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~+Sentimientos+~ por I_beloved

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Notas del fanfic:

Emm solo espero lo disfruten

Notas del capitulo:

lean o3o

Tras el intenso dolor de pecho y las lágrimas saladas recorriendo mi mejilla sentía que había perdidos dolorosamente sin siquiera haber peleado, la guerra ya tenía vencedor aun así decidí arriesgarme, deliberadamente me hice ilusiones tan falsas y frías como un espejismo en medio del desierto que sucumbía esplendoroso ante mis ojos. Ahora me encontraba llorando copiosamente en un parque lejos de todos y el mullido de la gente que yacía en ese lugar.

Me era doloroso aceptar que yo había sido la estúpida más grande la que había perdido al enamorarme de alguien que ya tenía dueña, de alguien que tenía su mundo entorno a una persona especial, yo quien siempre me describí como una chica fría distante, no creyente del amor, la que decía que jamás lloraría por nadie me tocaba probar el amargo sabor de mi propia mentira, los ojos me ardían y la vista nublada por la cristalina agua que brotaba de mis ojos sin control.

Me limpie las lágrimas con rencor maldije su nombre y me levante de aquella banca con dirección a mi casa, me dolía la cabeza y realmente me sentía sofocada y con un eminente dolor punzante en el corazón. Al llegar a casa me encerré en mi habitación no dando oportunidad de que mi madre me preguntara algo, conduje hasta mi cama mi cansado y adolorido cuerpo y llore más con desesperación, odio, rencor hacia mí misma, nadie se merecía mis lágrimas, quien en el pasado me hiciera llorar se olvidaba de mi existencia era rencorosa, una vez deje que lo hiciera dos ya era suficiente, aceptaba que me había equivocado y ahora me tocaba cargar con la tortuosa culpa de exponer así mi corazón.

Rápidamente me quede dormida oyendo a la lejanía el incontable murmullo de la servidumbre y de mis padres que quizás habían recibido visitas.

 

 

*o*o*o*o*

 

Abrí los ojos casi con entereza y me fije por largo rato al techo de mi habitación como si fuera lo más importante del mundo, me levante arrastrando los pies hacia el baño y me metí a la ducha dejando que mis penas se fueran con el agua.

Al salir me coloque el uniforme de forma casi lenta y ausente del tiempo me miraba al espejo pero a la vez sentía que mi cuerpo flotaba entre nubes grises suspire por terciaba vez en la mañana peine mi largo cabello y baje al comedor y apenas probé bocado distante pero consiente de la charla que mi hermana y padres llevaban ahora era cuando más fuera de lugar me sentía, a veces pensaba que eran la familia perfecta que sin mi todo era más llevadero. Me levante del comedor  y me dirigi a la puerta siendo detenida por mi hermana quien me tomo de la mano y me sonrió levemente al ver mi expresión frívola.

-Espera que me voy contigo, solo voy por mi mochila-le vi caminar escaleras arriba y suspire murmurando un par de palabras malsonantes, si mi padre me escuchaba siquiera decir algo de seguro cuando llegara no me la acabaría eran reservados y las buenas costumbres eran lo primordial en nuestra pequeña familia, fui sacada de mis pensamiento al ser tomada de la mano por mi hermana quien se encontraba inquieta y feliz yo solo me deje llevar, distraída de las cosas que pasaban a mi alrededor entonces Karen se detuvo y me miro escaneándome lentamente.

-¿Es Lilian verdad? – yo no dije palabra alguna y mi silencio fue interpretado por ella- te dije que te alejaras que no te hicieras ilusiones, ella tenía novia y pronto vendría a por ella, entonces dime ¿qué pintas tu ahí?- movió la cabeza negativamente al ver mi parca expresión- Sabes que te quiero demasiado y escucharte llorar por ella no fue agradable, mírate estas echa un muerto viviente, si tan solo te pararas a ver a tu alrededor te darías cuenta que hay más después de ella, no te lamentes por lo que fue y no pudo ser, además ella siempre te lo dijo tú fuiste la terca que no quiso entender razones-sonríe y me beso la mejilla.

-La amo Karen ¿Acaso eso es difícil de entender?- fruncí el entrecejo y camine sin inmutarme de lo que ella tenía que decir al respecto, tomo mi brazo de nuevo y me volteo con brusquedad.

-El que la ames no es el problema si no que te hizo llorar, ¿Qué paso cuando Miriam te hizo llorar en la secundaria? –Me observo con el ceño fruncido-respóndeme.

-Deje de hablarle-desvié la mirada y me solté de sus agarre para continuar caminando-la odie desde el momento que me hizo llorar- camine lento y sin una gota de ánimos en mi andar.

-precisamente, Lilian ya te ha hecho llorar dos veces ¿Qué diferencia tiene ella de los demás, dime Ely?-no dije nada y continúe caminando hasta llegar al campus, la respuesta que mi hermana quería yo no la tenía, ¿Realmente no la sabia? ¿O es que acaso no quería saber la respuesta? Cualquiera de las dos me resultaba algo arcaica.

Al llegar al salón me senté en mi pupitre y la verdad agradecía que esa molesta niña que me rondaba como la abeja a un panal aun no llegara, detestaba, sus intentos torpes y movimientos nada agraciado para llamar mi atención, realmente me era desagradable, y lo peor de todo era la mejor amiga de mi hermana, suspire, y mire hacia afuera contemplando los primeros brotes de los árboles de cerezo. Me preguntaba cuánto tiempo más seguiría amando pero a la vez odiando a Li, apoye mi cuerpo en la paleta del banco para acomodarme y dormir un poco antes de que mis compañeros comenzaran a llegar.

Cuando al fin pude siquiera conciliar el sueño de ese que sientes que te sumes en una tranquilidad agradable que te lleva a un punto entre la realidad y el sueño, sentí que alguien toco mi hombro, molesta levante la cara con una expresión parca en mi fisonomía, esa niña loca había llegado, chasquee la lengua fastidiada mirándole con frialdad- ¿qué demonios quieres?- me aventure a murmurar con la misma expresión, la escanee con recelo era patética ¿Qué acaso no se daba cuenta que su sola presencia me molestaba al grado de querer golpearle?.

Se sonrojo y desvió la mirada- yo… solo quería, saber si tu estas bien- bajo la mirada y mordía su labio inferior con nerviosismo.

Yo rote los ojos con fastidio y me limite a solo murmurar algo parecido a un “aja”, realmente la quería lejos estar sola en estos momentos era lo mejor, aun y como estaba no perdía sus movimientos de vista, entonces le vi tomar mi rostro con sus delicadas y cálidas manos, algo en mi pecho se instaló de inmediato pero deje pasar el hormigueo que recorría mi cuerpo, y seguí con mi expresión frívola y carente de emociones- ¿Qué crees que estás haciendo?-aleje sus manos de mi rostro con brusquedad- escúchame niña idiota, quiero que te alejes de mí, no me agradas y si te soporto es por mi hermana, aléjate de mí tu sola presencia me enferma, y déjate de tomar atribuciones que no te mereces, ¿Qué te has creído? ¿Crees que tienes derecho a meterte en mi vida, sin mi permiso?.

 

Lagrimas comenzaron a salir de sus ojos- yo… no quería, lo lamento no pensé que…-

-Claro no piensas porque careces de materia gris- dije irónica sin importar que más lagrimas salieran de sus hermosos ojos color lilas, a este punto me valía si la lastimaba o no, la quería lejos no la soportaba y en verdad me enfermaba su tartamudeo toda ella lo hacía- ¿Crees que me gusta que andes de ofrecida a mi alrededor? Abre los ojos yo jamás te are caso, nunca, me causas repugnancia, entiéndelo de una puta vez deja de hacerte ilusiones o imaginarte cosas que no son y nunca serán-solté sin tapujos y con toda la frialdad y odio que tenía en mi pecho guardado.

-lo lamento, no vuelvo a acercarme a ti, tienes razón-se limpió las lágrimas sin mirarme y salió corriendo del salón.

Me importo poco y me volví a sentar en mi pupitre comenzando a ver como mis compañeros llegaban de apoco al salón.

 

*o*o*o*o*

 

Los días después a ese pequeño percance Viena la chica que me rondaba como abeja no fue a clases, al parecer el maestro nos había informado que estaba enferma y que no vendría en algunas semana, yo por otro lado se me estaba haciendo mas llevadero lo de Li pero no era eso lo que me tenía ahora deprimida y con mal carácter, mi hermana no me hablaba, solo cruzábamos un par de palabras y era todo nuestros padres no se metían siempre dejaban que arreglaramos nuestras diferencias solas, pero al parecer no podía arreglar nada on mi hermana por que cuando yo llegaba de la clase de violín ella siempre estaba en casa de Viena, aveces llegaba muy tarde cuando yo estaba dormida o simplemente se quedaba mis padres la dejaban hacer su santa voluntad por que la madre de Viena era amiga de la infancias de nuestra madre.

Me dolía no hablar con ella pero estaba casi segura que era por lo que le hice  a su querida amiga, mordí el lápiz con el cual escribía los apuntes que por un momento ni siquiera me percataba de lo que escribía o hacia la voz del maestro se escuchaba tan lejos, como un pequeño zumbido que hasta cierto punto no era desagradable.

Con suerte hoy la vería en el equipo de quitación y podría hablar con ella y solucionar las cosas, no soportaba más estar en esta situación éramos muy unidas y su apoyo siempre lo tenía, pero ahora la sentía lejana casi podía sentir su odio palpan te en mi espalda, suspire y una de mis compañeras me hablo sonriéndome, yo solo hice una mueca de desagrado tome el papelito que ella me extendía, con rapidez lo abrí y alce una ceja al leer el contenido, ¿Qué demonios le pasaba a esta tipa? Al parecer sabía cosas que yo no respecto a mi hermana y Viena así que lo respondí y se lo pase de vuelta, las clases trascurrieron con calma y mi espalda dolían horrores de tanto estar sentada, así que me recargue en el respaldo de la silla y por fin el timbre de inicio de receso había tocado, Salí corriendo del salón con dirección al lugar donde mi hermana frecuentaba con sus amigas.

 

Al llegar al lugar voltee a todos lados hasta que divise la cabellera de mi hermana y me acerque apresurada- suspire y vi de reojo a todas sus amigas- necesitamos hablar- lo dije en voz baja no quería que nadie se enterara, esto era algo personal y como tal se debía quedar.

 

Con brusquedad se deshizo de mi agarre y me miro como jamás lo había hecho se encamino detrás del árbol  donde yo siempre me ponía a leer. A un par de metros lejos de su punto de encuentro.- habla rápido que me tengo que ir- su frialdad me mataba asi que suspire y le mire de vuelta a los ojos que parecía que carecía de emociones.

 

-¿Quieres decirme porque esa actitud hacia mí?- dije con cansancio y ella pareció meditarlo un poco pero su parca expresión no cambiaba.

 

-¿Te parece poco haber hecho llorar a Viena?- me empujo con agresividad pero no al punto de hacer caer si no retroceder más de dos pasos- eres una idiota, tú y tu patético mundo con Lilian- me dio un golpe en el pecho- quédate púdrete en el recuerdo de alguien que no te ama y jamás te amara porque ella tiene novia ¿entiendes? Te odio y esto jamás te lo perdonare, eres una basura cómo pudiste-mientras elevaba la voz no dejaba de pegar mi pecho con odio.

 

Le sostuve las manos para que dejara de hacer la acción que comenzaba a lastimarme- no entiendo tu enojo y no comprendo que tiene que ver Li en esta conversación estas fuera de lugar Karen- le solté del agarre – esa niña no me agrada quiere tener atribuciones que no se merece, su actitud me enferma además sabes que no la soporto y que si lo hacía era por ti- entonces sentí una fuerte bofetada en mi mejilla la cual ardía y dolía más de lo que llegue alguna vez a pensar.

-Eres una maldita sin corazón- comenzó a llorar mientras yo posaba mi mano en el lugar dañado-no mereces el amor que Viena te tiene, la devoción que te profesa, tú no sabes nada, jamás lo sabrás porque ¿sabes qué? No tienes derecho a saber esto, no, nada de lo que ella siente por ti por idiota y estúpida que eres- soltó osca mirándome con dolor combinado con  odio- Ella comenzó a hablarme porque tú le gustaste desde el primer día que te vio tocando el violín en el teatro principal de la escuela, eso fue antes de que conocieras a Lilian, pero claro no ves más allá de tu puta nariz- su rencor me mantenía sin habla sus palabras calaban desde el fondo de mi corazón, yo nunca pensé que esa niña llegara a sentir algo por mí, yo que siempre trataba de que todos se me alejaran de mi procurando no enamorarme, ahora me sentía la peor basura, ¿Cómo pude ser capaz de no darme cuenta?, me sacaron con brusquedad de mis pensamientos al sentir arder mi otra mejilla- Yo dándole ánimos de que se te acercara, y cuando lo hizo, a la imbécil de mi hermana se le ocurrió gritarle una sarta de idioteces lastimándola tanto al grado de no querer venir a la escuela, escúchame bien Ely, no quiero que soluciones nada solo… mantente lejos de ella ¿entiendes? no le hables, has como si no existiera en este mundo como siempre lo hiciste porque tu amor por Lilian te Cega, y tampoco de mi-se dio media vuelta dispuesta a irse, pero yo la detuve antes de que todo se fuera a la mierda.

-Escúchame, voy a enmendarlo, pediré perdón a Viena, solo dame una oportunidad soy u ser humano no soy perfecta, Karen, por favor-mi voz sonó lastimero como un ruego, me sentía arrepentida y siempre me había hecho responsables de mis malas acciones.

 

-No-murmuro y me vio por sobre su hombro-te quiero lejos de ella, no quiero que arregles nada, solo… déjale así- se marchó y yo sentí que toda mi humanidad caía un pozo sin fondo, donde me sentía una mierda, la mala del cuento donde había lastimado despiadadamente los sentimientos de una niña que no hacía más que venerarme y cuidar que siempre estuviera bien.

 

Sonó el timbre de final de receso y volví a mi salón con una sola idea en la mente, pedirle perdón  a Viena, las siguientes horas se pasaron extrañamente rápidas. Apenas y sonó el timbre Salí corriendo en dirección a la casa de la ojilila, pero antes pase por unas flores, tulipanes eran sus favoritos, lo cual me había sorprendido porque también eran mis flores favoritas, que ¿Cómo sabia es?, mi hermana por alguna razón que ahora entiendo terminaba siempre diciéndome los gustos de Viena mientras leía o estudiaba violín, lo cual ahora agradezco de sobremanera, siempre me preguntaba para que quería saber yo tanto de esa niña pero ahora veo los beneficios del parloteo de mi hermana.

Cerca de la casa de Viena hay una dulcería, pasare por unas gomitas de pandita solo de fresa y piña curiosamente no le gustaba el de limón, al tener ambos obsequios en la mano mi corazón comenzó a palpitar con vehemencia, mientras más avanzaba parecía que mi corazón se quería desbocar, suspire profundo y fue cuando toque el timbre de su casa, la que fue inmediatamente abierta por una joven alta de buen cuerpo al parecer era la hermana.

-¿Si?-se recargo en el marco de la puerta escaneándome sin pudor alguno

-Soy la hermana de Karen-sentí como las palabras se atoraban en mi garganta- emmm… se encuentra Viena-hable torpemente y trague duro, la chica se rio de mí.

-Ella salió pero no tarda me hablo hace nada que estaba por llegar así que no tardara, pero que mal educada-me sonrió dulcemente- pasa no te quedes ahí, siéntete cómoda, ¿Te ofrezco algo mientras esperas?- mi miro nuevamente de la misma manera.

-¿Eh? Si, agua, gracias- me senté en el enorme sillón negro y mire a mi alrededor, de verdad que era una casa enorme y espaciosa  muy bella, no cabía duda que tenían  buen gusto, entonces senti abrir la puerta Viena había llegado cargada de bolsas así que más por inercia fui a ayudarle, pero en una de esas que nuestras manos se rozaron sentí el mismo cosquilleo que aquella vez había experimentado, ella nerviosa y sonrojada soltó la bolsas.

-Viena, que torpe, ¿no te hiciste nada?-pronto su hermana nos ayudó claro esta después de dejar el vaso en la mesita de entretenimiento.

-Si, lo siento- rápidamente recogió todo lo que pudo sin mirarme un solo momento.

-Viena esta joven vino a buscarte estaré arriba haciendo tarea por cualquier cosa que necesiten- me sonrió y guiño el ojos yo solo me estremecí dándome  miedo, me aventure a hablar primero antes de que terminara mal todo esto.

-Viena-le tome de la mano y la lleve a la sala dejando que se sentara mientras yo me hincaba frente a ella-lamento haberte hablado como lo hice-sonreí de forma conciliadora y ella no me miro, su vista estaba fija en nuestras manos.

-estabas en todo tu derecho, yo solo molestaba-sonrió de forma triste de una que me hizo sentirme más miserable- perdóname tu por ser tan molesta, yo sabía que no te agradaba pero-se levantó privándome del calor agradable que me inundaba- dile a Karen que no es necesario, no te odio Ely, solo no te quiero cerca, comprendí que jamás te darás cuenta de cuanto te amo, que siempre estoy pendiente de ti, de lo mucho que me duele verte sufrir por un amor que no te corresponde, pero ya no puedo vivir bajo la sombra de alguien que jamás se dará cuenta de mi presencia- me miro con ternura y miro las flores- ¿eso es para mí?-

-Sí, bueno si quieres-baje la mirada sonrojada- sé que los tulipanes y las gomitas de panda son tus favoritas- me mordí los labios- mi hermana se encargaba de decirme todos tus gustos, y la verdad agradezco que lo haya hecho-me levante de mi actual posición y me encamine frente a ella entrelazando nuestros dedos, bese su mano.-Te dejare en paz, me merezco tu odio y más-le abrace y bese su mejilla muy cerca de la comisura de sus labios.-pero Karen no me mando a disculparme ella ni siquiera sabe que vine-Sonreí.

-oh entiendo-se alejó nuevamente de mí y abrió la puerta- adiós.

Solo me limite a asentir y salir de su casa…

Cuando ella cerró la puerta sentí como si algo verdaderamente importante hubiera perdido.

 

 

 

*o*o*o*o*

 

 

 

Transcurrieron los días de manera lenta y por demás sofocantes, Karen se portaba igual o de peor forma, la soledad de mi habitación me recordaba que no tenía a nadie a mi lado en estos momentos, que podía ahogarme en licor y nadie se daría cuenta, aburrida y algo cansada por estudiar casi todo el día ya que mañana teníamos examen, baje a la cocina por algo de merendar, fue entonces ahí cuando escuche hablar a mi hermana por teléfono y lloraba como una magdalena, intuí que quizá era su idiota novio que la había engañado otra vez y ella como estúpida le pedía perdón.

Pero lo siguiente que escuche fue algo así como “no Viena no me dejes” entonces puse todos mis sentidos alerta, me acerque sigilosa hasta llegar a la pared que conectaba con el teléfono mientras comía una manzana, suspire algo desanimada y entonces supe lo que pasaba, Viena se iba a Francia, por cuestión de estudios, al parecer ya era definitivo, mi corazón comenzó a doler como nunca lo había hecho, en la escuela quería hablar con la ojilila pero siempre estaba rodeada de estúpidas que no dejaban de tocarle el cabello o besarle la mejilla, nunca estaba sola y ahora ni siquiera era digna de sus miradas o sonrojos, tire el hueso de la manzana y subí apresurada escaleras arriba, me puse lo primero que encontré y curiosamente mi hermana y yo nos topamos en el pasillo, eso me importo poco el frio afuera era evidente a pesar de que estábamos a principios de primavera, corriendo hacia la cochera tome el primer carro que vi, después me arias responsable de las consecuencias, por el momento mi principal preocupación era evitar que Viena se fuera, no sé cómo demonios se había metido en mi corazón pero lo había logrado, no dejaría ir a la persona que ahora me gustaba, simplemente no podía permitirlo. Esa niña tendría que hacerse responsable y de eso ella se encargaba.

Al encender el motor del carro escuche como mi hermana abría la puerta y me sonreía cómplice- me puedes llevar al aeropuerto principal- se acomodó y se puso el cinturón.

-Voy para allá- arranque el carro lo más rápido que puse pasándome algunos semáforos en rojo tenía que llegar si o si- ¿A qué hora sale su vuelo niña?-histérica maldecía y decía palabras nada santas a los conductores.

-en media hora, apresúrate-me pegue en el volante al ver el embotellamiento que estaba en la carretera desesperada como estaba me metí en un callejón que salía hacia el aeropuerto directamente, al llegar a nuestro destino nos apresuramos a llegar antes de que el vuelo de Viena partiera y no pudiéramos hacer nada.

Me toque el pecho cansada al ver que era despedida por sus padres y su madre lloraba a lagrima suelta-¡Viena!-grite lo más que pude y corrí a abrazarle tome su rostro con ambas manos y le bese apasionadamente, escuche un grito de emoción de seguro era el de mi hermana- no me dejes, no te vayas, tú lo único bueno que me ha pasado en esta vida, perdón por haber estado tan ciega y no percatarme que había vida después de alguien que pensé amar-la estreche entre mis brazos sin soltarla sentía que si lo hacía terminaría por perderla verdaderamente.-no me dejes- llore desconsolada aferrándome a ella que hasta el momento no me había correspondido el abrazo entonces sentí como sus cálidas manos levantaban mi rostro y murmuraba sobre mis labios algo que no alcance a descifrar, pero que me importo poco porque sus dulces labios se tocaban con los míos.-¿te quedaras?-murmure después de que nuestro beso culminara.

 

Solo asintió y me tomo de la mano corriendo fuera del aeropuerto.

 

 

 

 

 

Fin…

 

Notas finales:

rewriews? o.o


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