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Desencuentro por karan

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Notas del fanfic:

¡Hola a todos!

Bueno, les traigo una nueva propuesta, que de nueva no tiene mucho pero espero puedan encontrarle el gusto.

Cualquier parecido que le encuentren a esta historia con una película, no es mera coincidencia. De hecho, es un "basado en" (que no estoy muy segura de estar en lo correcto, podría ser bien una adaptación, es solo que contiene muchas escenas originales, y con esto quiero decir que son de mi completa autoría) del filme "Made of honor" una comedia romántica.

Quienes me han leído saben que lo mío es el drama y el romance, también me atrae la angustia, así que es lo que me gusta y no creo salir de mi zona de confort muy pronto. 

Espero que en realidad les guste, y no vean spoilers, no valen la pena (?) x'D Mejor se imaginan a nuestra hermosa parejita. :3

Tal vez el título no tenga mucho sentido ahora, pero lo tendrá.

 

 

Notas del capitulo:

Bien, esta historia la he comenzado hace ya un rato, no tenía planeado publicarla hasta que estuviese terminada, pero si no tengo un estímulo probablemente se quede en el olvido. Y yo creo que todo lo que ha requerido un buen esfuerzo merece la pena salir a la luz, así que me he decidido a publicarla.

Tengo muchas cosas en mente, y soy consciente de que algunos de ustedes esperan la secuela de un one-shot que pienso comenzar a escribir muy pronto, cuando tenga un par de capítulos avanzados entonces podrán leerla. :) Todo a su tiempo. 

Con respecto a éste capítulo, es como un prólogo, el encuentro, cómo todo comenzó. En fin, es un poco simplón quizás, pero conforme vaya avanzando la historia se viene interesante. 

Cabe aclarar que no es Japón (ya me cansó un poco), la trama se desarrolla en Nueva York, los personajes de rellleno, no conocidos y demás no tienen nombres japoneses, sino de dicho lugar, para que siempre haya esa conexión y sea lo más convincente posible. 

Advertencia:

Esto es un fic que involucra donceles, así que si no te gusta la temática, te pido no leas y si lo haces, sobre advertencia no hay engaño.

Con respecto al Mpreg, ya sé que no está en las advertencias del resumen, y eso se debe a que aún no estoy segura si es algo que voy a agregar o no. Probablemente lo haga, pero soy muy cambiante, así que nada es seguro.


Sin más que agregar, lean, espero les guste...

Disclaimer: Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

(será la única vez que lo aclare)

 

______1______

 

Universidad de Nueva york (2002)

 

La música se escuchaba por todo lo alto, jóvenes disfrutaban de la fiesta más grande auspiciada en el campus, bailaban, tomaban y se divertían celebrando la noche de Halloween. Los disfraces eran diversos desde los más comunes como personajes animados, personalidades famosas y seres mitológicos, así como los más exóticos y exuberantes.

—Hola, chicas —flirteaba un joven. Llevaba en la cabeza la máscara de un zorro de color rojizo y el disfraz se completaba con una larga cola. Se movía entre la multitud, saludando y coqueteando con toda las chicas y donceles que se atravesaban en su camino.

—Eres popular, zorrito —susurró con tono meloso una joven de piel morena con disfraz de conejita.

El joven volteó y la miró con picardía.

—¡Karui, querida! —la abrazó para luego separarse y escudriñarla con la mirada—. Te ves muy sexy esta noche.

—Gracias —sonrió—. ¿A cuántas le has dicho lo mismo hoy? —le propinó un golpe suave en el hombro.

El chico rió después de tambalearse un poco debido al alcohol ingerido.

—Tan agresiva como siempre…  —sonrió complacida.

—Y dime… —jugueteó con el disfraz del joven—. ¿Quién será tu víctima esta noche?, ¿acaso será una de esas niñas tontas que tanto te gustan… o te animarás con un desabrido doncel?

El aludido rió con ganas ante la pregunta.

—Eres mordaz, querida —le acarició el moreno rostro a la chica—. Sabes que las niñas no son tontas, sino amigables y los donceles no son desabridos, sino un poco más despreocupados —suspiró derrotado—. Aunque claro está, que no todos son así.

—Claro, por eso buscas siempre a las más “amigables” y los más “despreocupados” —añadió sardónica.

El  chico asintió divertido.

—Sin duda, y respondiendo a tu pregunta… quedé con Ronny—se acercó a la oreja de la chica para susurrarle—: Me invitó a su habitación.

—Así que será un doncel después de todo —sonrió de medio lado—, espero no pierdas la cuenta. Bueno, sería más fácil decir con quiénes no te has acostado aún.

—Vaya, arruinas mi reputación —se burló—. Es por eso que lo llevo bien anotado, ya sabes que no repito, bajo ninguna circunstancia.

—Tu regla número uno —repuso la morena.

—Así es…

—Me muero de ganas de saber… —se acercó insinuante al joven, toqueteando su pecho—, ¿cuándo cambiarás de opinión? Te darías cuenta que repetir es muy satisfactorio…

—Tú no cambias —agregó con una amplia sonrisa, escondida bajo la máscara—. Ahora, si me permites… —se quitó de encima a la chica—, debo ir en busca de mi acompañante. No quiero que piense que lo he dejado plantado.

Dicho eso retomó su camino, a paso lento, tambaleante pero determinado. Se adentró en el edificio y tomó las escaleras hacia el cuarto piso. En el transcurso se topó con muchachas y jóvenes donceles que lo saludaban con efusividad. Sacó un papel del bolsillo de su pantalón y lo vio con detenimiento.

—Once B…

Se acercó a la puerta y comprobó que el letrero pequeño de la misma coincidía con la del papel.

—¡Bingo! —exclamó—. ¿Dónde dijo que estaba la llave? —buscó en la parte de arriba del marco de la puerta, donde había un espacio para almacenaje. Encontró el objeto y lo introdujo en la cerradura para luego girarla— ¡Creo que llegó la hora de la acción!

Entró a tropezones en la habitación alumbrada por una tenue luz proveniente de una pequeña lámpara en la mesa de noche.

—Ronny… —llamó en un susurro para luego comenzar a desabotonar la camisa con torpeza—. Tengo un regalito para ti —sacó la prenda por completo y se acercó a la cama donde minutos antes había divisado un  bulto, perteneciente a una persona—. ¿Por qué te acostaste tan temprano? —levantó la sábana y se metió en la cama— Ronny… —abrazó por la espalda al chico, quien de inmediato se dio vuelta.

Al descubrir su rostro gracias al resplandor de la luna que entraba por la ventana, se dio cuenta que había cometido un gran error.

—¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhhh…!!! —gritaron ambos. El ruido retumbó en las paredes del lugar, el chico se levantó y en un impulso por defenderse buscó lo primero que le ayudara a deshacerse del invasor. Tomó un frasco que tenía cerca y lo roció en el rostro del joven que aún se encontraba cubierto por la máscara.

El agredido cayó de espaldas al suelo, gritando debido al ardor en sus ojos. El chico continuaba asustado, así que tomó el teléfono para poder pedir ayuda.

—¡Ah, mis ojos! —chillaba en el suelo, quitándose la máscara para restregarse los ojos—. ¡¿Dónde está Ronny?! —gritó.

El joven lo miró intrigado, interrumpiendo su comunicación.

—¿Ronny?

—Sí, ¡¿Dónde está?!

—¿Cómo entraste aquí? —exigió saber.

—¡Él me dejó entrar! —explicó exasperado.

—¿Te dijo que estaría aquí su compañero de cuarto? —preguntó molesto.

—¡Dijo que estarías en la biblioteca porque eres un nerd!

El joven se molestó, buscó una almohada y comenzó a atacar al contrario.

—¡Yo no soy un nerd! —repartió varios golpes en la  cabeza, mientras el otro se quejaba y era arrojado de nuevo al suelo.

—¡¿Qué te pasa?! —vociferó— ¡¿Qué fue eso, gas pimienta?!

El joven se despabiló y todo el frasco entre sus manos, leyendo la etiqueta.

—Tommy Hilfiger…

—¡Me quieres dejar ciego! —chilló dramáticamente.

—Fue lo primero que encontré —se justificó.

—Yo no quería hacerte daño, fue una confusión…

—Lo sé… —se levantó de la cama y ayudó al joven a reponerse—. Te llevaré a la sala común para que te enjuagues —el agredido se levantó, y se puso la ropa que el otro chico le había pasado.

 

 

Se lavó los ojos en un bebedero mientras el otro servía dos cafés.

—De ahora en adelante me cuidaré cuando me meta en la cama… —murmuró.

—Eso te caería muy bien —repuso el joven con burla— ¡Ah! —gritó de dolor por haberse quemado los dedos al servir líquido caliente en un vaso delgado—. ¡Siempre me pasa lo mismo! —tomó el recipiente con rapidez para colocarlo en una mesa y sentarse en el sillón.

—Inventé algo para que no pase eso —dijo secándose el rostro con un paño. El otro chico lo miró incrédulo—. En serio, es una cosa que rodea la taza de café para que no te quemes —explicó sentándose en el sillón de enfrente—. Lo llamaré “El collar”, ¿te gusta? —sonrió—. Brillante idea.

—Sé todo sobre ti —agregó el joven—, conozco tu discurso —habló con sorna.

—¿En serio? —dijo con fingida sorpresa.

—Sí, ya casi te gradúas y seduces a los de primero… —se cruzó de brazos mostrando una sonrisa ladeada—. Haz dormido con la mitad de mi piso.

—La mitad de tu piso son mujeres y donceles… —remarcó lo evidente.

—Como sea… eres un descarado —añadió fastidiado—. Los atraes con el pretexto de que conociste a un cantante famoso, lo cual dudo —lo miró con el ceño fruncido.

El chico reparó por primera vez en el joven doncel, ya que la poca luz en la habitación y luego el incidente con sus ojos le habían impedido apreciar su figura.

Se trataba de un chico de unos dieciocho años, de contextura delgada, un poco más bajo que él mismo pero alto para ser un doncel, ya que solían tener el tamaño promedio de las chicas. Tenía un rostro de facciones delicadas y hermosas: Ojos rasgados, negros y profundos, pestañas largas; nariz pequeña y perfilada; pómulos ligeramente pronunciados, labios irregulares porque el inferior era más grueso y apetecible, cabello negro con reflejos azules con una corte moderno levantado en puntas en la parte de atrás, una delicada y nívea piel. Simplemente perfecto.

—En realidad, es cierto —se acercó para sentarse a un lado del moreno—. Conocí a Gene Simmons*, firmó mi CD. Lo tengo arriba en mi cuarto, al lado de “El collar”. ¿Quieres ir? —finalizó con una radiante sonrisa.

—¿Tratas de seducirme? —enarcó una ceja, incrédulo.

—No, solo quiero ver tu reacción…

—Mi reacción… —repitió incrédulo.

—Sí, tu cara de perro —esbozó una pequeña sonrisa burlesca.

—¡¿Estás diciéndome perro?! —espetó ofendido.

—No, solo pruebo mi teoría.

—Ah, que ingenioso —repuso con desdén—. ¿Y de qué va esa teoría?

—Bueno, cuando a una persona le atrae otra, se le nota —repuso con naturalidad—, es la misma mirada que tiene un perro antes de comer.

El azabache fijó su mirada en el otro con enojo.

—¡Eres un patán!, ¡qué ofensivo! —gruñó—, y estás loco.

—No, soy honesto. La honestidad es la mejor política —se apoyó en el brazo del sillón, observando como el doncel se incorporaba dispuesto a hacerle frente.

El azabache clavó su mirada en el otro, escudriñándolo, mirándole con fijeza. Notó que se trataba un joven de aproximadamente veintiún años, de cabello rubio y rebelde, algunos mechones caían en su frente dándole un aspecto despreocupado y juvenil. Ojos de un celeste intenso y brillante. Tres marcas en cada mejilla que le daban un semblante gracioso y tierno, labios carnosos, nariz larga.  Hombros anchos, espalda fornida, un poco más alto que él y la piel de un tono bronceado natural y atractivo. Debía admitir que era un hombre  bien parecido.

—Está bien, ¿quieres que sea honesto contigo? —se colocó de rodillas en el asiento—. Me especializo en bellas artes, estudio las proporciones del rostro humano —el rubio se incorporó para prestarle atención—. Tu nariz está encorvada en la punta —puso su dedo en la parte mencionada—,lo que se acentúa por tu labio superior grueso y tus ojos… —acercó dos dedos para señalarlos—, están muy separados —dijo con burla.

 El aludido lo observaba sorprendido, nunca antes le habían hablado de esa forma.

»Eso debería ayudar a ajustar tu nariz, y siento pena por ti. Que tengas que valorarte a través de este ego insaciable y este deporte sexual de acostarte con chicas y donceles inseguros. ¡Yo… jamás tendría sexo con alguien como tú! —le arrojó el paño que le había quitado de la cara minutos antes y se levantó para ir de regreso a su dormitorio dejándolo perplejo.

Parpadeó varias veces, cuando reaccionó se levantó del sillón y lo siguió.

—¡Vaya! —exclamó—. ¡Hey, espera, ven acá! —el moreno seguía su rumbo, sin detenerse. Cuando el rubio lo alcanzó ni siquiera se molestó en mirarlo—. Me encantó lo que dijiste.

—¿De qué hablas? —preguntó sin interés.

—De tu honestidad —explicó—, eso fue casi mejor que tener sexo sin… sin llanto —el moreno lo miró de reojo.

—De hecho, me siento muy bien, te lo merecías…

—Tal vez… —murmuró—…nadie había sido tan honesto conmigo —habló emocionado.

—Se llama, amigo —explicó el doncel.

—Sí, pues no tengo muchos… —lo pensó un momento—, mejor dicho ninguno.

—No me extraña, con tu estilo de vida —agregó con desaprobación—. Pareces del tipo capaz de acostarte con la novia de tu mejor amigo y no tener remordimientos al respecto.

El chico de ojos azules vaciló unos minutos.

—Sí, probablemente  lo soy.

—No me sorprende… —repuso irónico.

—Soy Naruto, por cierto…

—Sasuke —habló escueto, aún sin voltear.

Llegaron a la puerta de la habitación del moreno.

—Bien, adiós —exclamó cortante.

Se pararon uno frente a otro. El rubio tomó titubeante la mano del doncel y con caballerosidad depositó un suave beso.

—Adiós —esbozó una amplia y complacida sonrisa.

El moreno alejó su mano con desaire.

—Te sudan las manos —espetó con repulsión.

—Tu pijama es transparente —lo observó de pies a cabeza. El aludido rodó los ojos y abrió la puerta.

Se adentró en la habitación y observó recostado en la cama a su compañero.

—Naruto, ¿eres tú? —se incorporó el doncel, mostrando lo ebrio que se encontraba—. ¿Me muestras tu autógrafo de Gene Simmons?

Sasuke lo contemplaba divertido y Naruto con ganas de salir corriendo en cualquier momento.

De repente, Ronny tomó la máscara de zorro que habían dejado sobre la cama y se escucharon repulsivas arcadas. Cuando se repuso, limpió su boca y sonrió a sus espectadores.

Sasuke cerró un poco la puerta y se dirigió al rubio con diversión.

—Es todo tuyo…amigo.

Naruto hizo un gesto de desagrado, abrió de nuevo la puerta donde se encontraba el chico sonriéndole expectante.

—Ronny…

—¿Sí? —preguntó ilusionado.

—A dormir —cerró la puerta, dio media vuelta y se fue tras Sasuke.

De ahora en adelante, no lo perdería de vista. Quería que formara parte de su vida, por las buenas o por las malas, ya fuese para bien o para mal.

Notas finales:

Hola de nuevo. ^^

¿Qué les pareció? -tragá con dificultad-

Me he tomado el tiempo para poder adaptar las personalidades, sobre todo con Sasuke que aunque sea un doncel sique teniendo ese temperamento fuerte, no me va el OoC y quiero que me quede lo mejor posible. 

Siempre recordando algo importante: Es un AU, Sasuke no es un vengador, no ha tenido traumas de infancia, etc, etc, etc así que no esperen que su comportamiento sea el mismo.

Lo mismo pasa con Naruto y los demás personajes. ;)

Sé que no está óptimo, pero es solo el comienzo. Se pondrá mejor, ¡de verás!  :feellikeNaruto: n_nU

Bien, no tengo mucho que decir, mas que espero merecer aunque sea un review xDD

Vamos que son gratis, sáquenme de mi inseguridad! D;

Se cuidan, hasta la próxima. n_n7

 

Algunas aclaraciones:

* Gene Simmons, es el vocalista de una banda de rock llamada "Kiss".

Karan

 

 


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