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MISTLETOE por Kitsune Nishizono

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Notas del fanfic:

Este fic lo subo apenas porque fue para un concurso por unos boletos para unas proyecciones de los Super Shows en mi ciudad... así que, como fue escrito antes del 31 de Diciembre del 2012.. pues por eso es navideño.. jejejeje...

Besos!!!

 

Y es muy sencillo porque es un ONESHOT... cosa que no me acostumbro nomas

          HeeChul detesta la Navidad. Es una de esas tradiciones religiosas en las que no consigue encajar. No es tanto por el aire de bondad que rodea a todo el mundo o los colores chillantes rondando cada esquina de la ciudad; es más bien la manera en la que queda inmerso, aún sin desearlo, en los festejos y decoraciones del resto del grupo.


-¡Hyung! ¡Pásame por favor la caja de esferas! -Y SiWon le hace un ademán insistente, señalando mencionada caja detrás de él.


"¿Qué haces de cualquier modo aquí? ¿No deberías estar en casa de tus padres y ayudarles a ellos a decorar?"


          Pero ya deja la revista para poder girarse y alcanzar la caja repleta de adornos azules de cristal. Las manos francas y grandes del caballo reciben los adornos apresuradamente. El gesto se parte en una linda sonrisa y ya está de regreso SiWon en la actividad de decoración del árbol de Navidad. HeeChul suspira, volviendo a tomar su revista mientras que a su alredor el resto revolotean en un frenesí de escarcha falsa y papel de colores.


-¡Hyung! ¡¿Podrías subirte tú a la silla y colocar las guías alrededor de la sala?! -RyeoWook. El mayor le mira con esa mirada a punto de volverse asesina. Deben dejarle leer en paz. Pero el menor es todo sonrisas y ojos grandes que le miran con esperanza y HeeChul suspira dramaticamente antes de subirse a la silla para empezar a colocar las guías navideñas. En el proceso admira a DongHae peleando con EunHyuk por las series de luces. Ambos quieren ser quienes las coloquen en las ventanas puesto que han sobrado del árbol. Mira a LeeTeuk que, pidiendo unos días libres del servicio a favor de las fiestas, hace unos dobleces en papeles blancos antes de empezar a cortar y crear copos de nieve para decorar. Sabe que KyuHyun, ShinDong y YeSung se ocupan del otro dormitorio y que SungMin corre de un piso al otro, repartiendo los accesorios entre ambas locaciones -¡La estás poniendo chueca, hyung!


-¡Yah! -HeeChul explota. No está acostumbrado a ser ordenado. En lo absoluto. RyeoWook se muerde el labio inferior, medio escondiéndose detrás de la caja con guías que carga. LeeTeuk dejá de inmediato su actividad para fijar sus ojos en la figura tensa de HeeChul. Este bufa, cruzándose de brazos -Si no te parece como decoro, puedes terminar de ponerlas tú... -Levanta la barbilla a modo desafiante.


-Pero... es solo que yo no alcanzo....


-Ponte tacones, no me interesa -RyeoWook baja la mirada mientras susurra un atropellado "Lo siento". El pececito y el mono no dudan en murmurar "grinch" y SiWon deja de colocar esferas para acercarse al mayor en un franco intento de aclararle como debe de funcionar el "espíritu navideño".


-Chul-ah... -La voz serena de LeeTeuk se escucha claramente por todo el lugar -Se un buen hyung, ya va a ser Navidad... , debes poner el ejemplo de humildad y cooperación que se espera de todos...


-No pongas triste a Jesús, hyung... -El caballo intentaba hacer razonar al de ojos almendrados.


"Y ya están otra vez con lo mismo. ¿Acaso un ateo no puede disfrutar de un poco de descanso sin que nadie venga y le recuerde sobre creencias que no le van?"


-¡Jesús, Jesús! ¡Siempre con su interminable Jesús que todo lo ve y todo lo juzga! ¡No me metan en sus cosas si planean restregarme sus creencias en la cara! -HeeChul se baja de la silla, bufando de manera enojada. Todos le abren paso por temor a hacerle enojar aún más. Y no lo entienden. Tan solo han querido compartir el espíritu de las fechas. El de ojos almendrados alcanza su revista, olvidada en el sillón, antes de acomodarse contra la puerta de entrada, viendo a todos con esos ojos enfadados, desafiándoles a agregar algo más, a tan siquiera pretender continuar con la conversación. No ocurre, por supuesto. En lugar de ello, todos vuelven a sus actividades, esta ves de manera mucho más silenciosa. SiWon cambia lugares con RyeoWook y este se dedica a colocar las guías mientras que el eterno maknae pone las esferas más bajas del árbol. Y es justo cuando el ceño del de ojos almendrados comienza a perder sus matices fruncidos que alguien abre abruptamente la puerta, mandando al suelo a Heechul. Se trata de SungMin, que lleva en una mano una corona y algunos ostentosos adornos para poner en las puertas de cada uno de los dormitorios. El mayor gruñe mientras que el resto deja escapar un grito ahogado, temiendo las peores consecuencias. SungMin nota al de ojos almendrados, se sorprende un poco.


-¡Hyung! ¡Perdona! ¡No pensé que hubiese alguien detrás de la puerta!


-¡Podrías haber tocado!


-Si... yo... bueno... normalmente la gente no se queda recargada en la puerta de entrada... -Usa un tono de voz bajito, intentando hacer entender al mayor la situación. Heechul se limita a incorporarse, frotándo las manos entre si para sobar sus palmas adoloridas por la caida, mientras se contiene de sobarse las rodillas como un niño pequeño que acaba de perder el equilibrio en su bicicleta -¿Por qué quedarse parado en la entrada, hyung? -Y los ojos del conejo recorren el marco de la puerta, como si esta pudiese darle respuestas. Se detiene al llegar a la parte superior, adornada con un arreglo intrincado de muérdago. Sonrie -¡Es por el muérdago, ¿verdad?!


-¿Muer...da... qué? -HeeChul miro a SungMin como si a este de pronto le hubiese salido una segunda cabeza. El menor se limitó a reirse, encantado con la situación.


-Ya sabes... si dos personas se encuentran debajo del muérdago, se besan. ¿Quieres un beso, hyung? -Y hacía su mejor cara aegyo. Al menos la mejor dadas las ganas de reirse que tenía. Heechul no lo encontró tan divertido como el resto, que ya dejaban escapar risillas burlonas. El mayor bufó, sintiéndose el centro de una mala broma pre navideña. Recogió la revista del suelo y luego, daba un par de golpes con la misma al conejo, haciendo a este encogerse un poco.


-Muy gracioso, todos son TAN graciosos... me muero de la risa... -Sin más, caminaba hasta su cuarto para poder encerrarse en el mismo. El resto de Super Junior se quedaron viendo los unos a los otros sin saber muy bien que hacer.


-¿Que le ocurre? Anda de peor humor que de costumbre...

-RyeoWook termina diciendo, pues no consigue comprender que sucede. DongHae se encoge de hombros mientras que EunHyuk se aguanta el comentario de "es la edad". Sobre todo porque ahí está LeeTeuk y no quiere ofenderle. Pero es el lider quien parece comprenderlo.


-Creo que es la fecha, 21 de Diciembre... ya saben, HanKyung... - El resto asiente lentamente, con la situación cayéndoles finálmente -Si de por si jamás ha sido demasiado afecto a estas fechas...


-Pero, si se siente solo, yo podría llevarlo con mi familia... iremos a la iglesia por la tarde y luego tendremos una gran cena...


-SiWon-ah, no firmes tu carta de suicidio, en serio -Y tras las palabras, todos decidían continuar arreglando los dormitorios, sin preocuparse demasiado por la diva de Super Junior.


+++


          Dormir. O intentarlo. Girar hacia la derecha. Izquierda. Terminar bocabajo mientras que tu mente ya está en otro país, a varias horas de vuelo. Imaginando si todo está bien. Si todo está MEJOR. Preguntándose si vale la pena. Si vale la preocupación y angustia que siente en ese momento. Y abres los ojos para tan solo encontrarte con que los primeros rayos del alba ya te han alcanzado, pasando en vela otra noche. Con la cara de confusión presente en todos tus compañeros y amigos. Desear regresar el tiempo para no enojarte tanto, para dejar las preocupaciones. Para dormir. Terminas levantándote a modo desganado para poder cumplir con tus obligaciones del día a día. Y Sonreír. Debes recordar sonreír cada vez que lo recuerdes.


+++


-Es como si hubiésemos chocado contra una licuadora de dulces... -HeeChul mira, un tanto estupefacto, la decoración de todo el lugar. El árbol prácticamente ocupa la mitad de la sala y toda la orilla superior de las paredes se decora en múltiples colores gracias a las guías. Los copos de nieve de LeeTeuk decoran las ventanas y en las mesas hay adornos y platones para complementar -O como si ZhouMi hubiese devuelto... ya saben.. arcoiris y demás... -le parece que si se agrega un solo adorno, el departamento se les vendrá encima. Niega un poco con la cabeza, sin entender la gran alegría que todos parecen sentir. Desayuna en silencio, tan solo interrumpido por algunos monosílabos escapando de su boca si hay alguna pregunta hecha en su dirección. La sensación cabizbaja se mantiene en sus horas de servicio social y luego en la reunión con sus amigos, sintiendo que no encaja perfectamente con la sensación de felicidad que parece embargarle a todos.


          Regresa a los dormitorios tras una nevada que le mantiene helado hasta los huesos. Se quita la enorme pamela de la cabeza y la deja reposar en el perchero mientras se sacude restos de humedad del abrigo. El frío solo incrementa su disgusto por las festividades. Tan sigilosamente como puede saca algo de comer del refrigerador y está en la disyuntiva de meter la comida al microondas o engullirla sin más cuando su celular suena, indicándole que tiene un mensaje. Es un mensaje sencillo, sin gran significado para nadie que no sea HeeChul. Lo lee una, dos veces. Y los ojos se le iluminan, empezando a sentir un calor en las mejillas y orejas que esta seguro no había estado ahi. Sonríe. Sonríe ampliamente.


El 24. Donde siempre. Habitación 659.


          Jamás 4 palabras y unos números han tenido tanto significado en la vida. Sonríe. SONRÍE.

+++

-Hyung... sé que hace frío, pero, ¿No es demasiado? -HeeChul se envolvía en su bufanda de tal modo que solo se alcanzaba a distinguir los ojos almendrados. Y esos mismos quedarían cubiertos al colocarse las gafas oscuras.


-No quiero que nadie me reconozca, Hae... ¿Qué haces aquí, de todas formas? ¿No te irías con tu madre y hermano para la cena?


-Estoy a punto de irme, de verdad... solo... estoy esperando a Hyukkie para quedar de acuerdo con las grabaciones de fin de año...


-Podrias simplemente hablar con él por teléfono... El menor asentía, convencido de la veracidad de sus palabras. No por eso iba a hablar cuando tenía la oportunidad de arreglarlo en persona.


-Por cierto, hyung... -HeeChul le miraba con curiosidad mal contenida a la vez que con cierto deseo de patear al menor pues le urgía llegar a ese hotel de una buena vez. Soltaba la puerta del dormitorio en aras de voltear a ver a DongHae. Este, sonreía de oreja a oreja antes de ponerse de puntitas y besar la mejilla, cubierta por la bufanda, del mayor. Heechul le miró con sorpresa y confusión. El pez se limitó a reirse sonoramente -¡El muérdago, hyung! ¡El muérdago! -Y señalaba la parte superior del marco de entrada. El de ojos almendrados suspiró ostentosamente, sin intentar ya siquiera aclarar lo ridículo que resultaba todo.


-Si... ya veo... -Abría la puerta, pero el menor, con esa sonrisa enorme que puede derretir los polos, le sujeta del brazo para llamar nuevamente su atención. Es entonces que le hace señas, indicándole que espere un momento, antes de echar a correr en dirección a su cuarto. Regresa muy rápidamente, consciente de la poca paciencia del mayor tan solo para enseñarle un poco del muérdago que ha sobrado en su mano. Se lo coloca en el bolsillo de la chamarra con premura. Heechul le mira con confusión pero DongHae le hace señas de que sonría y luego de que salga. El mayor va en dirección del hotel sin entender en lo absoluto que ha ocurrido.


+++


          Todo cobraba sentido al estar parado ahí, afuera de la puerta de la habitación indicada. Se baja la bufanda para que deje de cubrirle la mayor parte del rostro. Sonrie. ENORMEMENTE.


+++


         Escuchó el toquido de la puerta. Dos golpeteos fuertes, dos suaves y uno final más sonoro que los demás. Se trataba de él, sin duda. Se seco las manos contra su pantalón a modo frenético, intentando borrar las señales de nerviosismo absoluto que sentía en el momento. No importaba cuanto tiempo pasaba, había cosas que no cambiaban jamás. Una de ellas era el retumbar alocado de su corazón contra su caja torácica o lo seca que su boca se sentía cada vez que un momento de estos se avecinaba. Dio un par de zancadas y abrio la puerta. Ahí, frente a él, se encontraba Kim HeeChul. Se encontraba Kim HeeChul con una chamarra enorme, una bufanda a juego y una cara sonriente en todos los sentidos. Pero sobre todo, ahí estaba Kim HeeChul, con una brazo levantado en cuya mano sujeta unas ramitas por encima de su cabeza. HanGeng frunce el ceño, exhultante de felicidad aunque sin tener idea de que demonios se trata la actuación del mayor.


-Ahm... ¿Pasas? ... -El de ojos almendrados entra en la acogedora habitación, con su fogata artificial y los tonos crudos en las paredes. No ha bajado la mano y observa al chino de manera expectante, esperando que entienda lo que está haciendo. Por supuesto, HanGeng se limita a cerrar la puerta para luego observar al mayor como si se tratase de un bicho raro. Al notar esa expresión severa en el rostro del chino, HeeChul decide que las cosas no están funcionando.


-Es muérdago... muérdago, Hannie... -la expresión del chino sigue siendo de confusión total -¡Aish! ¡Es una tontería de la Navidad! ¡Algo como que si cuelga esta estúpida planta te besa la otra persona o yo que sé! -HeeChul baja el brazo y observa a la pobre planta ya medio aplastada entre su puño. HanGeng se da cuenta de lo importante que ha parecido para el mayor la idea y, tomando la muñeca del de ojos almendrados, vuelve a acomodarle el brazo por encima de su cabeza. De sus cabezas.


-Claro, es... eso... -no confía en poder pronunciar correctamente en coreano la palabra -Perdona, es que no es una tradición muy china... -Sin pensárselo más, ladea el rostro y le besa dulcemente en los labios. HeeChul baja la mano tan solo para rodear con ambos brazos el cuello del menor y perderse en la calidez del mismo.


+++


          HeeChul detesta la Navidad. Detesta el ajetreo innecesario y las compras de pánico a último momento. Detesta a la gente con su falsa súper felicidad y su hipocresía de fin de año. Pero, a pesar de todo, mientras observa dormir placidamente al hombre a su lado, se da cuenta de que hay tradiciones navideñas que muy bien pueden gustarle a Kim HeeChul.

Fin.

Notas finales:

AMEN EL HANCHUL!!!! (es mi nota más corta.... pero .. es un oneshot y no tengo nada que agregar... )


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