Son las 8:00 de la noche, y estoy en mi casa solo, triste y aburrido, sentado en mi solitaria cama pensando como va a ser mi día mañana.
¡uuhmm!, como si importara, para un joven como yo es lo mismo de siempre, trabajo y trabajo, nada novedoso, todo aburrido.
Desesperado de estar entre estas cuatro paredes salgo a la calle a caminar, llovía un poco, pero había algo raro, había estrellas y luna, raro en una noche oscura y lluviosa.
Me dije a mi mismo, ¡wahoo! Nunca había visto una noche como esta, tan oscura y desierta y a la vez tan misteriosa.
Vi a mi vecina que llegaba de su trabajo y me saludo como siempre: - Hola Kibum, ¿como estas? ¿Disfrutando de esta noche bella y fresca?. Viéndola como si estuviera loca me dije por dentro: ¡bella! ¿Pero que le ve de bella a una noche como esta? –yo no le veo el chiste, será por que mi alma esta vacía y mi vida es triste y aburrida. Si tal vez sea esa la razón.
Seguí caminando bajo la lluvia con mis pensamientos estúpidos en otro lado, nada me tranquilizaba, miraba hacia el cielo, miraba para todos lados, todo me aburría, nada me daba alegría. Siempre era lo mismo.
Continué caminando y choque con un hombre, y le dije: - disculpe- y mirándolo a los ojos cual fue mi sorpresa… era un ángel andando en carne y hueso, era tan hermoso, tenia el cuerpo mas atractivo, el que jamás alla visto antes.
Tenía un aura impresionante, sus ojos eran de un color marrón con matices amarillas y negras, eran hermosísimos, tenía la mirada profunda y a la vez terrorífica, tanto como hermosa y misteriosa. Era el mejor espécimen en forma masculina, el mejor que he visto en mis 23 primaveras de vida.
Me hablo con una voz penetrante, aguda y profunda, que hizo que mi corazón latiera más de lo normal, -¿qué haces linda criatura caminando tan solo por estas calles tan frías y oscuras?
No voy a negarlo, ¡tenia miedo! Por empezar ¿por qué un chico tan guapo me miraba a MI? Un chico feo y aburrido como yo ¡además de que me miraba de una forma muy rara, se lamia los labios, su mirada subía y bajaba sobre mi cuerpo, tal vez pensando que yo era el mejor manjar de los Dioses.
Decidí ignorarlo y seguir mi camino pues estaba temblando de pies a cabeza no sabia si era la lluvia, el frío o el miedo que sentía. Su mano fría y cálida tomo mi brazo y me giro hacia él, lo mire, su pelo corto y platinado estaba mojado como el mío, los dos estábamos empapados por completo, cuando de nuevo oí su voz diciéndome: - Por favor no te vayas, estoy solo como tu ves y necesito compañía.-
Fingiendo un valor que no tenía le conteste; - No amigo, estas equivocado, yo no soy lo que tú buscas, así que sigue tu camino y déjame en paz por favor –
Quise retirarme, pero algo me lo impedía, sería su belleza tan extraña, las cosas tan diferentes que sentía mi cuerpo cuando lo veía o el miedo que me consumía. De pronto se me acercó, nuestros cuerpos casi se tocaban, era una sensación maravillosa y eso que aun no me hacia nada, que tal si me hubiera tocado, ¿que hubiera pasado?
Como si hubiera leído mis pensamientos tomó mi barbilla y me acerco hacia el, por un momento pensé que me iba a besar pues su boca estaba tan cerca de la mía y se movió hacia mi oído y me dijo con una voz melodiosa: - eres tan bonito, tan bello y tan hermoso ¿lo sabes verdad?
Por un momento quise creerle pero yo sabia que no era verdad, riéndome de mi mismo y a la vez enojado por que sentía que se estaba burlando de mi, le grite: - ¡Mírame!, pero mírame muy bien, ¡soy un chico! Uno raro, feo y poco atractivo, oh es que ¿estas ciego?, ¿no vez que estoy empapado y desarreglado?, en cambio tú, mírate, aun con esta lluvia, sigues estando guapo, atractivo y hermoso, me intrigas y me das miedo-.
El sonrió por primera vez, y me quede mudo e hipnotizado, y me dije por dentro: “Dios mío, pero que hombre tan perfecto, hasta su sonrisa es perfecta, ¿no hay nada que pueda ver en su precioso cuerpo que este imperfecto?¿Algo?”
Volví a fingir valor, me puse recto y le pregunte: -¿Qué quieres de mí?, ¿Por qué no te haces a un lado y me dejas ir?-.
Se acerco hacia a mi, yo tuve que dar dos pasos atrás, volvió a tomar mi barbilla, y lo vi, por primera vez mis ojos se vieron con los suyos, no se por cuanto tiempo, pues estaba perdido en ellos, cuando el me dijo: - Quiero algo de ti, pero no se si puedas dármelo o yo pueda tomarlo-
No le entendía nada de lo que me decía, y me aleje de su lado unos cuantos pasos, la lluvia cada vez estaba mas fuerte o tal vez eran mis nervios, pero en un abrir y cerrar de ojos el estaba frente a mí, pegue un grito y asustado le dije: -¿Cómo hiciste eso?, ¿Quién diablos eres?, no te vi venir-
De mis ojos empezaban a brotar lágrimas, el no las miraba pues se confundían con las gotas de lluvia, empecé a temblar y mis dientes castañeaban pero de frío, el quiso abrazarme, no se como me le zafe y lo avente, no quería que me tocara y le dije llorando: -¡ALÉJATE, NO TE ME ACERQUES¡ ¡NO ME TOQUES!
Cuando quise correr ya fue inútil, entre aun callejón oscuro y sin salida, mis piernas no respondían.
Se me acerco lentamente, quise hacerme hacia atrás y tope con una pared, no había salida, espere lo peor, cerré mis ojos llorando y rezando por lo que me esperaba. Sentí su aliento cerca de mi rostro y me dijo: -No llores por favor, perdóname si te causo algún miedo- Me quede paralizado alrededor de sus brazos, acercó su cabeza y sentí sus labios besando mis mejillas, sus manos tocando mi cabello y peor aún, sus labios tocaron los míos, quise empujarlo, pero algo muy dentro de mi me decía que no lo alejara, al contrario que lo dejara ahí, para que yo experimentara lo que estaba por venir.
Sus labios cada vez exigían mas y mas, fue el beso más lindo y excitante que me han dado, tan delicado y húmedo. No se como diablos entro en mi cabeza, manipulando mi mente, pero oí su voz diciéndome: - No tengas miedo, no te hare ningún daño, cierra tus ojos, déjate llevar y disfruta el momento.-
Ese beso me estaba torturando, me estaba llevando a un mundo desconocido de donde no quería volver, era una droga.
Nuestros cuerpos se juntaban mas y mas su boca era puro fuego, fue bajando de mis labios hacia mi cuello, su boca roja y carnosa hacia cosas que yo no entendía, me besaba, me succionaba y me mordía con tanta delicadeza, como si fuera a quebrarme en mil pedazos, sentí un leve piquete como el de una aguja y detrás de ello la sensación mas inmensa y única que jamás habías sentido en mi corta y estúpida vida. S e sentía realmente bien.
Yo lo abrazaba cada vez mas, tocaba su cabeza, acariciando su pelo, deseando que no parara, no quería soltarlo, su olor me embriagaba cada vez mas, sus manos recorrían todo mi cuerpo, no había un lugar donde no acariciara y dejara su huella. Era tan delicioso sentir todo aquello, no nos importaba la lluvia y que alguien no viera, yo quería seguir y no parar nunca. Queria que siguiera tocándome y seguir tocándolo.
En el calor de la pasión, avergonzado le dije: - Por favor, hazme el amor … hazme tuyo- .
-Se separo de mi cuello, pensé que no le había agradado la idea pero me dijo: -¿Estás seguro? –
Jadeando y excitado lo acerque a mi besándolo, tocándolo como el lo había hecho y le dije; - ¡Si, si quiero!… por favor… házmelo-
Fue mi primera vez, a pesar de mi edad. Yo no era atractivo, nunca logre llamar la atención de un chico, me sentía el clásico patito feo, al que solo buscaban para la ayuda de un trabajo o sacarlo de algún problema. Alguien al que solo usaban, y dejaba ser usado.
Y ahora estoy aquí entre sus brazos amándolo y el amándome.
Comenzó a desabrocharme el pantalón, mientras me daba lamidas y mordiscos en el cuello, enviando descargas eléctricas a todo mi cuerpo. Subió hacia mi rostro, nuestras respiraciones se mezclaban, la excitación y lujuria se reflejaba en la mirada de ambos. A pesar de ser este nuestro primer encuentro, ambos nos deseábamos.
Podía divisar el gran bulto bajo sus pantalones, como también bajo los míos. Con una mano comenzaba a hacer fricción sobre mis pantalones presionando mi, ahora gran, erección logrando que soltara pequeños jadeos
Baje mis manos hasta la altura de la cremallera de su pantalón, con movimientos torpes intente bajar esta, para así librar el notorio bulto. Presioné leve y un jadeo grave salió de sus labios, logrando extasiar mis oídos. – … oh Dios… –dijo en un bajo susurro. Buscó mis labios y yo se los entregué, estaba totalmente extasiado de sus labios, gruesos, suaves y sabrosos. Una de sus manos volvió a mi entrepierna, masajeándola poniéndome más duro de lo que me encontraba. Me despojó de mis pantalones de un tirón, dejándome solamente con mi ropa interior, bajó la mirada y al notar el bulto bajo mis bóxer, ahora húmedos gracias a la lluvia, sonrío de lado mientras me devoraba con sus ojos. Tomó el elástico de mi bóxer y comenzó a deslizarlos por mis piernas hasta los pies, quedando arrodillado frente a mi erección. –Agradecía a todos los Dioses que todo se encontrara oscuro y las desoladas calles aún permanecieran así. – Entre sus dedos tomó mi erección y pasó su lengua de manera sensual por la punta del glande. –…Mierda…– dije en un bajo y grave jadeo. Lameteó y jugó con mi miembro por un largo tiempo, podía sentir que mis mejillas ardían de la vergüenza pero la lujuria me ganaba y solo me dejaba hacer, dejaba que tocara las partes más intimas de mi cuerpo. Me entregué a él...
En el momento de la culminación un hermoso aroma empezó a rondar en el ambiente era un olor a menta fresca con un toque de brisa de un tierno amanecer.
Ya no había lluvia, no había nadie, solo éramos el y yo. Era mi primer orgasmo. Sentía que no había sensación más satisfactoria que aquella que aquel hombre me hizo pasar.
Nunca pensé perder mi virginidad en un callejón oscuro, en una noche lluviosa con estrellas y luna, y mucho menos con un desconocido del que no sabía nada, pero del que ya me sentía enamorado.
Cuando todo termino, el dejo de abrazarme y de morder mi cuello, vi un poco de sangre cayendo de mi cuello a mi pecho y me lo limpio dándome una ligera caricia con su lengua. Nos vimos a los ojos y el me sonrío, y por primera vez vi unos dientes tan blancos y perfectos y lo mas increíble “sus colmillos”… obviamente ya no le tenia miedo.
Mientras arreglábamos nuestras ropas le dije: - ¿Quién eres? , el volvió a besarme, y no se por que me daba la sensación de que no iba volver a verlo. Volvió a besarme pero esta vez diferente, mordiendo y besándome en mis labios me dijo: - Soy un vampiro. Y necesitaba de ti, de tu sangre para seguir viviendo.-
No estaba sorprendido, ya no me importaba lo que fuera, solo quería que no se fuera, quería estar a su lado. Lo vi que empezó a alejarse, corrí hacia el y lo agarre del brazo haciéndolo que se volteara, le dije con mi voz entrecortada: - Ya que te vas dime por lo menos tu nombre, ¿no crees que me lo merezco?
El volvió a tocar mi mejilla y me dijo: - Jonghyun, me llamo Jonghyun.-
De repente una luz muy fuerte encandilo mis ojos por un momento, creí que era un relámpago, o algo peor, pensé que alguien nos había visto haciendo el amor y llamo a la policía, pero no era nada, me volví hacia a él, pero ya no estaba, mire a todos lados y grite: - ¡No! ¡Por favor, no me dejes! ¡No te vayas ¡ ¡Te amoooo!!! ¿Me escuchas?
Aunque para muchos sea una jugarreta, yo ya lo amaba, tal vez desde que sus ojos se cruzaron con los míos, y desde muy dentro de alma grite con tanta fuerza: ¡Nooo! ¡Jonghyun!
Como si haya sido un sueño, desperté llorando en mi cama, alterado, excitado y con un desespero en mi pecho y me dije desilusionado: - ¡Dios no! No, no puede ser, ¿fue un sueño?, un lindo y hermoso sueño.-
Pegue un brinco asustado, pues sonó mi alarma, daban las 6:00 de la mañana. Tranquilo pero no del todo, fui al baño y me lave la cara, me vi en el espejo ¡Dios era diferente! Era mi rostro pero diferente, en el había un toque de sensualidad, mis cabellos rubios estaba revoloteados, mis mejillas estaban sonrosadas y tenían un leve color carmesí ya que yo era muy pálido era notorio, mis labios estaban hinchados y mis ojos brillaban. Desesperado, vi mi cuello buscando esos dos puntos que me dijeran que fue algo real, pero no vi nada.
Desee no despertar nunca, quería verlo, tocarlo, besarlo, besar esos labios suaves y gruesos de nuevo, sentir sus manos en mi cuerpo nuevamente y olerlo. Como si él hubiera leído mis pensamientos, de repente me llego un olor, el mismísimo olor que cuando me estaba haciendo suyo en sus brazos, “a menta con un toque de brisa de amanecer”.
Corrí por todos lados, y recorrí cada habitación de mi apartamento, y nada, era tanto mi desespero, que tal vez en mi afán de querer verlo se me figuraban cosas. Fui al baño de nuevo y me senté en un rincón, no pude aguantar las ganas de llorar, y llore como nunca había llorado, nadie me había tratado, amado y hablado como el. Me sentí un idiota por haberme enamorado de alguien que ni siquiera conozco, pero quería volver a verlo y nunca mas dejarlo ir, costara lo que costara.
En medio de mi llanto gritaba: - ¡Jonghyun! quiero que sepas que si estas aquí escuchándome que ¡Te amo! , ¿Me oyes? , !!! Te amooo!!!! ¡¡¡Por favor, aparece!!!
No se cuanto tiempo pase ahí en ese rincón llorando y gritando como loco, pero la vida sigue y tenía trabajo que hacer.
Fui al lavabo, me volví a lavar la cara, tenía un aspecto terrible, ya no era el mismo rostro que vi hace unos momentos. Tome un baño para relajarme, mis nervios estaban al cien, pero de nada me sirvió, esta angustia en mi pecho seguía.
Tome la toalla para secar mi cuerpo, la envolví en mi cintura y me volví hacia el espejo ¡era imposible!
Al mirar el espejo, pude divisar un mensaje que decía: “Yo estaré en tus sueños todo el tiempo, y yo también te amo no lo olvides nunca”, y mas abajo había una frase que voy a recordar toda mi vida: “feo y raro no eres, hermoso y delicioso si lo eres “atte. Jonghyun.
En medio de mis lágrimas sonreí, y me sentí tan feliz por que ahora comprendo que todo fue real, que nada de lo que pase junto a Jonghyun fue un sueño. Así que tengo la esperanza de que algún día lo vuelva a ver.