Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rumor por sabite

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bien.....emm... ¡Hola todo el mundo~!

Este es otro fanfic de mi autoría *-*

Dedicado a Kamimi ♥, este es el que debía darle en un principio y al fin lo termino xD

Y shi~ es Lemon, aunque no esperen la gran cosa u.u

Lee Jinki, veintidós años de edad y prometedor estudiante de medicina en la universidad de Seúl, trabajaba medio tiempo como repartidor en el correo.  La hora de las entregas había llegado, sus compañeros comenzaron a repartirse los correos, y por alguna extraña razón llego un paquete del cual que ninguno de ellos quiso hacerse responsable. Jinki se ofreció a entregar el paquete a cambio de que esa fuera su única tarea del día, todos aceptaron sin dudarlo, por lo que el joven entusiasmado se dirigió a hacer su entrega.

Subió a su motocicleta,  y emprendió la marcha, le encantaba la sensación del aire golpeando su rostro, le daba una sensación de libertad que pocas veces podía experimentar, por lo que aceleró contento pensando que sólo le quedaba realizar esa entrega y podría ir a casa a descansar.

Llegó a la casa en donde debía hacer la entrega, se encontraba en un callejón muy solitario, era de aspecto algo tétrico por lo que un escalofrío recorrió su cuerpo, pero aun así bajó de su moto y tomó el paquete, luego se acercó a la puerta y golpeó un par de veces. Unos segundos pasaron y nadie salió a atender, iba a intentarlo de nuevo cuando su celular vibrando en su bolsillo lo interrumpió. Contestó con rapidez.

- ¿Onew? – escuchó una voz conocida tras el auricular. Uno de sus compañeros de trabajo, hablando en un tono preocupado.

- ¿Qué sucede? Estoy en medio de la entrega – le advirtió Jinki mientras volvía a golpear la puerta, esperando a que alguien se dignara a atenderle.

- Onew, lo siento por no decírtelo antes, pero es mejor que salgas de ahí ahora mismo.

- ¿Qué? ¿Porque? – cuestionó Onew sin entender, comenzando a asustarse por las palabras del otro.

- ¿Sabes porque nadie quería ir a hacer la entrega? Se rumorea que el dueño de la casa es un pervertido.

-¡¿Qué?! Y ahora me lo dices. ¡Acabo de golpear su puerta! – Jinki entró en pánico y miles de imágenes empezaron a bombardear su mente, entre ellas un asqueroso sujeto con una sonrisa perversa en su rostro logró hacer que retrocediera con temor. – Me largo de aquí.

Cortó la llamada, guardó el celular a toda prisa en su bolsillo dispuesto a irse, pero para su mala suerte la puerta se abrió dejando ver sólo una sombra ya que todo el interior estaba oscuro.

-¡Mierda! – exclamó casi en un susurro, lleno de pánico. Dejando caer el paquete que se suponía debía entregar.

-¿Eres el repartidor? – preguntó el sujeto, al menos su voz no era repugnante como lo había imaginado, al contrario era una voz fina y casi melodiosa. Lo cual lo tranquilizo un poco pero no se confió. “Tranquilo, solo debes entregar el paquete y salir lo más pronto posible de aquí”, trató de calmarse así mismo.

-Si…si – respondió algo inseguro.

El sujeto entró a la casa y luego de encender la luz volvió a asomarse a la puerta. Ahora Jinki podía ver claramente de quien se trataba, un joven más o menos de su edad,  de estatura normal aunque aparentemente más bajo que el, cuerpo musculoso, cabello oscuro algo largo en la parte delantera, ojos castaños y una hermosa sonrisa que terminó por devolverle el alma al cuerpo a Jinki.  Al ver la imagen de aquel muchachp Jinki se tranquilizó al instante, y es que no imaginaba que alguien como él que tenía un aura casi angelical pudiera ser un pervertido, y se regaño así mismo por creer las tonterías de su compañero.

-Necesitas firmar aquí – le indico Jinki señalando una hoja que registraba las entregas, mientras buscaba un lápiz entre sus bolsillos, sin éxito. – Creo que olvide mi lápiz…  - comentó Jinki avergonzado.

-Debo tener uno adentro, pasa, hace frío aquí afuera. – El sujeto aun desconocido se hizo a un lado dándole espacio a Jinki para entrar. El cual simplemente entró, sin pensar en las consecuencias, ya que era común que de vez en cuando alguien los invitara a entrar mientras hacían las entregas.

La casa se veía bastante ordenada para pertenecer a un hombre, tenía un aspecto elegante, al contrario de la entrada. Jinki se sentó en uno de los sofás y el sujeto le ofreció jugo, el cual acepto con gusto y bebió de un sorbo.  El chico de aura angelical, lleno los datos en la hoja que le dio Jinki y luego se la devolvió. Jinki no pudo contener la risa al recordar que casi lo confunde con un pervertido.

-¿Qué es tan gracioso? – pregunto el sujeto mientras rascaba la parte trasera de su cabeza en un gesto de confusión.

-Sabes, me dijeron que aquí vivía un pervertido– le confesó Jinki aun riendo, mientras revisaba que los datos estuvieran correctos. “Kim Jonghyun”, leyó en la hoja, “así que ese es su nombre”. – Pero supongo que no debo creer en todo lo que me dicen – le dedico una sonrisa a manera de disculpa.  Al comprobar que todos los datos estaban en orden se levanto del sofá dispuesto a irse pero todo le dio vueltas, y terminó cayendo de vuelta al sofá con su cabeza punzando y agotado sin razón aparente.

-A veces los rumores son ciertos – no se dio cuenta de cuándo Jonghyun se había acercado tanto pero estaba hablando cerca de su oído, y  aquel susurro fue lo último que escuchó antes de quedar completamente inconsciente.

 

Jonghyun con una  sonrisa perversa en su rostro comenzó a caminar hacia el inconsciente Jinki, lo registro completamente hasta encontrar su teléfono celular, reviso el directorio y marco el primer contacto que aparecía.

-¿Hola? – contestaron del otro lado de la línea, pero Jonghyun guardó silencio. -¿Hola? – Volvieron a insistir – Onew ¿pasa algo? – colgó el teléfono, con eso le bastaba, consiguió saber el nombre del chico recostado en su sofá.

 

 

Jinki despertó algo mareado, no sabía en donde se encontraba pero al observar su alrededor sabía que no era su casa. Intentó levantarse pero unas cuerdas sujetando sus brazos y piernas  a la cama se lo impidieron. Fue entonces cuando asimiló todo, debía ser la casa de Jonghyun. Se preguntó cómo rayos había llegado a esa situación. Un momento estaba hablando con él y al otro estaba atado de pies y manos a su cama.

Solo tenía puesto sus pantalones, ya que su pecho se hallaba desnudo y sus zapatos también fueron quitados. Aun con la cabeza dándole vueltas y casi sin energías, gritó con todas sus fuerzas, esperando que alguien lo socorriera pero él único en aparecer fue Jonghyun. Lo miró fijamente tratando de leer sus intenciones –que de seguro eran malas– pero aquel chico seguía pareciéndole demasiado angelical.

- Veo que ya despertaste – habló Jonghyun, sonriendo.

- ¿Qué…planeas hacerme? – preguntó Jinki, tratando de contener su miedo.

- No te preocupes no te haré nada… - Jinki suspiro un poco más tranquilo – que no te guste – Jonghyun habló con  un tono tan coqueto que logró que la piel de Jinki se erizara, y de paso que  se espantara.

-¡Déjame ir! Prometo no contarle nada a nadie, ni que me drogaste o que me amarraste a la cama…

-Tranquilo Onew , no te dejare sin antes jugar un rato. – le aclaró Jonghyun, como si se tratara de un juego de mesa, pero no, Jinki estaba seguro de que no se trataba de un juego de mesa, sabía perfectamente a lo que se refería Jonghyun con “juego”.

-¿Cómo te enteraste?  Solo mis amigos me llaman Onew – reclamó, intentando soltarse de las cuerdas.

-Eso no importa, y no trates de escapar soy muy bueno haciendo nudos, pero si te portas bien podría desatarte. – Jinki dejó de forcejear y Jonghyun comenzó a acercarse a paso lento hacia él, se sentó junto a él en la cama, y lo observó detalladamente.

Jinki aprovecho de hacer lo mismo, el chico parecía perfecto, su peinado lo hacía ver atractivo, su sonrisa era magnifica, la sonrisa que le regalaba a Jinki mientras acariciaba su rostro parecía la de un niño contemplando su juguete nuevo, con ella podría conseguir a cualquier persona ¡¿Cómo rallos podía ser un pervertido?! ¿Para qué darse el trabajo de secuestrarlo si había miles de personas que se le entregarían voluntariamente?

Jonghyun dejo de acariciar suavemente sus mejillas para sujetar su mentón, con el  pulgar delineó el borde de sus labios, Jinki estaba hipnotizado por el hermoso rostro de Jonghyun. Se maldijo así mismo por ser tan fácil y giró su rostro para evitar que Jonghyun siguiera acariciándolo. Pero el más bajo en vez de dejarlo en paz sujeto su rostro con firmeza haciendo que lo mirara y  lo besó abruptamente,  sus labios se encontraron por breves segundos ya que Jinki echo su cabeza hacia atrás impidiendo mas contacto, Jonghyun sujetó la nuca de Jinki impulsando su cabeza hacia el frente,  presionó fuertemente sus labios con los de él, pero Onew seguía resistiéndose y no dudó en morder el labio de Jonghyun haciéndolo sangrar, no pensaba ser una presa fácil.

Jonghyun se separó unos centímetros quejándose por el dolor, pero más que enojado parecía divertido y su acción sólo empeoro las cosas, sin miramientos Jonghyun palmeo su entrepierna haciéndolo dar un respingo, sin esperar más comenzó a masajear su miembro por sobre la tela del pantalón.

Ya fuera por sus toques o por la vergüenza la temperatura de la habitación iba en aumento, Jinki sentía como su cuerpo reaccionaba ante el contacto, especialmente la zona que era acariciada descaradamente. No importó cuantas veces le pidió a Jonghyun que se detuviera, el otro no quería escucharlo y su propio cuerpo tampoco. Unos cuantos toques mas y Jinki estaba duro,  Jonghyun abandonó su entrepierna para deslizar su mano sobre el estomago de su víctima. Acarició lentamente su abdomen, deleitándose con la suavidad de la piel del mayor, fue subiendo lentamente asegurándose de recorrer cada rincón posible de su pecho.

Cuando se cansó de sentir todo con sus manos, empezó a utilizar su legua, lamiendo cada centímetro de piel que encontraba a su alcance. Jinki tragó pesadamente, estaba siendo acosado sexualmente, debía sentirse humillado, ultrajado, hasta enfadado, pero ¿porque se sentía tan bien cada toque que el otro chico depositaba en su piel? Jonghyun dejó de lamer el pezón que se encontraba actualmente degustando para echarle un vistazo a Onew. Se veía tan caliente en ese momento, veía su manzana de Adán subir y bajar a través de su garganta mientras respiraba con dificultad y mantenía sus ojos cerrados en un intento por reprimir todas las sensaciones que estaba experimentando. 

Acercó su rostro al de Onew, quedando a escasos centímetros de distancia, podía sentir el olor del mayor un delicioso aroma masculino y a la vez dulzón. Jinki ante la repentina pérdida de contacto, abrió sus ojos encontrándose con el rostro de Jonghyun, su mirada traviesa y seductora lo cautivaron completamente y entonces se encontró indefenso, era inútil cualquier idea de resistirse, de cualquier modo, el otro chico terminaría haciendo lo que quisiera con él ¿y qué más podía hacer? Sólo le quedaba disfrutar.

Inclinó su rostro para, literalmente, chocar sus labios con los de Jonghyun, sin importarle ser suave o siquiera no parecer tan necesitado, simplemente quería sentir más del otro chico; escuchó una risa juguetona salir de los labios de Jonghyun antes de aumentar la rudeza del beso, esos labios deberían estar siendo usados para cualquier cosa menos para reír en ese momento. Jonghyun se apartó unos segundos solo para fastidiarlo un poco.

-Si sigues portando tan bien como hasta ahora, podría deshacerme de las cuerdas – le recordó.

Iba a responder cuando sintió una punzada de dolor en su labio inferior, Jonghyun lo mordió obligándolo a recibir su lengua en el interior de su boca. Y a continuación todo fue un lio, ambos peleando por el control, con la respiración agitada y luchando contra la falta de oxigeno. Una batalla absurda para Jonghyun, ya que él sabía quién tenía el control, a falta de un ganador se decidió a seguir explorando el cuerpo de su Jinki, aunque cierta zona llamaba más su interés y no dudo en ir directo a ella. Antes se aseguro de bajarle los pantalones hasta los tobillos dejándolo solo con sus bóxers puestos.

Jonghyun dio una lamida experimental sobre la tela y fue suficiente para tener a Jinki rezándole a todos los santos que conocía. No le permitió ni siquiera reaccionar cuando le quitó la ropa interior y se llevó su miembro a la boca,  arrastrando su lengua por su longitud, chupando todo lo que podía como si quisiera obtener todo del otro.

Jinki tenía dificultades para respirar, su corazón golpeaba contra su caja torácica con demasiada fuerza y una capa de sudor comenzaba a extenderse por su cuerpo. Si para esas alturas a Jinki aun le quedaba algo de cordura, en ese preciso momento perdió todo rastro de ella. Si hubiera tenido sus manos desatadas hubiera agarrado la cabeza de Jonghyun y lo hubiera ahogado con su pene, pero estaba atado de manos y piernas así que como pudo empujó sus caderas hacia arriba buscando adentrarse más en la boca de Jonghyun si es que eso era posible. El más bajo sujetó con ambas manos su cadera y continúo haciendo su trabajo hasta que pensó que era suficiente por el momento. Soltó el pene de Jinki, el cual se quejo por la pérdida y paso la mano por su boca limpiándose, estaba babeando.

“Oh mierda, esta babeando. ¡Esta babeando!” pensó Jinki alterado al verlo, no podía parecerle más excitante ese simple acto.

Jinki estaba tan concentrado en la forma en la que Jonghyun se quitaba la ropa y en comérselo con la mirada que apenas notó que desató sus piernas, tampoco le importó mucho cuando se sentó a horcajadas sobre él y comienzó a mover sus caderas haciendo que sus miembros se rosaran tan deliciosamente que Jinki tuvo que morder su labio inferior con fuerza para no gemir, y en el intento terminó rompiendo su labio.

-No te reprimas Onew, quiero escucharte gemir – susurró Jonghyun en su oído.  Para luego lamer su labio sangrante y aprovechar para darle un beso húmedo al mayor. Consiguiendo al fin escuchar un gemido del mayor. Jinki aprovecho para patear lejos los pantalones que estaban enredados en sus piernas.

Estuvieron moliendo entre sí por lo que pareció una eternidad hasta que Jinki decidió hablar, suponiendo que era la “victima” de toda esa situación no debería estar pidiendo  “eso” pero Jonghyun no daba señales de pasar al siguiente nivel y a esas alturas era su deseo quien hablaba por él. Pero cuando recibió la respuesta de Jonghyun definitivamente no era lo que esperaba. ¿Cómo era posible que un pervertido no supiera qué hacer en esa situación?

“No soy yo el pervertido. Hasta hace unas semanas mi primo Kibum vivía aquí, de él se trataban esos rumores. Además nunca he estado con un chico así que…” Aclaró Jonghyun cuando hubo desatado las manos de Jinki. Definitivamente eso le daba una ventaja al mayor. Se abalanzó sobre Jonghyun sin darle tiempo de terminar su explicación, e inmediatamente ataco su boca mientras acariciaba cada centímetro de ese cuerpo que antes se le había negado.  Deseaba a Jonghyun con tantas ganas.

“Está bien, te enseñare cómo”. Susurró en su oído de manera sensual. No es que fuera gay, o que siquiera hubiera tenido relaciones sexuales con un chico – o una chica- pero ser un estudiante de medicina definitivamente le resultaba útil.

Jonghyun apenas notó cuando se invirtieron los papeles. De un momento a otro había pasado a ser la víctima. Ver esa imagen tan dominante de Onew provocaba estragos en su mente. Y se encontraba jadeando pesadamente bajo el cuerpo del otro. Ni siquiera cuando Jinki acaricio su entrada sabía lo que se le venía encima, solo atino a mirarlo confundido -pero si era con Onew no le importaba averiguarlo –aunque se daba una ligera idea al sentir el miembro de Jinki frotándose insistentemente contra su trasero.

“¿Tienes lubricante?”

“Ni siquiera tengo un auto”

Onew soltó una carcajada.

“¿Cómo planeabas aprovecharte de mi sin siquiera saber lo que es eso?”

Pero eso no le impidió para nada seguir adelante.  Ofreció sus dedos a Jonghyun para que los lamiera y el más bajo obedeció sin dudarlo. En cosa de segundo estaba metiendo uno de sus dedos en la entrada del más bajo, haciendo que Jonghyun pusiera una mueca de incomodidad cada vez que lo movía. Cuando se hubo relajado un poco agregó un segundo y un tercero.

Prepararlo fue relativamente sencillo en comparación a cuando realmente se introdujo en él. Solo había metido la punta de su miembro y Jonghyun ya se quejaba por el dolor. Al mayor no le quedó de otra más que retirarse,  y cambio rápidamente de posiciones volviendo a su lugar original pensando que de esa manera sería más fácil para el otro chico. Sujeto las caderas de Jonghyun con demasiada fuerza –eso seguramente dejaría marcas al día siguiente– mientras lo mantenía suspendido sobre su ingle. Se miraron con la respiración agitada por un par de segundos, dándose mutuo consentimiento. Y entonces Jinki presionó las caderas del menor hacia abajo, sumergiéndose por completo en el agujero del otro.

Jonghyun se quejó por el dolor de ser prenetado, sentía como si lo estuvieran partiendo por la mitad y las lágrimas se acumulaban en sus ojos mientras respiraba pesadamente. Jinki se levantó un poco para sentarse, provocando que Jonghyun maldijera en voz alta debido al malestar. Trató de tranquilizarlo, susurrando palabras alentadoras en su oído, Y Jonghyun se aferró a sus hombros, hundiendo su cabeza en el cuello del otro.

“Mi nombre es Jinki, Onew es un apodo que me dieron mis amigos” Aclaró Onew, aprovechando los segundos de inactividad.

Cuando Jonghyun se hubo acostumbrado fue el mismo quien dio la señal. Jonghyun movió sus caderas, arrancando un gemido del mayor, quien enseguida empezó a mover las caderas firmemente sujetas de Jonghyun, subiéndolo y bajándolo a través de su longitud,  hundiéndose a cada segundo un poco más en el menor. Hasta que encontró su punto dulce, ese lugar que lo hizo gemir su nombre con necesidad.

“Ji-Jinki”

“¿Ahora se siente bien?”

“Si…”

Se movían con un ritmo constante, el miembro de Jonghyun frotándose entre sus cuerpos. Toda la habitación parecía estar ardiendo, la temperatura de sus cuerpos aumentada en 100 grados haciendo todo más exasperante y exquisito.

Luego de varios minutos Jinki liberó las caderas de Jonghyun para sujetar sus hombros y recostarlo en cama cambiando nuevamente de pocisión. Jonghyun envolvió sus piernas en sus caderas y de esa manera Jinki podía embestir más duro y más profundo al chico bajo su cuerpo.

A partir de entonces todo fue placer para ambos. De vez en cuando Jonghyun sujetaría la nuca de Jinki para acercar su rostro y unir sus labios en un beso descuidado. Pero cuando Jinki tomo el pene de Jonghyun bombeándolo frenéticamente, el chico ya no podía hacer nada más que disfrutar.Sentía los latidos de su corazón contra sus tímpanos amenazando con hacer estallar su cabeza, haciendo que los gemidos – que no sabían si eran de él o de Jinki – pasaran a segundo plano.

Las envestidas de Jinki perdieron el ritmo, movía sus caderas frenética y desordenadamente aumentando el movimiento de su mano sobre el pene de Jonghyun, sentía que se correría en cualquier momento. Hasta que sintió un nudo en la boca del estomago, y derramó su semilla en el interior de Jonghyun conteniendo un gemido. Jonghyun con un ahogado gemido lo siguió unos segundos más tarde manchando sus estómagos y la mano del mayor.

Ambos respiraban pesadamente, en busca de todo el aire que les hacía falta hace un par de minutos. La mano de Jinki aun se encontraba en la entrepierna del otro, hasta que miro su rostro y la realidad le cayó encima como un balde de agua. Acaba de tener sexo –peor aun su primera vez – con un completo desconocido. Salió de dentro de Jonghyun y se alejó como si el otro tuviera la peste, en cosa de segundos estaba al otro extremo de la cama.

Miró al más bajo con cara de horror, y se dio un tiempo para analizarlo. Jonghyun estaba recostado en la cama, con las piernas abiertas – con su semen goteando desde su entrada – con el rostro ligeramente colorado, los ojos cerrados y su pecho subiendo y bajando al ritmo de su respiración. Si esa imagen no era sexy, no sabía que era sexy en este mundo. Y pensándolo mejor, si su primera vez había sido con aquel chico, no se arrepentía de nada.

Se sentó junto al Jonghyun sin encontrar la confianza para acercarse más, aunque Jonghyun le facilitó las cosas, tirando de su brazo y haciéndolo recostarse junto a él. Apoyó su cabeza en el pecho del Jinki y Jinki ya podía sentirse más tranquilo en ese momento. Tomó una de las sabanas y la uso para limpiar, su mano y su estomago junto con el cuerpo de Jonghyun. Se quedaron así por unos minutos más, Jinki sintiendo el olor del cabello de Jonghyun, y Jonghyun escuchando los tranquilos latidos del pecho de Jinki. Ninguno se atrevía a hablar por miedo a arruinar el abiente.

- Así que… – Jinki fue quien rompió el silencio.

- ¿Así que…?

- ¿Por qué me drogaste y amarraste cuando ni siquiera sabias que hacer conmigo? – interrogó Jinki curioso.

- Me pareciste lindo, y cuando fui a servir tu jugo encontré una de esas cosas que mi primo usaba, y pensé ¿por qué no intentarlo? – Jinki lo escuchaba con incredulidad, soprendido por la honestidad de Jonghyun - De todos modos salió bien ¿no?

- Si, señor  ‘no-sé-lo-que-es-un-lubricante’ – se burló Jinki, soltando una carcajada y recibiendo a cambio un empujón de Jonghyun que lo hizo caer de la cama.

 

Cuando estuvieron vestidos Jinki sutilmente se encargó de dejar su numeró en el teléfono de Jonghyun. Desde entonces Jonghyun recibiría paquetes más frecuentemente de lo normal.  Jinki amablemente se encargaría de llevarlos hasta su casa. Y aunque todos se preguntaban como Jinki conseguía perderse cada vez que hacia entregas en esa casa en particular, tardándose más de una hora en volver, nadie nunca dijo nada.

Finalmente el rumor de un pervertido viviendo allí fue desapareciendo para dar paso al rumor de que había fantasmas habitando la casa, ya que tanto de noche como de día se podían escuchar extraños ruidos desde el interior.

Notas finales:

Si les gusta esta pareja l@s invito a dar like~

JongYu Style Latinoamerica

 

Dejen reviews, me gusta saber su opinion - hace puchero -


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).