clientes, pero te divertiste. Sigues siendo un rufián, pero al menos salvas al planeta. Por seguridad…no vuelvas a cantar. Jajajaja
Gwen, jajajaja tus chistes dieron risa…pero de lo malos que fueron. Jajaja diría que la comedia no es lo tuyo, mejor sigue salvando al mundo.
Yo, por mi parte no bebí mucho, así que solo disfruté de sus “actos” no planeados.
Los quiero mucho chicos
Ben
PD: Me encontrarán mandando mensajes al Omnitrix.
Gwen sintió que una lágrima resbalaba por su mejilla, al darse cuenta de que no había podido despedirse de su tan amado primo. Y un débil sollozo escapó de su garganta.
Kevin por su parte estaba en el mundo de los sueños, sentía una excitación ardiente, sus labios besaban otros que dócilmente se abrían para dar paso a su demandante lengua, su mano acariciaba el sensual cuerpo que, aunque no podía ver, sentía estremecerse por el placer demandante.
De pronto ya no lo tenía a su lado sino sobre el subiendo y bajando, gimiendo sonoramente por las embestidas que Kevin le regalaba.
>>Oh! Mmm!!! Kevin!!- susurraba la dulce voz, luego los susurros se volvieron un grito de placer y Kevin sintió a la persona que lo cabalgaba arquearse bruscamente y apresar su pene dentro de sí, antes que el mismo se corriera dentro de ese maravilloso ser.
>>Kevin… mmm…Kevin –la dulce voz susurraba su nombre, como ronroneando por el placer que había recibido y que lo dejó lánguido y satisfecho.
De pronto todo cambió, y ese ser se alejaba de él mientras finas lágrimas resbalaban y caían al piso.
>>¡¡Espera!! ¡¡No te vayas!! – Kevin intentó detener al dulce ser, quien le acarició la cara con ternura.
>>Es mejor así, mi amor. Olvídame… y olvida nuestra unión. Te amo…- luego desapareció.
>>¡¡¡No!!! ¡¡¡Detente!! ¿Cómo voy a olvidar? ¿Quién eres?
>>Soy…aquella persona que te ama Kevin…cuando estés listo mi cara…mi cuerpo se revelarán ante ti. Solo espero que no tardes mucho.
Y desapareció en sombras.
>>Nooooooooooooooooooooooooo!!!
Y Kevin despertó jadeando, y al girar la cara vio a su amada anodita triste y sollozante.
-¿Qué tienes, Gwen?
Con una mirada anegada en lágrimas y el cuerpo temblando por los sollozos le tendió la nota y al leerla Kevin sintió que lo había perdido todo.