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Nach Dir Kommt Nichts por Phantomrider89

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By Bill

Después de que Matt se marchara miré a los costados, de pronto me sentí extrañamente perdido, había algo raro, no me sentía triste como hace un momento atrás; al fin reconocí el carro de Tom aparcado en una calle contigua, caminé hacia allí al ver a mi hermano plantado justo ahí.
Me hizo una señal: movía su mano de lado a lado con la palma abierta. Por qué me saluda?... Tom comenzó a alejarse del auto, seguía caminando sin mirar atrás si quiera... Entonces… Georg?, Gustav y… Mamá? Todos parados a una considerable distancia de mí, para cuando intente alcanzarlos ellos se alejaban, entonces Tom se volvió y murmuró algo… En realidad no habló, sólo leí sus labios y fue cuando de verdad me sentí triste y no solo triste, también asustado. Él había dicho: “la soledad te debilita”. Todo se volvió negro… habían desaparecido todos; o mejor dicho yo abrí los ojos y me encontré con que eso solo había sido el recuerdo de una jodida pesadilla.

Me limpié el ligero sudor que había aparecido en mi frente y volví a mi realidad.
No estaba en Alemania sino en Los Ángeles, no estaba Matt tampoco, ni Gustav, ni Georg o Mamá… Sólo Tom, pero seguía sintiéndome nervioso, aunque aquello no hubiese sido más que un sueño me mantenía intranquilo y debía contárselo a Tom aunque lo encontrara absurdo. Tom… –miré a mí alrededor todo estaba aún oscuro no debían pasar de las 3 de la madrugada, volví a acomodarme entre las cobijas pero no conseguía dormir, así que tomé una frazada echándomela encima y salí de mi habitación hacia la de Tom, entre en silencio y obviamente estaba completamente dormido. Había una ventaja con él, siempre le gustaba dormir pegado a la pared por lo que no fue tan difícil colarme en su cama y acurrucarme un poco en él.

Esta escena me trajo recuerdos, de cuando éramos niños.
Yo siempre me asustaba por todo! Por ejemplo, en las noches cuando apagaban todas las luces me resultaba difícil dormir, le tenía mucho miedo a  la oscuridad entonces corría a la habitación de Tom (aunque nuestras habitaciones estaban separadas, eran contiguas) y me metía en su cama, él, tan flojo como siempre ya se hallaba más que dormido! Pero en cuánto me sentía a su lado medio abría los ojos y me abraza preguntando porque aún no dormía entonces yo le contaba de la araña del baño, o de la oscuridad del pasillo o del insignificante ruido que había oído en mi habitación. Tom siempre me sorprendía porque solo le temia a muy pocas cosas.

Había algo a lo que ambos en verdad temíamos.
Las tormentas eléctricas… Pero para eso había una razón bastante espeluznante, algo que habíamos tenido que presenciar con solo 5 años.
Cuando había relámpagos, prácticamente ninguno de los dos dormía, nos metíamos debajo de las sábanas con algunos libros infantiles y una linterna de baterías, allí leíamos “El Osito Teddy”, “Hanssel y Gretel”, “El hombrecito de Jengibre”, “Los ositos de Goma” (a los cuales prefería ver en caricatura) y otros. Así nos olvidábamos de la horrible tormenta, porque aunque Tom siempre aparentara más fortaleza, estaba consciente de que se sentía tan asustado como yo, pero el como siempre en su buen papel de hermano mayor intentaba mostrarse tranquilo dejándome quedar con él a dormir.

Ahora las cosas por supuesto han cambiado, ya que hacía años que no venía a su cama a pasar la noche por miedo (como hasta ahora). Actualmente si terminábamos en la misma cama se debia a otras... Razones; y pensarlo de esa forma comenzaba a parecerme enfermo y sucio, porque ya no somos dos niños inocentes acompañándose mutuamente por sentir miedo ahora somos dos hermanos locos que tienen sexo… y para mi estúpida y contradictoria  mente, eso no me molesta completamente, en realidad, creo que... me gusta?

Me desperté pero Tom ya no estaba a lado a juzgar por la luz de la habitación ya era algo tarde, me levanté y noté que desde anoche no me había puesto la camiseta, busqué en el suelo pero recordé que me la había llevado de vuelta a mi habitación. –bufé medio enojado y salí del cuarto de Tom, al caminar por el pasillo me llego un aroma rico, seguro Tom estaba por desayunar, olía como… a panqueques, olvidándome de mi camisa, me encaminé hacia la cocina. Algo que extrañaba de nuestra casa en Alemania es que nuestros cuartos estaban en planta alta y me bastaba asomarme por la escalera para saber que pasaba en la cocina o en la estancia.

Abrí la puerta y me sorprendí al ver a Tom frente a la estufa con una sartén, en la mesa había un par de platos, dos vasos con jugo y otro vaso con leche.

Cocinando –sonreí acercándome, Tom pegó un pequeño saltó y se giró para mirarme– algo así… creo –sonrió y volvió la mirada a la estufa– Bill… por qué no me están quedando redondos? –preguntó Tom al tiempo en que miraba un platón con… waffles? Eran como pequeños waffles pero con forma de un huevo estrellado. –Bueno… Estás cocinando..? –Hot cakes! –sonrió mi hermano probablemente orgulloso de su trabajo– ah… bueno, déjame ver tu masa –Tom me tendió un bowl mediano y su masa parecía casi agua. –Sonreí tragándome la risa por cortesía– Bueno Tomi… Te has pasado de leche –ah… entonces lo he echado a perder? –No… Esto se arregla –sonreí y me volví hacia la mesa cogiendo la caja con harina para los hot-cakes. –le ponemos más harina, lo revolvemos y estará listo.

Siéntate si quieres y yo los termino –Tom me miro con un ligero rubor en sus mejillas– quería hacerlo yo pero… Creo que no funcionará –miró el hot cake que yo acababa de voltear y luego se volvió a los que él ya había hecho–  A ti si te quedaron redondos –dijo con cierta frustración– bueno y qué? Te han quedado bien para ser la primera vez que tratas.

A veces Tom era tan… tierno, me encantaba cuando lo veía así aunque fuera solo en pocas ocasiones.

Vamos tu has los demás –sonreí y Tom me imitó tomando la palita de metal para girar el próximo hot-cake, me senté en la mesa y bebí un poco de jugo, por supuesto era de caja (ya que no podía pedir que fuera natural). Saliste a comprar Tom? –Sí solo traje algunas cosas para comer –Entonces noté un par de bolsas de papel sobre el otro extremo de la mesa– traje jugos, sodas, leche porque…. Porque te gusta la leche no Bill? –Bueno… sí gracias.

Tom se volvió con el plato lleno de hot-cakes y puso dos sobre mi plato –Gracias! -Tomó otros dos y los dejo en el suyo, en seguida tomô una bolsa de papel extrayendo de esta: maple, mermelada y dulce de avellana. –Yo quiero con maple –Solté antes de que si quiera me preguntara –Tom sonrió y abrió el envase derramando maple sobre mis hot-cakes, después tomando el dulce de avellana le puso a los suyos, me acerco el vaso de leche y se sentó a mi lado.

Gracias por haber hecho el desayuno esta mañana Tomi –Oh no es nada! Creo que una vez en mucho tiempo era justo –me guiño un ojo y rio– yo asentí y corté un pedazo de mi hot-cake probándolo, no estaban tan mal. –Te han quedado bien! –acerque mi tenedor a él dejando que lo tomara y comiera de mi hot-cake con maple. –Está rico. –Sonrió Tom–.

Ah… lo olvidaba traje algo más para ti –Mi hermano se levantó y rebuscó entre las bolsas, yo adopté la misma posición quedándome plantado a su lado con curiosidad.

Saco unos paquetes de… –Gomitas –Tom sonrió y me las dio– Ositos… y frutitas azucaradas! Que más has traído Tom? –Skittles y dulces de ciruela –rió y me tendió las bolsas que ya estaban prácticamente vacías–MarlboroTom? -dije mientras sacaba una cajetilla de cigarros– Bueno… sí! Qué no te apetece un cigarrillo? –Como decirle que no si era verdad.

Wow Tom sí que te has portado! –reí levemente y el hizo lo mismo, miré la mesa… El vaso con jugo, la leche, los dulces, los cigarros, los hotcakes... –Tom… Quería hablarte de algo desde que te vi cocinando. Tal vez lo pienses estúpido, es un sueño que tuve… (Sueños hace tiempo que no coincidíamos en soñar lo mismo).

Tom se quedó medio desconcertado después de que acabé de narrarle mi sueño, y no ironizó ni nada parecido a lo que yo esperaba como reacción de él.

Bill… Sólo ha sido un sueño sabes bien que ni Gustav, ni Georg y mucho menos mamá te dejarían, los chicos son nuestros amigos y Simone…. Simone es nuestra madre punto. Jamás estarás solo.

Mira Bill… sé que, no estás completamente feliz porque aún no sabes nada de Matthew, pero me tienes a mí joder! Siempre, contigo, siempre a tu lado apoyándote, pase lo que pase siempre seré la persona quien te cuidará, apoyará e impulsará siempre que lo necesites. Y ahora te digo, que te prometo quedarme siempre a tu lado al menos para hacerte sonreír!

No sé qué maldito peso ejercieron su palabras en mi mente que estúpidamente solo se me ocurrió abrazarlo con fuerza, como intentando aferrarme a lo único que me mantenía a flote en momentos difíciles. –Tom también me estrecho, metí mi mano entre sus trenzas acariciándole la nuca entonces despegándome un poco de su cuerpo planté un corto beso en sus labios, como diciendo "gracias".
Cuando intenté separarme Tom me apresó en sus brazos y volvió a  besarme, esta vez con calma, pausadamente, y que hice yo? Pues dejarme llevar por el beso, el beso con el que Tom pactaba su promesa… Beso que acabo en...Bueno, la verdad ya me lo esperaba; así nos habíamos vuelto, si pretendíamos darnos un beso seguro acabábamos follando.

Esta vez lo había sentido más intenso que las otras 2 veces, tal vez porque en esta ocasión, nos veíamos incluso pornográficos.

Yo había quedado con la camiseta subida un poco más allá de mi abdomen, el pantalón y el bóxer por debajo de las rodillas. Al tiempo en que me apoyaba con mis dos manos sobre la mesa (a lado de nuestro desayuno aún sin terminar), tenía la rodilla izquierda descansando en una silla y Tom estaba parado detrás de mí penetrándome.

Y quien no quisiera iniciar así cada día? Sin duda que mi mañana perfecta iniciaba de esta forma y algo me decía que no sería la última vez que disfrutaría de una mañana, tarde o noche así.


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