RESIGNACIÓN.
Resignación… eso era todo lo que le quedaba.
Resignación… mientras se repetía en su cabeza, ya odiaba la palabra.
Resignación…
Suspiró cansado, reclinó hacia atrás su lujoso asiento de primera clase a mitad del vuelo que le llevaría de regreso a Seúl. Intentó dormir siendo en vano, ¿Resignación? ¿Qué demonios era eso…?
“Demasiado tarde… me cansé de esperarte. No voy a volver contigo, tengo una familia; una esposa que adoro y un bebé al que le entregué mi alma. Lo siento, llegaste demasiado tarde... cinco semanas en darte cuenta que ya no vivía contigo, dos meses en saber que regresé a Estados Unidos y tres años en buscarme. Quizás si hubieras venido antes estaríamos juntos, pero la realidad es otra. No te odio… en verdad quiero que seas feliz. Lo mejor es que continúes tu vida, y no me vuelvas a buscar con otras intenciones que no sean las profesionales… Resígnate.”
Sus palabras, tan tranquilas y hasta cierto punto llenas de lástima pero sin atisbo de ese gran amor que le llegó a tener, sin ese cariño que tantas veces lastimó por su soberbia. Cómo dolieron…
¿De qué había servido todo lo que ha logrado hasta ahora? ¿En verdad valía la pena haberle roto el corazón?
Teddy mira hacia la ventana oscura, es una negra noche.
¿Resignación…? Sí, era lo menos que le debía… aún recuerda esos días de 1TYM, donde siempre estaba sonriendo, dónde jugueteaba con Se7en y dónde el amor mezclado con lujuria le embriagaba.
No obstante, también recuerda esos tristes días… en qué traicionaron a sus dos mejores amigos de grupo, en que los insultos y golpes fueron la gris despedida. Una amistad rota… su Danny, su pequeño Danny que en nombre del amor que le profesaba cometió tan bajeza, tal solo por seguirle. En qué renovó solo porque se lo pidió como petición a Yang Hyun Suk para quedarse en la Agencia como productor. Recordó cómo la carrera solista de su Danny fue truncada a falta de “estadísticas”, cómo el maldito sueño de formar su girlband; esa que con tanto empeño depositó sus ilusiones, le fue alejando de él cada día más…
… sí, esas citas a las que jamás llegó, esas discusiones que no tuvieron, las conversaciones que desplazó por trabajo, los desayunos, almuerzos, comidas y cenas que canceló. ¿Para qué lo ató a su lado si al final lo ignoró como si no existiera? Su carrera, su vida… los años que le esperó en ese departamento que compartían, las noches de desvelo tan solo para robar un beso, los obsequios que nunca llegaron, los aniversarios que no celebró. Los abrazos, los besos, y las caricias que no dio, el amor en la cama que no le hizo… las lágrimas y los reclamos que nunca le recriminaron su fría indiferencia.
Se merecía ese puñetazo de la vida. Se merecía cuando finalmente tuvo el valor para tomar el vuelo a LA, e ir a recuperar a su Danny, descubrir que le dejó de amar hace poco tiempo, qué se casó y formó su familia. Esa familia que le prometió cuando se volvieron pareja y faltó a su palabra. La familia a la que renunció por 2NE1… se lo merecía. Que le dejara de amar y le olvidara, que fuera completamente feliz sin él.
“¿Quieres hacer algo por mí? ¿Lo dices en serio…? Te tomaré la palabra. Bien, entonces quiero que alejes a Youngbae de Dongwook. Él se casará con Hanbyul, y estoy seguro que le rogará, que perderá su dignidad y se rebajará con tal de estar a su lado. No quiero eso para Youngbae, no quiero verlo sufrir como yo lo hice por ti; una causa perdida. Merece ser feliz, así que prométeme algo… sin importar los medios, aléjalo de Se7en, cuídalo siempre y no permitas que regrese a buscarle. Desilusiónalo si es necesario. Prométeme que velarás por el pequeño Young y lo cuidarás más que tu vida. El sol siempre debe brillar aunque haya días en los que el cielo esté nublado. Promételo.”
Lo prometió solemnemente. No dejaría que Taeyang se rebajara a vil amante por no ser capaz de aceptar que Dongwook eligió casarse con esa mujer.
Y con esa determinación brillando en sus ojos bajó del avión una vez aterrizado en tierras coreanas.
Con esa misma determinación decidió obligar a superar su mal de amores al vocalista de Bigbang que había perdido el brillo alegre tanto de la mirada como de la sonrisa. En lugar de ser un radiante sol… parecía una triste luna.
Los días fueron transcurriendo poco a poco, en busca en una oportunidad… hasta encontrarla.
Esa noche cómplice sería un testigo mudo del tostado cuerpo cayendo sobre las suaves y también oscuras sábanas de esa cama que en años había vuelto a tocar otro cuerpo ajeno. El menor perdido en el alcohol, roto en débiles sollozos por la negación de aceptar que Dongwook hizo la elección correcta; prometer matrimonio a su bella novia, no se imaginaría lo que le aguardaba.
- Tranquilo… -Murmura mientras su mano grande acaricia la mejilla con delicadeza, Youngbae no tiene idea de lo que ocurre a su alrededor, tan solo está consciente de su agonía interna.- Prometo que el dolor que te provocaré mitigará tu sufrimiento… -Continua susurrando sin dejar de desnudarle lentamente exponiendo a la delgada figura sobre la cama.
Se aleja admirando cómo las luces filtradas iluminan ese delicado perfil. Las lágrimas se convierten por muy breves momentos en pequeños diamantes. Teddy no tiene expresión alguna, solo vacuidad. Se deshace de las prendas superiores, abre sus pantalones antes de subir a la cama de su alcoba para llegar a su desconsolado dongsaeng…
Danny lo había dicho: “Sin importar los medios, aléjalo de Se7en; cuídalo siempre y no permitas que regrese a buscarle”. Así lo haría.
“Sin importar los medios…” A la mañana siguiente Youngbae se horrorizaría al comprender por qué estaba desnudo en una cama que no es la suya, con un dolor insoportable en su cuerpo y con la penetrante mirada de su hyung sobre él que solo viste pans.
“Aléjalo de Se7en…” Avergonzado y sintiéndose infiel, a pesar de no ser pareja, Taeyang evitaría a toda costa toparse con Dongwook. Sobre todo cuando se repitan un par de veces más esos encuentros íntimos en lamentables estados inconvenientes.
“Cuídalo siempre…” Por su puesto, se encargaría de no lastimar ese cuerpo, que la culpabilidad vaya desapareciendo hasta que borrarse de la inocente consciencia. Cuidaría que las lágrimas se detuvieran, que el miedo cuando estén a solas desapareciera y la sonrisa volviese.
“Y no permitas que regrese a buscarle.” Definitivamente, sobre su cadáver permitiría que Youngbae fuera tras Se7en con intenciones amorosas. Porque le pertenece por derecho de posesión, lo forzaría a permanecer a su lado y le obligaría a aceptar la Resignación tal como él lo hizo con Danny.
FIN.