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Gris amanecer por Aphrodita

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Gris amanecer

Aphrodita

Hola... Veré que sale de esto... Es algo raro.

Dedicado a el Sr. Garrison... Con mucho cariño.

One –Shot incompleto... Jaja.. Solo yo puedo hacer un One –Shot incompleto.

Shun no podía despertar de la terrible pesadilla que le tocaba vivir... Su niisan comenzaba a preocuparse... Tanta negación no era buena para su salud mental.

--Shun... ¿Vendrás con nosotros?—Pregunto Seiya acercándose hasta su amigo.
--Pero Seiya... Debes creerme... No es posible... —Respondió entre sollozos.
--Shun... Sé que esto es muy difícil para ti... Lo es para todos... —Pero Shiryu fue interrumpido por Andrómeda.
--Shiryu tú lo conocías perfectamente... Vamos chicos... Sabemos que Hyoga no seria capaz de tal locura.
--Aun así otouto... —Ikki bajo su vista—El lo ha hecho... Comprendemos tu dolor... Y a pesar de que tampoco entendemos su proceder...
--¿Pero como?—El peliverde sentado en las escaleras de la Mansión trataba de controlar sus palabras --¿Cómo lo ha hecho si...?
--Sencillamente... Salto... Del muelle...—Respondió el Pegasus con un nudo en la garganta.
--¡Pero somos Santos, una caída de esa magnitud no significa nada!—Shun seguía sin poder comprender los “por que”, o los “como”.
--Sabes otouto que hay algunas heridas difíciles de soportar... Hyoga no resistió el impacto... Aparentemente tampoco quería... Igual murió por...
--No, no, no...—Negó Andrómeda con su cabeza—Lo deben haber arrojado... Otro Santo... El no... Por propia voluntad.
--Shun...—Pronuncio el Dragón, Saori a su lado, ajena a todo le extendió un papel—El ha escrito aquí los motivos...—Y le paso el papel a su peliverde amigo.
Shun estrujo el papel en su mano, con su puño temblando se levanto.
--Shun... ¿Vendrás con nosotros al funeral?—Pregunto Seiya al ver la extraña actitud de su amigo.
Para sorpresa de todos Andrómeda respondió:
--¿Qué funeral?... No hay funeral... Hyoga no...—Le costaba hablar a causa de la congoja --Y yo lo voy a probar... Debe estar en algún lugar, en Siberia... ¿Han averiguado en Siberia?.
--Otouto...—Susurro débilmente el peliazul para acercarse a su lado.
--Lo conozco a Hyoga... Debe haberse escapado, errante como siempre... Pero volverá...
--Shun...—Shiryu hizo ademán de tomarle el hombro pero se reprimió.

Dejando en paz a su amigo... Shun se encerró en su cuarto, contra la puerta cerrada de su habitación dejo caerse... Sentado en la penumbra de su cuarto, comenzó a llorar amargamente en el suelo... Aferrando aun ese papel, que por algún extraño motivo no podía leerlo... Tal vez era miedo... Miedo de las razones. Podía escuchar a todos hablando fuera, sobre su delicado estado:

--“Ikki, tu otouto necesita ayuda”—Opino el Dragón.
--“Ya lo se... Tratare de ver como ayudarlo”...—Se notaba en el tono de voz la profunda preocupación.
--“No es para menos Ikki... Hyoga y el tenían un lazo fuera de lo común... Casi tan especial como el que tu tienes con Shun”...—Comento el Pegasus.
--“No se... Hay Dioses”...—Pronuncio Ikki abatido.

Luego, Andrómeda no escucho mas, sus amigos iban alejándose y sus voces ya no eran audibles... Aun sin poder mover un músculo, el peliverde comenzó a recordar.

* Flash Back de Shun *

--Si pudieras ser un pájaro Shun... ¿Qué harías?...—El rubio caminando sobre los pilares del muelle, muy cerca del río.
--¿He?—La pregunta le sorprendió aunque estaba acostumbrado a esos arrebatos en su amigo, caminando a su lado no supo que responder.
--Es una pregunta común... Que todos se la hace... Si pudieras ser un pájaro... ¿Qué harías?...

* Fin Flash back de Shun *

“Conocería el mundo”... Susurro Shun débilmente a la nada, poniéndose lentamente de pie y guardo el papel en su bolsillo.

Se podía sentir la soledad en aquella inmensa Mansión... Todos habían ido al supuesto funeral del Cisne. Shun bajo las escaleras con el rostro ensombrecido y al llegar al pie de la misma, se sentó con la cabeza entre sus piernas. Comenzó a reflexionar que si bien todos tenían motivos para suicidarse conocía perfectamente a su amigo, y sabia que no seria capaz de tal aberración. Siempre, el ruso había sido un poco depresivo, tal vez como todos, nada mas que la manifestaba de otra forma... De una forma mas directa. Pero escondiéndola ya sea, en la apariencia infantil, o en un carácter hosco o intelectual, o en una sonrisa... Bien o mal esa sensación los acompañaban siempre.
Poniéndose de pie, camino hasta la cocina, tenia ganas de tomar un te, pero no de preparárselo, así que fue directo a la biblioteca y se encerró en ella. Buscaba algún libro, de esos que solían compartir los dos... Autores que les gustaban por igual. Con su dedo recorría el lomo de cada libro sin detenerse en ninguno...

--“¿Realmente has muerto?”...—Se pregunto Andrómeda.
Un libro que cayo estrepitosamente al suelo lo saco de sus cavilaciones. Lo tomo del suelo tal como había caído y su vista reparo en un párrafo:

“Vuelo de nubes y un áspero viento
Me refrescan, a mi, que estuve enfermo.
Soñando como un niño silencioso
Ahora descanso y la salud recobro”

Sonrió apenas, al reconocer que el libro en sus manos, era el favorito de Hyoga... Volvió a colocarlo en su lugar y salió de aquel cuarto.
Era de día, aunque las nubes densas y obscuras traían la noche. Se quedo observando como la lluvia que amenazaba ser copiosa comenzaba a tocar el suelo del pavimento.

* Flash Back de Shun *

--Shun... ¿Has visto que belleza?
Shun se quedo observando a su amigo. Ambos estaban empapados, pero parecía ser que al Cisne no le preocupaba mucho ese detalle.
--¿Qué es bello?
--Esto...—Respondió el rubio con sus brazos extendidos dando a entender todo... Ante el rostro de pregunta de su amigo continuo –La lluvia... El olor a tierra mojada—Aspiro el aroma llenando sus pulmones –Si... Vale la pena vivir si podemos presenciar estas cosas...
--Tengo frío... Apuremos el paso...

* Fin Flash back de Shun *

Una lagrima melancólica surco el rostro del peliverde. Se alejo de la ventana y se sentó en el amplio sillón, quedándose profundamente dormido. Un sueño le llego inmediatamente, en el, Shun huía de algo o alguien... No estaba seguro... Solo sabia que dentro de la biblioteca estaba seguro, pero una vez que pudo acceder a ella noto que todos los libro que poseía la biblioteca, no estaban. Luego su cuerpo comenzaba a cubrirse de cicatrices nuevas, sumadas a las anteriores... Andrómeda despertó de la pesadilla encontrándose con el rostro de su niisan.

--Lo siento Shun... No quería despertarte pero necesito saber como te encuentras...—Pregunto Ikki sentándose a su lado.
Desperezándose el peliverde se acomodo.
--Niisan... ¿Tu has visto el cuerpo de Hyoga?
--¿He?—El Phoenix no se esperaba una pregunta semejante.
--Digo... Hay pruebas de su muerte... Lo has visto muerto...
--Pues... El cadáver debido al agua...—El peliazul no sabia si estaba bien hablar de ello con su otouto—Por que sabes... El murió ahogado... Y su cuerpo estaba irreconocible...
--¿¡Pero nadie lo reconoció?!...
--Nos dieron sus pertenencias Shun... Eran todas de el... Su ropa y... Su cruz...
Shun no podía creer que ninguno de los tres haya tenido la precaución de verificar la muerte.
--¿Dónde están sus cosas?...
--He... Te enojaras si te cuento...
--¿Qué niisan?—Andrómeda podía ver el nerviosismo en su hermano.
--Nuestra intención era enterrarlo con su cruz pero... Debido a todo el tramite policial y demás... Entre tantas idas y venidas... Ha pasado por muchas manos y...
El peliverde cerro sus ojos... No podía creerlo.
--La perdieron...
--No se como... Te juro que tomamos todas las precauciones pero... Desapareció...—Exclamo el peliazul—Esa es la verdad... La teníamos con nosotros... La tenia Shiryu y pensaba dártela a ti... Pero llegamos a la conclusión de que Hyoga hubiese preferido ser enterrado con ella y cuando Shiryu fue a buscarla... No estaba por ningún lado... Y todos estamos seguros de que la ultima vez que la vimos fue en la Mansión... Con suerte debe andar por aquí... No quiero pensar que algún empleado la robo...
--Son unos... Unos...—Shun no sabia como reaccionar, si bien era un objeto pequeño al que la mayoría no le hubiese prestado atención... Sabían de la importancia sentimental que representaba para el ruso.
--No te enojes... Dime ¿Cómo te encuentras?...
--No lo se...—Andrómeda bajo su vista y negó con su cabeza
--Mañana será el ultimo adiós... Llevaran el cuerpo a su Siberia... ¿No quisieras?—Pero fue interrumpido.
--Niisan... ¿De veras crees que ha muerto?
--Otouto... No nos asustes, nos estas preocupando... Se que es muy difícil para ti... Pero debes aceptarlo... Se que lo conocías, pero aun así... Ya has visto...
--No... El no seria capaz de suicidarse Ikki... Debes creerme... Debes ayudarme a encontrarlo.
--Si te voy a ayudar... A ti... Hable con Saori y consiguió el mejor especialista...
--Niisan no me traten de loco... ¿¡Pero que demonios les sucede, Hyoga es nuestro hermano, lo conocíamos, todos sabemos que es imposible!?—Exclamo incrédulo el peliverde poniéndose de pie para alejarse del lugar.
--Shun tranquilízate...—Pidió Ikki al verlo a su otouto en aquel estado. Realmente Shun comenzaba a preocupar.

Shun en su cuarto comenzó a recordar las veces que había hablado con su amigo sobre la muerte, y lo mas sombrío que había hallado se alejaba mucho de ser un motivo para suicidarse. “Para que te preocupas... Si de todos modos vamos a morir algún día”... No... No era motivo o excusa valedera.

--“Hyoga... Si por lo menos pudiera tener tu cruz conmigo...”—Se dijo Andrómeda bajando las escaleras.
Al llegar a la sala, sintió como todas las miradas de lastima recaían en el... Se sentó en el amplio sillón ignorando las miradas y prendió la televisión...
--No hay cable...—Pronuncio el peliverde, pero al ver que solo estaba desconectado se agacho hasta boca del televisor para volver a su lugar ese cable.

Sin embargo la “lluvia” del televisor le llamo poderosamente la atención. Nada concreto en la pantalla pero Shun podía jurar que los puntos formaban una cruz... Giro su cabeza rápidamente para ver si alguien, además de el, podía ver eso. Al encontrarse solo, fijo su vista en la pantalla. Sin duda era una cruz.

--“Donde esta”...—Se le ocurrió decir...

Enseguida los puntos formaron una figura que aunque le costo interpretar, Andrómeda supo que se trataba de la fuente de agua en el jardín de la Mansión... En plena noche salió en busca de algo... No sabia que, pero algo hallaría...
Ikki salió detrás de su otouto aun mas preocupado por las extrañas actitudes que comenzaba a tener. Encontrándolo junto a la fuente, llorando con la cruz de Hyoga en su mano.

--Entonces... ¿Realmente has muerto?
--Shun...—Susurro el Phoenix detrás del peliverde, para luego estrecharlo entre sus brazos.—La has encontrado... Ven—Y lo arrastro dentro de la Mansión.

Shun se durmió en su cama con la cruz de Hyoga entre sus dedos. Ahí lo dejo Ikki, luego de que Andrómeda se durmiera por cansancio. Las lagrimas a veces agotan.
Bajo a la sala, tanto Seiya como Shiryu comenzaron a comentar la delicada situación del peliverde, y la asombrosa aparición de la cruz.

A la mañana siguiente Shun despertó y bajo a la cocina encontrándose con su amigo Shiryu:

--Hola Shun... ¿Cómo estas?... ¿Quieres que te prepare algo para desayunar?—Rápidamente el Dragón se puso de pie para servirle en una taza un poco de te.
--Gracias Shiryu pero no tengo ganas...
--Shun debes comer algo...—Interrumpió el pelilargo poniendo la taza y un platillo con tostadas en la mesa.
--Has encontrado la cruz...—Comento Shiryu sentándose nuevamente.
--Si... Fue raro...—Andrómeda no sabia como explicar lo de la televisión –Pensaras que estoy loco pero... La televisión, ayer... Me dijo donde estaba...
El Dragón reprimió una carcajada.
--¿Cómo que el televisor te dijo?.
El peliverde con duda comenzó a narrarle el suceso...
--Shun... De seguro que... Ya se...—El pelilargo intentaba encontrarle una explicación lógica a todo eso –Mientras tu dormías... Los tres nos pusimos a pensar en donde habíamos visto la cruz por ultima vez... Seiya comento que el la tenia cuando hablábamos de que hacer con ella... Y quizás, como estábamos afuera... Debió haberse caído en el parque, o en el jardín... Junto a la fuente...—Shiryu hizo una breve pausa y reflexiono –De seguro, dormido, escuchaste ese comentario que se guardo en tu subconsciente... Cuando despertaste, quizás algo activo ese recuerdo y saliste en su búsqueda hallándola, donde justamente, el cabezota de Seiya la perdió.
--Shiryu... No me trates de loco tu también... Te juro que el televisor formo una cruz... Y luego...
--Debe haber sido tu desesperación por encontrarla... No te trato de loco...
Shun medito un segundo aquellas palabras... Y en cierta forma su amigo tenia razón... Pero todo era tan raro, tan confuso.
--¿Iras al ultimo adiós?
--No...—Al ver el rostro de su amigo, Andrómeda acoto rápidamente –Ustedes piensen lo que quiera... Pero Hyoga esta vivo... En algún lugar... Algo raro hay en todo esto... Vamos Shiryu, tu lo conocías... Sabes de que es incapaz de hacer algo semejante...
--Si te soy sincero... Es verdad... Nunca creí a Hyoga capaz de eso...
--¿¡Ves!? Lo que yo digo...
--Pero bueno Shun... Algo lo desequilibro y lo llevo a cometer suicidio... Quien sabe lo que le pasaba por la cabeza en ese momento...
--Pero Shiryu... Tu también piensas igual que el resto—Shun se sentía solo con su lógica.
--Si... Pienso jovencito... Que no te vendría mal hablar de esto con alguien capacitado... Un especialista que te escuche y te ayude...
Ofendido por escuchar nuevamente la propuesta de un psicólogo, el peliverde no lo dejo finalizar y se levanto del asiento para alejarse de la cocina.

Subió a su cuarto y se encerró en el, la mayor parte del tiempo, hasta que a la noche su niisan fue a buscarlo, preocupado por su ausencia.

--Shun... ¿Por qué no haces algo?... No se... Sales un rato a caminar o... Miras un poco de televisión...—Propuso Ikki sentándose en la cama de su otouto.
--No tengo ganas...—Respondió Shun acostado en su cama.
--Otouto por favor... Nos estas preocupando... Vamos, levántate un rato...

Andrómeda accedió al pedido de su hermano... Pues no conseguía nada negándose, además sabia que el Phoenix no se daría por vencido. Bajaron a la cocina... La cena había finalizado pero sin embargo un plato aun seguía en la mesa. El peliverde se negó a comer. Nadie le exigió nada y una vez en la sala decidieron hacerle compañía... “Necesito saber por que te fuiste”... Se dijo Shun cuando sorpresivamente el equipo de música se prendió:

“Quiero conectarme con amigos... Este es mi mail”

Un simple programa de radio que daba la dirección de un desconocido, sin saber por que, algo se activo en el pequeño y salió corriendo rumbo a su cuarto.

--Lo siento...--Se disculpo Seiya creyendo ser el culpable de la huida—Solo me apoye en el mueble—Objeto para su defensa, explicando el encendido de la radio.

Andrómeda llego a su cuarto y prendió su PC... ¿Para que hacia eso?... No lo sabia, pero sentía que encontraría una respuesta allí. Se conecto al Msn, y sorpresivamente un contacto estaba conectado... Era Hyoga. rápidamente le escribió un mensaje:

--“¿Hyoga donde estas?”—Pero no recibió respuesta—“¿Quién eres, por que utilizas la casilla de mi amigo?”
Shun podía ver como del otro lado escribían un mensaje...
--“¿Qué sucede Shun?”.
--“¿Dónde estas?”—El corazón le latía a mil.
Fuera de su cuarto, por el pasillo, Ikki iba a su encuentro preocupado. Llego a la puerta y sin golpear entro preguntando:
--Otouto... ¿Estas bien?
--IKKI... MIRA... ES HYOGA...—Andrómeda le costo un poco hablar, se le dificultaba la respiración.
--Shun... Digas lo que digas... Iras a ver ese especialista...—Respondió el Phoenix señalando la pantalla... En ella no figuraba a Hyoga conectado.

A pesar del comentario, el peliverde miro serio a su niisan y le pidió con gravedad un poco de intimidad. Reticente a irse y dejar a su otouto en aquel estado, decide darle ese espacio y bajo a la sala, mas preocupado que antes.
Shun se sentó, y comenzó a escribir un mensaje... Contándole lo sucedido y rogándole que le contestara... Y si no era Hyoga que por favor no utilizara su casilla, pues era una broma de mal gusto. Mando el mensaje y se quedo mirando la pantalla, como si así, la respuesta llegaría mas rápido.
Al bajar a la sala, no solo miradas de lastima recayeron en el, si no de desconcierto, como si de un ser extraño se tratase. Andrómeda no intento explicar su huida ni su experiencia con el Msn... ¿Para que?... Si igual no le iban a creer. Sin embargo necesitaba saberlo:

--¿Alguien además de Hyoga, conoce su contraseña de la casilla de correo?.
Un breve silencio se produjo, hasta que Shiryu decidió hablar, respondiendo extrañado por la pregunta descolocada:
--Que yo sepa... No... De echo no tenia muchos contactos...

Era cierto... Hyoga solo tenia de ellos cuatro, mas que algún otro... No tenia sentido que alguien poseyera su contraseña... ¿Entonces quien era?... ¿Era el?... La cabeza comenzaba a dolerle, Shun solo vio, antes de caer, todo negro... Se desmayo sobre los brazos de su niisan quien había ido en su auxilio.
Todos contemplaban la idea, de que si Shun se rehusaba a recibir ayuda profesional, por su salud mental, era conveniente tenerlo bajo supervisacion medica. Si bien, la idea de encerrar a su otouto le desagradaba, Ikki quería evitar alguna locura... Como la cometida por Hyoga. Andrómeda descansaba en el sillón, luego de aquel desmayo. Despertó encontrándose con el rostro de sus hermanos.
Era de día... Acaso... ¿No habían dormido?... Sus ojos así lo demostraban... Shun se levanto y camino hasta la ventana... Nadie dijo nada, por temor a la reacción de Andrómeda hasta que Ikki le pregunto:

--¿Quieres desayunar otouto?
--No, gracias... Solo quiero estar aquí... Tranquilo...—El peliverde se cruzo de brazos. De espalda a sus amigos, se quedo observando el amplio ventanal.
--“¿Qué sucede contigo Hyoga?”—Se pregunto Shun abatido, dejando caer su cabeza contra el frío vidrio.

Andrómeda juraría que no había viento. Pero la revista a su lado se abrió súbitamente dejando ver el titulo de la portada: “Descubre la verdad”... Era una nota que nada tenia que ver con los sucesos, pero inexplicablemente cobraron sentido para el peliverde quien, sin omitir palabra, pues cada vez que hablaba era pero, se dirigió a su cuarto, para prender su PC...
Tal vez, necesitaría esa ayuda... Analizaba Shun... Quizás todo lo había afectado demasiado... Y no podía con eso... Todo este pensamiento se le fue al averno al ver que su mensaje había sido respondido... Una simple frase: “¿Qué tienes en los bolsillos?”... Sin duda, si era una broma, era de muy mal gusto. Pero Andrómeda comenzó a temblar al recordar que en su bolsillo tenia la nota de Hyoga... Con su mano temblorosa saco el papel y lo abrió... No quería leerlo, pero tal vez era lo que necesitaba para comprender.

“Los motivos que me llevan a esto, son varios. He decidido tomar este “camino” y se que Shun lograra “entender”... No busco lastimar a mis seres queridos... Solo quiero que comprendan que busco mi “felicidad”. Sin mas, me despido de mis “amigos”... No es su culpa, gracias a ustedes he conocido la amistad y a pesar de que han llenado ese vacío en mi... Tengo que darle fin a esta soledad... No quiero estar “solo”... Espero Shun, que sobre todos, TU logres comprender esto ultimo.”

Shun releyó una y otra vez las palabras... Había algo raro en todo eso... Palabras como: Camino, entender, felicidad, amigos, solo, tu... Estaban remarcadas. Y eso era un juego al que solían jugar los dos... Enviarse notas con doble mensaje... Acaso... ¿Hyoga estaría haciendo lo mismo?... ¿Por qué?... ¿Por qué jugar con algo tan delicado?... Además la nota, no hablaba de muerte, o suicidio... Se estaba despidiendo... Quizás para decir que se iba lejos... Hyoga solía huir así de vez en cuando... Quizás ese cuerpo o sus cosas... Alguna explicación lógica tenia que haber.
Del otro lado del revez había algo escrito:

“¿Ven? A esto me refería... Hacia donde voy, no lo se... Mi corazón me guiara”.

Nuevamente Shun analizo la frase... ¿Estaba siendo demasiado extremista?... Hasta el peliverde dudaba de su cordura... Pero el podía entrever lo siguiente: Ven (Remarcado) Hacia (Remarcado) Mi (Remarcado):

VEN... HACIA... MI...

¡Dioses! sentía que comenzaba a enfermarse. Guardo el papel y bajo a la sala en busca de su niisan. Tal vez si le mostraba el mensaje, comenzara a creer un poco mas en el. Pero el Destino estaba en contra de Andrómeda, pues el mensaje no estaba...

--Niisan te juro...—Shun observo la pantalla con nervios—Niisan debes creerme... Niisan...—Comenzaba a desesperarse.

Ikki suspiro y cerro sus ojos, llevo una mano a su frente en señal de cansancio, y Andrómeda comprendió que sus locuras habían llegado demasiado lejos... Así que decidió guardarse, de ahora en mas, todo los sucesos relacionados al Cisne.

--Otouto... Ya hable con Saori... Mañana tienes tu primera entrevista con el psicólogo...

El peliverde bajo su vista entristecida y nada objeto... No tenia sentido hacerlo, pues prefería eso antes que al encierro.
Tomándolo como una aceptación, el Phoenix se dirigió en su cuarto para acostarse en la cama... Realmente su otouto le preocupaba.
Abatido, decide bajar a la cocina para prepararse un te... Dos días y no había comido nada. Revolviendo su taza siente a sus espaldas, un Cosmos conocido... Demasiado conocido... ¿Hyoga estaba detrás de él?... Dudaba en voltear... Aun así lo hizo encontrándose, como era de esperarse, con la nada... Hyoga no estaba ahí... Pero el estaba seguro de haber sentido su Cosmos. Sintiéndose débil tomo su taza y se dirigió a la sala... En el amplio espejo, bajo las escaleras... Detrás de él lo vio... Era el... Hyoga a sus espaldas, vestido comúnmente... temblando de miedo su taza cayo estrepitosamente al suelo, alertando a Seiya que se encontraba cerca.

--Shun... ¿Estas bien?... ¿Qué paso?...—El Pegasus bajo las escaleras rápidamente al ver como su amigo se tomaba la cabeza con ambas manos.
--Me estoy volviendo loco... Ayúdenme...—Susurro debilmente... Ikki que había bajado alertado por el ruido al igual que Shiryu lo toma entre sus brazos y lo lleva hasta su cuarto.
Shun se dejo caer en su cama y aferrado a la cruz de Hyoga comenzó a llorar...
--Niisan... No me dejes solo...—Sollozaba.
--Shs... Tranquilo... Aquí estoy, no me voy a ningún lado...—Respondió el Phoenix paternalmente...
--Necesito ayuda...—Reconoció finalmente el peliverde.
--Te vamos a ayudar... No te preocupes...—Lo tranquilizo el Dragón de pie junto a la cama.
--Descansa...—Sugirió Seiya y así lo hizo Andrómeda.

Llorando se quedo dormido en los brazos de su niisan, despertando prácticamente solo... Busco con la vista, y mirando por la ventana se encontraba Ikki. Entonces Shun comprendió su preocupación y el daño que le estaba causando con toda su locura... Solo cabía aceptar la muerte de Hyoga. Pero había algo raro... La cruz... ¿Dónde estaba?. Busco con la vista por todos lados, hasta encontrarla sobre el teclado de la PC... No... Otro mensaje no... Por favor.

--Niisan...—Pronuncio el peliverde con duda.
--Otouto... Despertaste...—Se sorprendió el peliazul girando su vista para depositarla en su hermano.
--Niisan... ¿Tu has puesto la cruz allí?
--¿He?... No—Contesto consternado--¿Por qué?
--Solo preguntaba...
¿Cómo llego la cruz allí, si nadie la había movido de sus manos?... Definitivamente... ¿Era otro mensaje?
--¿Nadie me la quito mientras dormía?
--No Shun... Hemos estados solos desde que... Shun...—Se interrumpió Ikki--¿A dónde quieres llegar?
Andrómeda negó con su cabeza, indicando que no tenia importancia. Para que explicarle a su niisan... Mas motivos para creer que estaba loco.
--Niisan... ¿Por qué no bajas a hacerme un te?...—El peliverde sonrió—Tengo hambre—Mintió para poder quedarse solo.

Motivado por la propuesta de su otouto, el Phoenix bajo para hacer ese te... Necesitaba aunque sea tomar algo.
Una vez solo, Shun se conecto al Msn... Como era de esperarse (Por lo menos para el) Hyoga figuraba conectado. Esta vez fue el supuesto Cisne quien comenzó la charla:

--“Veo, veo”...

Andrómeda se sorprendió por el mensaje... Así comenzaban sus juegos... Sus acertijos... Sus mensajes ocultos... Palabras en código que decían mucho... Era un juego al que se habían acostumbrado a jugar desde niños y nunca lo habían dejado de lado. Por eso el peliverde decidió seguirle el hilo:

--“¿Qué ves?
Espero la respuesta y el ruso respondió:
--“Un muelle”...

Nuevamente algo se activo en el pequeño, como un rayo salió corriendo de la Mansión en busca de la respuesta... Sabia que en el Muelle encontraría la verdad. Corrió como sus cansadas piernas se lo permitieron, parecía mentira pero dos días sin comer eran suficientes para agotarlo físicamente.
Shun llego al tan ansiado muelle y se paro sobre el pilar que daba al agua... En aquel pilar siempre solían encontrarse ellos dos... Inclusive era por donde Hyoga caminaba cuando salían a pasear y se dedicaban a la charla. Además, era tambien donde supuestamente se había arrojado...
No supo cuanto tiempo paso, el suficiente como para que sus lagrimas se secaran por completo. Andrómeda poso su cansada vista sobre el agua turbia, la veía cerca... tentadora... Sabia que allí estaba su respuesta... Solo quería saber... Necesitaba saber la verdad. Por eso lo siguiente que vio fue como esa agua turbia comenzaba a fundirse con el entorno, hasta envolverlo completamente... Aquel negro fue lo ultimo que Andrómeda presencio.

FIN.

JAAAAAAAAA!!! Ahora si... Matéenme si quieran... Jajajajaja!!! Que final pedorro... Jajajaj... Solo yo puedo arruinar un fic así... Díganme... ¿Les quedo claro? Por que tenia pensado, si es que recibo muchas quejas por este final continuarlo... Entonces les consulto: Final alternativo Rosa o Final alternativo Rojo... El rosa tiene un toque de amor, una explicación inocente y el rojo un final feliz pero con cierto tinte triste.

Amenazas de bombas son aceptadas.

Rosas

13/08/2005 8:36:47 Hs. Monte Grande – Buenos Aires – Argentina.

exclamaciondeathena@hotmail.com

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