Tic, tic, toc… el reloj avanzaba de manera normal y rápida como si todas las personas del mundo tuvieran tiempo para hacer las cosas, tiempo para vivir. Estúpido reloj que se burlaba de aquella pareja que se amaba infinitamente, porque precisamente tiempo es lo que no tenían. A veces en la vida todo va perfecto, bueno seamos sinceros nadie tiene la vida perfecta, pero hay veces en que encuentras tu felicidad más cerca de lo que esperabas, la vives y piensa que todo va estar bien, que no importa que suceda. Siempre en cuando esa persona este a tu lado todo estará bien, no se te pasa por la cabeza que nada le pasará a esa persona. A los demás si…pero a él no porque simplemente él es un ser bueno y tan perfecto que es imposible que le pase algo. La realidad te golpea cuando todo se destruye en un segundo, es un sentimiento tan sofocante que quieres gritar de la impotencia porque eso no le puede suceder a él, a ellos.
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Esa es la pregunta que andaba rondando en la cabeza de Ji Yong los últimos cuatro meses. Pese a que la situación le estaba destrozando y llevando a un lugar un millón de veces peor que el infierno, él se forzaba a sonreír y tratar de seguir adelante. No lo hacía por él, sino por su Seung Hyun, el hombre que amaba con locura y por el cual haría cualquier cosa así sea traerle el mismísimo cielo, él sin dudarlo ni un segundo lo haría. Ahora no podía hacer nada, sentía tanta rabia y frustración por eso que quería mandar a todo al diablo, sin embargo no lo hacía porque su razón de ser lo necesitaba ahora más que nunca. Se terminó de mirar en el espejo del baño y sonrió de nuevo, no importaba en qué estado anímico encontrase a Seung, él iba a sonreír siempre solo para él. Sin más demoras se dirigió a la sala del lujoso apartamento de ambos, en cada paso que daba recordaba como ambos lo habían decorado, cada discusión que habían tenido, cada risa, cada caricia que habían compartido, cada lugar donde hicieron el amor, hasta en la esquina más recóndita del departamento había una historia. Para él los recuerdos eran tan preciosos, que jamás se iba a olvidar de ellos, no pudo evitar que una pequeña lágrima se asomase por su mejilla. Rápidamente la limpió y siguió caminando hacia la sala, hoy vería la película favorita de Seung junto a él. Precisamente iba a buscarla, su rostro denotó sorpresa cuando encontró a Seung parado en medio de sala.
-¿Seunghyunnie… qué haces parado? Deberías estar en cama.
-Lo siento Yongie, te demorabas demasiado supongo que te extrañaba- dijo Seung con una sonrisa torcida.
Ji Yong solo atinó a sonreír dulcemente y mirarlo a los ojos. Ambos se quedaron mirando un tiempo indefinido, últimamente les gustaba perderse en los orbes de cada uno. Entonces Ji Yong al ver esos ojos profundos que eran capaces de mirar hasta lo más hondo de su alma se dio cuenta. Se dio cuenta que Seunghyun había estado llorando… en ese momento no sabía si llorar delante de él o solo dejar que lo mirase todo lo que quisiera. Porque en esa mirada penetrante se podía visualizar el desbordante amor que sentía su esposo por él.
“Veo que has estado llorando amor, no intentes aparentar que todo está bien. Aunque sé que me miras con una sonrisa en el rostro sé que detrás de ella hay lágrimas… porque dime… ¿cómo hemos llegado a esto? No lo entiendo, tengo tanto miedo de que nuestro amor se rompa. ¡¡Demonios!! Eres mi mejor amigo, mi alma gemela, mi amante, mi esposo…eres mi todo. Soy afortunado de amarte tanto y que tú me ames tanto como yo a ti. Te amo Seunghyung tanto que no se que como sobreviviré sin ti. Eres lo opuesto a mí, aún así nos complementamos. Esa chispa interior que mantienes dentro de ti es uno de las tantas cosas que amo de ti. Aunque tengas ese halo de misterio que envuelves a tu alrededor, capaz de provocar suspiros decentes y a la vez no tan decentes… Quiero retenerte entre mis brazos para siempre y así evitar que no te vayas… porque te vas a ir….y yo no estoy preparado para afrontar todo esto solo, quisiera irme detrás de ti; pero sé que tú no lo permitirías….eres capaz de enfadarte por eso conmigo…. Sé que pronto no te voy a poder tocar, ni acariciar tus hermoso cabello entre mis manos y abrazarte tan fuerte como siempre…dime… ¿qué hago para sobrevivir sin ti? Porque me he vuelto adicto a ti Seung, eres mi droga… eres la razón por la que respiro cada segundo, solo tú haces sentir vivo hasta el último nervio de mi ser, solo al estar a tu lado siempre siento que puedo volar… solo tú ocasionas esto Seung. A veces quisiera vivir en esos ojos tan profundos que me miran en este momento y que llegan a ver hasta lo más profundo de mi alma… si solo pudiese vivir de eso sería feliz… soy un desastre por dentro en este momento, aunque aparente lo contrario….odio esto…odio esto… poco a poco se marchita mi ser….”
Ji Yong aún seguía perdiéndose en la mirada de su esposo, verlo en ese estado no era nada agradable…había perdido peso, su cara estaba pálida, sus labios resecos, su rostro cansado, unas ojeras profundas surcaban debajo de sus ojos a pesar que últimamente dormía mucho. Sin embargo algo sucedió que hizo que ambos dejasen de mirarse. Ji Yong vio con horror como la expresión del rostro de su esposo cambiaba de repente, estaba blanco como la sábana, sus rodillas temblaban ligeramente, cayendo al suelo en esa posición. Seung se cogía su cabeza con ambas manos fuertemente, tenía los ojos cerrados y empezó a gritar fuertemente…. Ji Yong corrió hacia a él, tan rápido como pudo. Se agachó hacía al suelo para tratar de calmar a su esposo, sabía que le pasaba…últimamente tenía fuertes dolores de cabeza. Hace un par de semana se le pasaba con pastillas de tylenol, pero ahora esas pastillas no le daban efecto. Ji Yong se asustaba cuando veía a su esposo así, entonces se ponía a cantarle a su oído y decirle palabras dulces, ignorando sus gritos que desgarraban profundamente su alma, hasta que se calmara.
-Amor, ya pasará…. Eres fuerte, tú puedes. Cariño….te amo. Lo sabes, ¿no?-decía Ji Yong, enseguida empezó a tararear una dulce melodía.
-¡NO PUEDO ME DUELE! ¡DETENLO JI YONG…. DETÉNLO! ¡¡DUELE!! ¡¡HAZ ALGO JI YONG…. HAZLO!!- Seung gritaba tan fuerte
-Si pudiera hacer algo créeme que lo haría…. Resiste amor- seguía cantando
-AHHHHHHHHHHH……DUELE… ¡¡HAZ ALGO JI YONG!! AHHHHHHH…. ¡¡TE LO RUEGO HAZ ALGO!!
Ji Yong estaba tratando de contenerse de no llorar, seguía diciendo palabras en el oído de Seung y cantándole. Al parecer no funcionaba….normalmente hace momentos que el dolor de su marido hubiese cesada, pero cada vez gritaba más fuerte…. Estaba seguro que todo el edificio había oído sus gritos.
-AHHHHHHH…….. ¡¡JI YONG!!
-Seung… sostén mi mano-Seung lo hizo la apretaba tan fuerte que a Ji Yong no le importaba sentir dolor. Al ver que su marido seguía igual decidió moverse- Seung llamaré al hospital, espera ellos calmaran tu dolor, ¿de acuerdo amor?
Ji Yong estaba marcando el número de teléfono, pero Seung con la poca fuerza que le quedaba no se lo permitió.
-AHHHHH….. JI YONG NO….. LLAMES…. YA SE ME PASARÁ….SOLO…… QUIERO ESTAR CONTIGO….
-Pero Seung….- los ojos de Ji Yong estaba vidriosos
-AHHHHHHHHHH….. JI YONG DUELEEEEEEEEEEEEE- un dolor terriblemente intenso vino a la cabeza de Seung- ¡JI YONGGGGGGGGG!
Seung se desmayó después de sentir tanto dolor, algo que asustó a Ji Yong y llamó inmediatamente a una ambulancia. Mientras tanto abrazaba a su esposo entre sus brazos fuertemente y lloraba tan desconsoladamente, ya que la situación pudo más con él.
-¡No me dejes….todavía no lo hagas! ¡Es muy pronto…. es muy pronto! ¡No me dejes…no me dejes!-repetía Ji Yong una y otra vez como si fuera un mantra positivo, como si fuera un hechizo que se fuese a cumplir.
FLASHBACK
Últimamente Seunghyun tenía muchos dolores de cabeza y sensación de nauseas, algo que sin duda preocupó a Ji Yong. Ya que el menor siempre lo cuidada y velaba por su salud, es por eso que en ese preciso instante estaban en el consultorio médico, esperando que el doctor les entregara los exámenes finales. Hace una semana que habían ido al médico y este les había dicho que tenían que hacerle exámenes más profundos a Seung y que los resultados se los entregarían en una semana. A Ji Yong no le gustaba para nada lo que el médico había sentenciado, literalmente estaba hecho un manojo de nervios. Por su parte Seung estaba tranquilo, lo más seguro era que tuviese algo así como migraña… su familia tenía antecedentes de ellos por lo que no le era raro.
El galeno entró con un semblante serio, carente de emoción lo que hizo acelerar el pulso de Ji Yong en ese instante, su intuición le decía que no iban a recibir noticias buenas…intentó preparase mentalmente en esos pocos segundos que disponía para recibir la noticia, ni en su sueños más terribles había imaginado que lo que iba a escuchar iba a destrozarlo literalmente.
-Señor Choi… aquí tengo los resultados, de sus exámenes. Permítale decirle que hemos encontrado algo.
-¿Qué dicen los resultados, doctor?-dijo Seung con su voz grave.
-Señor Choi… esto es difícil. Hemos encontrado….
-Díganos ya…doctor… no lo haga más lago-dijo un nervioso Ji Yong.
-Señor Kwon… su esposo tiene un tumor en el cerebro.
Ambos estaban en shock, sus mentes trataban de asimilar la noticia que acababan de recibir del médico. El médico detestaba dar noticias de esa magnitud, pero era su trabajo…por eso les dio tiempo y espero que alguno de ellos dos reaccionase. Seung se había quedado mudo, sin habla, miles de pensamientos no agradables pasaban por su cabeza. Ji Yong en ese momento quería llorar y gritar fuerte, sus ojos cristalinos era la prueba de ellos. Sabía que iba a recibir malas noticias, su intuición nunca había fallado. Sin embargo siempre había un rayo de esperanza, él siempre creyó en eso. Así que rápidamente salió de su estado catatónico dispuesto a formular preguntas al médico, se había dado cuenta que Seung estaba inmóvil…. algo que no le gustaba para nada, quería mover sus hombros fuertemente…pero sabía que su esposo iba a tardar en reaccionar.
-¿Es tratable?
-No, el tumor se ha desarrollado en una zona inoperable y hemos encontrado que está en la última fase de cáncer-dijo el médico notablemente preocupado.
Esa noticia fue un baldazo de agua fría para Ji Yong, no quería admitir que eso les estaba sucediendo, no quería pensar en eso. Miró a Seung y él seguía inmóvil como una estatua, algo que le empezaba a desesperar. Sus ojos estaban desenfocados mirando a un punto vacío. Cuando el médico terminó de explicarle todos los procedimientos de tratamiento de Seung. Él automáticamente salió del consultorio, sin despedirse como si fuera un robot… Ji Yong sorprendido por su acción inmediatamente se despidió del médico y fue detrás de su esposo. Este iba caminando hacia el Bentley de Ji Yong sin pronunciar palabra alguna. Espero que su esposo entrara y arrancara el coche rumbo a su departamento. Ji Yong estaba empezando a preocuparse, Seung seguía sin hablar y no tenía idea como abordar el tema con él.
Llegaron al departamento. Lo primero que hizo Seung al entrar fue voltearse de improviso, ya que Ji Yong iba detrás de él y besarlo como si la vida dependiese de ello. Ji Yong estaba sorprendido, sabía por qué lo hacía…aún así sucumbió ante sus deseos. Era un beso tan dulce, amargo y doloroso a la vez que Ji Yong no pudo evitar que un par de lágrimas saliesen de su fino rostro. Seung se dio cuenta de ello y besó sus mejillas con ternura, limpiando cada lágrima de su amado. Ji Yong tenía los ojos cerrados, cuando sintió que Seung terminó de besarle…lo abrazó fuertemente, escondiendo su rostro en su cuello. Seung le correspondió el abrazo y por primera vez habló desde que habían recibido la noticia del médico.
-Yongie… déjame hacerte el amor- Seung susurró al oído de Ji Yong, este solo asintió… sabía porque lo hacía y no lo iba a detener. Además él tenía la necesidad de sentir a Seung en la parte más profunda de su ser, tenía la necesidad… de tenerlo muy cerca de él en ese momento.
Seung empezó a besar y a dejar leves mordiscos en su cuello, haciendo que Ji empezar a gemir de forma audible prácticamente se estaba derritiendo en los brazos de su esposo. Él sabía cuáles eran los puntos sensibles de él. Ji Yong estiró su cuello para dar mejor acceso a Seung, mientras con sus manos intentaba quitarle la camisa, Seung nuevamente volvió a besarlo con una desenfrenada pasión, haciendo gemir a ambos en el beso. Ese éxtasis exquisito que empezaban a sentir les estaba llevando a la locura. Pero Seung quería que ese momento fuese especial como si fuese la primera vez, así que de improviso cargó a Ji Yong entre sus brazos. Mientras un agradable calor placentero empezaba a pasar por el cuerpo de Ji Yong. Seung le miraba con tanto amor… que en ese momento se sentía probablemente el hombre más afortunado del mundo. Con mucho cuidado Seunghyun lo depositó en la cama, se deleitó un momento con la imagen de su hermoso esposo…ver a Ji Yong con sus mejillas teñidas de tono carmesí, ver que tenía un brillo especial en los ojos…hacía que quería amarlo con mucha fuerza en ese momento. Le quitó la camisa lentamente. Mientras besaba su cuellos hasta llegar a su clavícula…hoy quería explorar hasta la mínima parte de Ji Yong y se iba a tomar su tiempo para ello. Ji Yong suspiraba mientras sentía a Seunghyung mordiendo y besando cada parte de su tórax. Él quería ver el cuerpo de su esposo, así que procedió a quitarle la camisa, como siempre él se quedaba maravillado ante la perfección de Seung, no por nada lo había comparado con la estatua de David y él solo tenía la suerte de ver ese erótico cuerpo, nadie más….es el privilegio que él tenía. Seung agarró sus muñecas y empezó a besarle intensamente, mientras hacía fricción con los miembros…haciendo que su miembros despertaran ante el contacto intimo. El beso era cada vez más intenso, sus lenguas bailaban, se peleaban por el control….era una batalla que al final no tenía un vencedor. Se separaron por la falta de aire. Se miraron a los ojos intensamente, en ellos había lujuria y amor.
-Yongie serás mío. Te haré sentir hasta la parte mínima de tu ser-dijo el mayor con voz ronca, excitado por su esposo.
-Ya soy tuyo bebé. Hazme tuyo-dijo Ji Yong sensualmente
Seung bajó los pantalones de Ji Yong, le quitó la ropa interior y pudo ver la notable erección de su marido. Algo que casi le hace perder el control, cada vez que sabía que su esposo se ponía así por él no podía contenerse y sentía que tenía que poseerle ya. Con mucho autocontrol, cogió la botella de lubricante que había en la mesa. Se bajó los pantalones y la ropa interior, haciendo visible su despierto miembro. Ji Yong al verlo se quedó sin respiración, siempre le pasaba eso…ver el cuerpo de su esposo es como si fuera en mismísimo Adonis. Seung echó una cantidad de lubricante en su mano. Ji Yong abrió sus piernas para darle un mejor acceso su esposo. Seung puso las piernas de Ji Yong sobre sus hombros y procedió a introducir el primer dedo. Movía mientras él se inclinaba y empezaba a besar cada parte del cuerpo de su esposo de manera tierna, le besó cada centímetro de su piel desde si torso hasta la punta de sus dedos. Ji Yong tenía los ojos cerrados al disfrutar la sensación placentera que estaba experimentado, miles de gemido salían de su boca….siendo una melodía agradable de escuchar para Seung. Su esposo se atrevió a meter el segundo dedo, fue algo incómodo al principio, pero Ji Yong rápidamente se acostumbró. Él pasaba cuando podía, sus manos por el desnudo torso de su esposo. Seung metió el tercer dedo, moviéndolos en tijera buscando el punto dulce que hacía que Ji Yong enloqueciese. En un momento Ji Yong dio un grito agudo y se dio cuenta que había encontrado su punto erógeno. Sin más sacó sus dedos.
-¿Listo, bebe?
-Sí, amor quiero tenerte dentro de mí.
Seung sonrió ante la respuesta de su esposo y procedió a penetrarle de una manera cuidadosa y delicada. Esperó que Ji Yong se acostumbrara, mientras volvía a atacar su cuello, Ji Yong hacía lo mismo, besaba cada parte del torso desnudo de su esposo….besar esa piel lechosa…le hacía sentirse en la gloria. Cuando Ji Yong estuvo acostumbrado, empezó a mover sus caderas…dando permiso a Seung para que se moviera. Este captando el mensaje empezó a penetrarle lentamente y profundamente. Sacando intensos gemidos por parte de ambos, una sinfonía de perfecta de gemidos se empezó a oír en toda la habitación. Seung disfrutaba el hacer retorcer del placer a su esposo. Hasta que las estocadas se volvieron más rápidas y salvajes….Seung había tocado el punto de Ji Yong por lo que hacía lo posible penetrarlo en ese lugar para oír los maravillosos sonidos que salían de los labios de su esposo.
-¡Oh, si Seung…ahí…bebé!
-¡Oh, Yongie no sabes cuánto te amo!
-Lo sé amor…ah,,,,ahí… Dios Seung no pares---
-No planeaba hacerlo, cielo.
El orgasmo se sentía venir, ambos estaban en la gloria…nublados por el deseo. Seung empezó a bombear el miembro de Ji Yong, mientras lo miraba a los ojos con tanta ternura y amor, seguía dando las estocadas finales….
-Yongie…me vengo…creo..
-Yo también amor….
-Te amo….
-Yo también Hyunnie, te amo..
Ambos llegaron al clímax, sintiendo que algo mágico acababa de suceder….la liberación de ambos fue intensa, se besaron intensamente…envolviéndose en el éxtasis del post-orgasmo. Seung cayó rendido encima de Ji Yong, sus respiraciones eran agitadas. Miro a su esposo, lo acunó entre sus brazos y volvió a besarle dulcemente. Se taparon con ambas sábanas…las palabras no eran necesarias…la experiencia había sido increíblemente diferente.
-Te amo Yongie.
-Te amo Hyunnie
Se miraron a los ojos y cayeron profundamente dormidos con una sonrisa en el rostro.
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Ji Yong se despertó solo en la cama, una sábana blanca cubría su cuerpo, pensó en lo que acababa de hacer con Seunghyun, de alguna manera el hacer el amor con él de esa manera….era algo especial, fue triste…dulce y amargo, sin embargo fue simplemente mágico. Él se preguntaba dónde estaba su esposo, así que dejó de pensar en el por un momento, se vistió y salió a su encuentro. No lo encontró en el baño, ni siquiera en la sala, el pánico empezaba a apoderarse de su ser… se fue a la cocina y encontró una nota pegada en el refrigerador.
“Amor fui a comprar algunas cosas, regreso más tarde… no quería despertarte, te veías tan tierno durmiendo con esas mejillas sonrosadas….parecía un ángel. Espérame, ¿sí?
Te Amo, Seunghyun
P.D: No te quedes mirando como tonto esta nota. Te Amo”
Ji Yong sonrió al leer la dulce nota que le dejó su esposo. Seunghyun tenía razón, le conocía tan bien qué no pudo evitar quedarse sonriendo tontamente frente a la nota. Sin embargo un sentimiento no muy agradable empezó a recorrer por todo su ser, si bien Seunghyung le había dicho que regresaba… algo no le cuadraba en todo esto. Sintió miedo ante lo desconocido, intentó evitar pensar en cosas desagradables y se puso a hacer cualquier cosa con tal de no pensar en ese sentimiento molesto.
Ji Yong se encontraba mirando el reloj de la sala, estaba preocupado había pasado demasiado tiempo desde que Seunghyung había dejado la nota aquella mañana. Eran las dos de la madrugada y ni un rastro de la presencia de su esposo, la ansiedad carcomía cada centímetro de su piel. Había llamado a todos sus conocidos y familiares, y ninguno tenía noticias de él. Solo le quedaba aferrarse a esa nota que le había dejado, no podía dormir con tranquilidad… ¿en qué estado podría dormir, si su esposo no aparecía? Peor aún, su esposo estaba en un estado delicado de salud…. estaba al borde de perder los estribos. No se sentía para nada bien, sentía que algo había cambiado significativamente entre los dos. Tenía la sensación de que iba a perder a Seung por segunda vez en el maldito día. No pudo más, estaba marcando el teléfono de la policía cuando escuchó el ruido del puerta automática….inmediatamente se paró y corrió al encuentro de su esposo. Lo miró y supo lo que pasaba, sus ojos lo decían todo.
-¡¡¿Seung…dónde diablos has estado metido?!! ¿Tienes idea de cómo me sentía al no saber nada de ti? ¿Por qué apagaste el celular?
-Eso es bueno, así te será más fácil acostumbrarte a no verme a partir de ahora, Ji Yong-el mayor lo dijo con una sonrisa.
-¿De qué hablas?
-No te hagas porque sabes muy bien de que estoy hablando Ji. He decidido desaparecer de tu vida, no quiero que sufras por mí, no quiero que pases esta odiosa enfermedad conmigo.
-Pues me niego a eso. Este anillo que tengo en el dedo-alzó su mano mostrándole el anillo- es una prueba de que estaré contigo en las buenas y en las malas ¿Acaso no crees que no sé qué has estado llorando? Así me sonrías en ese momento, sé que no estás bien. Te conozco como la palma de mi mano Seung.
-Yongie no me hagas esto más difícil, por favor déjame ir.
-No, no…no ahora-en unos pasos Ji Yong se acercó a Seung y tomo su rostro con ambas manos- ¿Crees que esto no me afecta? ¡Me afecta Seung! ¡No tienes idea cómo me siento ahora!¡Mírame a los ojos! ¡Te amo! No te voy a dejar ir… ¿quieres que mi último recuerdo de ti, sea de nosotros dos discutiendo o viendo nuestros rostros llenos de agonía? ¿No, verdad? No me dejes….no ahora.
Ji Yong puso sus brazos en el cuello de Seung y lo abrazó fuertemente. Se escucharon los sollozos agudos de su esposo y Ji Yon ya estaba derramando lágrimas sin cesar.
-Tengo miedo, Yongie…. Tengo miedo.
-Lo sé, Seung. Lo sé- Ji Yong rompió a llorar- Yo también lo tengo, pero vamos a pasar esto juntos, ¿sí?
Seung solo asintió. Eso es todo lo que Ji Yong necesitaba saber por el momento, esa era la única vez que Ji Yong se iba a quebrar delante de Seung. De ahora en adelante se iba a mostrar fuerte delante de él. Sabía que se venían noches de insomnio, momentos en lo que cuales iba a llorar en silencio hasta dar el último adiós….
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Había pasado un mes de que le habían diagnosticado la enfermedad a Seunghyun…los doctores le habían dado de cuatro a seis meses de vida. Algo que sin duda aterraba de sobremanera a Ji Yong, los síntomas de la enfermedad eran cada vez más visibles, sobre todo los cambios de humores de Seunghyung que Ji Yong soportaba con toda la paciencia del mundo, simplemente porque amaba al hombre…nada más. Estaba tratando de preparar la cena, cuando oyó el ruido de unos pasos y alguien cayéndose, inmediatamente dejó de hacer lo que estaba haciendo y corrió hasta la sala….encontró a Seung tirado a los inicios de las escaleras que daban paso al segundo piso. No le extrañaba la situación, a veces Seung tenía dificultades para caminar. Por lo que intentó ayudarlo a levantarlo, sin embargo Seung no lo dejó.
-¡Déjame Ji Yong! Soy un total inútil, no ayudes a un idiota como yo- se zafó del agarre bruscamente de Ji Yong.
-No eres un inútil, amor. Déjame ayudarte- le rompía el corazón a Ji Yong verlo de esa manera…aún así se mantenía fuerte.
-¡¡No!! Yo lo puedo hacer….estás conmigo porque solo me tienes lástima-gruñó Seung.
Eso le dolió profundamente a Ji Yong y sus ojos se pusieron inmediatamente vidriosos. Seung al ver el estado de su esposo, se dio cuenta de su error.
-Lo siento, Yongie. No debí descargar mis frustraciones contigo.
-No te preocupes, estoy bien-dijo Ji Yong con una sonrisa triste- Vamos te ayudo a levantarte, ¿sí?
-No me mientas, sé que te dolió. Perdóname.
-No te preocupes Seung. Te entiendo.
-Te amo, Yongie.
-Lo sé, yo también te amo Seung- Ji Yong le dio un beso corto en los labios y le ayudó a levantarse.
-¡Vamos a ver qué cocinaste esta vez!
-No es la gran cosa, sabes que no se me da mucho la cocina.
-Lo sé y por eso lo aprecio más, amor.
FIN DEL FLASHBACK
Ji Yong se encontraba en la fría habitación del hospital. Estaba sentando a lado de la camilla de su esposo sosteniendo su mano, miles de tubos habían en su cuerpo. El médico no le había dado noticias agradables, la enfermedad había empeorado, le daban una semana y media más a Seung. No sabía cómo afrontar la despedida, no quería que Seung se vaya, le pesaba decirle esas noticias. ¿Acaso era poco pedir que él fuera feliz con Seung? Al parecer eso era demasiado porque el destino le estaba quitando a Seung de su lado. Unas lágrimas amargas se deslizaron por su rostro… empezó a notar que Seung se removía ligeramente y abría lentamente los ojos.
-Hey, cariño… ¿cómo te sientes?-dijo Ji Yong con una voz dulce, acariciando su cabellos con la mano que tenía libre.
-Cansado… dime… ¿cuánto tiempo me queda Ji? Y no me mientas porque simplemente lo sé-dijo Seung con una voz pausada. El labio inferior de Ji Yong empezaba a temblar, amenazando con derrumbarse de un momento a otro- Cariño no llores…dímelo por favor.
-Seung, Seung- Ji Yong empezaba a gimotear lastimosamente- Te queda…. a lo mucho una semana….
La voz de Ji Yong se quebró y estaba tratando de contenerse de no llorar.
-Ya me lo imaginaba… ¿Yongie me puede hacer un favor?
-No.
-¿Cómo qué no? Ni siquiera te he dicho que es.
-Porque sé que lo que me vas a pedir no me va a gustar.
-Yongie…. ¡¡Vamos amor!! No le vas a conceder su deseo a tu adorable esposo-dijo Seung bromeando, al final terminó tosiendo con ruido.
-¡Babo!-Ji comenzó a llorar- ¡Todavía tienes la fuerza para estar bromeando! ¡Estúpido bingu!
-Es mejor eso a que llores, no quiero verte llorar.
-¡No quiero que te vayas hyunnie…no quiero!- Ji Yong se paró, se echó a lado de su esposo y lo abrazó fuertemente. Aún seguía llorando.
-Lo sé, amor. Yo tampoco quiero irme….pero tienes que se fuerte.
-Lo siento por llorar…sé que no ayuda a la situación….pero no puedo más.
-Llora todo lo que quieras….llora bebé- Seung acariciaba su cabellos, mientras el también lloraba en silencio.
Cuando Ji Yong terminó de llorar. Seung le preguntó:
-Ahora… ¿puede hacerme cumplirme un favor?
-Sí-dijo Ji Yong asintiendo, no se atrevía a ver los ojos de Seung porque sabía que terminaría llorando de nuevo.
-Yongie….no quiero morir en el hospital…rodeado de tantos medicamentos. Solo quiero morir en casa, solo trae los medicamentos básicos para sobrevivir los últimos días. ¿Amor, harías eso por mí?
-No quiero, pero por ti haría lo que sea.
-Lo sé- Seung besó la cabeza de Ji Yong dulcemente.
Ambos se quedaron dormidos en la camilla, estaban tan fuertemente abrazados….que en sí la escena era conmovedora de contemplar.
Tal como lo había pedido Seung. Los medicamentos básicos para sobrevivir, el suero, la intravenosa de nutrientes, el respirador artificial….todo eso había sido trasladado a la habitación que ellos compartían. El ambiente era algo tétrico, pero el cálido corazón de Ji Yong y sus cuidados tan detallados hacían que el ambiente sea reconfortable. Habían pasado cinco días desde que Seung se había retirado del hospital, Ji Yong no dormía por miedo a que Seung se fuese cuando él estuviese en durmiendo. Solo se dedicaba a mirarlo, queriendo grabar cada parte de su anatomía para no olvidarlo…porque eso es lo que precisamente más temía. Él temía olvidarlo y jamás se perdonaría si llegase a suceder eso.
Ahora estaba en la cama Seung se encontraba durmiendo plácidamente, Ji Yong como todas las noches estaba mirándolo sin despegar la vista de él por un segundo, la diferencia de las otras noches es que él estaba llorando silenciosamente, mirando al corazón de su amado con mucho dolor. El dolor que había experimentado todos esos meses no era nada comparado con lo que sentía ahora, como siempre su sentido de intuición se despertó y algo le decía que iba a pasar algo. Veía que Seung sonreía amargamente entre sueños, haciendo que su corazón le doliese más al ver la escena. Se había esforzado todos esos meses por crear bellos recuerdos con Seung, se sentía masoquista por querer guardar tantos recuerdos en su corazón y también había decidido tomarse diversas fotos con Seung, aunque su aspecto fuera lamentable para él su esposo seguía siendo hermoso ante sus ojos. Apretó sus delicadas manos de su novio, sentir el tacto con su piel hacía que él por dentro se sintiese cálido, pese a que estaban en pleno invierno. Pensó que se veía sexy con su cabello alborotado, siempre ese hombre le había atraído y lo había amado demasiado. Sintió que la respiración de su esposo se volvía agitada, se alarmó en ese instante…observó como Seunghyun abría los ojos lentamente con mucha dificultad.
-¿Yongie? ¿Estás despierto? No me gusta que lo hagas, pásame el respirador- Ji Yong le pasó la mascarilla para que pudiese respirar tranquilo.
-¿Ya respiras mejor, Hyunnie?
-Sí, un poco… creo que ya falta poco para la hora-decía Seung con dificultad.
-No digas eso, Hyunnie. No me lastimes-dijo Ji Yon con unos ojos llorosos.
-Lo siento, Yongie…. no quería hacerlo pero el momento va a llegar- Seung se quitó el respirador y con su mano libre acariciaba la mejilla de su esposo.
-¿Hyunnie?
-Mmmm- Seung lo miraba con tanto amor, que Ji Yong sentía que su corazón iba explotar en cualquier momento.
-¿Puede prometerme algo?
-Lo que sea, cariño.
-Prométeme que nunca vas a olvidar cuánto te amo y cuánto nos amamos.
-Eso ni se pregunta Yongie… jamás me olvidaré de ti. Siempre te voy a cuidar desde allá arriba. Sé que has estado evitando el tema, pero tenemos que hablar amor.
-No quiero que me digas el típico: “Trata de ser feliz con otra persona” No lo voy hacer solo tú estás en mi corazón.
-No puedes detener tu felicidad por el hecho de que yo no esté Yongie.
-No me importa. El hecho de despedirme de ti es tan difícil para mí, no me pidas eso….no puedo más-dijo Ji Yong con la voz quebrada.
-¿Sabes? Tengo miedo de morir, pero no por mí….sino por ti…..porque tengo miedo de dejarte y saber que no podrás manejar todo sin mí…. Al menos ahora estoy a tu lado, eso hace que la muerte sea más apacible para mí Yongie.
-Yo también tengo miedo, tengo miedo que te vayas y también tengo miedo de mi mismo.
-Lo sé, pero trata de ser fuerte por mí. Por mi sobrevive, amor. Mi plan era envejecer contigo, pero veo que el destino me tenía preparado otra cosa….
-Tengo miedo de vivir en este mundo cruel y que no tiene sentido….tengo miedo de no respirar si no estás tú.
Seung no podía soportar más ver así a Ji Yong y con su último esfuerzo lo besó dulcemente, ambos tenían lágrimas en los ojos….eso no impidió que se besasen hasta que no podían más. Los ojos de ambos brillaban cuando terminó el ósculo, Ji Yong quería decir algo; pero Seung puso un dedo en su boca y dijo:
-¡Te amo Yongie! ¿Tú me amas?
-¡Claro que te amo! Eso….- Seung volvió a poner su dedo sobre sus labios.
-Entonces es todo lo que necesitamos saber, lo demás no importa. Solo quiero morir mirando esos bellos ojos color café que siempre me han fascinado. No me repliques, solo hay que quedarnos mirando a los ojos.
Cada vez la respiración de Seunghyun se hacía más entrecortada, le era difícil respirar, miraba lo ojos de Ji Yong; y un sentimiento mezclado de alegría y melancolía se apoderó de su cuerpo… cada vez sentía que el pulso de su corazón iba disminuyendo. Ji Yong miraba a Seunghyun y se quería morir, aún así no se cansaba de mirar a su adorable esposo, veía que le estaba costando respirar. Aún sostenía su mano fuertemente, pero sentía que lo estaba perdiendo frente a él poco a poco…lo que era algo desgarrador experimentar.
-Yongie…m…e….sien…to…. cansado.
-No hables amor, eso será mejor tendremos más tiempo-A Ji Yong se le quebró la voz.
-Yongie…no tene…mos…. Tiem….po
-Solo un poco más, un poco más-decía Ji Yon entre lágrimas.
-Bésame, quiero llevarme un buen recuerdo de ti.
-No, aún tenemos tiempo.
-Ji… hazme ……. Ese…..fa…vor…
La respiración de Seung cada vez era más difícil, Ji Yong se dio cuenta de eso y sin más lo besó como hace cinco meses….sintió ese beso agridulce en sus labios. Abrió los ojos.
-Fue hermoso amarte a ti, amarte en esta vida. Siento irme antes de tiempo, amor…
-Hyunnie…
- Ya no puedo hablar….más me duele…. te amo…solo….sostenme hasta al final.
Ji Yong asintió, vio como poco a poco su esposo se desvanecía frente a él, le seguía mirando con mucho amor, las respiraciones de él cada vez eran más difíciles…acarició su rostro por un momento, luego volvió a sostener su mano…mientras seguía mirando a Seung. Hasta que sintió….que su mano dejaba de apretarle, entonces lo supo…..supo que su Seung había muerto….
Dio un beso corto a sus labios por última vez, soltó la mano de Seung….cerró los ojos de él con la mano. Al menos tenía la certeza de que Seung murió con una sonrisa en el rostro y mirándole con tanto amor. Rompió a llorar fuertemente abrazándose a sí mismo como si fuera un niño pequeño, estuvo un par de horas llorando hasta que se calmó, él terminó de llorar, se paró y se dispuso a llamar por teléfono….después de todo… con todo el dolor de su alma, tenía que preparar el entierro de su marido.
1 AÑO DESPUÉS
Ji Yong se encontraba frente a la tumba de Seung, había pasado un año exactamente de su muerte. La sonrisa amarga en su rostro se había convertido en su expresión de cada día desde la muerte de su esposo. Sus amigos y familiares habían intentado, animarlo….pero sus esfuerzos no dieron frutos. La lápida de Seung tenía la forma de un bearbrick, rió amargamente al ver la original lápida hasta en su muerte su Hyunnie no había dejado su amor por esos muñecos coleccionables. Ya había limpiado la lápida de él como lo hacía cada mes que iba verlo, había ordenado que no limpiasen la lápida de su esposo. Él solo quería tener el privilegio de hacerlo.
“Te extraño Hyunnie…. ha pasado exactamente un año que te has ido y mi corazón sigue doliendo exactamente como hace un año, creo que ahora incluso duele más…Cada vez que cierro mis ojos eres todo lo que puedo ver, aunque no pueda tocarte…te siento a mi lado, te siento en mi corazón y cuando logro verte…sé que tú también lo haces con eso ojos tan profundos que tanto añoro en este momento. A veces miro nuestras fotos, nuestros recuerdos juntos y siento que me invade la nostalgia. A veces siento que tengo el día más duro y trato de luchar con las lágrimas por dentro... mi vida se ha convertido en los 'a veces' y realmente me estoy acostumbrando a ello. Como quisiera voltear la hoja fácilmente o regresar en el tiempo, para que detectaran tu enfermedad a tiempo y así poder salvarte. Pero que eso es imposible, que daría por hacer eso…ahora tengo que seguir acostumbrándome a vivir en un mundo sin ti. De ti aprendí muchas cosas y porque sé que no me dejarías caer, es por eso que me mantengo en pie. ¿Sabes? Conocí a alguien, me hace feliz medianamente…sé que él no es suficiente para mí porque simplemente no eres tú. Lo quiero, pero no lo amo…ese es el problema… siempre he sido destinado a ser tuyo y de nadie más. Te amaré hasta que me muera Choi Seunghyung. Sé que más adelante me acostumbraré a estar sin ti aún sí….es difícil decirte adiós…amor…es difícil…. Muy difícil porque eres único en tu clase, te veré el otro mes amor…porque simplemente es difícil decirte adiós. ”