Frente al chico de piel clara, cabello rojo, y cálida sonrisa se encontraba otro, sentado en un sillón color crema con adornos cafe claro, de no muy buen aspecto. Era alto, de cabello negro, piel clara, que en esos momento estaba pálida. Con unos ojos realmente penetrantes, mirada dura y por sus ojos corrían pequeñas lagrimas que intentaba ocultar limpiándolas con el dorso de su mano.
-Kris sabes que esto no te hace bien, haz rehecho tu vida. ¿Porque te sigues atormentando?-
-Porque mis sentimientos no se fueron tan fácil como el, Suho-
-Lo se Kris, pero esto te ha estado destruyendo.-
El chico de cabello negro lo sabia. Sabia perfectamente lo que debía hacer. Pero no importa cuantas veces se lo dijera, el que lo dejaran no era fácil. Para nadie lo era.
Y ahí estaba sentado en ese sillón como cada mes, recordando la forma en que había sido abandonado. Junto a sus amigos que siempre intentaban ayudarlo en este difícil día.
Un chico de cabello cafe y ojos pequeños paso por detrás de el abrazándolo y le extendió una tasa de te.
-Kris ya no estés triste, ya ha pasado tiempo de eso.-
-No lo suficiente Baekhyun-
El otro no pudo esbozar ni una falsa sonrisa. Sabia que cuando su amigo estaba así, no había nada que hacer. Ese sentimiento mataba a su amigo por dentro, pero no tanto como su mente y todo lo que esta albergara en esos momentos.
El chico alto de cabello negro dio un sorbo a su te intentando fallidamente fundir sus lágrimas con este.
-¿Que piensas hacer?-
-Hablare con el.. Minseok-
Ahora los chicos empezaban a ponerse pálidos, igual que el de cabello negro.
-Pero…-
-Déjenlo. Es lo que necesita-
-Luhan, ¿como puedes apoyar esto?-
-Por que el necesita tranquilizar su corazón JongDae-
Un gran silencio reino en el salón. No todos estaban seguros de si dejarlo ir, seria una forma de calmar su corazón o de empeorar las cosas. Kris se había encontrado deprimido por mucho tiempo y este era el momento de seguir con su vida.
-Si creen que es lo mas conveniente, yo lo llevare-
-Gracias Chanyeol-
El chico de cabello negro tomo su chaqueta y salió acompañado de todos. Iba decidido a hablar con la persona que había amado. Sobre lo que estaba sucediendo y lo que debería suceder. Iba recargado sobre el asiento del copiloto con la mirada totalmente perdida por la ventana pero por sus ojos solo pasaban sus recuerdos, como una película. Una película que había sido repetida muchas veces. Tal ves demasiadas.
-Gracias-
Susurro al aire y a su propio reflejo. Todo cambiaría ahora que alguien nuevo había entrado en su vida.
Nadie hablo, nadie hizo ruido en el camino. Respetaban tanto el dolor como el amor que su amigo le tuvo y le seguía teniendo a esa persona.
El había hecho sufrir al chico de cabello negro, pero no por eso se le odiaba. No tenían el derecho a odiarlo.
_____
Al llegar, el chico de cabello negro salió del auto sin mirar a nadie. Tomo el camino que había seguido muchas veces y enfrento a esa persona.
-Se que te hecho esta pregunta mas de una vez, pero ¿porque me dejaste Tao?, ¿porque lo hiciste?-
El chico de cabello negro estaba allí parado, esperando por una repuesta que nunca llego.
-¿Porque?-
Muchas lagrimas empezaron a recorrer sus mejillas. El dolor se hizo mas intenso y cayo sobre sus rodillas.
-Perdóname, perdoname por no cumplir mi promesa. Perdón por enamorarme de alguien mas que no fueras tu. Yo no esperaba que esto sucediera. Espero que me perdones y lo entiendas, siempre te ame y siempre te seguiré amando.-
Como si el cielo supiera lo que pasaba por la mente del chico, gotas empezaron a caer. Empapando al chico de cabello negro, que levanto la mirada para encarar aquella tumba a la que había estado visitando por mas de un año.
Hace mas de un año que Tao había muerto y Kris no podía superar su perdida. Cada mes iba a verlo, le llevaba sus flores favoritas y platicaba con esa tumba sobre su vida. Esa era la vida de Kris, una vida que había perdido emoción, ilusión y siquiera las ganas de seguir existiendo.
Las lagrimas de el chico de cabello negro seguían cayendo, fundiéndose con la lluvia. Muchos recuerdos acudían a su mente, tanto pasados como presentes. Caminatas con Tao, caminatas con su nueva pareja. Los lugares que habían visitado, sus sonrisas, su voz. No podía evitarlo, el dolor y la culpabilidad se hacian cada vez mas fuertes.
Solo veia la tumba y la pequeña foto en ella. No podía mas que sentirse la persona mas miserable, por haber entregado su corazón tan rápido y por estar traicionando a la persona que amo.
-¿Amor estas bien?-
Un chico, un poco mas bajo de estatura, de tez clara y cabello cafe se acerco a abrazar al chico de cabello negro que estaba alli, tendido sobre la hierva llorando.
-Los chicos me dijeron que estabas aquí. Se que no debo venir aquí, pero estaba muy preocupado-
-Esta bien. Me alegra que estés aqui-
El agarre de el chico de cabello cafe se hizo mas fuerte, mientras el mayor seguía llorando entre sus brazos.
-Lay..-
Después de un tiempo que fue eterno el chico de cabello negro rompió el silencio. Su voz era ronca pero tierna. Dulce.
-Debemos irnos. Te estas mojando y te enfermaras-
-No te preocupes Kris. Estaremos aquí el tiempo que sea necesario.-
El chico de cabello negro volteo hacia donde se encontraba su novio, estaba totalmente empapado por la lluvia. Luego volteo su mirada hacia la tumba y sin que saliera ningún sonido de su boca exclamo -Lo siento- Beso la cabeza de el chico que estaba entre sus brazos.
-Vamos o pescaras un resfriado-
Los chicos se levantaron dejando atrás a esa tumba, esa tumba que nunca podrían olvidar. Por lo menos no el chico de cabellos obscuros.