Había algo extraño en el ambiente desde que regresó de Wutai. Angeal se veía más joven -no es que fuera viejo pero algo debió pasar ese mes- y desaparecía misteriosamente al final de los entrenamientos o de las misiones, no tan seguido, pero lo suficiente como para despertar su curiosidad:
--…y luego me dijo que tomara un descanso. ¿Puedes creerlo?-Zack estaba seguro de sus sospechas pero necesitaba decírselo a alguien para convencerse, sin embargo se equivoco al escoger a la persona, pues el rubio solo veía sus zapatos como si fuera lo más interesante:--¡Cloud! ¡Te estoy hablando!-el ojiazul reacciono y se sonrojó al instante por verse descubierto:
-Lo siento…es que….-no sabía como excusarse:
-Tú también estas muy raro. ¿Acaso paso algo que yo deba saber?-se acercó a Cloud, demasiado para su gusto. Zack estaba molesto a la vista de cualquiera, pero para Cloud solo se veía irritado y desesperado por saber el por qué del comportamiento de su mentor:
--Yo creo que estas exagerando— ¡oh, no! ¡Error!
-¡EXAGERADO!-gritó el moreno:-- ¡Me dio la tarde libre. Esto es grave!—agarró sus cabellos dando la impresión de querer arrancarlos. Cloud se sentía incomodo y se mordió el labio inferior:
-Perdón. No se que decirte, yo no lo conozco mucho. ¿Has intentado hablar con él?-pregunta tratando de que el tema terminara ya:
--Si, pero me dice lo mismo que tú. Que solo es mi imaginación, que soy un exagerado…-suspiró:--Yo creo que…-sonrió con picardía:-- Esta enamorado-lo dijo melosamente haciendo que Cloud chillara y luego trato de disimularlo con una tos:
--Bueno…eso no lo se—miró nuevamente sus zapatos. Recordó algo:--Zack ya tengo que irme. Tengo…algo que hacer—no dejó a Zack responder pues ya se había marchado por uno de los pasillos de Shinra.
Fair no se dio cuenta de su actitud extraña, pues vamos, es Cloud, él es raro… en el mejor de los sentidos. Pero Angeal es algo diferente, normalmente aprovecharía cualquier oportunidad para entrenar, adelantar papeleo o pasar tiempo con sus camaradas, y ahora no. Simplemente desaparecía cuando menos lo esperaba, le preguntaba a Sephiroth por ese comportamiento, pero sencillamente lo miraba y negaba con la cabeza diciéndole que no le importaba. ¡¿Cómo no le va a importar?! ¡Es su amigo y mentor!. Estaba decidido, empezó a caminar a su oficina y hacerlo hablar, estaba algo lejos, pero valdría la pena el tiempo perdido. Antes de llegar a su destino se encontró con Genesis quien leía su inseparable libro: Loveless. Despegó la vista de el para saludarlo:
-¿Qué tal Fair?-el moreno no respondió:--Sephiroth te estaba buscando—le informó:
--Tengo prisa. ¿De que quiere hablarme?-
--¿Cómo si me lo fuera a decir?—volvió su vista al libro:
--Por cierto. ¿Sabes si Angeal esta en su oficina?—Génesis dejo salir una risilla así que él también lo sabe pensó
--Si, esta en su oficina. Pero no creo que quiera ser molestado. No al menos por una hora, así que mejor ve co…-pero no terminó su dialogo, pues el cachorro se lanzó a toda velocidad
Lo sabia, lo sabía. Si hay alguien
Su velocidad es impresionante, tanto que salían ráfagas de viento y arrojaban a jóvenes de infantería y secretarias que caminaban cerca de su camino. Al estar en el pasillo de la oficina de Angeal se detuvo, tomó aire por el esfuerzo hecho. Tocó su pecho y sintió su corazón muy acelerado, al abrir los ojos en dirección a la puerta se sorprendió al ver salir a Cloud de ella y por su compleción puedo notar el rubor intenso en su rostro y también estaba un poco agitado, el rubio no lo notaba por lo que camino de frente perdiéndose en otro pasillo.
Zack se quedó con la boca abierta. No, no…es…es imposible. Ni se conocen se tranquilizó con ese pensamiento. Tal vez el rubio le entregó algún tipo de recado por parte de Lazard o Sephiroth o incluso entró por error creyendo que era el baño, por eso el rubor, por la vergüenza.
Sólo había una forma de averiguarlo.
Se puso firme y caminó decidido.
Entró sin tocar.
--¡ANGEAL!—gritó, el moreno mayor no se inmutó, estaba muy ocupado recogiendo del suelo unos papeles y un pequeño adorno que al parecer antes estaban en el escritorio. Zack veía cada uno de los movimientos de Angeal , él se sentó nuevamente en la silla de su escritorio:
-Te he dicho mil veces que toques antes de entrar Zack-le reprochó, pero no se veía enfadado:
-Quiero una explicación-