By Bill
-Hola Bill! –sonreí respondiendo al saludo de Jennifer- Hola Jenni am… qué haces aquí? No lo esperaba –Ah… yo pensé que sí, es decir, ayer hablamos y dijiste que estaría bien si nos veíamos hoy para salir a tomar un café para el desayuno, te dije que a las 9 y se me hizo un poco tarde –miró el reloj que llevaba sobre su muñeca izquierda- perdón, si te soy sincero no lo recordaba –me sonrojé levemente y Jennifer me imitó sonriendo un poco- si, tal vez por el alcohol o la… -miro hacia los lados como asegurándose que no hubiera nadie cerca- espero no haberte metido en problemas con tu hermano, no pensé que se enojaría por eso.
Enojarse? Así que eso no había sido producto de mi imaginación, Tom si estaba molesto… -Espera Jennifer dijiste efecto de la..? –Ah bueno ya sabes… anfetaminas –jugueteó nerviosa con las puntas de su cabello ondulado.
Entonces lo recordé… Yo había tomado un par de copas cuando Jennifer me dijo que si alguna vez había probado los “Skittles” por supuesto no se refería a caramelos como yo suponía de inicio, entonces saco unas pastillas raras de colores varios, fue cuando me percaté de que ella no era la única con esas pastillas a mi alrededor; antes ya había usado drogas en otras fiestas así que no vi problema en probar los Skittles, por supuesto si consumes con medida no hará daño –pensé para mí mismo y después de probarlas… las ganas de bailar, el calor que se sentía, sin duda un gran viaje…-
Sí… puede ser que haya sido eso –sonreí y miré dentro de la casa, prefería salir sin duda. –entonces? –Vamos –cogí unos lentes de sol, mis llaves, mi celular y salimos caminando.
Jenni, tú me escribiste un mensaje esta mañana? –Esta mañana? No Bill. –Ah… pero, tienes mi número? –Sí, me lo diste ayer igual que tu dirección –sonrió mientras sacaba su teléfono moviendo algo en él- mira… -lo tomé y allí aparecía mi número, dirección y una foto de los dos en la fiesta. Ah… vale –te llamo y así registras mi número también –después de su llamada registre el número, vi que no coincidía con el del remitente del mensaje de esa mañana.
Aún estaba intranquilo.
Y… Mi número también lo tiene Giselle no? –ehm, sí. –Es este? –busqué el número del mensaje desconocido y se lo mostré a Jennifer la cual buscó entre su agenda mientras negaba- No, no es el número de Giselle –Uhm… bueno gracias.
-Y a qué se debe que hoy uses cuello de tortuga? –miro mi atuendo sonriendo pícara- Ah... pues… Es una camiseta que Simone me obsequió antes de que viniéramos aquí.
Mierda! Pero que astuto soy –pensé, porque por supuesto intentaba ocultar la marca que aún no recordaba cómo o quién me la había hecho- Un obsequio? Ya.
Entramos a la cafetería y disfrutamos de un rico desayuno.
By Tom.
Sonreí guardando la pequeña caja en mi bolsillo antes de entrar en la casa; fui al estudio (creo que sería la primera vez que fuera usado) Saqué una hojita de papel de color azul cielo, de esas que tienen pegamento detrás y con un rotulador negro comencé a escribir. Adherí la pequeña nota a la caja y volví a guardarla.
Caminé hasta la habitación de Bill, entré pero no estaba allí, revisé el resto de la casa y tampoco lo puede hallar, sin pensarlo tomé mi móvil y le llamé para asegurarme que estuviera bien.
-...Hola?
-Bill! Carajo en dónde estás?
-Estoy con Jennifer salimos a desayunar.
-por qué no me avisaste?! me preocupé al no verte.
-Y tú me avisaste a mí que salías hoy también?
-Bueno… No, pero es diferente. Seguro que amaneciste mal por lo de ayer.
-No es diferente, además no tengo que estar avisándote cada vez que doy un paso, no tomes tan enserio tu papel como hermano mayor que dices ser. Estás molestándome!
-Ah sí? Vale, eso me hubiera gustado que dijeras ayer. –entonces colgué-.
Salí del estudio y aventé la cajita al suelo del pasillo. Lo había hecho una vez más… Cuando trataba de animarle o arreglar algo entre nuestras peleas Bill respondía de tal forma que el jodido acababa siendo yo.
Salí al jardín a ver a nuestros chicos. Me doy cuenta de que aquí no encajo bien –hablaba conmigo mismo- Pero joder soy Tom! Debería tener amigos estar fuera, salir a fiestas, disfrutar de la ciudad, tener al menos a una chica, debe volver el Tom de hace unos meses, el de Alemania el alegre, el de siempre!
Pero qué hacer? –Me senté en el césped pensando unos minutos- No tengo amigos a aquí. Aunque quizás… Me puedan ayudar –sonreí y tomando mi celular llamé a Natalie.
Su esposo es de aquí así que cada vez que tenemos descanso Nat viene a pasar el tiempo a Los Ángeles, a menos que su esposo esté en Hamburgo (lo cual es muy extraño), entonces se quedan en Alemania.
-Hola... Tom?
-Sí Nat soy yo, dime cómo has estado?
-Vaya… sorpresa, bien gracias, como van ustedes por allá?
-No como yo esperaba pero todo normal por ahora.
-No cómo esperabas? Y a que debo tu llamada.
-De hecho ambas cosas se relacionan –sonreí– Cuando vendrás aquí?
-Regresé a Alemania hace unas semanas Tom, no estaré por allá hasta dentro de un mes, tal vez.
-Ah… -suspiré un poco decepcionado y Natalie pareció interpretarme-
-Pero que raras preguntas Tom! Necesitabas algo?
-La verdad sí Nat, en realidad necesitaba ayuda.
-Ayuda? Con qué Tom?
-Bueno, es un poco aburrido esto, se supone que en estas semanas conozcamos la ciudad y eso… Pero no hay quien nos dé una mano, entiendes? Ni amigos, ni conocidos y como tú has pasado considerable tiempo aquí pensé que podías… No sé enseñarme lugares, personas... eso.
-Oh ya veo! Bueno… Supongo que podría estar allá antes.
-Enserio? Gracias Nat! Cuando te vería?
-Bueno intentaré tomar un vuelo en… unas dos o tres semanas, que dices?
-Sí, es perfecto, te esperaré!
-De acuerdo, yo te llamo después para confirmarte.
-Sí nena, de nuevo gracias. Adiós
-No es nada Tom, hasta luego!
By Bill.
Al salir de la cafetería, la plática tomó un gran e incómodo giro.
-Bill, regresaré a España pasado mañana. (Jennifer es de Brasil así que tengo gran admiración por su dominación de dos idiomas totalmente ajenos al que lleva de nacimiento, me refiero al español y al inglés, el que yo apenas he comenzado a dominar).
-Oh… ya te irás? Tan pronto?
-Si Bill, recuerdas que sólo vine por el cumpleaños de Giselle? Bueno, debo seguir trabajando –asentí escuchándola, entendía muy bien a que se refería- Entiendo, bueno fueron divertidos estos dos días, ya había pasado tiempo desde que no te veía y de nuevo te echaré de menos Jenni –Y yo a ti Billy! No sabes cuánto! Pero no te preocupes seguirás teniendo una amiga cerca –te refieres a Giselle? –Por supuesto! Es muy agradable, pienso que se parece a ti! –reí ante su comentario y ella me imitó- Enserio? –Bueno si me refiero en el carácter, deberías conocerla mejor seguro se llevarían genial, además ella ama a tu banda! Y por qué no? Después de ser amigos, hasta pueda pasar algo más! –la miré asombrado- Creo que eso es algo precipitado –Bueno claro por eso la vas a conocer, creo que mereces a alguien a tu lado, alguien que te quiera y que te valoré –por qué lo dices? –Porque lo mereces, por supuesto! Y bueno... También por... Matt. Bill yo creo que podrías conocer a otra persona aunque… Bill tu... Tú eres gay? –Esta vez me quedé casi petrificado – qué dices..? –Perdóname Bill sé que es algo muy personal y no debí preguntar así. –Te hablé de Matt? –Sí Bill pero tranquilo, tú sabes muy bien que yo nunca hablaría… -Sí… bueno. Aún estoy con él así que… -Escucha Bill es obvio que Matt no piensa molestarse en llamarte. Giselle es una niña muy tierna, y está muy clavada contigo desde que te conoció por tu banda le gustaste y cuando te habló en Madrid se quedó súper alucinada contigo, no dejaba de hablarme de ti, de cómo eres… Creo que podrías darle una oportunidad por eso te pregunté si eres… homosexual. –A ver Jenni, tengo novio! Y… homosexual bueno… en realidad me considero bisexual las chicas también me atraen –Respondí al fin aunque abochornado- De acuerdo! Sólo intenta acercarte a Giselle, te lo pido como amiga, ella en verdad te quiere mucho –no quisiera lastimarla por no corresponderle –solo como amigos, no te pido más que la conozcas. –De acuerdo Jenni! Hablaré con ella y saldremos algún día. –En verdad me lo prometes Billy? –Sí nena –Gracias pequeño! –Besó mi mejilla, me abrazó y entro al hotel. Gracias por traerme! Nos veremos después –sonrió y yo la imité- adiós.
Iba de regreso a casa y entonces recordé a Tom… Había sido muy grosero con él? Es que cansaba que me cuidara tanto! A veces me enojaba! Era molesto, pero esta vez… Cuándo llamó… En verdad se oía preocupado, y... creo que le debo una disculpa, ayer se había echado una buena bronca en el club por mi culpa…
Entré en la casa aun tratando de recordar… Me vi vagamente llorando mientras a abrazaba a Tom- uhm… vaya nena que tiene por hermano.
Caminé por el pasillo hacia mi habitación cuando patee algo, me fije en el objeto y lo levanté, era una caja cuadrada negra, la giré y tenía un papel azul pegado que citaba: “No olvides que siempre hay alguien junto a ti, alguien a quien le gusta verte sonreír” Abrí la caja y no me lo creía, era una cadenita preciosa con un dije negro rectangular que tenía grabadas en unas letras hermosas: “BTK” –Bill y Tom Kaulitz sonreí ampliamente al descifrar las iniciales, entonces miré hacia la puerta del cuarto de Tom… Lo siento.