Gris amanecer – Final alternativo rosa:
Aphrodita
Inocencia:
Shun abrió los ojos y se encontró con dos luceros conocidos... Aquellos ojos lo miraban entre divertido y asustado.
--Shun... Shss... Tranquilo... Tuviste una pesadilla...
Comprendiendo que estaba en la cama, un gran peso se le quito de encima, pero aun seguía la angustia en su corazón...
--¡Hay! Hyoga... Tuve un sueño horrible... Yo soñé que te suicidabas...
--¡Yo suicidarme!...—Exclamo el ruso divertido y asombrado.
--Si... Pero yo no lo creía y entonces...—Andrómeda lloraba desconsoladamente en los brazos de su koibito.
--Tranquilo, era una pesadilla nada mas...
--Y el libro se cayo y el mensaje en...
--Hey... Tranquilo... Ven aquí...—El Cisne aferró fuertemente el cuerpito de su niño.
--Yo... Te habías ido...
--No me fui a ningún lado... No me voy a ningún lado... Estoy aquí... Tranquilo... Ya, no llores...
Poco a poco, el peliverde comenzaba a tranquilizarse... La boca del rubio buscaba la suya y el se dejo llevar. comenzó a llorar al sentir los labios de su amor... Aun podía sentirlo, no se había ido...
--Creí que nunca volvería a besarte...
--Shun... Fue una pesadilla...—Los besos de Hyoga se tornaban mas fogosos... Su lengua se movía furtiva dentro de aquélla boquita.
--Te amo...—Susurro el peliverde emocionado de tenerlo a su lado.
--Yo también te amo... Y estoy aquí...—La mano del Cisne levantaba la camiseta de su chico, comenzando a acariciar su abdomen.
Las caricias los motivaron por igual. Completamente entregado Shun permitió ser desprendido de su poca ropa. En segundos, ambos se encontraban abrazados sintiendo el calor y al suavidad de su piel. Aquel contacto quemaba. El rubio no dejaba de besar aquella boca, demostrándole que estaba ahí, y que no se iría de su lado... así lo sintió Andrómeda. Sus manos, con profundo amor y dedicación, se encargaban de mantener erectos sus miembros.
--Hyoga... Quiero sentirte... Quiero...—Shun no podía explicar la felicidad que sentía de encontrarse despierto.
El ruso accedió al pedido de su koibito y se situó sobre el para comenzar a penetrarlo... Un poco de resistencia pero el pedazo ya estaba dentro. El bombeo comenzó, entonándolo a los dos. La habitación se lleno de gemidos y exclamaciones mas que alguna palabra. Hyoga quería que su niño también disfrutara, así que lo sentó sobre su pedazo, como sabia que a Andrómeda le gustaba, pues le permitía descargarse. Y frotando su miembro contra el abdomen del Cisne lo lleno de semen, ensuciándolo... Liquido caliente y espeso que se deslizo sobre el blanco vientre del rubio. Aquello provoco al Cisne, quien acabo en el interior de su koibito, gimiendo y conteniendo un sonido gutural que pujaba por salir de su garganta.
Una vez satisfechos, se dedicaron a los mimos. Y entonces, mas tranquilo, el peliverde le contó su pesadilla como si de una película o un libro de misterio se tratase. Hyoga reía por momentos, desconociendo el sufrimiento por el que paso su niño durante ese sueño.
--Era tan real... Te lo juro Hyoga...—Exclamo Shun y suspiro aliviado.
--Bueno... Pero ya termino... Fue una pesadilla...—El Cisne comprendió que algunas pesadillas eran tan reales que hasta el sentimiento perduraba.
--No quiero dormir nunca mas si seguiré soñando estas cosas—Sentencio Andrómeda exagerando, aquello divierto a su novio.
--Si quieres, por hoy y todos los días que quieras... Puedo ayudarte a mantenerte despierto...—Susurro Hyoga de forma muy sensual.
El peliverde, comprendiendo esto, sonrió y se entrego a la propuesta tan tentadora de su koibito. Y así, por lo menos esa noche no dormiría.
Fin
Bueno, díganme que final les gusto mas... Este ultimo tiene un mini-Lemon.
Jeje... Así Shun se la pasaría ensartado toda la noche y no tendría esas horribles pesadillas.
16/08/2005 4:04:15
Exclamaciondeathena@hotmail.com
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español