By Bill.
Miré a Jenette asustado y ella pareció interpretarme así que sonrió torcidamente y comentó- les daremos en la madre, tú no te preocupes... am... -Bill. -¡Ah sí! Bill. Oye, no pareces ser chico de este ambiente, ¿Con qué engaño te trajo Tom? -¿Tom? No él no... Yo sólo estaba en el momento inoportuno. -Quieres decir que... ¿Te protegió? -Sí, supongo. -¡Que suerte! Pareces muy mono, seguro que los cuervos no hubieran pensado dos veces en llevarte con ellos. -¿Llevarme? -Bueno los porros solemos obligar a otros a unírsenos. -La verdad es que no sé nada de esto... No sé, me confundo. -Es un mundo muy torcido Bill, tienes suerte de no estar dentro. -¿Te obligan a ti? -No, en absoluto. Es por gusto. -Ah... Y ¿es peligroso? -Depende, pero la mayor parte del tiempo, lo es. -¿Por qué depende? -De la escuela a la que nos enfrentemos. -Y... -Quiero decir, nosotros -me señaló y después se señaló a sí misma- venimos de un instituto de paga, aquí hay más niños mamones, fresas, pijos etc. Por lo que la mayoría no podría si quiera defenderse por sí mismo; en cambio sí nos comparas con alguna escuela pública, bueno allí encontrarás tios más extrovertidos, abiertos y sobre todo menos... Mamones -dijo al fin después de buscar un buen adjetivo- ellos pelean sin miedo y mejor, de ahí que es importante reclutar a otros tios de otras escuelas para que se unan a nosotros. -Oh... Ya lo entiendo... Entonces ustedes... son pijos también -sonreí burlándome- no, no... Mira Bill, para entrar al instituto hay becas... Yo por ejemplo soy becada. -¿enserio? Yo no sabía que había becas para este colegio. -¡Las hay! Pero apuesto a que tus padres pudieron costear sin problema alguno la colegiatura del instituto, por esa razón no te enteraste de la existencia de las becas. -Supongo... -respondí sintiéndome de pronto incomodo- Tom es becado también ¿no? -¡Oh no! Ni te lo imaginas Bill, el viene de una familia adinerada. -¿De verdad? -Sí Bill. -Entonces ¿cómo es que está aquí y como líder? Sin que parezca ofensa, por supuesto. -Jenette rio- quizá su mayor error fue juntarse demasiado con Dennis cuando ingreso al instituto. -¿Dennis? -Así que esto debe dejarte una lección Bill, no deberías pasar mucho tiempo con él o... -camino alrededor de mi dramatizando la conversación- con cualquiera de... NOSOTROS. -Mira Jenette yo no creo que por el simple he... -algunos gritos me sacaron la idea de lo que quería decir; la pelirroja me jalo del brazo llevándome a la puerta del campo- ¡vamos príncipe, ya es hora de abrir! -asentí y tan rápido como pude le saqué el seguro a la puerta, la jale con fuerza pero no conseguía abrirla completamente, Jenette corrió hacia mí y de tirón fuerte la puerta se abrió por completo. Casi al instante entraron los chicos que hace minutos habían estado ahí dentro; de entre todos corrió Tom al frente- ¿Prinz? -preguntó mientras yo me sacudía las manos quitando la tierra que me había quedado por la puerta oxidada y llena de polvo- aquí estoy... -Es hora de que te vayas. -¿por... Qué? -O entra a la escuela, decide. -¿No puedo estar aquí un poco más? -Por favor... No seas tan necio. -¡Bien! -cogí mi mochila al hombro y me despedí de Jenette para seguir a Tom.
¿Qué pasó? -Nada importante. -Entonces ustedes... -Prinz eso no importa sólo se los llevaron. -¡No me llames Prinz! -Te has ganado el título con dedicación -¡Claro que no! -Sí. -no respondí porque ya me tenía muy fastidiado- Bien... Adiós. -Tom me señaló la puerta de la escuela y yo negué- no, ya se me han ido las clases. -Me excusé y Tom mirando su sencillo reloj de pulsera y comentó- si acaso han pasado 2 horas, aún tienes todo un día. -Yo quería quedarme con ustedes... -¿Qué coño te sucede? No puedes estar con nosotros -¿por qué? -Bill ve a clases. -Tom se giró dispuesto a dejarme allí, mordí mi labio reprimiendo la vergüenza y al fin le grité- ¡tengo miedo! -Tom se paró en seco y se volvió hacia mí- ¿miedo... A qué? -A ellos y... Lo que puedan hacer. -Bill, ellos no harán nada, se los llevaron a casi todos. -Pero no a todos. -No dramatices, ya se fueron. -Jenette me conto lo que hacen y que... Se llevan a otros chicos. -¡joder! Esa chica... Es mentira no se llevan a nadie -Quiero ir a casa entonces -Tom suspiro irritado- bien vamos... -caminé tras de él hasta el estacionamiento; iba por mi auto pero Tom se desvió de camino hasta un convertible negro- ven Bill -señaló el convertible negro- pero mi... Auto. -Te llevo en el mío y deja que tu amiguito se lleve el tuyo o... ¿Él tiene auto? -No, es buena idea de hecho pero... Tendría que entrar a la escuela y esperar al cambio de clase para entregarle las llaves. -No te compliques dámelas a mí y cuando vuelva a la escuela lo busco y se las entrego. -¿Seguro? Quiero decir no sé si... -Confíe en mi Prinz -Bien... -acepté al fin aunque no completamente convencido.
¡Gracias por traerme Tom! -No hay de que, y tranquilo, ¿de acuerdo? Esos cabrones no harán nada -asentí- Tom... -¿qué? -podrías... Pasarme tu número de móvil. -Mi... -Sólo por si acaso -jugueteé con las puntas de mi lacio cabello- bien, sólo que no suelo trabajar como guardaespaldas. -¡Joder no seas malo! -Tom rio- correcto, Prinz anota. -saqué el móvil y anoté el número dictado- gracias. -Sí bueno... Debo volver a la escuela. -Cuí...date ¿sí? -Eso es un insulto Bill... Bien... Lo haré -Y dicho eso último desapareció por la avenida.
By Tom
La mañana anterior había sido de lo más extraña, me había encontrado con el príncipe frente a mí y agradeciéndome por haberle advertido de los porros, fue una actitud muy extraña viniendo de él porque a pesar de que no lo había tratado, ya antes había oído cosas de él, al parecer se trata un chico agradable con muchos amigos pero con grandes aires de grandeza, altanería y soberbia.
Quizás era sólo apariencia pues en las horas que estuve con él, no pareció más que un chico tierno pero probablemente mimado de más (por su actitud).
Sacudí la cabeza al notar que llevaba toda la mañana pensando en eso- ¡joder, olvida ya! -mostré mi credencial al vigilante y aparqué mi auto en el estacionamiento de la escuela; bajé y tomé mi pequeña mochila y el estuche con mi guitarra acústica- parece que será un día tranquilo -murmuré para mí mismo mientras me dirigía al parque frente a la escuela.
Comencé a afinar la guitarra y una vez terminada saqué un cigarrillo, me lo llevé a los labios y saqué un encendedor -¡Tom! -grito Bill haciéndome tirar el mechero al suelo- ¡puta madre! -oh lo siento -se disculpó y levanto el encendedor devolviéndomelo- ¿qué carajo Prinz? -Tocas guitarra -Sí. -Eso es perfecto -perfecto, ¿para qué? -Mi clase. Verás, para expresión artística tengo que entregar como proyecto final una canción hecha por mí mismo, ya llevo escrita la mitad pero... Soy un torpe con todos los instrumentos. -Ajá, así que tu sugieres que yo to... -¡Toques conmigo! -¡Por supuesto! Me encanta hacer favores a mocosos consentidos. -¿qué? -Que no lo haré. -¿Por... Qué? -preguntó con el ánimo en el suelo de pronto- sino entro a mis propias clases, ¿qué te hace pensar que lo haré en las tuyas? -Tom, por favor. -No Prinz. -Tom... –Bueno ya sé, te propongo algo. -De acuerdo... -Te ayudo si prometes no buscarme más como ahora fuera de la escuela.
Qué? Pero creí que yo al menos te… agradaba… -Prinz lo siento, tú y yo no somos amigos. -Bill bajo la mirada con cierta desilusión y murmuró- sé que no somos amigos pero... -lo miré sintiendo una sensación rara al notar que quizá lo había herido con mis palabras- acepto el trato entonces -accedió- bien, ¿me dejas ver la canción? -Ahora no. Voy... A clases. -Bill se reacomodo la mochila en el hombro; dio media vuelta y entro a la preparatoria andando con esa forma tan peculiar suya.
By Bill.
Entré al salón para clase de química, había varios chicos que reconocí como amigos míos, cerca de la puerta aparentemente apartando un lugar para mí; les sonreí pero los pasé de largo buscando el lugar del fondo, no tenía ganas de hablar ni de saludarles o escucharles.
Bill -me giré al escuchar mi nombre, era una chica rubia de la cual desconozco el nombre, estaba sentada junto a Nicole y ambas sonreían como niñas traviesas. Entonces Nicole habló- Parece que ya has comenzado tu tarea. -me mostró su móvil con una foto en donde estaba con Tom en el parque- si... Bueno es... -¿Qué tal es? -seguro que un tío muy difícil -irrumpió la rubia- es agradable -dije al fin y me coloqué los audífonos dándoles a entender que no hablaría más.
Cuando entró el profesor me quité los audífonos y traté de concentrarme en su tediosa clase pero el sueño amenazaba con vencerme así que usando la última hoja de mi cuaderno comencé a escribir, la que podía ser mi canción para el proyecto final:
I'm still awake, for you
We won't make it together
We can't hide the truth
I'm givin’ up for you now
My final wish
will guide you out
Before the world burns
Underneath me.
Mierda… Me paso de cursi, será vergonzoso tener que mostrársela a Tom pero ahora que me ayudará con mi proyecto no puedo perder la oportunidad, al menos hasta que logre hacer que salga conmigo, de allí en adelante será más sencillo hacer que acceda a lo que pido.
Muchos me han dicho que soy un mimado, sí, quizás lo sea y ¿Qué? Consigo lo que quiero por ser así y eso ni les va ni les viene a los demás.