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Liu. por Lyon

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Notas del fanfic:

Personajes pertenecientes a la Creepypasta original(?).

Notas del capitulo:

¡Hola! Hace mucho que no escribo, y poco que leí la creepypasta de Jeff. Así que, me dije, ¿por qué no escribes algo sobre él? Y aquí lo traje~ una historia basada en su hermanito. 

Perdonen la narración o si es desordenado, pues hace mucho que no toco el word ni nada ;_;

Se podía notar la humedad de aquel cuarto, y ya por ello daba honor a su nombre: El sótano. Quién iba a pensar que tarde o temprano tendría que bajar con una linterna en la mano por aquellas mugrientas escaleras para poder buscar entre el sonido de las gotitas de agua caer al suelo, los fusibles y plomos. Pues se había producido un apagón y, no sabía si sería suerte o desgracia, pero la culpa no era de la corriente eléctrica del barrio, pues solo su casa se había quedado sin luz, oh si, para peor… Era viernes. Y aunque Liu no era muy supersticioso, era un viernes trece. Si seguíamos el orden de los hechos, afirmaría que si que era mala suerte y que algo iba a pasar, pero como ni él, ni la mujer que estaba en el piso de arriba esperándole en el sofá, se habían parado a mirar y a pensar, no lo había notado.


En realidad, hubiera sido una noche perfecta de no ser por la estúpida luz. Todo empezó sobre las siete, casi anocheciendo pues se encontraban en el mes de noviembre a finales, y anochecía mucho más temprano de lo usual; Liu se encontraba totalmente solo, aunque siempre lo estaba en realidad. No tenía padres, pues estos habían muerto cuando Liu tenía catorce años o por ahí en un accidente en el que él también hubiera perdido su vida, de no ser por la gran suerte que tuvo al esquivar todos los hechos y al poder huir de aquella casa, todos pensaron que se trató de un derrumbe y por ello habían muertos, pues después de las dos de la madrugada, un terremoto había sacudido parte de la región, ocurriendo graves accidentes a su vez. Pero no, no fue eso, el castaño sabía que había pasado en realidad y la verdad era mucho más… oscura de lo que él hubiera querido. Ahí es cuando decidió ir a vivir solo, aunque al ser menor tuvo que vivir bajo la tutela de alguien, y esa persona no fue para nada desagradable. Decidió vivir lejos, lo más lejos posible pero quedó marcado, a lo mejor no físicamente pero si interiormente.


Como no había nadie con él y nadie iba a venir esa noche, decidió descolgar el teléfono que estaba en la cocina. Al principio dudó, pero luego marcó cada numero con lentitud y permaneció sentado en una silla de madera, a la espera de que le contestasen la llamada, y como era de esperar acabo ocurriendo, una suave voz pregunto que quién era y este respondió, después de varias frases de intercambio y unas afirmaciones y preguntas, la chica con  la que compartía una agradable conversación accedió a quedarse esa noche junto a él. Cuando colgó el teléfono sonrió casi inconsciente, ¿Cuánto había pasado desde que no le gustaba alguien? Esa noche sería una gran oportunidad para él y lo presentía… Después de una hora de espera el reloj marcaba las ocho y cuarto, y el timbré sonó, seco. Hubo una serie de recibimientos, varias risas y un abrazo y finalmente un plan  improvisado sobre que hacer durante la estadía en la casa.


Liu, no era muy bueno ideando o maquinando planes para hacer divertidos los momentos, no se le ocurrió nada más que ponerle una película de miedo a la chica y sentarse junto a ella en el sofá, en medio de la oscuridad con una manta que tapase a ambos, aunque era una idea atractiva si es que quería que ella le abrazase y acabase todo en un beso, mínimo. Lograr convencerla era muy fácil y solo tenía que hacer que se picase para conseguir su objetivo… Y bueno, todo continuó, parecía ir muy bien, demasiado bien y eso le hacía en cierto modo, feliz. Pero claro, cuando te paras a pensar que todo está yendo genial, ocurre la desgracia: Un apagón. Tardaron cinco segundos en reaccionar ante esto, todo estaba a oscuras y para colmo la luz apenas pasaba por la ventana y claro, esta no es que estuviese cubierta. Reaccionó cuando la chica gritó por el susto, en el mejor momento de la peli y. ¡puf! … Finalmente, Liu tuvo que hacerse el valiente y bajar al sótano con linterna en mano a revisar porqué se había producido tal accidente y que había pasado realmente. Aunque suponía... que habían sido los plomos.


Y ahora se encontraba allí, tembloroso bajando las escaleras mientras sostenía con fuerza la linterna en su mano derecha. Había terminado de bajar el último escalón de madera, lo notó sobretodo porque los crujidos habían cesado por fin y entonces, eso significaba que daba paso al suelo de piedra. Aún no comprendía el porqué habían construido el suelo y la escalera de dos materiales diferentes, pero ahora mismo no era algo importante. Alumbraba distintas zonas de aquel espacio cerrado…, sonaba como si algo estuviera cayendo y chocara con el suelo, era parecido al agua cuando se derrama gota por gota por lo que lo ignoró, ya era suficiente que se le hubiera ido la electricidad como para que ahora tuviera pequeñas fugas de agua por alguna tubería mal cuidada. Suspiró. Él estaba comenzando a sentirse muy nervioso, pero… ¡Dios! Si la chica supiese que él estaba aún mas asustado que ella seguramente le dejaría o se reiría de él. Tenía que coger aire y terminar con el asunto para poder volver a subir y no estar mucho más tiempo allí abajo, rodeado de quién sabe qué bichos.


Caminaba lentamente, procurando no hacer mucho ruido y tratando de ser cuidadoso en dónde pisaba, pues no tenía además ganas de caerse. Por otro lado… ¿Dónde estaban los malditos plomos? Muchas veces había bajado aquí, y claro, deberían de estar enfrente de sus narices, pero cuando alumbraba con la luz no encontraba nada, era tan frustrante que ya deseaba irse. Tosió ligeramente mientras continuaba caminando… Parpadeó un par de veces hasta ve algo que creía su objetivo, y trató de enfocar la vista para poder verlo bien, no sin antes mover su mano hasta el punto que quería ver. Sonrió. Ahí estaban los fusibles, y entonces, se sintió un poco más aliviado. Preparado para dar los pasos y acercarse, notó que algo le empujaba el pie hacia atrás… No era que le cogiesen el pie, si no como si una sustancia pegajosa estuviera en la suela de su zapato y por ello le costase levantarlo del suelo. Curioso, bajó un poco la cabeza, mirando abajo pues a lo mejor algo se había derramado y no se había dado cuenta, pero su rostro palideció al contemplar lo que realmente era… temblando sus manos dejaron escapar la linterna y de un golpe, esta se apagó.


Su garganta estaba seca, no podía ni gritar, ni siquiera lograba reaccionar… Hasta que un golpe seco resonó en todo el sótano, demasiado cerca de él, casi rozándole la pierna izquierda. Fue entonces cuando giró bruscamente notando como empujaba algo y corriendo hacia donde su espalda daba hará unos minutos, no sabía si la escalera estaba allí pero tenía que salir rápidamente de ahí, si había un asesino con él o estaba en la casa, ella también correría peligro. Empezó a jadear por la sorpresa de antes, y su respiración se volvió agitada a la par que su corazón aumentaba su ritmo cardiaco, empezaba a sentir miedo y no por menos un dolor punzante eligió aparecer en su estómago, no sabía si eran nervios, pero debido a la adrenalina del momento no reparaba en este, algo le decía que si no salía de allí ahora mismo quizás no volvería a ver la luz del sol nunca más en su vida. Lo que Liu no sabía, es que probablemente, saliese o no, nunca más lo haría.


Logró subir con mucho esfuerzo y cerrar la puerta del sótano tras sí mismo. Coloco rápidamente un mueble delante y trotó por el pasillo hasta pasar por la cocina, sin prestar atención a su entorno y terminando en el salón, dónde estaba viendo antes una película con su amiga. La chica con la que quería algo más. Se alivió un poco, a pesar de que aún estaba todo a oscuras, poder ver que ella estaba sentada, casi echada, en el sofá, pues podía verla por detrás ya que el sofá le estaba dando la espalda a él y la cabellera rubia de la joven se contemplaba fácilmente, suspiró colocando su mano en su corazón, diciéndose a si mismo mentalmente que todo estaba bien, que todo iba a salir bien y se acercó cuando parpadeó un par de veces y respiraba hondo.


“Sall-…” Su voz se quebró en cuanto pronunciaba el nombre de la mujer y se colocaba enfrente de esta, entre la televisión y el cuerpo de la muchacha. Aterrorizado, la misma sensación punzante volvió a su estómago ocasionando un dolor que le obligó a encogerse mientras tapaba su boca tratando de no soltar por esta todo lo que había desayunado y almorzado durante el día, y si era posible… el día anterior... Contemplaba antes sus ojos un espectáculo sangriento, los órganos de ella por fuera de su cuerpo, formando con su instentino delgado una especie de lazo, atados y rasgados, mientras que había un hueco en lo que era su pecho y por el cual su corazón no estaba, tenía los ojos arrancados y aunque la boca estaba cerrada, había sido cortada por ambos lados de tal manera que parecía que sonreía, viéndose parte del interior de la boca de esta y sus blancos dientes. Giró un poco hacia su izquierda y terminó por echar todo lo que estaba antes en su estómago, sintió después un ardor increíble en estos y su mente comenzó a dar vueltas… Se estaba mareando. Por si no fuera poco, para su desgracia, escrito en la blanca pared donde antes había un cuadro, ahora desaparecido; decía: Vete a dormir.


Dos pasos hacia atrás y aún el dolor en su barriga. Pronto él intentaba recuperarse del shock, una voz macabra resonó, mas bien, una risa y bastante despiadada que infundió en Liu temor y desesperación. Se mantuvo quieto, tratando de localizar de donde provenía aquella risa tan excéntrica y suplicándole a su Dios que no le pasase nada, no a él… Pero su corazón dio un vuelco al notar, que de donde la risa había sonado era justo detrás de su misma espalda… Un escalofrío le recorrió, se sintió atrapado, agobiado y una tremenda ansiedad comenzó a dificultarle la respiración, casi ahogándose, comenzaba su mente a recordar… a revivir emociones, momentos, que antaño ocurrieron, asesinatos e imágenes ocasionadas por una misma persona, ocasionadas por…


 “¿Me has echado de menos?” Se escuchó por detrás de su, seguido de una grotesca risotada. Algo afilado comenzó a pasearse por la camisa de este, sin ejercer mucha presión en su espalda, tan solo acariciándola. Era demasiada mala suerte ya, conocía, ¡reconocía esa voz! Sabía quién era su dueño, a quien le pertenecía, y eso a Liu no le agradaba para nada, de hecho ahora mismo quería huir, esconderse, no volver nunca más… Pero conociendo al sujeto que ahora le amenazaba con un cuchillo detrás, que era el artefacto que deslizaba por su piel, lo volvería a encontrar  y volvería a matar a quien estuviese con él.


“Jeff…” Su voz se apagaba a cada momento que pasaba. Gimió un poco, de dolor, al notar que este clavaba la punta de su cuchillo en su hombro, sin enterrárselo, tan solo marcándoselo y luego, como lo movía hacia abajo una vez que lo quitaba de su piel, tratando de rajar la camisa que este llevaba. Liu por su parte, no entendía este movimiento, pero había algo que sabía. El que estaba detrás de él… no podía ser nadie más que su hermano, Jeff, o como la gente ahora lo apodaba, Jeff the Killer. Se estremeció al sentir el frío metal que ahora dibujaba pequeñas líneas blancas en su piel al rozarla sin llegar a causar ningún tipo de herida, desde siempre, Liu había sido muy sensible, y entre el temor y esa pequeña caricia, sin contar la presión que ahora mismo sentía, no pudo evitar morderse el labio inferior. Tampoco era que eso le gustase, era más bien por evitar decir algo al estar así de nervioso.


 

Notas finales:

¡Reviews pls! Me ayudaran mucho a empezar de nuevo, si es que no les importa >-.<

Espero que les guste nwn.


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