Preludio.
Lo que no predijeron ni el moreno, ni el albino, incluso ni si quiera la inspectora Tsunemori fue que el sistema Sibyl, sin importar qué, nunca deja cabos sueltos, nunca deja nada a la suerte, y eso estarían por reaprenderlo ahora.
Antes de que el ex-ejecutor lograra dispararle al albino, ambos sintieron de pronto una sensación extraña y dolorosa recorrerles el cuerpo, mientras paulatinamente sus sentidos se iban apagando conforme iba desapareciendo aquella luz que había traído consigo la devastadora sensación: Les habían lanzado una granada.
La inspectora Tsunemori se apuró al ver aquella luz y sobre todo al escuchar el alarido que ambos hombres dejaron escapar – No- dijo con voz temblorosa, temiendo por la vida del moreno, ahora que ella había dejado escapar al albino y había puesto vida de este en peligro al dejarlo al alcance de Kougami Shinya.
Cuando ambos cuerpos yacían inconscientes se acercaron a ellos varias unidades con el fin de brindarle servicios médicos al albino, en ello arribó la inspectora, logrando testificar el cómo planeaban ejecutar al moreno:
- ¡NO! – Gritó tan fuerte que casi se desgarró la garganta en el monosílabo - ¡Yo cumplí mi parte facilitándoles la captura de Makishima Shougo con vida! ¡Por eso…por eso no maten a Kougami! ¡Déjenlo bajo mi custodia como dijeron! – terminó sus demandas respirando agitadamente y apenas pudiendo sostenerse, pues aun se encontraba débil por el altercado con el albino.
- Inspectora Tsunemori Akane, ha hecho un buen trabajo, no excelente como lo esperábamos, sin embargo, al juzgar por su condición no debió haber sido una misión tan fácil como usted pensaba ¿cierto?- mencionó la comisario – Hablaremos más al respecto al destino de Kougami Shinya, luego de que regresemos al ministerio; Makishima Shougo, quien está ahora custodiado en una unidad médica, corre peligro de muerte debido a la cacería a la que se vio sometido por el ex-ejecutor, usted y Kougami Shinya ingresaran en otra unidad médica por el momento, donde se les brindará el servicio necesario.
- ¡Solicito envíen otra unidad al interior de ese edificio! – pidió exaltada, recordando al resto de sus compañeros- el inspector Ginoza está muy herido y el ejecutor Masaoka Tomomi está… -le fue difícil terminar la oración, pero sabía que frente a cualquier usuario del sistema Sibyl no podía flaquear- él murió; también está en el edificio la ejecutora Kunidzuka, así que también solicito que envíen a alguien que pueda llevarla de vuelta al cuartel. –dijo lo más firme que pudo, logrando ver una seña de aprobación de la comisario, en breve solo se dejo guiar a la unidad médica, quedando con la incertidumbre del destino que le depararía a su ex-colega. Una vez en la unidad, no pudo hacer otra cosa más que observar al hombre que yacía inconsciente frente a ella preguntándose ¿por qué las cosas tuvieron que complicarse tanto? Ahora tenía que rogar por mantenerle con vida y ni si quiera estaba segura de si lo conseguiría, después de todo, no había cumplido por completo con su parte del trato.
- Espero poder mantenernos con vida, Kougami, aun cuando quizá tú no me perdones si supieras lo que trama hacer con ese hombre, el sistema Sibyl. Pero aun así no dejo de preguntarme ¿Por qué…?
Continuará...